Se me está haciendo eterna esta mañana de lunes, arj. Son las 11 y 55. Son las 11 y 55. Son las 11 y 55. Son las 11 y 55. Son las 11 y 55. Son las 11 y 55. Son las 11 y 55. Y ahora son las 11 y 56, y así será durante otra barbaridad de tiempo. Tiempo. Ese chicle sucio de saliva milenaria pero que sigue igual de pegajoso y de maleable, esa torcedura del espacio, ese eje espacial asimétrico. El tiempo, el tiempo.
El tiempo mata, y al tiempo se le mata. Normalmente empatamos en esa batalla tan tonta, y a veces hasta matarlo se me da bien (sobre todo ahora que he conseguido instalar un Need for Speed en el ordenador de casa, que tengo un coche malote malote hasta decir basta, con fluorescentes en los bajos y lunas tintadas de rojo y bafles en el maletero, quién me lo iba a decir a mí), pero hoy está ganándome por goleada, cada vez que cruza el medio campo es para colarme una pelota por alguna escuadra (y la de escuadras que puede tener uno un lunes como este, infinito, monumental, cruel y eterno el muy cabrón), y yo ná de ná, me quedo con los uyyys que, al menos, me recuerdan la que ha sido la canción del viaje a Galicia y cómo todos los habitantes de nuestro coche gritábamos a coro esa salva de UYYYYs y AAAAHs,
Y bueno, ver el vídeo supone quitarse de encima el fastidio de, al menos, seis minutos y cuarenta y cinco segundos. Algo es algo. Y de paso me planta de nuevo en ese coche de malote con el conductor más borde y más gracioso del mundo, el copiloto más propenso al drama apocalíptico y la compi de viaje más dicharachera, ejem, habladora, ejem ejem, y simpática del mundo, ejem ejem ejem.
Pero queda tanta mañana por delante que uno busca diversiones donde sea. Síntoma preocupante, ni el As de hoy me anima (aunque que no cunda el pánico y que nadie deje lo que esté haciendo para venir aquí desfibrilador en ristre, sí que he pasado un ratito feliz con La Libreta de Van Gaal). Así que toca recurrir a la droga dura, a lo único que se puede hacer en días como este: Visitar la cartelera y leer las críticas de las pelis que uno jamás vería. No ya por la dosis de bilis que uno espera y desea leer a ver si le anima el espíritu, o no sólo por eso, que también, sino, sospecho en un arranque de introspección que no sé de dónde saca el combustible, por el consuelo que supone ver que hubo gente que se vio sometida a torturas mayores que la que para mí está siendo este lunes. Porque tener que ir a ver la nueva peli de las Tortugas Ninja y no poder dedicarse a dormir por el estruendo de la pantalla y porque luego tienes que escribir una crítica debe ir contra la Convención de Ginebra, por lo menos.
Y yo encuentro mis pequeños oasis de paz,
"Argumentalmente muy pobre, decepcionante para niños y para grandes, las nuevas aventuras de los ninjas verdes discurren insípidas a lo largo y ancho de noventa minutos con carisma bajo cero, revelando debilidades formales, principalmente en el diseño de los personajes humanos, incapaces de enmendar la plana, reivindicar el buen nombre de las tortugas o demostrar el potencial cinematográfico de la saga-cómic y, sobre todo, hacer olvidar el disgusto y la mala fama de los cuatro bichos saltarines que con tanta destreza maltrataron las dos horripilantes entregas precedentes."
Roberto Piorno dixit. Animado por ese párrafo paso a leer la crítica de los Cuatro Fantásticos y el tal Silver Surfer, segundo plato, que no he usado de primero porque esperaba con demasiada ansia. Porque es una peli a la que tengo ganas (ganas de no ver, claro); ¿¡Pero qué clase de villano puede ser un tipo en plan malo de Terminator II que va haciendo surf por la vida!? ¿Es que el mundo se ha vuelto loco? Al lado de semejante idea casi dan ganas de alabar los malos de las pelis de James Bond (dejando a un lado la de Daniel Craigh, que me encantó y casi me dejó con ganas de hacer abdominales, aunque pa mí que esos musculillos están más allá de lo que dan de sí mis genes). Y el segundo plato no defrauda en absoluto:
"Película sorbe-sesos, cine-feria de ése que vive del vértigo fatuo de la velocidad crucero, "Los 4 Fantásticos y Silver Surfer" es exactamente la cinta que uno se espera bajo amenaza de la primera deficiente entrega que tiene el honor de ser, a juicio del que esto escribe, la puesta de largo de la peor franquicia-cómic con la que el siglo en curso ha tenido a mal torturarnos.
(...)
