28.9.07

¡link!

última actualización 05 oct 07



No queda otra que referirse al inglés al hablar de enlaces, aunque sólo sea para tener excusa para poner la cancioncita esta, The Legend of Zelda, que empieza precisamente por un ¡link! y que todo el mundo atribuye a System of a Down, aunque es de un tal Joe Pleinman (lo cuál explica por qué sólo se parece en la voz, y no en el resto de instrumentos). En cualquier caso, este post sirve para explicar los links de la barra lateral de este nuestro blog, y la idea es ir actualizándolo según se vayan metiendo o sacando links. Porque sospecho que algunos de ellos merecen una explicación, y que otros cuantos serían mucho más útiles con unas palabritas que los describiesen, y además es viernes, y si alguien tiene la mala suerte de no poder irse de fin de semana de cachondeo igual encuentra algo que le sirva para matar el tedio y, no sé, bajarse unos cuantos capítulos de Doctor en Alasca, A Dos Metros Bajo Tierra o Weeds. Ala, vamos a ello, y lo siento pero tengo que empezar por el autobombo, para ir de arriba para abajo:

1. panopticon
La niña de mis ojos, mi querido fotoblog. La idea es subir una foto al día (aunque a veces eso ha variado un poco), y comenzó a funcionar el 12 de mayo de 2006. A día de hoy (28 de septiembre de 2007) tiene 543 fotografías, que la gente ha visto 158.411 veces. En la última semana, para hacernos una idea, ha recibido 151 visitas y se han visto 1.354 fotografías. Lo cuál me llena de orgullo y satisfacción; una media de 9 fotos por visita significa que a la gente, cuando entra, le da ganas de ver más, ¿no?

2. la gente
Los blogs personales que visito y recomiendo. Como los voy a describir, este apartado incluirá mucho peloteo (no deja de ser normal: Son los blogs que visito habitualmente, tienen que gustarme, y sus dueños probablemente me caigan bien). Así que si tienes poco tiempo visítalos cuando te venga en gana y al azar y dale a avanzar página hasta que veas la sección 3. Yo creo que es mejor conocerlos por sorpresa e ir descubriendo cómo son por uno mismo. De todas formas, hablo de ellos, y por riguroso orden alfabético, que mis prioridades ya son bastante evidentes por si solas, consisten en:
2.1 Cerrada por Reforma, el blog de Vero, mi agente, mi muy mejor amiga, neurótica, graciosa, hipocondriaca y aguda como ella sola. Su día a día contado con ese tomo irónico que tiene, con el que consigue coger cualquier drama (porque su vida, a veces, es digna de telenovela) y convertirlo en una versión castiza de Woody Allen.
2.2 Crónicas de la Vieja Crobuzón, el blog de Óscar; rojo, conspirador, compadre de foro pueblerino, ingeniero y feliz padre de familia. Blog político a ratos, personal a otros ratos, y friqui a veces, igual te habla de la última peripecia de su descendencia que del último libro de Terry Pratchett que ha leído o de los últimos ladridos de Mariano Rajoy.
2.3 El Ojo Vago, el blog del Octavio que nunca se llamo Octavio sino Pablo, aunque se le conozca como Myrddyn. El borracho navarro que mejor narra los sanfermines. Y sus peripecias etílicas son para partirse el pecho de la risa.
2.4 ¡Illo illo mostro!, el blog de Sergio. Es un snob. Odia al mundo, especialmente cuando al mundo le gusta algo que a él no le gusta (amplio campo que cubre todo aquello que conocen más de 12 personas en el mundo). Pero en el fondo es un tipo majo, un pozo de sabiduría undergound, y el tipo con la mayor cantidad de santa paciencia del mundo, viendo con quién vive, ejem.
2.5 La Veleta Imprecisa. Solía haber poemillas intimistas espectaculares y imágenes muy curradas ahí. Aunque ahora lo que hay es una falta de actualizaciones flagrante. Lo tengo marcado como "autora abducida por causas desconocidas", aunque a pesar de mi política con respecto a los blogs inactivos me resisto a borrarlo.
2.6 Punto de Encuentro. El blog de la Verónica que no es Vero. Un día a día desde otro punto de vista muy personal y con una prosa que me gusta bastante. Otro blog en el que da gusto ejercer de voyeur.
2.7 Rarezas Humanas, el Último Gran Hallazgo, el blog de Atlántida, odiosa mujer por su condición de residente junto al mar. Reflexiones y día a día en un blog al que casi casi vi nacer, y al que tengo por eso un cierto cariño. Y por lo que escribe y cómo lo escribe, unos cuantos ciertos cariños.
2.8 Realidades Paralelas, el blog de Kika, la mayor referente de música digamos de autor que conozco. O la que le dedica más tiempo y recursos en su blog, en cualquier caso, hmmm.
2.9 Un Agujerito para Verme, el blog de Pip, mi bruja de cabecera (del tipo simpático, si es que existen otras). Yo intento echarla a perder pasándole música lamentable pero no hay manera, dice que le gusta y todo. Y se da un cierto sentido del humor que a mí me hace pensar en Mendel y en un montón de judías.
2.10 Universo Perpendicular. Aparte de las inmensas cefaleas que me produce su mero nombre (es por lo de la pasión por la geometría, uno empieza a pensar en variedades de cuatro dimensiones perpendiculares las unas a las otras y los ojillos bizquean que da gusto), un blog de obligada lectura diaria. Blog personal que de vez en cuando se pone poético y de vez en cuando literario y de vez en cuando reivindicativo o pachanguero o empresarial, porque lo del Bagdad Biuti Center promete ser un bombazo empresarial. No sé si lo he escrito bien (si está mal, diré que es que tengo prisa).
2.11 Vivir en Ynis, blog de Fresquito y Anna, grandísimo dibujante él, pozo de sabiduría y tolerancia musical (tenemos nuestras discrepancias, que las tenemos, pero su opinión suele sentar cátedra) y últimamente adicto a esa aberración de consola que es la Wii, sobre la que ha abierto otro blog y todo (que enlazo más abajo), y grandísima escritora ella y gran recomendante literaria, aunque a veces le gustan algunas cosas que en fin, para gustos pintan colores, asumo.

3. la memoria
El archivo de este blog. Ordenado a lo blogger, faltaría más, por años, y dentro de los años por meses, y dentro de los meses por todas las entradas del mes. Si buscas algo y recuerdas dónde está o cuándo lo escribí, esa es la mejor opción para buscarlo. Si no, usa la barrita superior de la ventana, con el cuadradín de búsqueda de Blogger. Así me busco yo a mí mismo las más de las veces (sobre todo cuando no estoy seguro de haber escrito sobre algo ya o quiero poner links a temas viejos).

4. la memoria externa
Básicamente, cómo encontrar cosas, en general. Aunque luego hay enlaces más concretos a sitios donde buscar música, películas, series y software, aquí está la base de todo.
4.1 Shareminer; simplemente busca en Google lo que le pones, pero añade unos parámetros de forma que la búsqueda la realiza en los sitios de almacenaje de descargas directas. Esto lo convierte en la mejor forma que he visto en mi vida de encontrar música, concretamente, aunque vale para más cosas. ¿Que de pronto te dan ganas de escuchar el The Taterdamnation Express de Mar de Grises? Pues se pone a buscar y en menos de un cuarto de hora lo estás escuchando. Prueba a intentar bajarlo por la mula. Prueba siquiera a encontrarlo.
4.2, 4.4 y 4.5 No creo que Google y las Wikipedias, en español y en inglés, necesiten una explicación, ¿verdad? Lo que igual sí merece comentario es lo bien que sirve Wikipedia como depurador de links: Yo hay muchas veces en las que ni busco las cosas en Google, sino en la Wikipedia, y luego me guío por los links que hay al final de cada artículo.
4.3 Uncyclopedia. Es como la versión friqui, perversa, cachonda, paródica y delirante de la Wikipedia. No es el mundo, es un inmenso chiste sobre el mundo. A veces, es preferible al mundo.

5. noticias
5.1 A Sueldo de Moscú, blog de Ricardo Royo-Villanova. Debe ser la pluma (o el teclado, o los dedillos tecleantes) más afilados del comunismo español. Graciosísimo como poco, y ágil, y sarcástico, y muy adictivo. Y de vez en cuando le dedica espacio en el blogs a sus perrillos.
5.2 La última hora en El País. Pues eso. No hará falta que haga un dibujito explicativo, ¿verdad?
5.3 Escolar.net, el blog de Ignacio Escolar, director de Público, el periódico. Actualidad, con un puntito irónico, a veces, que a mí me encanta.
5.4 Guerra Eterna. Actualidad internacional. También ha fichado por Público.
5.5 La Libreta de Van Gaal. El subtítulo del blog es "qué divertido es leer la prensa deportiva", y tienen toda la razón del mundo. Sin fanatismos y haciendo incapié en las barbaridades que se dicen en Madrid y Barcelona (amén de las impagables incursiones valencianas), le da cierta coherencia al mundo del fútbol. Y permite leer las mayores gansadas, que siempre hace reír.
5.6 Público, el periódico que dirige Ignacio Escolar. ¡Qué pequeño es el mundo!

