Iba yo a dedicarme hoy a criticar la última peli de Medem, la de la muchacha caótica, y pensaba titular esto caótico Medem, pero qué coño, puestos a erigirse como portavoces del caos me elijo a mí mismo que para algo tengo enchufe con el autor de este blog. Y como prueba, ahí está mi última declaración de intenciones, claaaro, semana de paz, semana sin planes, semana de no salir y zas, ni 24 horas pasaron desde la declaración de intenciones hasta que me fui al cine. A ver la peli de Medem, claro.
Yo soy muchas cosas, y por eso podría hacer muchas críticas. Pero hay cosas que me gusta ser especialmente de cara a la galería, en general, en este blog en particular. Como por ejemplo un tipo simple y pervertido obsesionado con el sexo. Como no todo ese personaje es ficción, una parte de mí no necesitaba grandes argumentos para ir a ver la película, bastaba con recordar un par de fotos de la protagonista y que Medem no es un tipo que tenga muchos reparos en despelotar actrices. Al resto de mis yoes les bastaba la reputación de Medem, excepto al yo protestón al que, en cualquier caso, nunca puedo escuchar si pretendo terminar haciendo algo. Así que allá que fui al cine, tan feliz de la vida, hecho polvo y algo paranoico con la conexión de internet de casa (que, en estos momentos no existe, por cierto), y encima iba con aquí Vega, Isabella y compañía, lo cuál es una cosa peligrosa pero reconfortante porque son unos friquis del cantautorismo, digamos (cosa peligrosa porque como se planten a hablar del tema pueden aburrir a cualquier fan, digamos, del post-death-humppa-metal-progesivo-harcore-psicodélico-melódico de los innumerables que poblamos el mundo. Reconfortante porque es una sensación muy relajante y reconfortante saber que, por una vez, no soy yo el friqui, je), y con mucho mono de cine.
Y bueno. Medem. Medem hace cine de autor, porque es autor de casi todo. Escribe, dirige, monta, produce, y asume tantos trabajos de los necesarios para hacer una película que yo, que ya sabes que soy propenso a pensar tonterías, termino suponiendo que si no va personalmente a acomodarte para que veas la peli es por problemas de agenda. Eso, como tantas cosas de la vida, tiene su cosa buena y su cosa mala (hablo de lo de hacer de todo, no de lo de que no haga también de acomodador, eh). La buena, que le da un control total sobre la película, que terminará siendo, inevitablemente, lo más que podría ser en función de lo que el autor querría que fuese. Lo malo, que cuando hay más implicados cada uno de ellos tiene que adaptarse a los demás, y a posteriori esto hace que la obra tenga un masticado previo; es más fácil de entender una película que al menos garantiza que ya ha sido entendida por alguien, aunque sea por la gente que la hizo. Lo cuál no da ninguna base para teorizar, porque hay películas geniales hechas por un director con control absoluto como también las hay consensuadas, y viceversa, ambas opciones han parido una cantidad de bodrios infinita. Pero hay veces en las que uno ve algo y piensa que alguien se equivocó de opción, y yo salí ayer del cine con esa impresión: alguien debería haberle dicho a Medem, por ejemplo, que el final de esta película no pega ni con cola. Que una película que empiza hablando de las paranoias de una muchacha termine sermoneando sobre lo malo que es Estados Unidos, aparte de una meada fuera de tiesto, es algo totalmente innecesario, que a mí personalmente me huele a intentar darle carga política comprensible e internacional a una película cuando ya es tarde para hacerlo.
