4.5.06

Miedos infantiles / flores

Hoy toca algo en dos partes, y así me redimo por no haber escrito nada ayer (estuve ocupado con un ataque de apatía, unos cuantos correos electrónicos, algo de trabajo y la parte segunda de esto que escribo hoy), así al estilo del Last Chance To Evacuate Planet Earth de Porcupine Tree. Primero la historia infantil (solo que la mía no es una historia de amor) y luego algo más instrumental, si es que eso existe en la literatura (aunque no tenga que ver con sectas suicidas).

1. Miedos infantiles

No era a la oscuridad. Recuerdo que cuando era pequeño veía películas en las que otros niños le tenían miedo, y dormían con una luz encendida, o tal vez la puerta del pasillo abierta y a luz encendida en él. "Genial", pensaba yo, "así cuando vengan los malos no irán por ahí tropezándose". Además yo veía un poco absurdo dormir con la luz dada si una vez dormido yo, desde luego, no iba a ver otra cosa que mis sueños, para los que no hace falta luz.

Como mucho podría tenerle algo de miedo a los bichos, pero yo tenía bastante claro que aquellos monstruos no poblaban la oscuridad ni los rincones, sino mi mente, y que en realidad no estaban allí. Pero como era hijo único y siempre me gustaba jugar solo, fingía que eran reales, y actuaba a veces como si estuviesen allí. Por ejemplo cuando dormía muchas veces me apretaba en un lateral del colchón, para que el ser que se infiltraba bajo mi cama no me empalase si le daba por clavar estoques (no sé por qué pero eran estoques: demasiado largos para ser cuchillos, y demasiado estrechos para ser espadas) hacia arriba a través del colchón. O dormía de cara a la pared para que pudiesen pasearse por la habitación sin preocuparse de si les veía o no.

Es curioso porque hablo de esto como algo de mi infancia, pero a día de hoy sigo actuando igual. ¿Nunca has tenido la impresión, aunque no hubiese nadie alrededor, de que alguien pronunciaba tu nombre? Bueno, yo sí, y suelo contestar. Por educación, supongo. Y recuerdo que no hace demasiado un día llegué a casa y sentí que había alguien más allí; tuve la impresión, fortísima, vívida y absolutamente paranoide de que había alguien más en casa. Así que dejé la puerta abierta y haciendo bastante ruido fui al cuarto de baño, donde pasé un rato más largo del necesario. Luego fui a la cocina, cogí un cuchillo (de hecho mi cuchillo favorito. ¿Todo el mundo tiene un cuchillo favorito?), recorrí la casa desde el fondo hasta la puerta, y ya confirmando que la casa estaba vacía cerré la puerta.

No se trata sólo de jugar con esas impresiones, con esos inventos de nuestra fantasía. Se trata de dejarles un margen, de no terminar de negar su existencia. Yo hice eso para que quien estaba en la casa supiese que yo había llegado y pudiese salir. No deja de ser curioso que tenga este respeto con entidades que sé que son inventos míos, pero tenga tan mala leche con los inventos de los demás (estoy pensando en Dios).

Recuerdo también que una vez, siendo yo muy pequeño, tuve miedo, creo que de una película que por la edad con que la vi y lo impresionable que era yo es de las cosas más aterradoras que he visto nunca por una pantalla. Era una peli en blanco y negro de dinosaurios y cavernícolas en la que no se hablaba, y la banda sonora consistía en una serie de golpes y chasquidos. Pues bien, no sé si ese día u otro yo estaba en el cuarto de estar con mis padres, y como yo me tenía que ir a dormir me mandaron a lavarme los dientes: Un paseo de dos metros a oscuras desde la puerta del cuarto de estar que teníamos entonces hasta el baño. Y yo dije que me daba miedo. Así que mi padre me dijo que no tenía nada a lo que tenerle miedo, y que para confirmarlo me recorriese la casa sin dar una luz. Yo puse cara de pena, salí por la puerta y esperé mientras pensaba mentalmente cuánto tardaría en llegar al salón, cuanto en cruzar el pasillo, cuanto en llegar a la terraza, y luego marcha atrás, así que cuando terminé mi paseo imaginario asomé la cabeza y dije que ya había vuelto (es la mentira más antigua que recuerdo haberle contado a nadie). ¿Y bien, había algo de lo que asustarse?, me preguntó mi padre. Y yo, claro, dije que no. Aunque yo podía poblar cada centímetro cuadrado de imaginaciones siniestras y susceptibles ante cualquier invasión de su oscura intimidad.