6. la música
Lugares donde conseguir descargas de música, para cuando a uno le da la incontenible necesidad de escuchar In the Aeroplane over the Sea y no tiene en la oficina el disco de Neutral Milk Hotel. Hay webs de diferentes estilos,
6.1 Bunalti: Metal y afines. No son muy cerrados de miras (a diferencia de otra mucha gente), por ejemplo tienen ahí las discografías de Isis y Pelican y algo de Oceansize, y cubren todo el espectro desde la costra de Manowar hasta el chandalismo de KoRn, y tienen todas las cosas raras que se me ha ocurrido mirar como experimento (Mar de Grises, The Old Dead Tree). Completísimo.
6.2 Go Ear. Para meter canciones embebidas en el blog es estupendo. O para poner una cierta canción en casa de un colega si no te has llevado el iPod.
6.3 JS Free. Música extrañísima, para mí. Se puede encontrar música de grupos de los que no he oído hablar en mi vida, y cosas indies de las que sí que he oído hablar.
6.4 La Música del Guetto. Creo que ahí encontré yo cosas de Tonino Carotone o Todos Tus Muertos o Kojón Prieto y los Huajalotes.
6.5 Last.fm, pues eso, la página que empezó siendo de estadísticas de música y que incluye radios, información sobre una cantidad inmensa de grupos y samples y/o canciones completas de algunos de ellos. Lo mejor, la radio. Le pones un par de grupos, y te pone esos y cosas que suenen parecidas, basándose en los gustos de lo que escucha la gente que oye esos grupos. Incluso mejor, tiene una sección de recomendaciones que pueden proceder o de grupos de fans, del propio last.fm o de amigos que tengas registrados, y la radio te permite ponerte a escucharlos. La radio a medida, y la radio inteligente.
6.6 Music Plasma, relaciona la música por parecidos, genial para buscar grupos que suenen como otros grupos, o grupos relacionados con otros.
6.7 Nodatta, otro blog del que me he descargado toneladas de música. Tiene bastante post-rock. Otro con cantidad de música que no he oído en mi vida, así que tiene cantidad de terreno musical que explorar.
6.8 Radio Blog Club. Como Go Ear, pero distinto. Si no lo tienen allí, igual está aquí.
6.9 Sordo Music Archive, otro blog musical con multitud de cosas, la mayor parte desconocidas por un servidor. Es que es genial coger estos blogs, buscar en la Wikipedia los grupos de los que habla, y jugar al descubrimiento de nuevos continentes.
6.10 Yo en last.fm. Las estadísticas de lo que escucho, al completo. Más abajo hay estractos en ventanitas que salen directamente de allí.

7. la tele
Mi último vicio por internet, y que a día de hoy hace que esté agradecidísimo por haberme visto privado de pronto de la caja tonta.
7.1 Darkvill3, página Mexicana sobre series. Tienen House, tienen Weeds, tienen Brothers of Arms, y mil series más de las que no he oído hablar en la vida.
7.2 Espoiler, el blog de Hernán Casciari sobre televisión, que le pone remedio a gran parte de mi ignorancia televisiva, hace sugerencias geniales, indica posibilidades de descarga y avisa de cuándo se pueden encontrar los nuevos capítulos de las series. Y encima es gracioso el jodío.
7.3 Stage6, para ver series en directo, sin descargar nada. De allí al buffer y del buffer a la retina, con calidad de dvd ripeado.
7.4 Vagos.es, tienen música, sí, y software, sí, y películas, sí, y mil cosas más, pero yo lo uso también para bajar series. The Sopranos, How I Met Your Mother y la tercera temporada de Weeds me lo estoy bajando de ahí.
7.5 Youtube. Por si alguien se perdió el último sketch de MARCIAAAL o quiere ver rápidamente el capítulo dos de Bill & Johm y le da igual la calidad.
7.6 Zatoo, esto sí, literalmente la televisión en el ordenador. Te bajas el programita, lo pones, te abres una cuenta (único incordio, pero tampoco muy grande), y eliges el canal.

8. las fotos
Los fotoblogs que visito o he visitado o miro constanetemente o miro cada mes o así, según la pereza, el despiste y el fotoblog en cuestión. De estos sí que no digo nada, una ya se sabe, una imagen, bla bla bla... (y además, podría pasarme media vida escribiendo al respecto).

9. lo demás
Links varios que no encajan exactamente en las categorías anteriores.
9.1 Art Renewal, museo virtual de pintura por lo general muy realista y muy conservadora. Que no es que no me guste el impresionismo, el expresionismo, lo abstracto o lo que se tercie, pero puestos a ser hiperrealistas, tienen cosas estupendas ahí.
9.2 Artista Blog, dibujos geniales que a mí me levantan el ánimo, siempre.
9.3 El Lamento de Portnoy, o dónde leer de literatura a placer.
9.4 Las Playas de Siberia, más literatura: Trozos de libros, poemas o lo que sea, e ideas y comentarios al respecto. Si andas a la caza de un libro, es un sitio que inspira.
9.5 Orsai; Hernán Casciari, el de Espoiler, más arriba, mantiene también este blog personal en el que tiene algún que otro cuento estupendo.
9.6 Pulsa Start, el blog sobre la Wii de Fresquito. Odio la Wii y todo lo que representa, pero igual alguien no, y qué coño, es mi compadre, habrá que apoyarle.
9.7 Unspeakable Vault (of Doom), o cómo hacer una tira cómica con los personajes de H. P. Lovecraft.

10. el espacio cociente
Como todo el mundo sabe (ejem) ¿qué es el espacio cociente? Pues el conjunto de las clases de equivalencia. Cada post, desde cierto momento (los viejos no y son muchos para ponerse, en fin) los posts vienen con unas etiquetitas, que si diario, que si cine, y tal. Pues esa es la colección de etiquetas, ya sabes cómo va, pinchas en una y te salen todos los temas que tienen tal etiqueta.

11. estadísticas musicales
Esto es que me pierde, y como a mí me gusta ver qué anda escuchando la gente pues le pongo fácil a quien sea ver qué estoy escuchando yo en este mismo instante (últimas canciones), qué fue lo que más escuché la semana pasada, y qué es lo que más he escuchado en total. Aquí no pongo links porque sale todo más arriba en mi página de Last.fm.



Y aquí termina la eterna descripición de los links de mi blog, que ha sido escrita el 28 de septiembre del 2007, y por ahora editada dos veces, la última para incluir el billete de ida a las Playas de Siberia.

26.9.07

la prensa



Me apuesto una caña a que hoy sorprendo a más de uno con la música, je.

1.- público
Y aleluya hermana, después de mil años hoy me acerqué a un kiosko a comprar prensa, quién me lo iba a decir a mí en esta era de información a la carta por internet. Y esta vez no ha sido como la última, ejem ejem ejem, donde compré un cierto periódico para hacerme con una copia de Master & Commander (aunque este periódico de hoy regala hoy, para empezar, Los Lunes al Sol, y mañana, para continuar, Farenheit 9/11, por los 50 centimos que vale). La razón de esta vuelta al tradicionalismo, a la noticia impresa, es que hoy sale Público, el periódico que dirige el insigne Nacho Escolar, a quien descubrí hace un tiempecito y que se convirtió en mi procesador preferido de noticias. Esto de decidir lo de informarme a la carta le tuvo a él como responsable y herramienta de lujo, las más de las veces, así que imagino que es normal que si el muchacho saca un periódico a mí me den ganas de comprarlo. Más ganas entran teniendo en cuenta todas las espectativas que han surgido en torno al nuevo periódico últimamente, y la gente que trabaja allí, muchos de ellos nombres que uno se encuentra ahí de pronto después de haberles encontrado, también, y añadido a la lista de links de obligada visita después, también.

Otro link que añadir a la hilera de la derecha.

2. el abc de la papelera
Pues sí pues sí. Perdóneme padre porque he pecado; he leído el ABC alguna que otra vez, de las cuales sólo recuerdo dos, aunque en la segunda no pasé de la portada. La otra fue porque encontré uno tirado en una papelera, habíamos quedado en Lavapiés y me pareció graciosísimo llevármelo. La segunda, un viernes que siempre tendré en la memoria, aunque tendré más presente la noche previa, que lo compré porque regalaban con él Master & Commander, película que me pierde. Ah, Aubrey y Maturin. Ah, el HMS Surprise a toda vela. Ah, el mar, el mar. Qué cosa tenemos los urbanitas de secano con el mar, hay que ver.

Un día, esperando a unos coleguitas para ir de cañas por Lavapiés, encontré un ABC en una papelera, y candado de esperar y por culpa de esta adicción lectora que producen las etiquetas de los botes de gel y champú en el baño, cuando uno no tiene un buen libro a mano, lo cogí, lo que dio lugar a un curiosísimo experimento. La gente tolerante, inquieta y de mente abierta se ponía, por defecto, especialmente inquieta pero nada tolerante cuando me veían con aquello en las manos. Ah, los prejuicios. Ah, que intolerantes somos los tolerantes. Da que pensar, da que pensar. Y probablemente da que escribir pero quiero hablar de otro ejemplar de ABC que recuerdo con más cariño, aunque no llegué a leer.

3. el día que compré el abc (o la noche previa, mejor)
Como lector de prensa no es que tenga muchas experiencias respecto a la compra de periódicos en sí, porque lo mío, al menos hasta ahora, solía limitarse al simple parasitismo dominical de El País que mi tío compra casi exclusivamente los domingos. Empecé leyendo sólo el suplemento dominical y, harto de él, he terminado leyendo en exclusiva el periódico de atrás hacia delante, como buen profesional, hasta donde la paciencia, el tiempo o los intervalos entre boxes y boxes de la fórmula 1 me dejan, los domingos que voy al campo. Es raro, entonces, que yo compre un periódico. Pero más raro era aquel día.

Y todavía más rara (aquí estamos, enumeración de rarezas de crecimiento exponencial) fue la noche anterior, que de paso fue el principio de algo que, como suele pasar, tuvo luego su final que, opino, no estuvo a la altura de aquel principio, como sospecho también suele pasar. Fiesta en casa, compañeros de universidad, reparto de camas, compañera que, me explica, huyendo de un mosquito se viene a dormir a mi cama, para pasmo y gratísima sorpresa mía. Una cama de noventa, hay que añadir. Estrecheces, roce, y alucinantes las caras de los compañeros cuando la vieron salir de mi habitación a la mañana siguiente. Luego hubo cachondeos y preocupación, porque yo soy yo y porque ella no sólo era ella sino que tenía el estado civil que tenía. Luego dejó de tenerlo, y hubo otra noche dulcísima, y algunas más. Luego ese estado civil ingresó en los reinos cuánticos del gato de Schrödinger, siendo y no siendo muchas cosas y demostrando una gran fobia al empleo de palabras definitorias, y finalmente, como decía, dejó de ser. Es lo que tienen las observaciones en los procesos cuánticos, que la realidad se decanta, se vuelve tangible. Aunque aquello terminó con la tangibilidad imposible, qué se le va a hacer (aparte de recordar el olor de una almohada cuando una mujer ha dormido sobre ella, que ya es bastante).