Yendo a por los personajes e intentando avanzar más allá del físico de Manuela Vellés (cosa harto complicada, las cosas como son), hay cosas que me chirrían. ¿Qué pinta la mecenas francesa en la historia, de dónde sale y cómo se sostiene un personaje así? ¿Por qué Bebe tiene que parecer tan maja y resultar siendo un personaje tan previsible que, salvo por una aparición televisiva, desaparece a mitad de película? ¿Cómo es que Ana va a dar con el único yanqui republicano que lleva un guardaespaldas sin pistola? ¿Los griegos son inmunes a los impactos de columnas dóricas? ¿Cómo se asume que la Ana pragmática y directa sea la misma persona que la Ana fantasiosa y salvaje?, porque a mí el personaje me dio la impresión de tener dos lados, entre los que se habría un abismo que no había forma ni de saltar ni de explicar, y que ni siquiera retrataban al mismo personaje; una era real, de un realismo tangible y vívido, y la otra fantasía, y no una fantasía precisamente nítida. Y las más de las veces yo echaba en falta a la primera, no porque gane en la pugna prosa/poesía, sino porque simplemente, para mí, rayaba más alto que su otro yo.
Pero en fin. Cosas que pasan en las películas, cosas disculpables. Lo que sí que odiaré de esta película con saña es la estética de la fiesta y el arte. Igual porque sé con certeza absoluta que mi hábitab natural festivo no está ni en las discotecas de Ibiza ni en la trastienda del mundo de los artistas que viven en comuna, pero sospecho que esa parte de la película va a envejecer rapidísimo. Oh dios mío. Todos tan sonrientes, tan audaces... y tan eficaces para recordar las enseñanzas del Gañán al respecto del arte.
Y para terminar, igual que Medem, analizando la política exterior yanqui,
...mucho más eficaz al respecto, por cierto.
30.8.07
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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.
Hola, vengo a hacer mi tradicional A.T.D.P. ("apunte tocahuevos del post"). Puede que me recuerden de otros A.T.D.P. en este mismo blog.
ResponderEliminarY el A.T.D.P. de hoy es:
Hábitab NO
--->
Hábitat SÍ.
Pues a mí Medem me encanta!
ResponderEliminarQué me dices de sus "Amantes del círculo polar"?
Apreciaciones con las que no estoy de acuerdo.
ResponderEliminar1. Friquis cantautoriles que aburren nosotros? Por dios, fueron 5 minutos hablando de Andrés Lewin, Conchita, Luis Ramiro y Marwan. Yo creo que fuimos mucho más aburridos comentando los castings de Supermodelo 2007...
2. No me parece que la peli sermonee a nadie sobre lo malo que es Estados Unidos. De hecho hace algo para mi interesante: que es personalizar. No dice: “Estados Unidos malo": no. dice: “usted y usted y usted que mandaron a los muchachos a morir y matar son los malos”. Desde luego es simplista, pero no creo que pretenda hacer política. Más bien es la forma de encarnar literalmente a todos los “hombres malos”.
3. La mecenas francesa es una mujer, tiene que ser una mujer que haga de “madre” que acoja a Ana y la saque de la cueva y le abra esos ojos al mundo y la “obligue” a profundizar, y la lleve de su mano. Y de dónde sale Ana, la pintora?? Y de dónde sale el padre alemán? Y de dónde salen todos los personajes de todas las novelas, películas, obras de teatro... de la historia??
4. Linda (osea Bebe) no me parece previsible. Y es fundamental. Una amiga. Una mujer. Otra mujer. Una amiga leal que acompaña a Ana en lo bueno y en lo malo, y comparte sus alegrías como si fuesen propias y la ayuda a soportar sus penas, y ve lo que ella no quiere, no puede o no sabe ver y luego se lo cuenta y está siempre ahí, aunque nosotros no la veamos... Solo eso. Bebe no hace de chica maja. Hace de buena amiga, creo yo.
5. Se asumen las dos anas porque Ana es muchas anas (no sólo dos) dentro de ella. Y va cambiando a lo largo de la película, a medida que va profundizando y va avanzando... Y porque todos tenemos muchas caras y no solo una y a veces no se llevan bien entre ellas (para aclarar esto léase el principio de tu post)
Joder, qué bien, te he encontrado. Salí del cine el día del estreno sin créermelo del todo, y miré en internet, para ver si alguien había visto lo mismo que yo. Seguían todos sólo poniendo la sinopsis (la misma en todos los medios que, como titular está genial y terriblemente excitante, si en la peli se cumpliera).
ResponderEliminarCien por cien de acuerdo en todo, y acertadísima la reflexión de la meada fuera de tiesto... cagada, en este caso.
