1.7.08

excuse moi, maldito

Somos lo que somos, entre otras cosas, porque también somos en parte lo que son los demás. Así por ejemplo el ser humano no crece y se educa sólo en función de su propia experiencia y de las enseñanzas de sus mayores cercanos, sino al abrigo de toda la cultura común y del conocimiento almacenado que nos enseña cosas como que hay que mirar las calles antes de cruzar o que esas frutitas rojas de aquel árbol podrán parecer muy ricas pero el tátarara-tatara-etcétera-abuelo Gnurgl se comió media docena y se pasó la noche inventando el break dance y finalmente muriendo. Como a mí la civilización esta nuestra ha intentado enseñarme mucho (otra cosa es que no pudiese por mi carácter de natural distraído y ¡oh mira, una mosca!, qué graciosa y ¿dónde dicen que estaban los Pirineos?) pues yo creo que lo menos que puedo hacer, cuando hago algún descubrimiento nuevo, es compartirlo aquí con todo el mundo para contribuir así desde mi humildad y mi modestia al bagage cultural de nuestra especie esta tan graciosa y tan cachonda.

A tal fin, vengo a desmontar un supuesto falso que yo tenía y que ha resultado ser falso. Comentába Vicky poco antes de que la Muchacha y yo nos fuésemos a hacer las francias esa escena de Matrix Reloaded, película nefasta como pocas, en la que el tipo aquel cuyo nombre no voy ni a intentar recordar decía que le encantaba el francés porque incluso los insultos en ese idioma suenan bonitos (él lo decía más cursi, pero era esto mismo). Pues resulta que no, que como tantos otros tópicos, como el de que un café vale lo mismo en París que un hígado en el mercado negro (vimos un cartel que anunciaba cafés ¡a 1€! Naturalmente huimos de allí buscando el café más caro que pudimos encontrar, aunque por error otro día terminamos en otro sitio donde el café valía un euro y poco) eso es rotundamente falso. O lo de que el idioma es incomprensible se coja por donde se coja.

Así, cuando aquella camarera dijo "excuse moi", todos los que la escuchamos, supiésemos francés o no, entendimos perfectamente lo que sus palabras significaban, que no era otra cosa sino "sal de mi camino, bestia infecta, o te reventaré los testículos a pisotones con los tacones".

Advertido queda el mundo. Otro día entraré en detalles sobre ese otro mito, también falso, de que los franceses pasan todas sus horas de ocio tirados en una cama, en camiseta imperio, fumando Galoises como si no hubiese un cancerígeno mañana y escuchando cantantes horteras soltando berridos de pena en gramófonos viejos cubiertos de polvo y ceniza y manchitas de vino ancestral.

8 comentarios:

  1. Je suis desolée! (me he aventurado con las eees y el acento...) pero muy desoléé y suena muuuuy triste en fgansé, porque me he ido a travailler.. mientras otros se quedan a hacer el vagué... jo!

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  2. Muy fganceses os veo, mon dieu.

    ¿El relato erótico también va a ser francés, ejem, o tal vez un menage a trois? (perdón por el chiste fácil pero es que lo ponéis a güevo, joé)

    jijiji

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  3. ne travallé pá bokú, que la espaldé es muy tgaisionega.

    Apgendé del mushahé.

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  4. queguido david, se dice excusé muá, no moi, que parece un apellido catalán. Además las francesas al hablar ponen los labios así, como si te fueran a besar.

    ¡otro falso mito!

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  5. Bueno, David, en nombre de la Cultura Universal, deja inmediatamente de maltratar la lengua de Voltaire, hombre ya.
    Un respeto, por Dios. Un respeto. Ni taller literario, ni lectores empedernidos ni nada.
    Hombre ya.

    :-D
    X

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  6. excuse moi... Merovingio! se llamaba Merovingio! y decía que era como azotar con un latigo de seda zas! pasando de revolutions bla bla bla pero el franchute lo decía con un morbo...

    (zas!)

    (ay)

    (látigo de seda)

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  7. Agoa, de desolá ná, vos bastante envidia das con lo de tgabajag así que pog una vez que te toque sufgig aguantá. O finge que te pones malita, ji ji.

    ETDN, ya no tanto. Pero es que nos aclimatamos prontito a las cosas, se ve.

    El relato erótico fue francesísimo, como viste.

    Nán, sí, mi espalda es un tanto capulla cuando quiere. Pero dejémosla en paz, que anda distraída últimamente.

    Nán, yo mas bien las vi poner cara de ir a escupir, pero en fin.

    Xavie, te lo dije y lo reitero: Te escucho decirlo. Te leo, pero te escucho decirlo.

    Lo haré. Respetaré las lenguas. Algún día.

    ¡Vicky! Ya sabía yo que tenía un nombre que me recordaba a meningitis o algo así.

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  8. Qué estupendo saber que queda un Francés Mítico. Aunque sea sin camiseta imperio, en fin. Que mal me estoy sonando a mí mismo.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.