En fin, aquella noche, aquella primera noche, terminó a media mañana del día siguiente, cuando acompañé a mis compañeros a sus vehículos de huida. Al final yo estaba cansadísimo, con ese cansancio feliz que producen estas noches, y ABC regalaba Master & Commander, y en fin, los urbanitas de secano y el mar, lo compré. Con bastante sentimiento de culpa, con bastante incomodidad, porque los tolerantes somos unos intolerantes y no tener prejuicios genera un montón de prejuicios, pero lo compré. Camino de casa el periódico terminó en una papelera (lo que de alguna manera cierra el ciclo que abrí cogiendo el ABC anterior de otra papelera, ahora que lo pienso), y yo me dormí, a media mañana, felicísimo, con el rumor del mar bajo el casco del HMS Surprise, acunado por el violín del Capitán Jack Aubrey y el chelo del Doctor Stephen Maturin, y pensando en todo menos en la película.


Actualizando a las seis de la tarde: Creo que este post se lleva el record de post que más veces he editado. Desde que lo postee hasta ahora han cambiado frases, se han movido párrafos, se han añadido y quitado imágenes, han surgido paréntesis... Post vivo, ¡post vivo!, pero a ver si paro ya de editar, leñe.

Actualizando a las dos y cuarto de la mañana: Vaya, pues no pudo ser v_v

25.9.07

el profético don de las brujas

Decía aquí ayer Pip, quien cada día hace suyo eso de caerle a alguien peor que ayer pero mejor que mañana, que soy un ser disoluto. Y no sabía la razón que tenía. Hoy ha sido el día de la revolución disolutista, en mi interior, revolución sin fusiles pero con causas catastróficas para el ecosistema, aunque sólo sea por la cantidad de materia toxica que han evacuado hoy, gracias a mi aparato digestivo (traidor, traidor), los servicios de saneamiento de Madrid, y por la deforestación que habrá tenido que producirse para justificar todo el papel higiénico del que he hecho uso hoy.

El festival del humor y de las carreras de ida y vuelta baño-cama y cama-baño empezó anoche, y esta mañana hacía imposible cualquier movimiento que implicase que tu humilde servidor abajo firmante se alejase más de cinco metros de la ruta, aprendida hoy al milímetro, baño-cama y cama-baño, así que técnicamente y por razones humanitariomedicas hoy he hecho pellas en el curro.

No sé tú ni el resto del mundo, pero asumo que esto de faltar al trabajo es un sueño universal. El echarse una siesta mañanera, el pasar el día perreando, tener tiempo para leer, para jugar mucho al Need for Speed, para ver capítulo tras capítulo de How I Met Your Mother. Así que hoy me he olvidado de que lo primero era al ritmo, caótico y plasta como todo lo que de mí procede, de las visitas al baño, claro, y de la odiosa dieta de arroz cocido sin nada que lo de color, ni sabor, ni comibilidad, digamos, y me he erigido en un representante de la pereza humana, que si uno no se pone muy exigente o se pone muy razonable viene a ser una de las formas más sublimes de felicidad.

Y termina mi día de asueto, y mañana vuelvo al trabajo, y pienso que qué rabia, y termina mi día de las olimpiadas de los quince metros taza, y pienso que menos mal, y que qué ganas tengo, mañana, de estar sanote, e ir al trabajo, y meter el hocico en mis queridas bases de datos, tomar café con los compañeros y comer algo que sepa a comida. Sentimientos encontrados. Condición humana. Para cuánta filosofía dan mis puñeteras tripas, cuando se ponen juguetonas.

(La imagen es de Irisz Agocs, que tiene un blog de dibujos geniales al que se llega haciendo click en el sitio apropiado de la lista de enlaces de la derecha o en su nombre, aquí arriba)

2.65 segundos

Me levanto, me voy al trabajo, me tomo un café, trabajo, me tomo otro café, salgo, vengo a casa, como, veo un capítulo de How I Met Your Mother mientras como, friego si me da tiempo (que no me suele dar), vuelvo al trabajo, me tomo otro café, trabajo, salgo, vengo a casa y, por fin:





Yo soy muy fiel a mis vicios, y muy radical de mis vicios. Me encantan mis vicios. La música, mirar a las mujeres guapas en el metro, las series, últimamente, leer (Alfredo Bryce Echenique, mi nuevo Dios), y ahora, el Need for Speed Undergound 2. Que no es el último de la serie, ya lo sé, pero es el último que he conseguido que me funciona en el portatil, y me hace inmensamente feliz. Pero no te imaginas cuánto. He conseguido pasar de 300 km/h en plena ciudad. Y en la última carrera que he echado, he conseguido poner a mi maquinita corporativa (porque mi Celica virtual es, como mi Corolla real, un Toyota, faltaría más, que para algo toda mi familia se ha pasado a la marca japonesa) a 100 km/h en 2.65 segundos. 400 metros, con salida parada, en 10.35 segundos, llegando a 215.66 km/h y dejando 12.10 metros de derrape en la salida. Y todavía me quedan mejoras de motor que conseguir, jo jo jo.

Cómo mola, a veces, tener un interruptorcillo que le devuelve a uno de un brinco a la adolescencia.

23.9.07

y dale con la monarquía

Si es que si alguien es experto en incoherencias y en quedar mal, aquí estoy yo con licenciatura cum laude en el tema: Precisamente la semana que yo ando cagándome en el Señor Padre del principe, entrando por fin a formar parte de una camarilla conspiratoria, cosa que, debo confesar, siempre me hizo una ilusión terrible pero que siempre, también, tuve que aplacar porque no consigo comprarme un Kalashnikov (en los chinos del barrio ya no les quedan, me dicen siempre), logrando incluso otro sueño húmedo mío (este no de siempre pero sí recurrente), que es ser enlazado por el señor Ricardo Royo-Villanova, no se me ocurre otra cosa que traicionar a mi nueva camarilla de insultantes cófrades y ¿qué hago el primer fin de semana que tengo libre en Madrid? Pues ni más ni menos que irme al cine con Don Felipe de Borbón, ni más ni menos, y con una señora que en principio no reconocimos, ejem ejem, pero que luego resultó ser ni más ni menos que la segunda Leti más insigne de toda ¡España! (y ruego me sepa perdonar pero el primer hueco leticiofílico de mi corazón siempre ha sido, es y será para su tocaya Savater, que tanto hizo por la infancia de este país ¡España!). Y con un par de amigos de la pareja, y con unos cuantos señores de tamaño considerable que se sentaban solos por lugares diversos de la sala.

Pero tienes que creerme, en serio, que no fue aposta. Que habíamos quedado aquí mi primo y yo para ir al cine a empacharnos de explosiones y de Brus Güilis rompiendo cosas y soltando perlas pro-violencia, y que aquello nos lo encontramos como quien no quiere la cosa. Fue raro. Ya se prometía raro desde el principio, desde que entramos al cine y una chica con unas piernas muy largas y muy al aire (eso sí, con pantaloncito, no con minifalda, oooh) y con un pelo precioso se empeñó en abastecerme por los siglos de los siglos con cerveza light. Mi primo la decía que no, y yo intentaba decirla que no, pero ella tenía ese pelo tan rubio y tan bonito y me meneaba delante de la cara la lata de cerveza (light. Cerveza light. Es aberrante la mera idea de su existencia), y yo nunca he sabido decirle que no a las chicas guapas, cosa que naturalmente ellas detectan y aprovechan de forma que yo me fui de allí con una cerveza que no quería y que, de hecho, va en contra de todo aquello en lo que creo (¡cerveza light, coño! ¿qué será lo siguiente, paellas sin arroz?), y que encima se permitió llamarme indeciso cuando yo, lo que estaba siendo, en rigor, era un pusilánime, un baboso y un tipo súmamente infuenciable, y andaba intentando librarme de una de las latas y entre eso y que a mí es que las chicas guapas con el pelo bonito me aturden pues no miré mucho a mi alrededor mientras esperábamos a la puerta de la sala a que nos dejasen entrar, aunque sí que me pareció raro que tuviesemos que esperar en la puerta y la verdad es que la poca gente que había por allí parecía algo nerviosa y por los rincones había gente cuchicheando y haciendo gestos raros. Y de pronto un pavo alto tira unas palomitas y la gente se ríe y uno mira sin verle la puta gracia al asunto y, hmmm, esa cara yo la he visto en alguna parte, y he te aquí que uno está a dos metros de Don Felipe de Borbón, alias el Príncipe, alias el tipo al que todos le pagamos aquella casita tan chula. Tirando palomitas, que en términos monárquicos es lo que se conoce como ser campechano, supongo. Y lo primero que a uno se le viene a su linda cabecita, porque para algo es todo un antimitómano, es que jo jo jo, en tu padre me estuve yo cagando el otro día y ji ji ji, tenía que haberme traído un ejemplar de El Jueves y pedir un autógrafo.

Pero claro. Del verbo al res, que decía Cortázar. Estábamos ahí mi primo y yo sentados, pensando que qué fea la princesa, pensando que qué sospechosos todos esos tipos grandotes con americanas, pensando en la endogamia, en las bodas televisadas, en las exenciones de impuestos, pensando qué puñetero es el propio cerebro y qué prudente es uno cuando no puede dejar de tener y reprimir inmensas ganas de decir cosas como "¡viva la República!" Y que definitivamente conozco al menos a una periodista que al natural es muchísimo más guapa que aquí la Leti.

Lo que más me jode del asunto es que contando esto siempre habrá y de hecho ya ha habido amistades mías que han soltado discursos antimonárquicos preciosos basados en que vaya una película que va aquí la parejita real a ver, y me jode porque al comprar las entradas yo pensé lo mismo de mí, pensé qué podría pensar alguien de mi, que ya me conoces, soy todo un hintelectual de gustos minoritarios y refinados, si me viese comprando un par de entradas para La Jungla 4.0, y pensé que nadie tendría derecho a anatemizarme por sólo un dato de mi vida, porque quien lo hiciese debería saber que el miércoles me fui a ver En la ciudad de Sylvia, ah, y qué pasa, ¿es que esa película no me redime de ir a ver cine borreguil palomitero, eh, eh? Pues claro que me redime. Total, que si yo me eximo a mí mismo de los cargos de borreguismo palomitero, no conociendo la agenda cinéfila de aquí los futuros monarcas, me tengo que tragar las ganas de ponerles a parir por haber elegido esa película y no algo más elevado, refinado y, coño, noble.

