6.11.06

Manipulador

Había un libro de Frederick Forsyth que se llamaba así, El Manipulador, y yo no soy Sam McCready, qué más quisiera yo, pero por lo visto tengo mi arte cuando me pongo a manipular.

Este fin de semana, en teoría, no iba a pasar nada del otro mundo. Como mucho salir por aquí algún día, algún baile, alguna copita, alguna cena con algo de suerte, y ala, a por otra semana. Pero a mitad de la semana pasada decidí que tenía que ir al pueblo este fin de semana, por un par de razones que no vienen al caso. Y me dije yo ¿no sería más divertido si consigo que vaya más gente? Y a ello me puse, y al final conseguí que cinco personitas que en principio no tenían ninguna intención de ir acudiesen al monte en el fin de semana más lluvioso y desagradable para los domingueros que recuerdo de este año (el de la nieve no fue, ni de lejos, desagradable. Ni lluvioso, claro). Algunos habiendo trabajado el sábado por la mañana, otros arrastrando estoicamente contracturas en la espalda, consecuencias del salvajismo deportivo y de los oídos sordos a mi incesante consejo (¡que el deporte es maaalo, hacedme caso!), otras ayunando y teniendo que conformarse, el sábado, con comerse el pincho de chorizo frito que nos pusieron con unas cañas vespertinas.

Yo mientras hacía chocar mis dedos en modo Señor Burns y musitaba "excelente, excelente".

Y excelente ha sido el fin de semana, sí. Al final el viernes estábamos solos Juanito, que forma parte de esa conjura de Juanes que renuncian a actualizar sus blogs por cuestiones filosóficas, y yo, y un par de botellas de whisky a las que consolamos de su peso como pudimos. Y en mitad de la noche hablamos de irnos al día siguiente a echar unas fotos a la sierra, yo pensando en paisajes desde lo alto, en ruinas y en nubes gloriosas y puestas de sol de esas épicas... pero cuando al día siguiente miramos por las ventanas había una niebla espesísima y llovía como se supone que debería llover en otoño: a conciencia. Y meditaba yo sobre mi puesta de sol y mis panorámicas cuando me llegó un mensaje de Juan, ¿a qué hora quedamos para lo de las fotos? Pues bueno, si no podían hacerse fotos como esas, se harían otras fotos. Así que tocó sesión fotográfica de árboles y niebla, y terminé yo contentísimo. Fuimos a celebrarlo con unas cañas, y terminó llegando allí casi toda la gente víctima de mi invocación, y al final acudimos allí todos a cenar. Riquísimas las setas, delicioso el vino, increíble la carne, y la compañía, qué se puede decir de la compañía. Que con gente así te comes un boquerón en vinagre y la cena ya ha merecido la pena.

Después tocó sesión de reparto atrasado de regalos de cumpleaños, libros, alguna película y algún calendario pero siempre hay libros de por medio, lo cuál está muy bien porque todos tienen delante esas hojitas que a estas alturas sospecho que los editores ponen para que la gente, cuando está muy borracha, pueda escribir dedicatorias de esas que luego leídas a la luz del sol y pasada la resaca le pongan a uno la cara de colores.

Y tertulia, y futbolín, y gente que se acoda en uno para debatir, y fotos, y gente que se queja de tanta puta foto y sácame la cámara de la cara ya, y copas que caen y que renacen para volver a caer, y luces que se van apagando, música que va bajando el tono hasta desvanecerse en el puro rumor de la lluvia y caminar hacia la cama escuchando el repiqueteo del agua contra el paraguas y contra el suelo, e intentar esquivar las regueras y los charcos sin nada de éxito, como se pudo ver bien al día siguiente, tras despertar con esa felicidad que da el dormir acunado por la lluvia, y encontrar los calcetines aún empapados.

Gran fin de semana.

En otro orden de cosas ya tengo somier en casa. ¡Yuhu, ya no duermo en el suelo!

7 comentarios:

  1. Jur! cumplo dos requisitos, trajé el sábado por la mañana y ayuné por tu culpa (eso y lo de sacame la cámara de la cara XD)...pero mereció la pena :)
    A veces hasta me encanta que me convezcas de las cosas! ;P

    ResponderEliminar
  2. Pues ya sabes, pa otra vez tú cuando yo diga de hacer algo hazme caso ;)

    Y no ayunaste por mi culpa. En ningún sitio se decía que no pudieses comer al salir del curro o por el camino, pedorra. Es más, confesaste, cuando el alcohol te aflojó la lengua y te hizo sincera, que te habías comido dos pasteles en tu casa antes de salir para el pueblo :P

    Y te dejamos todos los choricillos, casi, y casi todos los torreznos de las tapas XXL que nos pusieron en el Asador. Con lo que eso nos cuesta, que bien lo sabes.

    ResponderEliminar
  3. Pues yo me he enamorado (de momento)de esta foto. Ya sé que ya lo sabes, pero es lo que tiene el amor sincero... no te cansas de proclamarlo aunque peques de jodia plasta ;P

    Y aunque mi fin de semana me ha gustado muy mucho, te explicoteas de tal forma que hasta me das envidia. Principalmente por eso de los choricitos fritos hmmm ¡qué hambre!
    Me voy a cenar.

    ResponderEliminar
  4. Ya sé, que posiblemente no te guste esto que te digo. Pero la foto tiene más vida en tu fotoblog. Aquí con el fondo gris pierde nitidez y los colores no son tan bellos. Se ve menos cálida, más fría, y el gris perla del fondo, no es tan perla.
    Siento ser tan sincera. Así lo veo yo desde aquí.

    ResponderEliminar
  5. Pip, te comprendo. Yo mismo siento envidia de mí mismo (ejem) cuando leo lo de los choricillos y los torreznos. Qué cosa, el comer.

    Y tú (no voy a decir yo que me confundo), ni me gusta ni me disgusta, pero la foto ES del fotoblog, de hecho si haces click sobre ella sale el fotoblog. Sale aquí pues para ambientar y para que quien sea tan perro de no pasarse por allí de vez en cuando a ver las obras maestras que pongo vea lo que se pierde.

    Pero los colores me temo que son exactamente los mismos porque es la misma imagen, tal cual. Lo único que cambia es la resolución y el entorno que, yo, de todas formas, veo también gris en el fotoblog.

    ResponderEliminar
  6. Tal vez no me expliqué bien. De acuerdo es la mismas imagen con los mismos colores, la he pinchado 3 o cuatro veces para ver las diferencias que causa en este fondo gris de este blog y en el fondo blanco del fotoblog, y resaltan más en el fondo blanco, está la imagen más viva. Los amarillos brillan más, tienen más alegría, diría casi perfecta como en el momento de captarla en el lugar con la niebla.
    Lo que he querido decir es que una misma imagen colocada sobre superficies de diferentes colores, la puede dar vida o dejarla más tenue.

    ResponderEliminar
  7. La verdad es que si que fue un buen fi de semana. Me alegro de poder haberlo compartido con vosotros.

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.

Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.