29.8.07

de 9:32 a 9:33

Y de pronto entra un rayo de sol por entre dos cortinas, recorre exactamente la hilera de teclas de en medio; tab, a, s, d, f, g, h, j... Pinta en mis dedos un anillo brillante y huidizo según tecleo. Y, arrastrada por el loco girar del sol, que siempre es más nervioso de lo que parece, se desplaza a la hilera de debajo según escribo este párrafo. Nota mental: No mover el teclado, estar preparado mañana con la cámara en ristre a esta hora.

Intento no escribir mucho. Por no dar mucho la lata, y para no asustar al sol.

Por razones inexistentes y por mandato exclusivo del azar leo esto: International Regulations for Preventing Collisions at Sea. No sé ni por qué ni para qué, pero aparte de la curiosidad por ese mundo remoto el artículo trae la maravilla del azar, de lo casual y lo surrealista.

Y llevo toda la mañana con esta ventanita abierta sin darle a enviar, ejem.

Sería que andaba pensando qué canción poner...

Y escucho esto,

4 comentarios:

  1. Amigo... si por cada vez que leemos algo parásemos... viviriamos todos quietos sin movernos!

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  2. ¿Qué pasa con las ventanitas que se abren solas cada vez que uno se acerca tímidamente -y sin querer- a algún link de tu blog?
    Uf, que miedo.

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  3. Rosa, tienes toda la razón.

    Y Mariona, son una movidilla superfashion que te saca vistas en miniatura de la página a la que va el link. Cuando lo descubrí me pareció la leche de ingenioso el invento, pero sospecho que voy a dedicar los próximos 3 minutos de mi vida a averiguar cómo narices se quita...

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  4. El tab no está en la fila central de un teclado...
    :-P

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.