En fin. La vida es rara. Y la monarquía me persigue. Yo disimulo porque soy un cobarde, pero sigo pensando igual. Al menos hasta que la Casa Real me mande una muchacha guapa con el pelo bonito a decirme "¿a que la monarquía te gusta mucho, David?", porque entonces, qué le voy a hacer, cada cuál es cada cuál y todos tenemos nuestro punto débil.

Ah, la peli bien. Como se espera. John McClane 100%. No es la primera, ni de lejos, pero es definitivamente mejor que la última.

21.9.07

hmmm, así que era esto



(Hoy toca llúvia de música, ole)

Claro, por eso no podía yo hablar de César Vallejo; primero porque no llovia, y finalmente, ayer, porque era jueves, y si el mismo señor Vallejo falló por un día y se murió un miércoles, no iba yo a acertar con el día en cuestión.

César Vallejo sirve de ejemplo ilustrativo sobre mi relación con la literatura. O mi falta de relación, porque vale, conozco a cuatro o cinco escritores que me dan para hacerle el listo y el leído y conocer alguna que otra palabreja complicada como epanortosis, cosa que luce mucho en los botellones y las fiestas químicas como todo el mundo sabe o se limita a sospechar, según la poca o mucha fortuna de cada cual. Lo que nos lleva a una escena de Shawn of the Dead, esa grandiosa película que Sergio probablemente deteste como hace con todo lo que el mundo tiene de bonito y de bello, que no vello, y de la que hablé yo hace tiempo (llamando Shawn a Shaun, por cierto, pero nadie me corrigió la errata. O no me lees, o no me prestas atención y yo sin supervisión me vengo abajo, me vengo abajo); en la escena en cuestión Shaun se pone a decir cosas muy razonables y termina con una cita, que no recuerdo textualmente y debida a un ilustre personaje que tampoco recuerdo, sobre la coordinación humana en tiempos de crisis. Todos quedan admirados, porque Shaun no es precisamente un doctor en literatura anglosajona, y entonces Liz se le acerca y le dice que si leyó eso en un posavasos de Guinness, cosa que él confiesa y sobre la que le pide silencio. Pues con César Vallejo a mí me pasa algo parecido. Queda muy elegante decir que se lo conoce, citarlo, hablar de los jueves lluviosos en París, recitar con voz afectada ese versito suyo que yo tengo aquí clavado en la zona noble de mi gélido músculo cardiovascular, "esta tarde llueve como nunca; y yo no tengo ganas de vivir, corazón", pero como este blog, básicamente, consiste en que yo me sincero y, por lo tanto, me pongo a caer de un burro, tengo que confesar, no ante ninguna Liz (qué más quisiera yo que tener una Liz a la que rescatar de los zombies, ah. Bueno, tal vez 500.000.000 €, pero es que tengo unos planes que necesitan financiación) (¿que qué planes? Convertirme en malo de peli de James Bond, por supuesto), sino ante ti, que soy un patán y que a César Vallejo lo conozco por las Cuevas del Sésamo, antro madrileño en el que

a) hay que hacer cola durante horas para entrar, en una escalera infecta por donde la gente se tiene que restregar al pasar camino del baño con los que esperan (lo cuál, la mitad de la mitad de las veces, está bastante bien, la verdad) y
b) tiene un piano que un tipo toca con mucho entusiasmo que
c) nadie escucha (al piano) porque
d) todo el mundo grita y fuma así que
e) el garito está lleno hasta las patas de humo y además
f) el servicio, aparte de la simpatía y extremada tolerancia del pianista, es nefasto y
g) sirven una sangría que no es que esté rica, o no sé si lo estará o no porque a partir de la tercera jarra (por cabeza) uno pierde no ya el sentido del gusto sino también su memoria, y a lo que vamos,
h) pretende tener una cierta atmósfera literaria/intelectualoide que fomentan mediante la presentación, en una vitrina de unos viejísimos libros dedicados por escritores que yo personalmente no conozco (lo cuál no quiere decir absolutamente nada) y, sobre todo, de la acumulación, por las paredes, de citas de escritores, filósofos y mentes pensantes de diversa índole y condición.

La que nos mataba de la risa cuando yo solía ir más a menudo, que era cuando estudiaba matemáticas, era la que adornaba la entrada: En la puerta de la Academia de Atenas se prohibía el paso a quienes no supiesen Geometría, y aquí estaba la versión de no sé qué poeta (ya te digo que soy un ignorante de tomo y lomo) que prohibía el paso a quienes supiesen geometría. Pues no tuvo que soportar aquel primer año el Pita (un coleguita que resultó ser un crack, porque aprobaba todo y con nota mientras los demás sacábamos nuestros dignos suspensos o más dignos aún "no presentado". Aunque luego se metió a ingeniero así que algo burro sí que tenía que ser), cuando cada vez que llegábamos ahí todos nos reíamos y le decíamos que entonces él no podía pasar, pero nosotros sí, con nuestros suspensos en Geometría I. Qué tiempos. Luego, cuando quien más y quien menos empezamos a aprobar o a dejar la carrera y dejar de venir a las Cuevas, decidimos unánimemente y sin mediar palabra alguna hacernos los desentendidos de todo aquello.

El caso es que con el tiempo y la insistencia me pasé mucho tiempo sentado en muchas mesas muy diversas de las muchas que tenía e, imagino, tendrá por los siglos de los siglos ese garito que yo no sé cómo consigue que Sanidad no lo cierre, prenda fuego, arrance de su ubicación y lance, con ayuda de la Agencia Espacial Rusa, al espacio profundo, y recuerdo de muchas de ellas diversas anécdotas con las que, haya paz, no te pienso aburrir. Pero la que más recuerdo era la que estaba frente a ese genial verso de Vallejo, postal parisina, aunque entonces yo no lo sabía, y aunque, descubriese más tarde, habla de Lima, y postal de la tristeza, aunque eso era imposible no leerlo. Viene de un poema que, descubrí infinito tiempo más tarde, se llama Heces, y dice así,

Esta tarde llueve como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.
Esta tarde es dulce. ¿Por qué no ha de ser?
Viste gracia y pena; viste de mujer.
Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "¡no seas así!"
Mis violentas flores negras; y la bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de su dignidad
con óleos quemantes el punto final.
Por eso esta tarde, como nunca, voy
con este búho, con este corazón.
Y otras pasan; y viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi hondo dolor.
Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no
tengo ganas de vivir, corazón!


Y así, poco a poco y por una culpa de mi ansia por ingerir cantidades industriales de alcohol, es como yo me voy culturizando. De Vallejo, de todas formas, lo que más admiro fue su determinación, esa claridad que tuvo para dejar bien claro que moriría en París un día de lluvia,

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.


Y bien, falló por un día, porque murió un miércoles santo, y falló por dos estaciones, pero quién sino un poeta puede cambiar de estación si le da la gana, pero al menos acertó en lo de la lluvia, lo cuál no deja de quitarle mérito viendo la maña que se dan los meteorólogos.

Yo, sospecho, aprecio especialmente a Vallejo por que las casi dos únicas cosas suyas que conozco tienen que ver con la lluvia, así que era normal que no pudiese hablar de él hasta que el día se presentase como se presentaba hoy, lluvioso. Ya sabes que me encanta la lluvia. Pero pensando en la lluvia y en Vallejo he terminado pensando en que, curiosamente, las referencias climatológicas hacen que el arte gane puntos para mí. En casi cualquier contexto: En el cine, Sin City no sería Sin City sin su lluvia, ni Blade Runner, ni Black Rain (¡que encima menciona la lluvia en el título, ah!), ni La Selva Esmeralda, ni Salvar al Soldado Ryan, ni Algo en Común, ni La Cosecha del Hielo, ni infinitas más. En literatura, Cortázar define con la lluvia después de aquel concierto delirante la propiedad más esencial y más indefinible del amor.

Y en música, ahí está esa canción de Anathema que está clavada junto a ese verso de arriba en mi descreído músculo cardiovascular, "there is a storm closing in, voices calling in the wind, this serenade is growing colder breaks my soul that tries to sing" de la que siempre estoy hablando, y otra que para mí siempre ha sido una canción especial para mí, por significación, por la inmensa carga alegórica que le encuentro, por el remanso que supone en un disco por lo demás contundente y laberíntico, esa que dice "mention this to me / and watch the weather change"...



...que a mí me parece tan acertada, tan descriptiva, y me hace pensar en todas esas veces en los que un simple comentario ha servido, o habría servido, para cambiar el tiempo, para que una noche fría y siniestra se convierta en un día de sol, o un otoño en primavera, o una tormenta de hielo en un día de playa tropical.

Lo cuál, a su vez y dando el siguiente pasito, me hace pensar Otra Puta Vez En Lo Mismo De Siempre, lo cuál me jode no ya por lo que tenga o pueda tener de masoquismo, que tengo tales callos en el alma que ya mis latigazos sólo me sirven para contar el paso del tiempo, sino porque implica tener que darle la razón a Pip, y yo odio andar dándole la razón a la gente que me cae bien.

20.9.07

En la ciudad de Sylvia

Me cuenta Vega que la película fue abucheada en el festival de cine de Venecia, y a mí no me extraña en absoluto.

La historia es que mis amigos habían quedado para ir al cine, y todos querían ver Caótica Ana. Caótica Ana. Y a mí nunca me ha importado repetir película en el cine (al fin y al cabo, siempre que voy al Asador, allá en mi pueblo, me pido el mismo plato, por razones parecidas a las mismas por las que repito peli), pero ya sabes lo que pienso yo de Caótica Ana. ¡Caótica Ana, aaah!, buf, buf. Así que pensamos todos, simultaneamente porque nos conocemos al dedillo, que yo me iba a ver otra película que empezase y terminase a la misma hora y ya ves tú qué problema: Nos tomábamos las cañas pre y postcinematográficas juntos, y yo, que creo que ya he dejado claro que tengo poco problema en ir solo al cine, me iba a ver otra cosa. El momento de ir a ver algo que sabes que no es plato de cualquier gusto.

Por ejemplo, La Jungla de Cristal 4, con Brus Güilis metido, otra vez, en la piel de John McClane. Pero empezaba a una hora a la que me era imposible llegar respetando la Relatividad y yo le tengo mucho cariño a Einstein, me puse a mirar cartelera y terminé decidiendo ir a ver esta. En la ciudad de Sylvia.