Pero ni la oscuridad ni esos monstruos de la fantasía me daban miedo. A mí lo que me daba miedo era lo que no era fantasía: El mundo real, y concretamente el mundo real tal y como yo lo veía a través de la televisión y de los libros de ciencia ficción que leía desde que aprendí a hacerlo. Y con lo que más desvelos pasé durante mi infancia fue (era jodido adivinarlo, lo admito) con la idea de que se desatase una guerra nuclear entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Así, como suena. Yo sabía qué era una bomba nuclear y qué hacía, porque leía revistas que lo explicaban con todo detalle, y sabía también qué arsenal tenía cada país, y que había de sobra para terminar con la vida de todo el mundo varias veces. Así que soñaba despierto con alarmas antiaéreas disparadas en mitad de la noche, con gente intentando refugiarse en sótanos, con levantar la vista y ver el cielo cruzado de estelas brillantes que lo recorrían de lado a lado en la oscuridad de la noche, anunciando el fin del mundo. Y esta última fue una imagen que me persiguió durante muchísimo tiempo, hasta que un día me puse a pensar en el tema con unos conocimientos recién aprendidos de geografía. Resulta que según como yo me lo imaginaba, los misiles cruzarían el cielo en dirección norte-sur y sur-norte, pero Estados Unidos pillaba al Oeste y Rusia al este, así que tendrían que ir en la otra dirección. Después de tanto tiempo imaginándome el apocalipsis así, no pude verlo de la otra forma, así que descarté el mío por imposible y me quedé tan contento.

(nota al margen: La foto anterior no es mía, por primera vez en mucho tiempo. Pero es que no tengo la posibilidad de hacer una foto como esa... aunque ahora que lo pienso podría poner Dr. Strangelove y hacer unas cuantas fotos de la parte final, pero eso tendría que ser más a medio plazo... Lástima que no lo pensase anoche)

2. Flores

Si quieres que la gente te mire, compra un ramo (no hace falta que sea grande) de margaritas lilas y métete en la Renfe con él. La gente te mira con curiosidad, con envidia, te sonríe, te pone ojos como platos, te hace hueco para las flores o se dedica a intentar aplastártelas: Todo un mundo nuevo de reacciones humanas, la sociedad entera trasladando sus modos habituales de conductas a un contexto nuevo, el de un miembro de su tribu de urbanitas que de pronto recorre el tren con un ramito de flores, para más inri lilas.

Pero claro, si quieres arrancarle una sonrisa a una amiga que está teniendo un día de mierda, en mitad de un día gris y lluvioso (sobre todo si ella no comparte mi punto de vista sobre la lluvia), preséntate en su parada del autobús con un ramo de margaritas lilas. Y si lo haces probablemente luego estés de acuerdo conmigo en que uno nace para tardes como la de ayer, y que son cosas como esa la que terminan haciendo que uno sonría antes de dormirse.

21 comentarios:

  1. Eras un niño muy precoz, yo nunca le tuve miedo cuando era pequeña a las guerras, ni a las bombas atómicas. Ahora, en la actualidad prefiero no pensar en ello. Ese tipo de lectura estaba vedado en mi cole. Me evitaron malos ratos y malos sueños.

    Yo he tenido muchos miedos en la infancia y aun a pesar de a ver pasado muchos años sigo teniendo los mismos miedos. A la oscuridad sobre todo, pero ya lo llevo mejor. Hasta hace muy poco, cuando me quedaba sola en la cama, mi pareja dejaba la luz encendida, por si me despertaba, que no tuviera sobresaltos. Si me despierto en la noche para ir a hacer pis, lo primero que hago es mirar tocando si tengo compañía, si la tengo no hay problema, pero si estoy sola, doy la luz para ir al baño.

    A mi no me gusta mirar hacia la pared cuando duermo, quiero ver con quien estoy y si entra alguien quiero saber quien es.
    Los sustos son menos sustos si te vienen de frente.

    ¿Por qué pensabas que podías ser empalado, por alguien que había bajo tu cama? ¿Tuviste algún atentado sexual de pequeño? Es una pregunta muy atrevida, estas en tu derecho de no contestar, lo entenderé.

    Sobre las flores, a mi me gusta que me regalen flores, pero no me imagino a mi chico con un ramo en el metro o en el tren. La vedad, me parece algo ridículo jajaja.

    Las flores han de comprarse lo más cerca de casa, así no te verán como un bicho raro. o también, hacerlas llegar por el florista.
    Unas flores muy bonitas las margaritas moradas. ¿Llevabas tú ese ramo para una amiga?

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  2. Pues no, mi padre me quería y me quiere mucho, pero nunca llegó a mostrarme su amor mediante la sodomía v_v Lamento frustrar tu bonita hipótesis pero nadie abusó de mí de pequeño.

