17.4.09

balance de blancos, digo de boda

Que se me va el agua al pato y el monte a la cabra.

¿La boda? Pues bien, gracias. Muy bien, muy emotiva. La lagrimita asomando.

Ah, que no preguntas por eso, sino por las fotos. Pues ya veremos cómo quedan cuando las vea en grande y cuando las pueda procesar y tal. Fue divertido y, quitando esas 20 o 30 fotos que le eché a la Muchacha en automático del tirón durante la cena, creo que en total disparé unas 400 veces.

Aunque fui borrando, claro. Entre otras cosas porque en RAW sólo me caben unas 300 fotos en la cámara, y tiene como 40 todavía disponibles, para hacer.

En fin, mi agradecimiento a la persona que, una vez rociados la hasta entonces feliz pareja con bolsas de arroz (a veces así, tirándoles a la cabeza la bolsa de arroz entera, para que duela), decidió lanzar una segunda andanada. Así pude sacar esas fotos sin zoom, primero, y con zoom, luego. Se ven los granitos de arroz rebotándole en el cráneo al novio, y todo.

Lo peor fue que no contentos con tenerme ahí esclavo de sus caprichos (¡ahora una foto con los suegros! ¡Ahora otra con la tía! ¡Ahora otra con ese par de italianos borrachos que pasan por aquí!, ¡vamos a esperar a que se vaya el sol para hacer las fotos, para que te jodas y ponértelo difícil!, etcétera), me endosaron el discurso de la boda.

¿Quién, yo?, me defendí, oigan, que a mí me han invitado para que haga fotos, que hable otro. Yo si eso le saco una foto.

Pero el padre de ella tenía un cuchillo en la mano, claro.

Así que yo les remití al blog, es decir aquí, y les dije “oigan, ya he dicho todo lo que tenía que decir, vayan a ylacamasinhacer.blogspot.com y listos”, y como, claro, no me hicieron ni caso y el padre de ella no dejaba de sugerir mutilaciones mediante gestos del cuchillo, pues les conté más o menos lo que ya había contado aquí ayer, abreviándolo un poco más, todavía.

Y tiene mérito que haya contado la misma historia dos veces el mismo día, la segunda vez con bastante vino y cerveza en el buche, sin mencionar ni una sola vez los episodios de sexo y drogas, que son los más divertidos, claro, je je, ah, cómo me acuerdo de aquello, ji ji, en fin.

(Todo esto es broma, claro, señoras suegras, si me leen. Es por crear expectación entre el público).

En fin. El balance de blancos, digo de bodas, qué manía, queda como sigue:

A lo largo de mi vida adulta he ido a la descomunal cantidad de dos bodas.

De ellas, he actuado de fotógrafo en el 50% de ellas, y he dado un discurso en el 100% de ellas.

Y me queda este año otra en agosto para subir el primer porcentaje y bajar el segundo. Que ya parece que se me nota demasiado el afán de protagonismo, leñe.

3 comentarios:

  1. qué susto, al leer el título...jñi,jñi, ya me veía de celebración en el palacete...

    ains... estoy sentimental...

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  2. En realidad fue una boda chiquitita, en la intimidad. Pero estuvo muy bien, y la pequeña muestra que he visto de las fotos habla maravillas de cómo van a ser el resto :)

    Y el discursito estuvo muy chulo, muy emotivo.
    Muchas gracias por todo, David :)

    Y ahora a preparar maletas! Que en 5 horas y algo estaremos rumbo a Japón!

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  3. Marina, EJEM, que me haces brotar los sudores fríos, leñe.

    Irene, bueno, era una foto, eh. El resto dan todas un asquito tremendo, ja ja.

    Ayer estuve hasta las 5 procesando fotos. Y hoy, desde que me he levantado. Y tú mientras cruzando Asia, ¡cagüenlaleche!

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.