Más allá de la excelencia técnica que perfilan los vuelos siderales del surfero plateado, la nueva aventura de los Fantásticos es un modelo de espectáculo mononeuronal de piñón fijo, que no tiene ni la coartada del alarde de tecnología pirotécnica y que confirma todos los augurios que certificaban la imposibilidad de que una cinta con tan pocas luces como la primera entrega pudiese ser fuente de la que brotase una secuela a la altura de lo que esperan los fans del cómic-franquicia. Cifras discretas en taquilla que se explican por la inercia adolescente de consumir toda sobredosis de efectos visuales que se ponga a tiro, pero que, dado el encadenamiento de decepciones amenazan con ser menos que eso cuando toque el turno del segundo apéndice. Con ganas se queda uno, además, ajeno a las aventuras en papel de la pandilla de saber qué o quién demonios es el tal Galactus, sujeto, ente o entidad etérea maligna que desfila para dar algo de vidilla a los fieles y para desconcertar al resto de estupefactos espectadores que no entenderán, probablemente, cómo noventa minutos tan palomiteros pueden hacerse tan largos."
De nuevo firmado por el señor Piorno, con quien la industria del cine se ensaña, definitivamente. Porque a pesar de las risas del segundo plato lo mejor siempre es cosa de la repostería, y aquí viene el postre; ¿has visto ese trailer que ponen por la tele de una peli en plan Rey Arturo que parece el resumen de un capítulo de Xena, Princesa Guerrera? Pues este pobre hombre ha tenido que ver la peli entera, para sufrimiento suyo y alegría de mi torturado ser, hoy. Extractando (aunque al final creo que voy a copiar la crítica casi entera),
""La última legión", acaso la más horripilante de las novelas históricas siempre horripilantes del no menos horripilante (escritor, se entiende) Valerio Massimo Manfredi, es irredimible materia prima de una horripilante película en potencia. En celuloide el disparate literario luce mejor en virtud del ejercicio de síntesis, pero ni Lefer ni los heroicos guionistas son capaces de obrar milagros y enmendar la plana de uno de los dramatis personae más delirantes de la narrativa histórica contemporánea.
(...)
Manfredi no tiene la talla que se exige para moldear híbrido tan ambicioso. Por eso la cinta de Lefer sale tocada de muerte desde sus primeros pasos tratando se sobrevivir al determinismo desastroso que articulan los tres vértices del triángulo protagónico: el comandante Aurelio, hombre de honor de una pieza (sólo una de hecho) (...), la amazona imposible de Kerala (...), una rémora caracterial del cine de acción de la prehistoria, un personaje de cómic insertado en una novela crepuscular que se las da de seria, y la réplica tardorromana de Gandalf el gris, al que da vida un desafortunado Ben Kingsley embutido bajo las barbas sintéticas de un maquillaje de función escolar.
(...)
"La última legión" no funciona porque no lo hacen sus personajes, porque los godos son godos de feria y porque el villano de la función, Vortgyn, parece sacado directamente de un episodio desafortunado de "Hércules".
(...) producto pseudohistórico de serie B que, repito, se viene abajo desde el mismísimo encendido de la luz verde que daba carta blanca al proyecto. Las novelas de Manfredi son, salvo contadas excepciones, sofisticados esperpentos dramáticos. La batalla estaba perdida desde que desempolvaron la claqueta."
Y yo me termino riendo, y pensando que bueno, que al menos ahora mismo el relojito de mi ordenador marca las 12 y 58 y que algo hemos avanzado. Ya sólo quedan tres horitas que asesinar, al precio, insignificante por lo demás, de unas diez mil ochocientas puñaladas. Una nadería para un toledano hecho y derecho como tu humilde servidor, naturalmente.
Que alguien prepare ochocientos kilómetros de vendas, de todas formas. Yo voy a ver si esquivo unas cuantas escondiéndome detrás de alguna canción,
...y así de paso os presento a Maximum the Hormone, una joyita que el ínclito Eled, otro de esos eficacísimos tentáculos para impregnarme de friquismo y friquísimo él mismo, me pasó hace tiempo, sacada de no sé sabe dónde, y que es, definitivamente, una pedazo de banda.
27.8.07
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Con la tecnología de Blogger.
Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.
Craig, sin h final. Yo pa mi que las abdominales son de clembuterol.
ResponderEliminarY ejem...
Silver Surfer - Estela Plateada, es uno de los comics más jodidamente grandes de la Marvel de los primeros tiempos, un icono pop genialmente plasmado por John Buscema (el poster en la habitación de Tim Roth en Reservoir Dogs, portada del Surfing with the alien de Satriani) y la cosa más grande que haya podido escribir Stan Lee en toda su vida (incluso él lo reconoce). Aún ,así, aunque el concepto parezca absurdo, estamos hablando de un personaje nacido en las páginas de un comic de superhéroes, coño. Y no es un villano en plan Terminator, aunque no sé qué clase de cisco argumental habrán hecho en la película - que no pienso ir a ver - sino un extraterrestre con mucha más humanidad que los propios humanos (valga la redundancia, y ahí estaba precisamente lo chulo de la serie)
Un respeto a Silver Surfer o me lio a hostias.