    Respecto a que la gente me mire como a un bicho raro por llevar flores en el tren, la verdad, no me preocupa en absoluto. Sobre que te parezca ridícula la idea, bueno, no lo comparto. A mí me parece inusual, pero si veo a alguien llevando flores no le señalo y me río, pienso que alguien va a tener un detalle bonito con alguien, y eso me gusta. Yo que tú me miraría ese miedo al ridículo, o me plantearía por qué algo como una persona con un ramo de flores te lo parece.

    Y sí, soy un bicho raro, y a mucha honra. Pensaba que ya había quedado claro.

    Y empiezo a odiar profundamente a Rincewind por tenerme como el primer link de su blog, y tener luego su blog en su firma en Hituero.

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  3. Ehhh, nadie ha dicho nada sobre tú padre, que quede claro.
    Te enfadas por cosas sin importancia. Te has alborotado un poco. Siento haberte hecho enfadar, de verdad, lo siento, solo quería hablar, no más.

    Pues sí, yo tengo mucho miedo al ridículo, y es algo que no he superado, y creo que me iré con ello al otro mundo.

    No debes de odiar el que yo haya tenido acceso a tu blog, creo que sabes perfectamente quien soy, y sabes que soy inofensiva.
    Si ofendo es sin querer, pero no te preocupes, a partir de ahora, tendré cuidado cuando haga preguntas. Pero tú puedes no contestarlas. Si tú me haces una pregunta y no lo veo oportuno contestar, simplemente te diría no sabe no contesta. Venga, no te enfades, que te pones muy feo.

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  4. Tenía que haberlo averiguado joer... mira que era fácil.
    La verdad no pensé que fueras lo bastante mayor para temer a la III guerra mundial nuclear y definitiva.
    Yo tenía calculado el tiempo que se tardaba en llegar a la línea 6 del metro de Madrid que decían que era un refugio antinuclear y mi mayor temor era que mis pobres y ancianos padres (entonces jóvenes aún)no pudiesen correr tantísimo como yo.
    Bueno ¿te apetecería ver la reacción de los usuarios del cercanías subiéndote al tren con un perro de 50 kilos?

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  5. Pues , para ahorrarnos trabajo a tus admiradoras deberias poner el enlace en tu firma del Hituero.
    Eso te pasa por ser raro e interesante :D

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  6. Primero la parte desagradable...

    59 latidos:
    > Ehhh, nadie ha dicho nada sobre tú padre, que quede claro.

    No, sólo que si he sufrido "atentados sexuales" cuando era un crío, que donde va a parar, es una pregunta cualquiera, típica en la conversación de dos desconocidos cualesquiera. Claro.

    > Pues sí, yo tengo mucho miedo al ridículo, y es algo que no he superado, y creo que me iré con ello al otro mundo.

    Una cosa es tenerle miedo al ridículo, y no pasearse por los transportes públicos por culpa de ellos, y es algo muy íntimo y muy respetable, y otra muy distinta es juzgar a los demás, opinando que todo aquel que lo haga es ridículo, que es lo que tú has hecho. Que me parece estupendo, es tu opinión, pero en mi opinión es algo que no habla precisamente bien de ti. Yo no voy por ahí pensando mal de la gente que hace las cosas que yo no me atrevo a hacer, y si lo hiciese tendría que preguntarme, como deberías hacer tú: ¿por qué?

    Y por favor, ahórrame la respuesta. Si te apetece contárselo al mundo monta un blog, y que lo lea quien quiera.

    > creo que sabes perfectamente quien soy, y sabes que soy inofensiva.

    Eso raya el narcisismo. No sé quién eres.

    > Si tú me haces una pregunta

    Nunca te he hecho una pregunta. Una cosa es que las haga, y las escriba aquí, otra que utilice la segunda persona del singular, y otra bien diferente que te las haga a ti.

    Y si no ves oportuno contestar no contestes "no sabe/no contesta" (gran película argentina), joder, no contestes y todos felices.

    Y me enfadaré cuando me salga de mis santos cojones. ¿Contenta?

    Y ahora la parte agradable.

    Pipilota, tú siempre podrás azuzarles a Dante. Por lo menos les vas a asustar. ¿Te dejan meterlo en el metro?

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  7. Asustar Dante?... ºoº pues si, puede que si.

