25.3.07

la cara en el espejo

(Por motivos que desconozco pero intuyo deprimentes, como todo a esta hora, goear.com no me deja poner aquí una ventanita con la canción de este momento. Pero puedes escucharla haciendo click aquí)



Llego a casa y en el espejo me espera una cara incongruentemente sobria. Destrozada por el alcohol, el cansancio, esto que definitivamente no es astenia a no ser que exista una versión perenne y eterna, el sueño y la desesperación. Una cara a la que le ha resbalado el alcohol, una cara cuerda a la que no le gusta lo que se encuentra cuando encuentra un espejo cualquiera, una cara que no quiere encontrarse, que intenta evitarse pero que de todas formas a veces se obliga a hacerse comparecer ante si misma. La cara de un imbécil consciente de su imbecilidad que bebe, deprimido, aún sabiendo que el alcohol es un depresivo.

Estoy hastiado de Madrid. Hastiado de que tantos bares cierren tan pronto y tanta gente se acueste tan tarde, hastiado de que terminemos todos en los mismos sitios, saturando los mismos metros cuadrados. Hastiado de tener que pegarme y que me peguen para pedir otra copa (rezando sin fe para que sea la que derribe la autoconsciencia, rezando sin fe para que sea la que me tumbe). Hastiado de recibir empujones, pisotones, zarandeos e incluso un puñetazo accidental en un pómulo sólo por querer ir al baño. Si no fuese porque esos de ahí son mis amigos, a los que quiero tanto y que inexplicablemente me quieren tanto a mí, si no fuese porque esos otros son los amigos de mis amigos, a los que veo tan tristemente poco, a los que echo de menos en cuanto se van, pensando en lo poco que he hablado con ellos distraído por mi astenia que no es astenia, por mi empanamiento innato, por mi cruzada autodestructiva que me resbala para desconcierto de espejos y odio retinal, si no fuese por todo eso, renegaría de bares, de locales, de aglomeraciones, de masa social... y moriría de aburrimiento.

El viernes fue diferente. El viernes estaba aún más cansado, y no había plan. Así que montamos, un amigo y yo, uno que no por ser de circunstancias era menos deseable: Vinimos a casa, a intentar diezmar en lo posible el armario-bar (es que no es un mueble, es un armario), a intentar devolver a un estado razonable a esta casa de locos en la que, inexplicablemente, cada vez queda más alcohol. Y mientras, cenar comida rápida y ver películas. Y vimos The Hire de BMW Films, esa orgía de Clive Owen, BMWs y directores de lujo, repitiendo el capítulo Star, con ese glorioso Guy Ritchie demostrando en ocho minutos que aún le queda ese don que yo ya temía quemado, demostrando que su mujer, Madonna, es genial interpretando la versión más odiosa de lo que podría ser ella misma. Y vimos El secdleto de la tlompeta, y aún nos dura la risa recordando a la pareja de Telefónica. Y vimos 1941, y aún nos duele el estómago (aparte de por la inútil tortura de hoy, estas mil copas que han fallado en blanco en pleno) recordando a los temibles guerreros ninja disfrazados de arbolitos de navidad y a John Belushi persiguiendo y derribando inexistentes Zeros japoneses sobre los cielos de Los Ángeles.

Dormí bien, dormí mucho, a pesar de meterme en un debate político con otro vociferante neofascista que pretendía estar dando argumentos (o un bonito y riguroso catálogo de falacias lógicas, según se mire) justo antes de irme a dormir (definitivamente fue una mala idea. Aunque hay que repetirla, porque alguien tiene que llevarles la contraria, porque alguien tiene que defender la cordura). Me desperté escamado, desconfiado, cauto. Temeroso de presagios que se formulaban en la ausencia misma de los presagios, en el buen tiempo, en el sol azulísimo, en la perfecta nube que adornaba el cielo sobre mi ventana. Pasé mucho tiempo en la terraza, que me relaja, con su vista de edificios euclídeamente obedientes, con su muestrario de amarillos, naranjas y blancos que tan bien encuadran la fractura rectilínea y poligonal del cielo. Y se cumplen ahora, uno por uno, aldabonazos que firman un fracaso que ni siquiera comprendo, que no alcanzo a entender. El enemigo ya no tiene nombre, el enemigo vuelvo a ser yo. O tal vez sólo esté cansado, pienso, haciendo acopio de toda mi cobardía. Tal vez sólo necesite quejarme, llorar mis pisotones, mis cardenales, mis heridas de guerra del bar abarrotado, el dolor egoísta y absurdo de otra noche de cama tan vacía.

