22.10.08

la herencia

Yo en el trabajo soy un ser esencialmente silencioso. Mi compañero de al lado y yo podemos pasar un día tan felices en el que toda nuestra conversación se resuma a estas 10 líneas:

Yo (9:31:48 a.m.): Buenos días Antonio.

Él (9:31:51 a.m.): Holaaa.

Yo (9:32:03 a.m.): ¿Viste ayer al Madrid?

Él (9:32:06 a.m.): Sí, qué asquito.

Yo (10:34:03 a.m.): Bajo a echarme un piti.

Él (10:34:06 a.m.): Vale.

Él (10:40:17 a.m.): Te ha llamado Isa.

Yo (10:40:19 a.m.): Aaah.

Él (13:17:47 a.m.): ¿Hoy no se come o qué? ¿Bajamos ya?

Yo (13:17:51 a.m.): Venga.

Él (16:29:24 a.m.): ¿Vas a ver hoy al Atleti?

Yo (16:29:26 a.m.): Quita, quita.

Él (17:30:00 a.m.): Hasta mañanaaaa.

Yo (17:30:03 a.m.): Hasta mañana Antonio.

Esto a la gente de la secta le hizo pensar, en principio, que yo soy un tipo tímido e introvertido, cuando lo cierto es que, en primer lugar, puedo pasarme el día perfectamente sin hablar gran cosa, y además, callándome evito parecer un idiota y, sobre todo, que se me note mucho el destrozo en los numerosos días de resaca.

Con el tiempo, de todas formas, me he ido soltando, y ahora de vez en cuando intervengo en las conversaciones de oficina. Por ejemplo, el otro día le estuve contando a una compañera embarazada que cuando vaya a dar a luz a mí que ni me mire que paso de ayudarla, que no quiero mancharme, y en el almuerzo del viernes pasado, hablando todos de esas cosas que a uno le gustaría hacer antes de pasar a mejor vida les conté alegre y dicharachero que si tuviese una enfermedad terminal me inyectaría heroína.

Como soy así de racional, tengo una razón para esta apertura mía de fronteras. No es que ahora pretenda demostrarles lo idiota que soy (que con el tiempo ya se han dado cuenta ellos solitos) ni que piensen que soy un alcohólico (ídem del paréntesis anterior); es puro rencor. La idea es que cuando yo me vaya de aquí y venga alguien a suplirme, se acuerden de mí y de mis tonterías, y las comenten, y así quien venga de nuevas se sienta ignorado, ajeno y extraño, exactamente como me pasó a mí cuando llegué aquí en relación a mi predecesor (no es difícil imaginar un ciclo cosmico en torno a todo esto en el que todas las reencarnaciones de todos los ocupantes de todos los puestos de trabajo tienen estas cosas). Y, de paso y como efecto colateral para nada pretendido, les aporto mi sabiduría y mi punto de vista de las cosas, encima gratis (porque yo no cobro por eso, yo cobro por los cánticos a satán y por leer blogs, eso lo tengo bien claro y así lo pone en mi nómina, sobre todo lo primero).

También, claro, tengo otro ejemplo de eso, si no a ver para qué voy a estar escribiendo este post.

Subimos hoy de comer unos cuantos, y había una duda epistemológica: una compañera –la embarazada, para más señas–, enredada con los informes de planes expansivos de la secta, viene y pregunta al corrillo de los que tecleamos por aquí:

–¿Cuál es la diferencia entre un plan de emergencia y un plan de contingencia?

–Las letras de “emer” y las de “contin” –responde Antonio.

–Contingencia significa “posibilidad de que algo suceda o no suceda” y las emergencias son cuando ya ha sucedido algo –ha respondido el informático que no es informático.

–¿Pero en qué se diferencian los planes de las dos cosas?

Yo he cogido aire y he maldecido a mis compañeros, por usurpadores; normalmente yo soy el que da respuestas rigurosas e inútiles o se limita a responder citando a la RAE, así que me ha tocado cubrir la banda de las aclaraciones, con lo que yo odio ser claro.

–Eso como mejor se ve es con un ejemplo –le he dicho yo–: los airbags de los coches son planes de contingencia, y las radiales de los bomberos son planes de emergencia.

Todos me han mirado un rato y me han dicho a coro.

–Pero mira que eres burro.

Y yo, tan contento de ganarme un nuevo adjetivo con el que algún día torturarán a mi sucesor, he sonreído y he vuelto a lo mío, que Hernán Casciari acaba de publicar en Espoiler.

5 comentarios:

  1. jejeje...
    yo quiero trabajar contigooo!

    oye... sé sumar, restar, dividir ya con calculadora... llevo infusiones y cafés a los compañeros, cuando mi madre hace bizcocho me llevo un papelillo albal con trocitos...

    ¡una maja total!

    así que... si te vas a ir, no me importa ocupar tu sitio, deja mi CV que es eso de arriba ... como aquí nos quedan dos telediarios, aunque sea periódico...

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  2. Te falta frikismo: la conversación con tu compi la deberías haber puesto en formato SRT.

    Ah, y respecto a tu ejemplo contingencia/emergencia: BWAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!

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  3. Queridos lectores, habida cuenta de que odio todas las formas de Spam(*) desde el buzoneo hasta los mails de viagra de palo, recomiendo encarecidamente no visitar links así sin más, sólamente porque se nos dice que lo hagamos. Que la gente se muestre, que seduzca, que llame la atención, y visitémosles entonces y no antes.

    Por lo demás, parva de cucarachas, suerte en vuestra meta. Yo sigo con la mía -tengo que escribir de ella- de sobrevivir al concurso ese sin un sólo voto, y obtener así mi certificado de undergroundidad, que es lo que más deseo en esta vida.

    Aroa, leñe, si vienes a trabajar por mí, tras mi partida, ¡tengo que cancelar mi campaña de saturación de chascarrillos sobre mi persona!

    Si no terminarías odiándome más que al death metal, y líbrenos Gauss de eso.

    Ósqar, NO era un subtítulo :P
    (Aunque la idea era muy buena, todo hay que decirlo).

    Y gracias, gracias. Pero nunca seré como SupersantiEgo, que para anécdotas oficinestas me parece el puto amo.

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  4. hay... con dos cojones!!!

    pues ahota ..te vamos a leer!!!

    por listo!!!

    no ta gustao el video??

    Si estas en Madrid..recuerda lo del concierto!!!... es spam... pero tambien es un concierto..!!!... el 28 de Noviembre..en la sala tarambana de del barrio de karabanchel!!!!

    te esparamos campeon!!!

    por cierto... responder citando a la RAE... es un tanto arriesgado... mira que en sus filas galopan nuevos titiriteros de la INDUSTRIA DE LA CULTURA... y cuando los templos se llenan de comerciantes..malo..malo..malo...!!!

    saludosssss!!

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  5. Leedme, leedme.

    Yo poco a poco me infiltraré en vuestras mentes y os contagiaré esa idea fascista mía de que repetir consonantes y/o poner más de tres signos de admiración es exceso. Y que tres se reservan sólo para las grandísimas ocasiones, como los orgasmos olímpicos, el hallazgo de maletas llenas de billetes o el paso de un Subaru por la calle.

    Y ese día ensayare y me ensañaré (¿ensayañaré?) la más malévola de mis risas.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.