    No, en el metro no, pero en el cercanías si.
    Ay si lo hubiera sabido cuando trabajaba en la calle Barquillo, cuantos paseos nos hubiéramos ahorrado.
    Lo que pasa es que no lo he hecho nunca y me da por pensar que lo mismo, en vez de seguirme como hace siempre, le de por quedarse en el andén y no consiga que suba a tiempo... y le dejo a tu imaginación el resto :(

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  8. Pues a mi me ha gustado lo de los miedos y las flores en la renfe. Y estoy de acuerdo en que ese tipo de cosas son las que te hacen sonreír antes de dormirte.
    Deberias de ver las cosas que pasan cuando te paseas por un aeropuerto con un regalo cerrado enorme! es todo un estudio antropológico.

    Y no lo puedo evitar, me remito a mi comentario sobre simios que son personas. Creo que los Derechos son de hombres, y para hombres. Y no solo derechos, sino tambien obligaciones. Y ante eso, cabe decir que no es que los simios tengan derechos, sino las personas tenemos la OBLIGACION de respetarlos, protegerlos, y perpetuar su existencia. Soy amante de los animales, pero por supuesto que creo que nuestra dignidad humana nos hace más que animales, porque si bien nuestra naturaleza es animal, es tan animal como la de los cerdos por ejemplo (a los que al parecer tenemos más similitud genetica), es tambien vegetal,como un cactus o un almendro (aunque de nuestras funciones vegetativas ni se habla, tal vez por ser un poco aburridas) y así hacia abajo... pero la inteligencia no es solo inteligencia! somos racionales! lo que quiere decir que somos mas que funciones, impulsos, emociones, imaginación, que son sentidos propios de la mayoria de los animales, incluidos los simios,los humanos somos mucho más! ademas tenemos capacidad de decision, de trascender, de escribir en un blog todo lo que pasa por mi cabeza! y si no... que venga un simio y me lo diga! jaja. Y no puedo evitar indignarme de que tenga derechos un simio y no tenga derechos un niño que esta apenas por nacer, por ejemplo, o mas derechos que un inmigrante sin papeles,que ha perdido en la patera antes de llegar a tierra, o que un niño pobre que muere de hambre. Y no se porqué sigo con este tema, debe ser el dia lluvioso, que me da por reclamar. Creo que mejor me concentro en otra cosa. Quiero unas margaritas.
    Lilas.

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  9. No sé cuánto tiempo de tu vida habrás dedicado a observar a un gato, pero creo que no ha sido el suficiente :P

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  10. Cuando estaba chiquita si dedique laaaargos ratos a observar varios gatos.. El que mas me gustaba era rosa :P
    Dios, necesito sol!

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  11. ¡Quesito de friquitrivial para el engendro!

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  12. joer que memorión sus gastáis.

    ¡Clerks! madremia.

    Si la tuviera me iría a verla ahora mismo.

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  13. Pues yo siempre he tenido entendido que, en contra de lo que opina el cine, a las chicas no le gusta que le regalen ramos de flores. Este argumento no ha surgido de una tacañería inexistente en mi, más bien de la opinión de varias chicas que he conocido. Claro que muy bien podría ser su respuesta "no me gusta que me regalen flores (si me las regalas tú)", no sé.

    En cualquier caso, siendo este un mundo tan miedoso, creo que es bueno asegurarse de que a quien le regalas el ramo no le tenga miedo al ridículo (sí, sí, es ridículo tener un ramo de flores :o ).

    En fin, hay cosas que me siguen pareciendo tan surrealistas del mundo en el que vivimos... cosas que dan miedo.

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  14. @David:
    >> Y empiezo a odiar profundamente a Rincewind por tenerme como el primer link de su blog, y tener luego su blog en su firma en Hituero.

    Oído barra!!!

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  15. Ayer dije en un mensaje que ha sido eliminado, o no lo encuentro, que no volvería a entrar. Si he entrado por última vez es porque una amiga me ha pedido me disculpe. Lo siento, mi intención no era molestarte. Si he invadido tu intimidad te pido perdón por ello. Yo pensé que cualquier persona podía tener acceso a entrar. Yo no vi ninguna llave y simplemente empuje la puerta, se abrió y me instale un ratito.
    Entre y me equivoqué. Te pido por ello perdón.
    Pero de verdad, pido perdón por algo que hice sin mala intención. Veo que te molesto y te enfadaste, no era mi intención ofenderte. Lo siento de verdad.

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  16. Pero ¿cómo lo vas a sentir de verdad si esto es un simple blog? Pero ¿qué pantomima es esta de quedar bien de manera tan falsa y no atreverse a ir con flores por qel qué pensarán? ¿No te das cuenta del ridiculo que haces diciendo que una amiga te ha dicho que pidas perdón y viniendo a soltar esta retahila de sandeces propias de un niño pequeño que no es todavía consciente de que las palabras que dice son analizadas por sus interlocutores?