Voy a concentrarme en eso, a aferrarme a esa explicación tan fácil. Ayuda saber que es la cierta, que no soy nada original. Ayuda saber que cuarenta segundos después de darle al botón de enviar (mas lo que tarde en mi cruzada política, tiempo indeterminado, inexistente, imprescindible) estaré inconsciente, soñando sin soñar sueños comatosos, olvidados, inadmisibles. Ayuda saber que mañana me despertaré, leeré esto y menearé la cabeza, que luego iré al baño y mi reflejo me dirá, condescendiente y piadoso, que tenía razón, y que simplemente estaba cansado. Y sabré con absoluta certeza que tengo razón, tan bien como sabré también con absoluta certeza que no la tengo.

9 comentarios:

  1. david dice:" Y sabré con absoluta certeza que tengo razón, tan bien como sabré también con absoluta certeza que no la tengo"

    Y yo digo... sigue alimentándome con minúsculas paradójas. ay

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  2. Haga su comentario....carajo y que comento, que estás peor que yo y ya es decir mucho, que seguro no es para tanto cuando seguro que si lo es, que mañana será otro día o tal vez no, quién sabe.
    Lo que si es seguro es que a las 7.43 AM de un domingo no somos ni muy cuerdos ni muy objetivos.
    Por cierto, no sabia que eras matemático...disculpa mi intrusismo del otro día, disfruto metiendome donde no me llaman, ya ves!!

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  3. Eres la ostia! Osea que cuando soy yo la que monto los planes tienes esta forma tan literaria de decirme que son deprimentes!!!
    XD
    El enemigo se llama resaca, astenia, cansancio, rutina...y si te pones a pensarlo puede tener mil nombres querido pero el enemigo nunca eres tu.

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  4. Pip, la física cuántica, que es una gran maestra. Y que a veces ser contradictorio es la única forma de ser preciso. O de intentarlo, al menos.

    MoMe, para tanto no es, desde luego. Pero debe ser como el típico raspón tonto, que no es nada, pero jode como una amputación.

    La cordura no tiene horarios... y tal y como duermo últimamente, esa hora es tan mala como cualquier otra para hacer autoevaluaciones.

    Además, ciertos demonios son de natural noctámbulos. Es lógico retratarlos de noche (o amaneciendo)...

    Lo de la intrusión ¿qué intrusión? Tampoco es que hayas intentado demostrar con un teorema que 2 x 1 no es 2... iba a ponerme ahí a criticar en plan salvaje la inexactitud, pero al final fui bueno y me quedé calladito. Aunque anda rondándome la posibilidad de llevar el juego al límite y responderte con las consecuencias que saldrían de que 2 x 1 no fuese 2, ji ji. Reza por que no me aburra mucho mañana.

    Vero, el plan no era deprimente. Ni mi vida lo es. Ni nada. Pero...

    (el Patterns in the Ivy de Opeth responde por mí. Recuérdame que te la haga escuchar, si alguna vez decides hacer un alto en tu cruzada de negación eterna)

    Y yo sigo pensando que el enemigo está dentro.

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  5. t debo una respuesta, ayer tampoco pudo ser... voy a ponerme a ello. Espero q hoy estés mejor!

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  6. (Léase cantando)

    Tu primer blog.

    Tu primera astenia.

    Tus primeras pajas mentales.

    Tus primeras idas de olla.

    Tus primeros aplausos.

    Tu primera colooooonia Chispas.

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  7. Supongo que otro día podré verle la gracia.

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  8. Oye, tú. Respeto que en este momento no quieras hablar pero no puedo esperar a mañana para reñirte.

    1. Yo no te voy a dar consejos inútiles y resabiados sobre 'ver lo positivo' ni leches. Yo te digo que toda esta vomitera que has escrito, por muy saludable que pueda resultar para quienes las escriben (escribimos) es básicamente palabrería hueca y poco aprovechable. Ya lo has escrito, ya nos lo has expresado. Mastícalo bien y no hagas tiritas de ello. Las tiritas se caen cuando te das una ducha. Aguanta el escozor, espera a que aparezca la costra y a que se caiga. Todo a su debido tiempo.

    2. Si vas a buscar refugio en algo, búscalo en el lugar más adecuado, pero hazlo. Cuando cae una tormenta de granizo, ¿a que no te pones debajo conscientemente?

    3. Por favor, no vuelvas a responderme con una bordería cuando trato de darte otro punto de vista. Si yo te digo que en mis días chungos hablo con la gente, la respuesta adecuada no es 'felicidades'. Sé, probablemente tan bien como tú, qué es el hundimiento, por eso quiero hacer lo posible por quitártelo de encima. Puedo ser un solete, pero algunas cosas me joden.

    Nada más. Te quiero.

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  9. eh q tu flog no me deja... me odia o algo, pero t respondo aquí: estoy haciendome experta en diferenciar fotos hdr de un vistazo. y hace unos meses ni sabía q existían... cuánto aprendo!!

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.