Eres el Osama Bin Laden del friquismo, corazón.
ResponderEliminarY a ti Silver Surfer te parecerá la polla bendita, lo acepto, pero a mí, qué quieres, me parece un malo ridículo por el concepto, o por las pintas, si quieres, que al fin y al cabo son lo único que conozco de él. Llámame superficial si quieres, yo acepto que es un prejuicio y me quedo poco preocupado viendo que los mismos resquemores que por lo visto te da a ti la peli yo los proyecto también hacia el comics.
En fin, sí, sería la leche, pero es que a mí lo de un tío brillante haciendo surf... Que vale, que igual en los años sesenta era la leche de interesante para el adolescente pajeril de la época, pero los tiempos cambian que es una barbaridad, y a mí, desde que vi el primer trailer, me ha parecido obsoleto de partida. Como, no sé, hacer una película sobre un seductor y basarlo en la poesía romántica del castellano viejo.
¡Talibán!
Hombre, estaba claro que hablabas desde la desinformación, petardo. Pero tener según que prejuicio sobre algo de lo que casi no se posee información y soltarlo alegremente en plan chascarrillo te puede llevar a perderte cosas bastante chulas. A mí me ha pasado, por eso lo digo. Es como si yo viendo la sinopsis de Ciudadano Kane te la resumiera y te dijera, "joder, pues es la historia de un tio que le mola mucho su trineo, la va a ver su puta madre". O el concepto de la pelicula "Cube" (sólo la primera, que conste).
ResponderEliminarEsa es precísamente mi opinión sobre Ciudadano Kane, ja ja.
ResponderEliminarNo, ya. En cualquier caso yo me metía con la peli, que es lo que me da mal rollo. A los comics siempre les tengo más respeto, aprendido cuando de peque aprendí que en algunos de ellos, si había suerte, se veían tetas (ah, ¡el bendito Shirow!). Y aunque no se lo tuviese no me atrevería a hablar mal de ellos en un sitio en el que puedas leerme, que te tengo pánico.
Pero ya estás currando?
ResponderEliminarPues me alegro que te pase lo del reloj a las 11.55.. yo me pongo sobre las 8 y a las 8.05 ya estoy: Son las 8.05, son las 8.05...
Pues el tipo ese de las críticas tiene toda la pinta de haber llegado de las vacaciones como tú xD.
ResponderEliminarYo sinceramente paso de leerme una crítica porque la mayoría de las veces el que habla es un mamón al que todo le cae mal excepto la pelí pakistaní que no entiende ni el que la hizo. Así que para bichos raros, ya me miro yo y si una peli me llama lo suficiente como para pagar los abusivos precios de los cines iré a verla sin leer a nadie y si resulta ser terriblemente mala, pues oye, ya me desahogo yo poniéndola a parir por otro lado pero por lo menos con conocimiento de causa.
Un saludo y que te sea leve el regreso.
¿Nadie va a decir nada sobre el terrible video de acompañamiento al post? ¿Y los traumas que puede suponer su visualización/audición completa? Yo los desconozco porque he tenido que cerrarlo al cabo de un minuto, ¡pero conozco muy bien las secuelas de esa breve exposición! >_<
ResponderEliminarRosa, que pase a las 11 y pico no quiere decir que no lleve pasando toda la mañana... como de hecho era el caso :|
ResponderEliminarPero bueno. Todo pasa, también lo aburrido.
Konrad, eh, bueno, sí, las críticas, bien entendidas y bien utilizadas pueden ser útiles: ¿Tú nunca le has preguntado a un amigo sobre una peli, un disco o un libro, y sacado tus conclusiones en función de qué te cuenta y, también, de lo que conoces a ese amigo? Yo cuando leo una crítica intento formarme ante todo una idea del gusto de quien la hace, y a partir de ahí extrapolo hacia el mío. Y a Roberto Piorno lo vengo leyendo desde hace años, y su gusto suele coincidir con el mío (y tengo más o menos claro dónde no coincide). Claro que a mí es que las pelis pakistaníes incomprensibles tienden a gustarme, ja ja.
Lo de pakistaníes era broma. Lo de raras, no. Nada como el cine coreano de unos años a esta parte, en serio.
Y Jaruma Pedorra, el vídeo no es terrible, la canción se sale, y su audición completa produce la felicidad en forma de risa tan convulsa que, de hecho, sirve para hacer ejercicio y todo *_*
Pues eso, que saludos a todos y bla bla bla, y que yo también os echaba de menos, aunque jamás lo reconoceré porque soy un machote.