    Vamos, que como digo no te atreves a ir con flores lilas y luego le preguntas a alguien que no conoces si su padre abusaba de él. Ay, lo siento, no era por molestar, claro, porque tú cuando vas a pedir un billete de metro dices "oiga, me da un billete de metro? Uy, tiene mala cara, ¿abusó su padre de usted cuando era niño? Tu concepto del ridiculo es bastante turbante y retorcido, a decir verdad. Y encima después de eso, tienes las narices de venir a intentar quedar como una señora de buena fe. Pues que sepas que las señoras y señores de buena fe, cuando alguien tiene un problema lo que hacen es estar al lado del otro, no a preguntear morbosamente qué ha pasado. Porque a ti en verdad te la suda la razón del juego de David con sus bichos invisibles, a ti lo que te mueve es el puro morbo de sabr de alguien ha sido violado cuando era niño, y que encima lo conoces, de que lo lees en un blog. O incluso más, si hacemos caso a tu narcisista mensaje.

    Y si de verdad te consideras persona de bien y te sientes tan desdichada por haber molestado, cierra a puerta al salir, y aunque me oigas desvariar aquí dentro no se te ocurra volver a entrar, porque como ya sabes, no eres bienvenida. Aunque ese morbo enfermizo que te mueve a preguntar cosas tan surrealistas te diga que entres a preguntar o defenderte, no lo hagas, porque aquí no hay sitio para ti, ni siquiera queremos que mires por la ventana. Si eres una persona de bien, y lo sientes tanto como las palbras que te llenan la boca de falsa humildad dicen, sabrás que lo que tienes que hacer es marcharte para no volver.

    Una cosa más. Una puerta cerrada sin llave no significa que puedas entrar en una casa y llevarte lo que te salga de los cojones. ¿O es que somos animales que no entendemos que hay gente con buena voluntad y que cree en la bondad de los demás tanto como para dejar su casa abierta sin temor a que alguien le robe? Por suerte algunos todavía entendemos que una puerta cerrada sin llave no significa que no da vía libre para entrar como pedro por su casa sin preguntar antes si se puede entrar.

    La próxima vez búscate una mejor excusa para tus disculpas.

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  17. Pues yo también pensaba en eso de las guerras cuando era pequeña, pero no con tanta documentación. A veces me imaginaba que volvíamos a la época de la que a veces hablaba mi abuela, o que pasaban las cosas que veía en algunas películas.
    Pero vaya, mis temores eran más infantiles. Como... no sé, los espíritus, o los muñecos que de pronto adquirían vida propia y cuando yo no miraba se movían, y luego me giraba y hacían como si no. Y cosas así :-/

    Y sobre las flores, dejando a un lado eso tan subjetivo como es el sentido del ridículo, a mí no me atrae lo de que los hombres regalen flores a las mujeres por lo que tiene de tradicional y de clásico y de etc, y porque puestos a regalar, las plantas son más bonitas y están vivas. Pero en el caso que describes, pues tiene que haber sido genial recibirlas (y regalarlas ^_^).

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  18. Me parece estupendo que la gente regale flores.

    ¿Los hongos son flores? Lo digo porque me tengo que deshacer de la cortina de la ducha y no sabía si regalarsela a alguien o si rociarla con napalm directamente. Bueno, más que hongos son setas, hay veces en las que me parece oir risitas de gnomos y todo.

    Y debajo del wc tengo un cultivo biológico en toda regla, cuando querais os invito a que vengais a rebañarlo con una cucharilla de postre.

    Como dijo alguien , se pierde lo que no se regala.

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  19. Me ha sorprendido lo del miedo a la tercer guerra mundial, porque yo que soy un poquillo más joven, pues tuve mis problemas con la guerra del golfo, porque de la guerra fría ya no me enteré. El caso es que me pasaba algo parecido, una noche empecé a llorar sin parar en la cama hasta que mis padres me oyeron y vinieron a preguntar qué me pasaba, y cuando les dije que tenía miedo a la guerra me dijeron que eso estaba muy lejos. Una gran excusa claro que ahora se sigue empleando para otras cosas... En fin que esto no me tranquilizó demasiado sobre todo teniendo en cuenta que habían colgado un mapa de Irak en el salón que si no recuerdo mal desapareció al día siguiente de mi berrinche, afortunadamente...
    Sobre las flores, me encantan, y no me siento ridícula con un rama en medio de la calla, más bien tengo una sonrisa de tonta enorme que no puedo hacer desaparecer, y quién diga lo contrario igual es que nunca le han regalado flores...

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.