Recapitulando: Yo quería ver La Jungla 4 (tiroteos, explosiones), y termino viendo una película que se abucheó en un festival. La conclusión, no podía ser otra, es que la película me ha encantado. Me ha encantado, pero no se la recomendaría a nadie, porque no quiero sobre mi conciencia el peso del disgusto que mucha gente, muchísima gente, se puede llevar viendo esa película.

La película es, hay que reconocerle eso guste o no, audaz: Tiene un ritmo tan lento, espera, no, taaan leeentooo, espera, tampoco...

...t...
...a...
...n...

... ...

...l...
...e...
...n...
...t...
...o...

...que todo lo que pasa en ella se puede resumir en una frase, y siendo muy cínico podría hasta resumirse en que como quien dice no pasa nada. Y en eso está su audacia: José Luis Guerín ha cogido el cine como concepto, el cine como espectáculo visual, y nos ofrece anticine. Olvídate de que pasen miles de cosas, olvídate de personajes resolviendo situaciones, olvídate del drama, las explosiones y los efectos especiales, y sumérgete durante noventa minutos de película que a mí se me han pasado en un suspiro (lo cuál, en una semana en la que no he pegado ojo y con una película con este ritmo, tiene que significar algo tan obvio como para que no tenga ni que explicarlo), o tres noches con sus días que dura la película, en vida, pura y dura. En Estrasburgo, con sus ruidos (y es sublime y está cuidadísimo el sonido de la película), con sus habitantes, con sus luces y sus pájaros (claro que no sorprende a nadie, después de haber visto En Construcción, que poca gente puede retratar una ciudad como Guerín) y sobre todo con sus mujeres, porque la película es, ante todo, una inmersión en la vista de un hombre que es el protagonista pero que, por la forma de observar, por los gestos, por la logística y tal (por lo guapetón no, qué le vamos a hacer), podría ser yo mismo y, asumiendo que yo soy un tipo común hasta lo doloroso, cualquiera. Hay planos magistrales donde una mujer entra en foco, tapada por la mesa de un café en la que alguien habla con alguien y los gestos de su mano nos ocultan a la mujer contemplada (y, mirando así, idolatrada, amada, admirada, tantas cosas), y la cámara (que son los ojos del director y la mirada del director, pero que podrían perfectamente, en ese café, ser mis ojos y mi mirada) espera paciente hasta que se descubre otra vez, hasta que por fin le ves el perfil, o la nuca, o los ojos. Creo que es la primera vez en una película en la que he sentido tal comunión con la cámara que he llegado a apartar la vista una vez que una mujer nos ha descubierto (al personaje, al director, a mí) mirándola.

Y otros planos que recordaré siempre, como Pilar López de Ayala (de quien me declaro profundamente enamorado a partir de hoy), ante una catedral (o algo: estando ella, poco más hay en plano), iluminada a rachas por las nubes que desfilaban ante el sol, que casi me arrancan del asiento para situarme frente a la pantalla haciendo reverencias. O los gestos, casi imperceptibles, que terminan contando, a pesar del ritmo glaciar, tectónico, una historia, e incluso resolviéndola en un detalle que, en otra película, probablemente yo habría pasado por alto pero que en esta, hecha con mi mirada prestada, me era imposible no ver.

En fin. El cine, por sus senderos periféricos. Otro homenaje a la mujer, y el tercero que veo del tirón, y si bien el primero, el de Medem, lo hacía desde sus ojos, tan ñoños (es la palabra que mi opinión, que sigue cuesta abajo, le da ahora a su peli, y bien que me duele), y el segundo, Tarantino, lo hacía desde los suyos, los del espectador de Serie B, Guerín ha tenido la inmensa gentileza de hacer esta desde la veneración de mis propios ojos, y de dejarme perseguir, por las calles de Estrasburgo, la figura celestial de Pilar López de Ayala. Y por ello, y de todo corazón, gracias, José Luis.

19.9.07

...y sin embargo...



Semana rara de esas de sabor, tacto y olor a ceniza. Súbitamente otoñal, de luz distinta, con la temperatura aún manteniendo una cierta inercia pero ya enseñando las uñas de lo que se nos avecina. Yo sorprendido y sorprendido de estar sorprendido, porque año atras año es así, año tras año, tras las fiestas, el mundo se viene abajo y se reconstruye un mundo nuevo. Pero claro, cada año surge un inconveniente que los demás años no tienen, y es que cada año es cada año, y no los otros, y el sabor a ceniza de esta semana post-fiestas igual es el mismo que el de hace exactamente un año, pero tiene la inmensa contrariedad de que es el sabor de esta semana. Claro, año tras año uno intenta explicar eso construyendo baremos de pedernal y artesanía precaria, y se termina diciendo por las noches, imposibles de ser dormidas, otra vez, que igual el asunto ese de los silencios tiene algo que ver, por ejemplo, y siempre se está tentado de ceder a esa necesidad lógica de colgar al primer sospechoso de cada crimen, pero no, al fin y al cabo para algo uno ha leído a Cortázar y aprendió, en aquel capítulo fantástico de Rayuela (que viene a ser uno de tantos), que muchas veces buscamos las causas a posteriori, que a lo que atribuimos la culpa de cómo nos sentimos es un desencadenante tardío, que el estado de ánimo ya estaba ahí antes. Muchas veces, sin que le importe un pimiento tener padre y madre o no. Descartamos la generación espontánea de la vida pero no sé qué ataque de estupidez nos hizo hacer lo propio con el resto de generaciones espontáneas.

Además, y esto creo que es lo que me hace menear la cabeza pensando que qué raro que yo, que soy el ayatolá de la intolerancia y el primero en coger la antorcha y el caperuzón blanco de linchar, vea en modo zen absoluto todas esas respuestas que hablan del silencio como cosa horrible, además, decía, que me voy siempre por las ramas, además, decía, tengo silencios peores en el recuerdo reciente. Porque no es lo mismo que una muchacha se haga la sueca y venga, al día siguiente, preocupada, a hablar contigo y a decir, igualmente de forma implícita, que no quiere perder un amigo, a que alguien se desvanezca en plan ninja, tirando un huevo relleno de pólvora al suelo y plof, a la que terminas de toser, soledad. Nombre horrible, por cierto, ¿qué puede tener en la cabeza un padre o una madre que llame a su hija Soledad?



En cualquier caso, decía, esta es una semana que me río yo del miércoles de ceniza. Lo que es una faena, por un lado, porque la ceniza es algo bastante desagradable, pero, y pienso esto llamándome eterno optimista de mierda que si me cae un piano pienso algo positivo y juro que lo hago sin querer y sabiéndome profundamente idiota, no podía haber habido una semana mejor para que The Old Dead Tree sacase su tercer disco. Del cuál pensaba hablar hoy. Pero no tengo demasiado tiempo y no consigo quitarme a César Vallejo de la cabeza. Al final terminaré por no hablar de él, verás. Pues no me conozco yo ya ni ná.

18.9.07

¡los reyes son los padres!



Venía yo hoy a dármelas de pedante y hablar de César Vallejo, porque yo lo valgo, pero como de mayor quiero ser Ricardo Royo-Villanova, pues casi que voy a seguir con el bonito meme que se está montando consistente en cagarse en la familia real, a ver si nos meten a todos en la cárcel. Que no es que lo haya montado él, el mérito es de un egócrata, pero como yo soy un estrecho de miras y pierdo el tiempo o currando, en la oficina, o jugando al Need for Speed Underground 2 en casa (soy un yonqui. Pero mi Toyota Celica lo vale. Ya pondré pantallazos, ya) no he tenido constancia del hecho hasta que el señor RR-V se ha apuntado a esta rebelión insultante.

En fin. ¡Injuriemos! ¡Llenemos las cárceles de infames calumniadores! ¡Socavemos los principios de esta nuestra democracia, que reconoce que todos somos iguales pero aquel señor de allí es igual solo que mejor! Ah, qué musical me va a quedar este post,



Pero claro, me pongo a plantar aquí canciones y yo de injurias nada. Pero es que está el listón muy alto, y al fin y al cabo ¿qué puedo yo decir que no sea repetición? Aunque tampoco va a ser problema, ni siquiera puede decirse que los dibujantes de El Jueves (que hacen plantearse a Europa qué pasa con la censura en España) o Deia (que declararon ayer por hacer la coña sobre el asunto aquel del Rey, el oso ruso borracho y la cacería aquella) estén innovando: ¿Soy el único que, en mitad de una partidita de mus, se ha dado cuenta del mensaje antimonárquico y difamatorio que hay tras las figuras de los naipes de nuestra baraja? (aunque lo de "nuestra" es un decir, porque Heraclio Fournier, ¡difamadores, difamadores!, tiene las imágenes registradas) A ver, un rey de oros, porque nos va la pela. Otro de copas, porque la vida de la corte es la vida de la corte, y los otros dos, bastos y espadas, apología de la violencia.

En fin, es vergonzoso que por hacer un chiste gráfico fiscales y jueces estén logrando sus quince minutitos de fama, que con la excusa de la falta de respeto (¿qué era lo irrespetuoso de la portada de El Jueves? ¿Insinuar que los príncipes follan, cosa que sabemos cierta, o que no trabajan, cosa que también sabemos cierta?) y la asimetría de nuestra ley, todos iguales y luego ya si eso la Casa Real, se esté cometiendo tanto acto que, visto en frío y teniendo en cuenta los desafíos y las posibles ocupaciones a las que podrían hacer tanto jueces como fiscales, no puede definirse sino como una soberanísima (je je) gilipollez.

Hay gente que dice que al fin y al cabo no es culpa de la Casa Real. Tienen toda la razón del mundo: Dudo que sean tan cutres como para perder su tiempo en la búsqueda y persecución de quien se mofe de ellos (al menos yo, si tuviese sus recursos y su impunidad, tardaría poco en encontrar ocupaciones más entretenidas y satisfactorias). Pero lo que sí tienen en su mano, a poco que lo intenten, es la solución a este problema, que consiste en desvelar a los ojos de todos, jueces estrictos dispuestos a defender la estupidez frente al sentido común incluidos: Lo que tenía que hacer el Rey era, aprovechando algún acto suyo así de mucha audiencia (digamos la charla esa de Navidad que por lo visto hay gente que ve y todo), cagarse en su ilustre persona. Y luego que lo detengan, o que cambien la ley. Cualquiera de las dos soluciones sería divertida y útil, a su manera.