Me pareció, en general, como un gran anuncio, un puzzle de anuncios variopintos... Aunque no sé, al igual a Medem le damos menos licencias...
A mí, de Medem, me gusta "La Ardilla Roja" y punto.
ResponderEliminarBesos!
K
He esperado hasta ver la película para contestar, asi que, si llego fuera de hora, pido disculpas.
ResponderEliminarA mí no me ha parecido una meada fuera de tiesto, si no .... una locura que tan sólo Medem puede entender, si acaso. Partiendo de que me gusta el director, y mucho, además; partiendo de que he visto todas su películas; partiendo de que sigo su trayectoria porque me interesa, y mucho, lo que cuenta .... Esta vez creo que, sencillamente, la historia le ha desbordado por completo. No es que sea una película de Medem, que, ya sabemos que es muy Medem él, si no que es una película que sólo está en la cabeza de Medem, insisto, si acaso.
Tengo la sensación de que empezó con una idea en la cabeza, idea que se fue transformando o que necesitó ser transformada y, al final de todo, nos quedamos con una amalgama de cosas, sin conexión entre sí, cosas difíciles de entender para cualquiera, salvo para quien las tenía en la cabeza, si acaso.
Una pena pero .... seguirá esperando la próxima, como siempre.
Perro, gracias, sin ti las ruinas de mi cultura escribidora se hirían definitibamente acer gargaras.
ResponderEliminarRosa, te diría que no los he visto si no tuviese miedo a que me llamases ignorante así que te diré que la recuerdo muy por encima, ja ja.
Vega, ¡cinco minutos que parecieron cien mil! Y mujer, que si quisiese quejarme de algo en serio no lo haría donde pudieseis leerme, que luego se toman represalias... ¿ves, por ejemplo, como no dije nada de lo de Supermodelos? Qué cosas veis. Dios le da tele a quien no tiene hambre... ¿cómo coño era ese refrán?
Y la peli no sermonea, pero trae ese topicazo de "yanquis malos"... eso de centrarlo todo en un pavo a mí me parece absurdo, porque igual que no todos los yanquis son, de hecho, malos (pues no es maja la Rhiannon ni ná, pa empezar), tampoco lo va a ser sólo uno. No sé, en Europa es muy políticamente correcto meterse con EEUU, te lo digo yo que trato con mucho guiri, y ese final a mí me suena a guiño al mercado europeo, asiático y sudamericano (y al norteamericano que, de todas formas, puede tener el más mínimo interés en una peli española). No sé, me salta el lado cínico y lo veo un gesto a la galería.
Respecto a la mecenas... sí, vale, muy bien, ¿pero la tía iba buscando por todos los mercadillos del mundo en busca de artistas jóvenes a los que reclutar? Vale que salga de donde todos los personajes, de la mente del autor, pero el autor intenta darles una coherencia que está cogida con pinzas... mira, otro fallo que veo yo, ahora que hablas del padre, ¿por qué el padre es alemán y la mentora francesa? ¿Qué necesidad hay de eso? ¿Qué aporta a la historia? Que no que no, lo que decía Chejov, si sale algo debe ser por algo. Y si no, es artificio.
Y Bebe no te parecería previsible... a ti. Es un personaje que se define en dos líneas: Amiga superenrrollada con puntito cínico pero que luego tiene su lado tierno y es buena como el pan, y dicho eso no tiene más profundidad, y nada de lo que dijo me sorprendió a mí.
Y si fuesen muchas Anas habría más de dos lados así de pantentes... y yo creo que la idea no es que hubiese muchas sino que todas eran una.
Mariona, ¡hola!, bienvenida, etc :)
Es lo que pasa con la crítica a las pelis españolas. Que, ante todo, es cauta. Incluso en la Guía del Ocio, la semana pasada no había ninguna crítica a la vista, o yo no supe verla (hoy en guiadelocio.com sí, y da cerita).
Kika, tampoco la he visto, pero me lo apunto. En la memoria, que es como brindar al sol con gaseosa, pero bueno.
Y Verónica, es una forma más amable de decirlo :D