Cada vez estoy más convencido de que dentro de unos siglos los historiadores de la filosofía, cuando lleguen a estos tiempos nuestros, tendrán que salirse de la autovía habitual del pensamiento profundo para recorrer un millón de caminos de cabras que pasan por los lugares más insospechados, que debería pasar por lugares como las letras de mil canciones ("abran bien los ojos tuertos, que ha llegado un perdedor" y cosas por el estilo. No, no pienso citar nada de Sabina, por quién me tomas), o los alrededores de los campos de fútbol. O lo que es lo mismo, que no es cierto pero como es peor nos vale igual, las páginas de la prensa deportiva. Ayer citaban al seleccionador nacional (qué nombre tan artificial) diciendo esto:
"Todo es mentira".
Se asume que se refería a sus supuestas broncas con jugadores, esos alegres partidos de voleibol con la pelota de la culpa y la red de la... la red de la... bueno, la metáfora se termina aquí. Pero las palabras del graciosamente llamado Sabio de Hortaleza, con esa grandilocuencia exagerada a la que el fútbol es tan dado con sus quince partidos del siglo al año y demás son las que son (o tal vez no, porque en más de una ocasión un titular así luego corresponde a un resumen un tanto dramático e impactante de una frase más larga que tal vez incluso sea un párrafo o dos o tres o cuatro), y como tal tienen un significado que es el que es, fuese el que el seleccionador nacional (es que cuando lo digo pienso en un tipo que selecciona países, digo naciones; imagínatelo, "Andorra... no... Francia... pse, venga... Holanda sí... Alemania sí... España, bfff...") quiso darle. Es igual que si yo quiero decir "esta tarde he quedado con Elena, aunque hay una diferencia de criterios sobre para qué, porque ella piensa que vamos a comprar un libro de cocina y yo que vamos a tomarnos un café" pero en vez de eso las palabras que salen de mi boca son "me cago en la madre de ________" siendo ________ el nombre de alguien conocido. Pues claro, se creará confusión, pero mis palabras, aun pretendiendo yo haber tenido otro significado en mente, adoptarían en cuanto fuesen transmitidas al mundo su significado propio que podría ser objeto de debate, causar reacciones, e te ce coma e te ce punto
En ese sentido, esas palabras, pese a ser solo tres, que es un número que a mí me parece bonito porque
a) es primo y
b) es impar, como probaba el resultado de aquel teorema chorra que encabezaba cierta lista de perogrulladas con las que matamos muchas clases coñazo en la facultad, que decía que sólo existe un número primo par (lo bonito del asunto es que tenía su rigurosa y estúpida demostración. Una amiga añadió un corolario que decía que ese núemero en concreto es el 2. Su número favorito era el 4, qué lamentable)
...por lo cuál, decía, a pesar de ser sólo tres palabras, que por bonito número que sea el tres (¿mis números favoritos? Oh, bueno. Primos altos, que no tengan nada que ver con los primos de Mersene ni nada por el estilo. 17, 53, 137, 217645177, etc), vienen cargadas de significado.
Todo es mentira.
En serio, son tres palabras, todo 1, es 2, mentira 3. Sólo tres, pero dan, por ejemplo, para resumir Matrix, de los hermanos Wachoswski. O al menos la primera película; quizá hiciesen falta seis palabras para definir la segunda y la tercera ("esto va empeorando" y "vaya basura, joder" respectivamente).
Esto se me está yendo de las manos, en realidad yo quería escribir de otra cosa, en serio.
Todo es mentira. Voy a convertirlo en un mantra, un rato, a ver qué pasa. Todo es mentira. Todo es mentira. Conste que no copio y pego, tecleo cada maldita letra (un mantra no puede uno grabarlo en un mp3 y ponerlo en modo repeat). Todo es mentira. Sí, ¿no notas esa tensión, como si fuese a desencadenarse algo? Todo es mentira. Algo que evidentemente iba a importar poco si todo fuese mentira. Todo es mentira. Claro que puestos a ponernos en ese plan, todo es mentira, si uno repite cualquier cosa el tiempo suficiente termina por desencadenarse, todo es mentira, algo, ¿verdad?
Todo es mentira.
Vale. Nada. Como mantra es un fraude.
Pues a descuartizarlo. Me he cansado del juguete, hora de ampliar el juego; si el osito de peluche ya aburre es hora de probar a jugar, a la vez, con el osito de peluche y las cerillas. Un paso atrás, guantazo a la capa, chillido de metal saliendo de su funda y a acuchillarlo a base de lógica;
Hipótesis: Todo es mentira.
Contraejemplo: Rajoy es un bastardo.
Y la hipótesis cae muerta al suelo atravesada de lado a lado.
En fin. En serio, quería hablar de otra cosa. Quería contar algo un poco más serio, más filosófico. Pero hace falta ventilar algo el blog, pasarle la aspiradora, dar la vuelta a los cojines después de pegarles un par de hostias con hache bien dadas (¿por qué somos tan crueles con los cojines?). Así que otro día. Por hoy, hagamos el tonto un rato.
28.3.07
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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.
Mentiroso.
ResponderEliminarSegún Martin Amis, todo escritor (y eso nos incluye a los fracasados aunque sea de refilón) es en esencia precisamente eso :)
ResponderEliminarjjajajajjajaa, buenísimo(siempre en mi humilde criterio, claro) vamos que me ha encantado y esto no es mentira!
ResponderEliminarNo me resisto, para números bonitos el 23.