En fin. Por terminar por calumnias y por poner oootra canción (no hay dos sin tres), aquí queda esta de Mamá Ladilla, que no habla del Rey, pero a quien yo se la dedico, por compartir y tal:



Postdata: He tenido que cambiar la imagen del Rey de Copas por la de nuestro monarca. Pero bueno, así incluyo la foto original de este tema.

Y post-postdata: A quien le guste la Wii, que yo aborrezco, que visite este blog de Fresquito, que a su vez aborrece este blog pero no deja de darme la lata para que le haga publicidad. Somos unos aborrecedores natos.

17.9.07

el fujitsu



Tal cuál, como el del anuncio. Fujitsu, el fujitsu. Niños, un poquito de fujitsu. Gritar "¡FUJITSUUU!" cuando los vecinos meten escándalo de madrugada (y uno no vive en mi barrio, donde el escándalo de los vecinos no se escucha gracias al escándalo de los demás vecinos, que lo hacen todo tan homogéneo).

Y en eso han consistido las fiestas de este año de 2007, resumiendo mucho y practicando algo de origami con la realidad (o la versión cutre y rota que monta la memoria de ella): En el fujitsu y, sorprendentemente (¿alguien se ha parado a observar la inmensa cantidad de letras e que tiene esa palabra? No te molestes: cinco, ya las he contado yo), los Queens of the Stone Age, porque quién podría imaginarse a priori que el riff ciclotímico (je, je je) y óseo (porque se mete por los huesos, y los hace moverse) de No One Knows sería el temazo de mi disco, ese disco tan plagado de temazos, por otra parte, y no es inmodestia paterna, no, que me lo han dicho dos personas (lo cuál supone un aumento en el número de personas considerable, de dos también, casualmente, con respecto a aquellos otros años remotos en los que yo, iluso, inocente y generoso hasta la estupidez, grababa discos con fe y con cariño).

En fin. Esta noche no he dormido. Como mucho, me he echado una siesta. Entre el cambio horario y que tengo yo mis cosas que pensar (estupideces, mayormente. Aviso porque estas cosas siempre generan una curiosidad halagadora pero) y mis accesorios que conseguir para el Toyota Celica para el que vivo en el Need for Speed Underground 2 (negrísimo como una mancha de alquitrán en mitad de la noche. Lo que me tranquiliza respecto a esta última obsesión mía de pintar los coches de naranja), decidí que no me daba la gana dormir. Y así de paso cumplía citas pendientes con Tony Soprano y con Alfredo Bryce Echenique, ese grandísimo ente que da la impresión de llenar páginas con la misma facilidad y velocidad con las que arranca risas al yo leyente.

No he dormido, en suma, porque no me ha dado la gana, que es el mejor de los motivos, y también porque hoy quería estar hecho polvo y también porque hoy me daba igual estar hecho polvo. Y no va mal el plan, la verdad. Ayuda que Porcupine Tree ha sacado (hoy: extraño día este en el que ni internet ni el mundo real se deciden a tomar la delantera) un EP que se llama Nil Recurring, y aviso, el link no va al EP, sino a la página de Wikipedia sobre él, aunque eso no es nada que probablemente algún link de la derecha no pueda remediar (concretamente el de Shareminer tiene buena pinta). Y en fin, no he dormido porque hoy andaba yo buscando esa textura del aire que a veces no es que sea deseable ni propiciatoria ni ná de ná, sino simplemente imprescindible. Y la atmósfera (léase polución) ayuda, vistiendo Madrid de un gris brillante que me suelta un guantazo en la retina cada vez que miro por la ventana y que yo no puedo dejar de mirar a pesar de la ceguera subsiguiente que no deja de resultar práctica porque, cada vez, soy capaz de visualizar sobre la pantalla el perfil de Madrid tras cada parpadeo.

Y no dormir ayuda a mantener el equilibrio cuántico entre las dos opciones que a estas alturas de la vida (es septiembre, han pasado las fiestas, empieza la vida seria) siempre aparecen reclamando, brazos en alto y voces agudísimas, ser elegidas y ejecutadas con rigor y presteza: Autoanálisis SÍ o autoanálisis NO.

En favor del autoanálisis SÍ está el que ya vaya siendo hora de plantearme ciertas cosas, como por ejemplo por qué mis amigas, que me quieren más de lo que deberían, tienen tanta facilidad para llamarme cosas que enpiezan por "in" (desde intolerante hasta inconexo, recorriendo todo el espectro) y aún así decidir luego que no son suficientes palabras y aprobar por unanimidad una noción que incluye las palabras que empiezan por i (desde imbécil a idiota, recorriendo todo el espectro), pero en cambio esas otras mujeres que no es que sean mis amigas o no pero con las que yo de todas formas retozaría gustoso vienen dedicándose, de un tiempo a esta parte, a desaparecer sin dejar rastro pero dejándome visiones de piedad y lástima en la distancia (ah, esas figuritas que me ponen ojitos desde el horizonte, mientras su luz se desvanece en el infrarrojo según se aproximan a la velocidad de la luz en su fuga) o a responder con el silencio administrativo (el fujitsu) cuando la conversación llega a esos temas que uno, a veces, termina proponiendo, más por buena voluntad que por tener fe alguna, para rematar la velada. Qué inmensa cantidad de comas. Leer eso tal y como lo pensaba al escribirlo es como un ejercicio de esos de andar dando saltitos de un neumático a otro (lo habrás visto mil veces en las películas militares yanquis). Que no es, tampoco, que sea tan grave, eso de que a uno no le contesten. Uno se enfurruña, gruñe un rato y tal, pero al fin lo que jode no es el silencio, que es un no clarísimo y rotundo, sino el no en sí. Que digo yo que alguien, alguna vez, podría equivocarse. Pero bueno. Una grieta más para mi por otra parte megalítica autoestima. Nada que no se arregle con una capita de encalado y no mirando mucho.

Y es que a veces el mundo tiene la generosidad de enroscarse sobre si mismo y abrir ante uno el abanico de la fantasía, de los futuros posibles, y se ve todo muy bonito, pero a la que uno se pone a caminar hacia ahí se descubre pisando el vacío o chocando con una pared, o sometido a ese silencio de destierro que empieza borrando las proposiciones y termina borrandole a uno entero, bote de tipex enorme y repelente, o escuchando, efecto Doppler mediante, esos comentarios que serían tan halagadores si no le hiciesen a uno sentirse tan profundamente estúpido.

Y se me olvidaban las razones en favor del autoanálisis NO. Pero son exactamente las mismas que las de la opción SÍ.

En fin. Leo por ahí que The Old Dead Tree también anda con un disco nuevo por ahí. Gestos prometedores, o que puedo convertir en prometedores, bendita adicción musical. Algo con lo que emocionarse, algo que perseguir, algo que buscar y que me alegrará los ratitos que van entre pulsar el play y el final de la última canción.



Así que ea, hoy dos canciones. Y en cuanto tenga alguna foto, edito el post y la meto también.

En fin. Que empieza la semana sin nubes, lo cuál es de agradecer, porque a mí me encanta la lluvia, ya lo sabes, pero tal y como funciona la relojería del universo últimamente a mí podía lloverme de todo, empezando por paraguas de esos con punta.

13.9.07

la amenaza terrorista



First things first, que cantaban Misfits en Die monster die (no es la canción de aquí arriba pero bueno, y qué): La recopilación de la que hablaba ayer está aquí, por si algún alma masoquista la quiere, en un rar comprimido y guardado con una contraseña que, por razones obvias es tzb.

Y lo segundo es lo segundo. Estos días Madrid está plagada de policías. Ayer pasear por el centro sin tener uno a la vista era complicado. Furgones en las rotondas, motos por todas partes, y coches patrulla circulando por todas partes. Y nos ponemos suspicaces: Entre los comunicados recientes de ETA sobre volver a matar y la cercanía del aniversario del 11-S, uno se espera lo peor.

Así que nada, a tomárselo con filosofía y a echarse una risa, que siempre es terapéutico. La muchacha de la foto es Nicole Neumann, modelo argentina que en teoría iba a desnudarse en contra de las peleteras, pero cuando fue a cumplir con su cita se asustó del gentío impaciente que había allí esperando (cosa no del todo sorprendente viendo a la moza), dio media vuelta y salió escopetada. Y quien iba a pensar que eso iba a ser el detonante de la formación de un grupo terrorista,



Tienen blog y todo, por cierto.

Y poco más, en 3 horas y media me voy a las fiestas del pueblo, ¡yuhu!

12.9.07

2h 14' 22'' de dolor sin límites



Consistentes en:

Gogol Bordello - American Wedding (porque la primera canción es la cara de un disco. Y este sonríe y tiene ganas de dar saltos y hacer el indio)
El Gitano, La Cabra y La Trompeta - El Gitano,la cabra y la trompeta (¡con la melodía de Barrio Sésamo en el solo, uah!)
Estradasphere - The Return (esta va para testear la paciencia del personal, mayormente)
Marea - Si viene la pestañí (...y esta para que cuando pasen pista en la canción anterior se queden escuchando el disco y no lo tiren al suelo y se bailen encima un pasodoble)
Maximum the Hormone - Louisiana Bob (pero claro, la canción anterior era una trampa. Y esta, la banda sonora perfecta para hacer el animal)
Los Desgraciaus - Coches Chocones (folklore patrio, ¡una gonita historia de amor!)
El Gitano, La Cabra y La Trompeta 108 Rock and porno (pura filosofía)
Queens of the Stone Age - No One Knows (siempre es peligroso tirar de canciones en inglés, pero hay que tener fe en el riff entrecortado y atrayente de esta gentecilla. A ver qué tal)
Tonino Carotone - El Provinciano (porque si no nos promocionamos nosotros mismos...)
El Payo Juan Manuel - Una Vieja Y Un Viejo Van Albacete (¡más producto de la tierra, ea!)
Gogol Bordello - Super Taranta! (¡¡¡TAAAAA, TARA TARA TARAAAAA!!! Este grupo está condenado a triunfar en los escasos oídos de los entes musicófilos)
Richard Cheese - Welcome to the Jungle (versioncita etilicamente bailable de canción archiconocida)
Los Delinqüentes - Fumata del ladrillo (por asegurar)
The Killers - When You Were Young (otra inyección de calidad de incógnito)
El Gitano, La Cabra y La Trompeta - Ramadán (viva Extremadura)
Turisas - In the Court of Jarisleif (y mi primo que diga lo que diga pero esta canción ES fiesta)
Todos tus Muertos - Tu alma mía/Adelita (la seguiríaaa por tierra y por maaar...)
El payo Juan Manuel - Pasadoble de la reja (y otra de coña)
Gogol Bordello - Wonderlust King (y otra pachanguera)
Flogging Molly - Salty Dog (tentando a la suerte...)
Richard Cheese - Smoke Two Joints (porque siempre hay que incluir alguna declaración de intenciones)
Los Delinqüentes - Duende Garrapata (porque yo lo valgo)
Maximum the Hormone - Chu Chu Lovely Muni Muni Mura Mura Purin Purin Boron Nurururerorero (aunque sólo fuese por el título había que ponerla)
Slayer - Born To Be Wild (y como la anterior era cañerilla, como transición, una versión cañerilla)
Poncho K - Mentiras de sal (por apaciguar, más rock nacional)
Franz Ferdinand - Take Me Out (¿bailas, corazón?)
Tonino Carotone - Pecatore (porque al fin y al cabo el baile o es pecado o no es ná)
Queens of the Stone Age - Go With the Flow (es que me gustan)
Kojón Prieto y los Huajalotes - Insumisión (¿y sólo porque ya no haya servicio militar vamos a dejar de quejarnos?)
Heino - E Viva España (ala, pasodoble alemán)
Estradasphere - The Princes (modo de búsqueda on)
Todos tus Muertos - Hijo nuestro (y después de una que no conoce ni dios una que todo el mundo ha oído)
Franz Ferdinand - I'm Your Villain (y más pop bailable. Quién me iba a decir a mí que llegaría a esto)
Tonino Carotone - Me Cago En El Amor (más filosofía)
Richard Cheese - Sunday Bloody Sunday (y U2 encuentran de rebote su lugar en la sesión de tortura)
Franz Ferdinand - This Boy (es que me gustan)
Poncho K - Al loro (canta Evaristo, qué más se puede pedir)
Throne Of Chaos - Smoke On The Water (tan tan taaan, tan tan taraaan, pero en plan escándalo)
Los Delinqüentes - El Increible Mundo Donde Habitan Los Calcetines (o lo que es lo mismo que esto se acaba...)
Richard Cheese - Radio Announcement (y Ricardo Queso haciéndose publicidad, telón y fin)

10.9.07

tu propio grupo de punk-rock



Después de la gloriosa cantidad de feedback que ha seguido al pequeño tutorial de batería "pam-pum-ps-pom" del post anterior (un mensaje, ejem) he sentido la llamada del redentor y se me ha ocurrido que podía proporcionarle al mundo en general y a ti en particular, ser de ojos hastiados y paciencia infinita, un medio alternativo de ganarte la vida probablemente más entretenido que el que te sustenta a día de hoy: Sí, compi, sí, después de enseñarte a emular una batería con la boca el paso siguiente es ¡el de montar un grupo de punk rock!

Ya, lo sé, lo sé: No sabes tocar ningún instrumento y hacer música, a priori, parece difícil. Aparca esa hipocondria, porque la primera regla para convertirse en una estrella del punk-rock es pensar que ya eres una estrella del punk rock y a las estrellas del punk-rock les importa un pimiento saber tocar o no. En boca del mismísimo Simon John Ritchie-Beverly, al que no le fue mal en esto, la música en sí es la parte sencilla del asunto, una vez que aprendes a hacer un acorde con una guitarra ("you just pick up a chord, go twang, and you've got music"). Así que ahorra, cómprale una guitarra a uno de esos post-adolescentes que decidieron intentar parecerse a Kurt Kobain para ver si ligaban y que ahora, con el paso de los años, la han dejado para evolucionar a uno de los dos estados estables a los que sus vidas suelen evolucionar (o están casados y cambian pañales y pasean perros de tamaño pequeño que se empeñan en cagar en los portales o son informáticos con jornadas laborales de 14 horas sobre las que no protestan porque al fin y al cabo no tienen nada que hacer durante las otras 10 salvo ver porno y escuchar cantautores checoslovacos). Y sí, tiene que ser una guitarra: Ninguna estrella del rock que se precie tocará la batería o el bajo, a no ser que te llames Mike Portnoy o Flea o algo por el estilo, aunque puedes incluso prescindir de todo instrumento y, si tus habilidades motrices pueden ser lo suficientemente exhuberantes, dedicarte simplemente a cantar (lo que tiene ventajas evidentes, ya que un micrófono pesa mucho menos que una guitarra y encima suele venir acompañado de un palo en el que colocarlo y que puedes zarandear de un lado para otro). Una vez elegido si vas a tocar la guitarra (y en este caso conseguida la guitarra) o cantar, tienes que buscar al resto del grupo. Para ser miembros de un grupo, tus compañeros tienen que cumplir tres condiciones, primera ser gente problemática que te garantice un flujo regular de chascarrillos para los fans y de peripecias de las que sacar publicidad gratuita, segunda que sean más feos que tú, porque al fin y al cabo siempre aparecerá alguna (o algún) groupie incauta (o incauto) a la que habrá que llevarse al catre, y tercera y principal que salgan bien en las fotos. A estas alturas para esto vale con que salgan con cara de mala hostia y sepan hacer poses con la indiferencia hastiada del que muestra como su rabia vital trasciende el ámbito de lo social y se extiende a la sesión de fotos, ese trámite mercantil tan cercano a la prostitución que el buen artista (o sea, vosotros, naturalmente) soporta de mala gana como giño impaciente a los fans auténticos, tan horrible porque hace perder el tiempo que el artista podría invertir en cosas infinitamente más imprescindibles para él como dormir, drogarse, follar o silbar en la ducha lo que será la base del siguiente disco.

Una vez tengas al resto de la banda (no hace falta mucha gente: Con un batería, un bajo y un guitarrista vale, si uno de los tres canta, aunque se puede meter tanta gente como se quiera y darle los instrumentos que se tercien, desde panderetas a matasuegras, con la única condición de que ninguno sepa tocar el instrumento ni tenga el más mínimo buen gusto musical) necesitarás el resto del material: Amplificadores, cables, puas, ropa rota, laca y/o gomina, condones, toneladas de cinta aislante, botas, camisas con los cuellos descosidos y/o camisetas con agujeros y todas las drogas que puedas reunir. Nada que no pueda conseguirse con cuatro cuartos, sobre todo entendiendo que los amplis y demás habrán de ser lo más barato y cutre que encuentres, lo cuál servirá después para sonar cuanto peor mejor para conseguir ese tono "auténtico" que sólo da la mala calidad (habiendo hasta grupos que escapan a este tutorial, por tener en realidad cierta calidad, que sonaban mejor cuando sonaban más cutres, y lo digo pensando en Extremoduro y Marea).

El paso siguiente es cambiar los nombres a algo que sea vendible, en la línea del bueno de Simon John Ritchie-Beverly, que viendo que aquello no sonaba ni salvaje ni macarra adoptó el que le dio fama en los Sex Pistols, Sid Vicious. Cualquier cosa vale, juegos malos de palabras, en lo posible incluyendo palabrotas, y naturalmente hay que pisotear todas las reglas ortográficas que se pueda y recurrir a la última moda en jerga macarra o, a día de hoy, de SMS. No pongo ejemplos porque soy una persona estoy lastrado por mi vasta exposición a la cultura. Vasta en el sentido de basta, conste.

A continuación es hora de hacer cuatro canciones que poder tocar sobre cualquier escenario improvisado y grabar con un 386 obsoleto en el garage con peor acústica que puedas encontrar. Esta parte acojona de entrada, porque los músicos son considerados Artistas y sus canciones son Arte, y todos hemos oído eso de que si el arte y las musas y la inspiración y el talento. Pero he aquí lo fascinante del punk-rock: No necesitas ninguna inspiración porque todo está escrito, y lo único que has de hacer es plagiar los trozos de las canciones de la hornada previa de grupos de punk-rock que te gustasen, y no te sientas culpable porque ellos hicieron lo mismo con sus mayores (y miremos por ejemplo a Benito Kamelas -ejemplo de buen nombre, por cierto-, ese fresco y chispeante coctel mitad Boikot y mitad Los Porretas con una chispita de Marea, o lo que es lo mismo, de Extremoduro). Invéntate las letras y mete en todos y cada uno de los discos una canción anticapitalismo, otra sobre la Guerra Civil (momento político-emotivo), una sobre los malos tratos a los animales, para ganarte a la chavalada local dedícale otra al político que reine en tu municipio, haz otra sobre lo guay que es cumplir tu sueño de ser músico y lo difícil que te ha sido pero lo contento que estás, otra sobre lo mala que es la policía y cuánto te gusta la marihuala y la cerveza (en ese sentido será imposible sublimar el Cervezas y Porros de Soziedad Alkohólica, pero a nadie le importará), y luego mira el telediario en el intervalo que hay entre que terminan los deportes en Tele5 y empiezan en TVE1 (o, de tener más tiempo, trágate un programa de Sucedió en Madrid o España Directo) y saca de esas noticias de sucesos las ideas para el resto de canciones, sin enredarte mucho que no es cosa de pasar de los 3 minutos (tampoco queremos que nadie llegue a tener tiempo de darse cuenta de que en realidad no saber tocar sí que es un inconveniente a la hora de hacer música, ¿verdad?). Si notas que te falta sitio o te ves con ganas, escoge una canción vieja cuanto más cutre mejor para que podáis repetirla con vuestras inexistentes habilidades y móntate un homenaje a esa gente que creciste escuchando y que de todas formas nadie conocerá.

Una vez hecho todo esto tuesta un par de cedés con tu música, guárdalos comprimidos bajo el nombre del artista adolescente de moda y ponlos disponibles en internet. En un par de días miles de chavales que aborrecerán tu música se los habrán bajado engañados, y miles de hermanos que aborrecen a sus hermanos cogerán tu música con saña y se la incrustarán en sus oídos siempre ávidos de más punk-rock. Y ala, suerte con las drogas ¡y a vivir de las rentas!



