Creo que ha llegado el momento de que me replantee qué es este blog, para qué sirve, qué significa y qué va a pasar con él a partir de ahora.
Esto empezó siendo un lugar privado que no conocía ni dios excepto tres o cuatro amigos. Algo muy restringido y muy ignorado, donde no había ningún problema en contar cualquier cosa, porque la contaba a gente con la que tenía confianza y que me caía bien.
Pero claro, es un blog abierto. Empezó a subir el contador de visitas, y un buen día empezó a llegar gente que no conozco. Amigos de amigos, muchas veces. Bueno, tampoco importa, no me conocen, y los amigos de mis amigos no pueden ser mala gente.
Y ahora hemos llegado al punto en el que ya no sólo entran los amigos de mis amigos. Entra gente que va por Google buscando vete a saber qué (sadicas, fotos, batalla, cartas, furgoneta, cama, ectétera. Y primera señal de peligro, ¿qué hace la palabra "hituero" metida en esa lista?), y peor, gente que llega a traves de hacer click en una página a la que pueden llegar, sin ningún control, desde la página de algún foro. Total, que ahora ya entra gente a la que no puedo considerar ni amigable ni querida, porque son desconocidos, y a los que a lo mejor no me apetece contar las cosas que, en otras circunstancias, contaría a la gente con la que sí tengo confianza. Y aún peor, entra gente que supone que me conoce. Los he visto, y supongo que te he hablado de ellos. Te leen en tres o cuatro sitios, y asumen que sabes cómo eres. Como a lo mejor nos leen no debería decirte que opino que hay gente por ahí que parece que tiene algún tipo de tara mental que le impide comprender cualquier cosa que yo pueda decir (estoy pensando en una psicóloga medio facha y gran fan de Nietzsche y gente por el estilo), pero a la que esa tara hace pensar que naturalmente que me conocen y me comprenden. Claro. Porque han leído tres o cuatro opiniones mías, porque tal vez me conozcan de vista, porque, en definitiva, son gente lista, sabia y que está de vuelta de todo, y yo tengo que encajar en sus bonitos esquemas.
Tenemos que afrontar que hay gente lee esto sin pararse a pensar por qué yo no di esta dirección en aquel foro, y que tal vez fuese para que las respuestas de aquí no se conviertan en alegres conferencias sobre circunstancias de su vida que a mí no me interesan en lo más mínimo o en imitaciones de chats para matar el tedium vitae. Mea culpa por contestar, y mea culpa, que podría restringir las respuestas a usuarios de blogs... pero entonces me perdería las de un buen puñado de gente a la que quiero un montón.
Así que pienso qué hacer. ¿Cierro el blog? Tranquila, no me apetece. ¿Le cambio la dirección sin avisar más que a un puñado de gente? No serviría de nada, ahí está Google para encontrarnos en unos cuantos milisegundos. ¿Empiezo a escribirlo en inglés? Te juro que me lo he planteado. Así que creo que lo que voy a hacer va a ser seguir como si tal cosa, pero con dos cosas bien presentes: La primera, que no tengo por qué responder a quien no quiera responder, y quien quiera entender que entienda, y de todas formas la cantidad de respuestas que van llegando me están complicando bastante el poder responderlas, si quiero trabajar algo a lo largo del día. Y la segunda, que si bien cualquiera tiene el derecho de escribir lo que le salga de las narices como respuesta, que para eso hace click y le sale una ventanita para hacerlo, yo, que soy el dueño de esto, también tengo, a mi vez, el derecho de pulsar el botoncito que borra las respuestas.
Entiéndeme, no es que no me guste leer a todo el mundo, ni mucho menos. Pero si hay gente con la que no tengo ningún interés en comunicarme en persona ni por otros medios, que los hay, no sé por qué voy a tener que hacerlo por aquí, si este blog soy más yo que cualquier otra cosa que haya por internet.
Y a quien pueda ofender, ya sabe que nadie le obliga a volver.
4.5.06
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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.
¿El google tambien te encuentra el blog si no lo tienes indizado?
ResponderEliminarDe todas maneras, lo de la gente desagradable entrando a tu blog, es la consecuencia final de mi política de linkar esta dirección desde los sórdidos foros de parafilias animales que frecuento.
Bueno, siempre entrarás tú para que piense que podría ser peor :')
ResponderEliminarDe hecho lo es cuando entras tú...
Que no, bobo, vuelve. Pero insúltame a los parroquianos, anda, a ver si los espantas.
hay que ver que mal llevas la fama jua jua jua.
ResponderEliminaryo te dejaría a Dante para intentar asustar a quien quieras, pero me da en la napia que para eso te las pintas solo, un par de ramalazos así en plan Fernán Gómez y te quedas más ancho que largo.
- ¡A la mierda! ¡Váyase ud. a la mierda! je je je
Te acompaño en el sintimiento.
¡Si yo ya tengo perro! Morder no muerde, pero mírale qué labia tiene... sólo tengo que convencerle para que se meta con la gente, en vez de conmigo.
ResponderEliminarAdiestrarlo un poquito...
¡Sit! ¡Cerijo, sit! ¡Tumbado! ¡Volta esquerra!
Qué entrada más tonta te ha quedado. ¡"Mamá, mamá, que me entran en el blog y les respondo!"
ResponderEliminarCuenta la leyenda, que con cada entrada que escribes como esta, tus huevos pierden esa negrura característica!
Además, desde el momento que Perro o yo entramos aquí, sabes que el nivel no puede ir más abajo. Bueno, sí, si entrase Eledrín, pero el pobre está demasiado ocupado.
Dí que sí, coño: mi blog es mío y me lo follo cuando quiero!
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