3.11.07

no estaba de parranda...


Antes de nada perdón por el retraso y perdón por la ausencia; he estado desaparecidísimo tanto de aquí como de mi pobre, maltratado e inocentísimo fotoblog, que me pone caritas raras y me mira cual perrillo apaleado pensando que me he olvidado de él.

Tranquilidad, tranquilidad, que no cunda el pánico: Deshaciendo la coplilla y poniéndola panza arriba, la verdad es que no estaba de parranda, estaba muerto.

Estos días han sido intensos; Desde esta semana he cambiado de compañía en el piso, lo cuál está necesitando mucho tiempo para reconstruir este escenario de guerra y ayudar al compi nuevo, hola Juan, a instalarse, y además me he agarrado la madre de todos los catarros, que encima reforcé, la noche en que se me declaró, con una borrachera descomunal que dormí durante un puñadito más bien escaso de horas.

Así que sí, definitivamente y aparte del maquillaje de Halloween, fiesta que no apoyo y cosa esta que dio igual a todo el mundo para obligarme, a punta de pincel de maquillaje, a caracterizarme como una mezcla entre figurante de 28 Días Después y médico de Urgencias, pues he estado bastante malito, con un dolor de cabeza persistente que aún insiste en sacudirme un ladrillazo en el craneo de cuando en cuando, y con una tos que me da de cuando en cuando que amenaza con partirme en dos.

En cualquier caso, he vuelto, y mi antigua compañera de piso se ha ido. La mención a ella que he hecho un poco antes es lo primero, explícito, que digo sobre ella en meses. Igual alguien se ha preguntado por qué. Pues bien, hay dos respuestas para ello. La primera, que no merecía gran comentario, y la segunda, contradictoria con la primera, que estaba esperando que se fuese para contar lo que ha sido este primer año de convivencia. ¿Y por qué pasar del que no merece comentario al decidir contar las cosas? Pues porque quien calla otorga. Y a mí, entonces, no me da la gana callarme.

Así que señoras, señores, abróchense los cinturones y permítanme esta oda rencorosa y terapéutica que nos va a llevar cinco capítulos: La crónica de lo que estoy llamando por ahí mi primer divorcio sin el trámite del primer matrimonio.

No es que tenga mucho tiempo, todavía. Pero voy a ver si consigo escribir y subir una parte al día desde hoy hasta el miércoles.

Y en fin, la canción de hoy, aunque larguísima, es obligada, aunque sólo sea por esa parte del

"na na na naaa, na na naaa, na na naaa,
the nightmare shall be over now, there's nothing more to fear
na na na naaa, na na naaa, na na naaa,
come join in our singing and dance with us now
na na na naaa, na na naaa, na na naaa,
the nightmare shall be over now, there's nothing more to fear
na na na naaa, na na naaa, na na naaa,
the war it is over forevermore"...

0 réplicas:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.

Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.