(Y yo, si no fuese yo, no haría click en ese vídeo)

9.9.07

fiestas de villabuzaque



Y sucedió en en la habitual ronda de fiestas de pueblos de la región que preceden a las del nuestro (esta semana que empieza mañana, desde el jueves hasta el lunes, aunque yo, que no cunda el pánico, volveré aquí el domingo a dar la lata) llegó el fin de semana de las fiestas de Bayuela, pueblo vecino archienemigo del nuestro, y como siempre que se da tal circunstancia nosotros nos enrocamos hacia el otro lado y nos vamos a las fiestas del Almendral, pueblo algo más lejano, al que se va por una carretera bastante más horrible, y que nos despierta a todos muchas simpatías, mayormente porque conocemos a un montón de almendraleños, o almendros, o como sea el gentilicio, que no lo sé y siempre me olvido de preguntar.

No sé por qué hace algunos años nos dio la tontería de dejar de llamar por su nombre a El Almendral de la Cañada. Supongo que sería por tocarle las narices a algún nativo, pero de la noche a la mañana empezamos a llamarle Villapum, y luego el nombre fue sufriendo sucesivas mutaciones, exploraciones de lo sonoro y lo evocativo, y finalmente abandonamos la tontería (porque reincidir en las tonterías no es sano y toda paciencia tiene un límite), aunque cuando todavía nos da por cambiarle el nombre, lo que suena de vez en cuando es Villabuzaque. Lo que explica, supongo, el título de este post.

A lo que iba. Eran las fiestas de allí, y nosotros, que nos tomamos las nuestras TAN en serio, vamos por hacer una especie de "pretemporada" para coger las nuestras con una cierta garantía. Entrenamos al cuerpo a irse a dormir tarde y cargadito de alcohol, y de paso testeamos el estado de nuestros hígados y bebemos y bebemos con la esperanza de aumentar la tolerancia etílica. Así que el fin de semana previo a las fiestas aquello es más o menos una cita obligada, lo cuál es una faena para el 20 o 25% de expedicionarios que debe conducir, se abstienen de beber y terminan tan aburridos que al final de la noche se ponen a discutir sobre lo curioso que es que nunca antes se habían dado cuenta de como nos apestan los alientos a alcohol cuando bebemos así, pero proporciona alegrías y momentos de regocijo poco habituales, como el subirse al coche de un amigo, mi único compañero de trinchera en la guerra gasolina contra diesel, que a la ida decide ponerse en el modo rally y empieza a cambiar de marchas en torno a las 6500 revoluciones por minuto, y ah, ¡eso es el sonido de un motor!, registros agudos a los que un diesel nunca llegará sin terminar con los pistones en órbita.

Total, que llegamos, mendigamos unos hielos y algo de burbuja, esgrimimos nuestras pócimas sociabilizadoras y cuando dimos cuenta de ellas comenzamos a vagar por las peñas con ese nerviosismo que nos da a nosotros que tan mal enseñados estamos y que a veces, para disgusto de algunas gentes, olvidamos que no todas las fiestas son como las nuestras ni todos los pueblos son tan estúpidos o generosos como para dar por hecho que quien sea puede entrar donde quiera y servirse lo que le salga de las narices. Yo sigo sin saber cuál es la política oficial del Almendral en ese sentido, porque como siempre terminamos encontrándonos con conocidos no sabemos si se invita a cualquiera o sólo a los afines, aunque sospecho que actuan como nosotros, lo cuál es estupendo porque pocos rasgos más de generosidad puede compartir nuestro pueblo con nadie. Y después de pasar un tiempo sentados en una peña hablando sobre cine y repasando el panteón de los actores condenados a sufrir reputaciones que influyen más que sus actuaciones en cómo son reconocidos (y nombramos a Brad Pitt inmenso en Snatch, a DiCaprio en Infiltrados, a Jim Carrey en Olvídate de mí), porque nos ponemos así de pedantes cuando nos emborrachamos, nos fuimos al baile, a pasar el rato, echarle un ojo a la chavalada local y hacer uso de nuestra arritmia y nuestro torpor innato delante de la orquesta. Pero a mí me fue imposible. Porque sí, porque soy un maldito friqui de lo mío, porque a mí me es imposible ver a un batería sin quedármele mirando durante un cuarto de hora mirando qué hace y cómo lo hace. Y claro, cuando oye lo que oye pero no ve lo que debería ver para oír lo que se oye, nace la paranoia y uno se formula esa pregunta que en el primer instante nunca se atreve a compartir, ¿¡están haciendo playback!? Así que allí me quedé yo, vigilante, atento a la mano que golpeaba la caja, sorprentemente baja, que tenía el palo levantado hacia arriba de forma que, si uno se fijaba, parecía que, como mucho, el único impacto que iba a recibir la caja era el del mastil de la baqueta en el borde. Y sin embargo la música contenía los típicos "pa, pa, pa" de la caja (para entendernos, usemos esta terminología de andar por casa: La batería se compone de las siguientes partes: El bombo -o los bombos, pero a nivel de las orquestas de pueblo podemos olvidarnos del plural-, esa cosa grande que está de pie y tapa la parte de abajo, que se toca con un pedal accionado por un pie y que suena digamos "pum", un sonido grave, la caja, que está colocada de forma más o menos perpendicular al suelo y que es como los tambores de toda la vida, mucho más pequeña y aguda, que suena "pa" que se golpea con habitualmente dando con las baquetas, o sea los palos, en el parche, que es el plástico que la cubre y produce el sonido, y a veces golpeando los palos en el borde metálico que sujeta el parche, produciendo un sonido metálico y agudo cuya onomatopeya imaginaremos que es "clunk", los tambores, que son una mezcla de caja y bombo que están repartidos por los alrededores y que en función de su tamaño producen diversas variaciones del sonido "pom", el o los platillos, esos discos de metal pequeños que suenan de diversas formas según cómo se golpeen pero que abreviaremos como "ts", que también pueden manipularse con un pedal si forman lo que se conoce como un hit-hat, que son dos platillos enfrentados, uno de los cuales se mueve mediante el susodicho pedal, y los platos, que son como los platillos pero a lo grande, más ruidosos y que pueden hacer "classsh" o "chasssh" o sonidos por el estilo. Y después de todo esto escucha cualquier canción y fíjate en cada sonido de la bateria, el pum pum pum del fondo es el del bombo, el pa pa pa es la caja, etc, se le coge el truco enseguida). Y la paranoia desplegó sus alas y emprendió el vuelo para no volver a tocar el suelo en toda la noche cuando, para más inri, escuché redobles ("papapapa", digamos, leído muy rápido, aunque también puede sonar como "trrrpá") que por lo visto parecían invocados por un simple golpe a la caja tan extraños como los demás. Y ya no pude más y le comuniqué a Emilio mis sospechas: Para mí que estos están haciendo playback. Así que decidimos movernos detrás del escenario donde poder confirmarlo todo sin tener que imaginarnos cosas, pero claro, cuando uno está haciendo playback se pone muy suspicaz sobre tipos que se paran detrás del escenario y se le quedan mirando a uno así que el batería nos echó una mirada funesta y, de hecho, pareció hacer un redoble. Y nosotros, que tampoco queríamos violentar a nadie, ponernos nerviosos o invocar cruzadas musicales, nos alejamos para hacer una visita a lo que podríamos llamar eufemísticamente como el baño y, a la que íbamos, solucionar por un rato el abastecimiento de bebida. Y a la vuelta, nos dedicamos a analizar, ya puestos, al guitarrista, llegando a la conclusión de que o el tipo sabía hacer acordes diferentes sin mover la mano izquierda del mástil de la guitarra o también hacia playback.

Y nos quedamos preguntándonos por qué una orquesta de pueblo puede ponerse a hacer playback. Es obvio que tienen medios, es decir, la batería (que imagino lastrada e insonorizada con toallas o lo que fuese y, sobre todo, mediante el uso poco eficaz de unos micrófonos que, en cualquier caso, no cubrían los platos) cuesta dinero, la guitarra (una preciosidad cuya marca no me atreví a averiguar) también, así como el transporte y toda la logística, amén de necesitar una copia grabada de la música y de rezar porque no ocurra nada que destape el invento... Y teniendo esos medios, que cuestan un dinero y suponen una inversión ¿no podían disponer de un batería y un guitarrista?

Supongo que tal vez los tuviesen y no pudiesen asistir. O tal vez nunca los tengan y se dediquen a representar esa ficción ante los pueblos incautos que les contraten. Tampoco es que a la gente le importase gran cosa la música, que en realidad e incluso para el nivel que pueden tener estas bandas (aunque tampoco vamos a generalizar: He visto músicos buenísimos tocando en mi pueblo) era francamente horrible. Lo que se busca no es un grupo de virtuosos, en unas fiestas de pueblo: Se busca alguien que toque Paquito el Chocolatero, Islas Canarias, un par de pasodobles y la basura que pongan últimamente por la radio, algo con lo que bailar y hacer el indio, y la verdad es que se contratan bandas cuando, muchas veces, bastaría con contratar a un par de personas que pusiesen la música y animasen al personal, pero el caso es que se contratan orquestas, y tanto el empeño de los ayuntamientos como el recelo de los músicos del sábado cuando le veían a uno sospechar muestra que son orquestas lo que debería tenerse.

No me quedé con su nombre, ni lo vi ni fui a buscarlo en ningún cartel. Tampoco vamos a satanizarles. Lo único, que como aparezcan por las fiestas de nuestro pueblo Emilio y yo cumpliremos nuestra amenaza, y nos plantaremos frente a ellos, en primera fila, bien provistos de alcohol, para pasar la noche entera cantando "playyybaaack, playyyback". Porque nos gusta La Música, como ente, como concepto, y querremos músicos, y no farsantes, y eso será lo que se le venda al pueblo, y si lo que recivimos es un sucedáneo embotellado quien saldrá perdiendo de todo esto son los músicos de verdad que aprovechan los veranos para salir a la carretera y tocar en mil pueblos pequeños canciones que probablemente odien para ganar unas tablas, si es que estas cuentan, y un dinero que luego les vendrá muy bien cuando quieran seguir aprendiendo lo suyo o practicando lo suyo.
Con la tecnología de Blogger.

Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.