“Actualización: la criaturilla radiofónica acaba de decir que Hitler también ganó unas elecciones. ¿No es entrañable?”
(RinzeWind, en Las penas del Agente Smith)
Primero la cortesía: Mi más sentido pésame a todos esos votantes del PP que saben que el apocalipsis ocurrirá cualquier día de los próximos 4 años: Habéis hecho lo que habéis podido. A mí que nadie me mire: Que no, que ni soy zapaterista, ni soy socialista, ni he votado al PSOE. Pudiendo tirar mi voto para que sea pisoteado por el D’Hont ese de marrás y ser así víctima de un abuso ¿cómo iba a dejar pasar la oportunidad?
Pero en fin, no venía yo a hablar hoy de política. En estos instantes ya lo han hecho, hacen y harán mucho y bien (o mal, según dónde y cómo se mire) multitud de dedines de ufanas personitas, a lo largo y ancho de esta blogoscosa. Yo de todo lo que leo me quedo con el análisis de Perro, el de Rinze, al que citaba ahí arriba, y el de Íñigo, pero sobre todo con las palabras del profeta de cabecera de este blog. Yo sólo podría decir “os lo dije”, pero jactarse de cosas está muy feo, así que zapatero a mis zapatos (ji ji) yo a lo mío: a dar asco con alguna cursilada insoportable.
¡A ver qué tal esta!
Por razones muy largas de contar la Muchacha ha dedicado una parte considerable de su vida a ser picada por insectos del tamaño de puños, padecer enfermedades tropicales, ser infectada por toda clase de parásitos, sufrir ataques de animales salvajes y demás méritos que le hicieron formar parte de un club de amigas que tenían por costumbre pasar más tiempo en hospitales transoceánicos que en su domicilio de por aquel entonces. Todo esto era tan divertido que no para de decirme que a ver cuándo vamos los dos a sufrir juntos todo ese martirio, lo cuál, incomprensiblemente, a mí me apetece muchísimo. Pero por lo visto todo eso hace que de cuando en cuando sus biorritmos se rebobinen, su cuerpo se piense que es la hora que no es, alguna alarma salte por el rebrote de tal o cual epidemia padecida por aquel entonces o la posibilidad del mismo, y reclame un poco de atención; ella entonces se despierta en mitad de la noche y piensa que ya que está, pues va al baño.
El viernes, por lo visto, fue una de esas noches. Contaba a la mañana siguiente, mientras nos embutíamos el mejor desayuno del mundo (incluía una pila de filetes de lomo), que se despertó y que estuvo zarandeándome y llamándome un rato, pues yo, dormidísimo, impedía su maniobra por culpa de un afectuoso abrazo inconsciente. Y dice que cuando por fin abrí los ojos y la miré ella me expuso sus intenciones, sus preocupaciones, su plan y las circunstancias que lo rodeaban; y que yo sonreí, la besé, sonreí nuevamente y me volví a dormir al instante, sin resolver para nada el asunto de su liberación, claro, y sospecho que sin haber salido para nada de las simas de la inconsciencia. Supongo que eso explica el origen del rosario de cardenales que adornan mi flanco de estribor, y tal vez cierto ataque con un bote de champú del que aún me resiento cuando camino.
Noches con ella, y noches sin ella. Anoche, noche del segundo tipo, me fui tarde a dormir, que es tradición. Mientras me iba quedando dormido un primer sueño se fue formando en mi cabeza. No recuerdo qué era, no recuerdo nada del mismo salvo que en ese momento me pareció relevante o gracioso. Yo abrí los ojos, pensé que lástima que la Muchacha no estuviese ahí para contárselo y me sumí en la melancolía.
Sólo pude salir de ella pensando equivocado que me acordaría esta mañana, y pensando acertado que ya habrá más sueños y más noches. Y también, por qué no decirlo, anticipando esa alegría perversilla que sabía yo que iba a darme cada cartel electoral del PP que me cruzase esta mañana por el metro. Que cuatro años más sin un gobierno del PP siempre es un motivo para dormir tranquilo. A pesar del bipartidismo y del D’Hont de marrás.
Esos pequeños detalles hacen que sea tan interesante dormir con alguien..
ResponderEliminarlas pequeñas anécdotas :)
PD: Si no comento más es porque los comentarios usando Firefox son MUY difíciles de poner en su blog, señor estadistico ^_^
Chivatazo: la criaturilla radiofónica de referencia está detrás de los ataques de bichos que sufre la Muchacha porque no le gusta que le cuenten ningún sueño. Habrá que darle su merecido!
ResponderEliminarPeter, vaya excusa barata, ¡si yo siempre uso Firefox, y nunca tengo problemas, y si los hubiese los tendría yo todos!
ResponderEliminarPor los comentarios, no te preocupes. Ando en las mismas, si no peor.
Virginia, ¿¡Losantos enviaba mosquitos gordos como morcillas a Mexico para que la picasen porque sabía que algún día soñaría y me contaría sus sueños!?
Eso significa que... ¡tiene una máquina del tiempo!
Pero debe ir a un universo paralelo, o no diría las sandeces que dice.
Hipótesis esta que explica muchas cosas, hum.
Pues no se. En mi Firefox (version 2.0.0.12) los comentarios se abren en ventana aparte, de un tamaño muy pequeño, y sin scroll, asi que tengo que hacer encaje para poder leer algo, y encaje chino de bolillos cruzados para escribir algo. Siento si cometo alguna falta, pero sólo veo media caja de comentarios.
ResponderEliminarCon cariño ^_^
Yo tengo la misma versión de Firefox que Peter, pero a mí sí me aparece la barra de scroll en la ventana de comentarios. Curioso.
ResponderEliminarLos caminos de Mozilla son misteriosos. Yo tengo esa misma versión aquí y en el curro, y los menús de opciones tienen cosas diferentes.
ResponderEliminarYo me rasco la cabeza en sorpresa continua. Raca, raca, raca.