9.6.08

6 comentarios:

  1. Esperando el informe sobre el tanga,
    le saluda

    Martin

    ResponderEliminar
  2. Sin su experiencia, intuía yo el resultado de ese informe. Confirma mis sospechas. Me quedo mucho más tranquila.

    Martin, el informe tanga da para un tratado, me temo.

    ResponderEliminar
  3. Martin, pues la serie iba a ser más cortita, pero ahora que lo dices, habrá que ampliarla y hablar de tangas, sí, por qué no.

    Sólo una cosa dicha, era previsible, pero el rigor científico requiere del agotamiento de la vía experimental. Y aunque los he omitido la corbata tiene ciertas utilidades en el campo de las telecomunicaciones, los días de viento, y sirve de babero perfecto a la hora de comer cosas con mucha salsa.

    Igual un poco parcial sí que he sido...

    ResponderEliminar
  4. Pero hay que reconocer que en algunos casos oculta el pecho lobo con dos cadenonas de oro de dos vírgenes de mucha devoción.

    Y eso es un bien impagable para la sociedad.

    Y las corbatas con gomiota de la infancia servían para lanzar bolitas de papel hacia el frente de la clase. Otro bien impagable cuando los tirachinas estaban prohibidos.

    ¿Ves como todo tiene su lado bueno?

    ResponderEliminar
  5. Estoy contigo, camarada: la corbata es un símbolo de opresión obsoleto, recuerdo de un encorsetado siglo XIX en el que era menester ocultar los botones de la camisa con tal ridícula prenda.
    Afortunadamente, llegó el siglo XX y el invento destinado a desterrar por siempre a la corbata: la camiseta.

    ResponderEliminar
  6. Nán: Buscándote un contraejemplo a esa generalización tan burra he llegado a pensar en si Hitler tenía un lado bueno.

    Y me he acordado de Woody Allen escuchando a Wagner y diciendo que escuchando eso le estaban dando ganas de invadir Polonia y me he echado a reír.

    Así que no me veo capaz de seguir buscando, y tengo que darte la razón.

    Ósqar, je, pues mi secta es así. Ya se sabe, las religiones, que tiran por lo conservador. Aquí la camiseta llegará más o menos por el siglo XXVII, y yo, snif, ya no lo veré.

    Porque entonces estaré jubilado, claro.

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.

Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.