4.7.08

de profesión, detective holístico

Antes de nada, siento muchísimo mi silencio de estos días. El último pobre troll, que no iba a decir que no fuese a escribir pero ya no escribe y aún así quizá lea, debe estar corroído por la impaciencia de poder marcar rayitas y rayitas de puntos negativos en su lista de juicios sumarísimos, en fin. La culpa de todo esto, como la culpa de todo lo que pasa en mi vida, es de la Muchacha. Como bien sabes a estas alturas del blog, ella viene a ser la fuente e inspiración de como el 90% de lo que escribo, pero es que el material que me ha estado dando últimamente es impublicable. Conversaciones telefónicas con su abuela y cosas así, que dichas así, en resumen inocuo, no parecen esconder peligro, pero es que qué conversaciones, en fin.

Así que tendré que retomar la costumbre prehistórica de hablar de mí, a secas. Aunque ella sale en la historia, que no cunda el pánico.

El caso es que hace ya un año que yo empecé a notar que tengo unos ciertos dones detectivescos que estoy empezando a considerar como posible opción laboral, a lo Dirk Gently. Por aquel entonces, recordemos, yo trabajaba en otra oficina, con otro grupo de gente, entre los cuales había un tal Junior, un tipo la mar de pintoresco que cobraba más que yo por dedicarse a ver películas de Harry Potter. Y yo noté ciertos detalles por lo general imperceptibles. Por ejemplo, cuando nos bajábamos a la calle a fumar un cigarrito y tomar el aire, él seguía tan pancho con la conversación cuando, digamos, pasaba alguna mujer minifaldísima y escotadísima. Qué interesantes deben estar siendo mis palabras, pensaba yo. Por ejemplo #2, tenía la barba postadolescente más arreglada que he visto en mi vida, y una pulcritud inverosimil. Y por ejemplo #3, decía que el porno que almacenaba en el ordenador del trabajo no iba a ser de nuestro gusto. Pues bien, el día de mi prodigiosa deducción estábamos tomando el café de media mañana (así llamado en parte por cuándo lo tomábamos y en parte por su duración), cuando él, contándonos sus tribulaciones sentimentales, utilizó un "le" referido al ente que provocaba sus mohines de tristeza. Y el "le" estaba bien usado, pero en esta tierra de laístas sonaba raro, así que cuando se fue al baño yo me quedé meditando y a la pobre mujer que nos soportaba durante los desayunos le dije

-Ando yo pensando que el Junior es un poquito gay, ¿no?

Ella me miró, y antes de contestarme sorbió ruidosa su café, y apuró de una calada el decimotercer cigarro de la pausa para el desayuno.

-¿Y que se pase el día hablando a gritos en la oficina de su novio, así, con o, no te había sugerido nada?

Yo es que escuchaba mucho death metal a todo volumen, por aquel entonces.

He usado este don en más ocasiones, me sirve por ejemplo para distinguir a las putas de las guiris desorientadas en la calle Carretas. Y el otro día se manifestó por última vez. Fue durante el taller. Acudió uno de sus integrantes especialmente dicharachero y espídico, y luego vino una mujer que ya había aparecido por sus proximidades unas cuantas veces, y las cosas como las veo: yo ya me olía algo por eso de que habitualmente venían juntos, se iban a la vez y se pasaban todo el tiempo pegaditos. Pero el último día de quedamos todos les vi darse un besito. Un besito de treinta segundos con profusión de barroquismos lingüisticos y océanos salivales. Y luego nos fuimos. De camino a casa, iba yo agarrado de la manita de la Muchacha, encajando piezas, y sabiendo que ella es así de cotilla decidí que la evidencia ya era razonable y le dije

-Yo creo que estos dos están liados, ¿eh?

Ella me miró con un gesto de piadosa paciencia, me agarró fuerte de la mano, y no dijo nada.

Ando impaciente por enfrentarme a mi siguiente misterio.

4 comentarios:

  1. Apúntese una, amigo.
    Kurt Wallander y Maigret son niños de colegio a su lado.
    Ha probado a escribir novela negra?
    Try it.

    Pd. ¿le he dicho alguna vez lo mucho que odio la "verificación de la palabra"?

    Pd.2. No he tenido más remedio que darle a usted un premio.

    Pd.3.Me voy a ver a la muchacha

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  2. (Obediente, trazo una rayita, apuntándome una ante la mirada de cabreo de ya-sabéis-quién, que no aprueba que en vez de en una libretita esté haciendo la marca en la pared de su cocina)

    Y yo soy un niño de colegio al lado de cualquiera.

    Lo de la novela, es que me da mucha pereza el formato, tan largo, y teniendo que pensar tanto.

    Tengo medio pensada una, que tendría su cosa negra. A ver si consigo que se me caiga en un pie el ratón del ordenador del trabajo y me cojo una baja de un par de años y tengo tiempo.

    Sobre su primera postdata, es que el spam arreciaba, jo.

    Sobre la segunda, le dedico un ronroneo.

    Sobre la tercera, bien que hace. Yo a veces giro la cabeza para lo mismo. Aunque tiene una cara un tanto amenazante, hum.

    Lui, nado, nado. Sobre el link de la Muchacha, no existe, ella en realidad es un personaje de ficción, ejem. Aunque sigue mirándome muy raro.

    Y ese personaje soy yo, oiga. Aunque precisamente anoche hablábamos yo y sí-esa-sí de no sé qué y terminamos pensando que somos un par de personajillos de algo.

    Yo quiero que Showtime haga una serie sobre nosotros. Ya tenemos material para tres temporadas.

    (Poniéndonos literales, otoño, invierno y primavera)

    Dice la Muchacha que diga que ella no es cotilla. A punta de cuchillo quiere que diga de su parte que es de natural curiosa y que por eso se leía enciclopedias británicas y poemarios pornográficos cuando era pequeña.

    ¡Ay! ¡Me pega! ¡Mirad cómo me oprime el sistema!

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  3. Tengo que reconocer que eres un detective buenísimo, con una enorme intuición, y que con dos pinceladas eres capaz de dibujar la verdad oculta detrás de cualquier escena.
    Felicidades. Te recomiendo que abras una agencia de detectives privados. Mira que te ibas a forrar. (O si no, también puedes prestar tu don para los servicios secretos de Gobierno, que andan justos de talento)
    Besos

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  4. Uy uy uy, el gobierno no. Un tipo como aquel que fumaba tanto de Expediente X no, que eso es malísimo. Yo a lo privado. Lo que decía, Dirk Gently total.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.