Pasando páginas de la prensa; el mundo, en lonchas de papel, es esto:
…Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife, dice que la homosexualidad es como la pederastia pero da a entender que esta, al fin y al cabo, no debe ser para tanto, pues hay niños de 13 años que van provocando…
…En Pakistán, matan a tiros a la corrupta esperanza democrática Benazir Bhutto, en un mitin, once días antes de las elecciones. El asesino, ya que estaba, hizo explotar una bomba y se cargó a 20 personas…
…En Yanquilandia, noticias de otra matanza…
…En Iraq hoy no hay noticias. Es decir, más matanzas…
…En el cuerpo sin vida de la antigua Yugoslavia, se escucha decir que si Kosovo es reconocido como independiente, la van a tener, otra vez…
…Aquí arriba, en el País Vasco, el “Macroproceso 18/98” convierte en terrorismo ser vasco y radical de izquierdas. Por mucho que uno sea pacifista y condene la violencia…
Etcétera.
Al lado de eso, que el Metro de Madrid se esté convirtiendo en un estercolero no es un problema, es una minucia. Mis achaques, naderías. Y mis quejas, mis insensateces, mis alegrías y mis glorias son una nada alienante, el lugar de la indiferencia, la mirada fija en mi ombligo primermundista. Porque ahí fuera hay un mundo que ya no se sabe si se está yendo a la mierda o ya ha llegado y chapotea ufano en ella o si ya ha llegado y chapoteado y está sumergido en ella, midiendo cuánto tiempo puede contener la respiración. La superficialidad de este blog es, frente a ese mundo, el ruido de fondo de la canción equivocada.
Pero en fin. Sé que ese mundo está ahí. Sé que yo no hablo de él lo que, tal vez, debería pero también sé que no iba a conseguir nada con hacerlo. Sé, en cambio, que ambos sabemos que está ahí, y que ambos tenemos claro qué pensamos al respecto. Y sobre todo sé que la Muchacha, por su trabajo, que no siempre consiste en ir a ver si nieva, lamentablemente, a veces tiene que mirar fijamente y durante un buen rato al mundo y que eso, siendo ella como es de alma honrada y buena, le termina dañando más atrás de las retinas. Y como, qué de cosas sé hoy, sé que contar insignificancias, y no todo lo demás, tiene algo de cerrar los ojos, y que cerrados, los ojos descansan, pues qué narices, cerrémoslos. Y qué mejor forma de hacer tal cosa que hablar de estupideces, y para hablar de estupideces qué mejor que hablar de Chuck Norris.
Chuck Norris, a quien mi corrector ortográfico, en su constante sabotaje se empeña, en rebautizar como Check, es mundialmente conocido como un actor de esos de audaz mirada, férrea moral, intachable sentido justiciero e incapacidad patente para pronunciar más de 12 palabras seguidas. Por méritos indiscutibles está incluido en el panteón de los ¿actores? que salvan al mundo de su maldad intrínseca a base de principios inquebrantables y, digamos, quebranto general de todo lo demás mediante coscorrones, coces, somantas de hostias, luxaciones varias o terapias de choque por saturación balística. Y ahí habita junto a, por decir otro par de paladines del cine zafio, Charles Bronson y Steven Seagal. Sus obras escogidas, Desaparecido en Combate y Delta Force. Felizmente jubilado, hoy día es un abuelete de 65 años de sonrisa afable.
Pero como Internet está llena de gente a la que el mundo real le importa un carajo, Chuck Norris también es un personaje de la mitología friqui moderna, un héroe de culto; Así, se ha deificado su figura, se le ha convertido en un tipo todopoderoso, se le asume capaz de lo posible y de lo imposible, el mejor en cualquier cosa y se ha otorgado a su mil veces vista patada giratoria la categoría de fuerza de la naturaleza. Y pueden leerse, por ahí, perlas como “las lágrimas de Chuck curan el cáncer. Lástima que nunca llore”, “Chuck Norris puede convertir archivos PDF a Word usando el buscaminas” o “Chuck Norris puede dividir por
Esta mañana, no sé por qué, he terminado leyendo sobre estas “verdades de Chuck, tan feliz de la vida con mis ojos cerrados. Y en ello estaba cuando, bam, me he encontrado con la opinión del tipo de carne y hueso sobre el tema. En general, le hace bastante gracia y le gusta el cachondeo que se traen respecto a su persona. Pero de pronto va y suelta
“Lo que yo realmente pienso sobre la teoría de la evolución es que no es real. No es esa la forma que llegamos hasta aquí. La vida que vemos en el planeta tierra se compone de aquellas criaturas que Dios ha permitido que vivan. Nosotros no somos creaciones de la casualidad. Nosotros no somos accidentes. Existe un Dios, un Creador, que lo creó a usted y a mi. Fuimos hechos a su imagen, y eso es lo que nos distingue de las otras criaturas. Adicionalmente, sin El, yo no tengo ningún poder. Pero con El, la Biblia me dice, que yo puedo lograr todo lo que me proponga como también usted”.
Y yo pienso que por un lado no deja de ser patético aunque, por otro, es bastante de agradecer que, al menos por una vez, la vida real y la vida escapatoria sean, las dos, dignas de la risa.
Totalmente de risa, porque eso de que con Él podemos hacer todo lo que nos propongamos no deja de ser una frase pelín pretenciosa que me hace releer lo primero que has dicho en el post, y vaya, demasiado omnipotente hay por el mundo acabando con las otras creaciones de Dios a su paso.
ResponderEliminarSí, yo, preguntándome si Dios existe. La vida, Deivid, la vida.
Lo mejor ha sido secarme los mocos de mi bajón de viernes prefindeaño con eso de que chuck convierte archivos doc en pdf, genial. Me he reído, eso es guay. Thanks.
Aquí, el que tiene más razón que un santo, es tu corrector ortográfico. ¡Que le hagan un chequeo a ese tío y no le dejen salir más a la calle!
ResponderEliminarSe dice que los dinosaurios no se extinguieron, le debían dinero a Chuck Norris...
ResponderEliminarParece que vamos directos a lo peor, pero en el fondillo yo creo que eso provocará un cambio en las conciencias.
ResponderEliminarSi es en la de Chuck, no le vendría mal. Aunque si puede dividir por 0....que cabron!