18.7.07

el señor de los anillos, alternativo

Una de las cosas buenas de estar en parte poseído por el demonio del friquismo es que uno, a veces, puede partirse la caja con las cosas más absurdas; comentarios que al común de los mortales le sonarán como una simple frase absurda (y que por lo general, realmente, es absurda) a ti te parece lo más ingenioso de... o sea, no de la vida, porque no es comparable a, no sé, La Vida de Brian, al David contando chistes o a la noche que descubrí que ya no tenía vajilla, pero en fin, digamos lo más gracioso que has visto en un rato.

Esto se debe a que hay friquis inquietos con mucho tiempo libre y con imaginación que rinden tributo a sus obras maestras (o simplemente se ríen de ellas) de maneras la mar de originales. Hoy por ejemplo me han mandado el link a esta versión, digamos, cantada, del Señor de los Anillos:



Y a mí siempre que me llegan cosas me viene a la memoria lo más gracioso que he visto nunca respecto al Señor de los Anillos, que fueron unos simples gifs animados que en su día poblaron los rincones de los foros de fieles seguidores del mundo y que a día de hoy han caído mayormente en el olvido y a veces hay que currárselo para dar con ellos. Digo a veces porque ayer los encontré al primer googlazo, pero hoy le he echado un rato al asunto, en parte porque ando más espeso imagino que como consecuencia de haber conseguido, por fin, hacer lo que tenía que hacer en el curro: Después de dos semanas parado, pensando (y bueno, escuchando música, diciendo "no" a una tal Violeta, legendaria en la oficina, que pide imposibles, y bajando capítulos de Me llamo Earl, todo hay que decirlo), hoy por fin he tenido la idea que sabía, intuía que debía existir, y lo dicho, diez minutos, una vez que en mi cabeza ha nacido por fin este sublime pensamiento que pongo aquí porque para algo el blog es mío: Las cuentas de resultados, por odiosas que sean, mantienen entre sí una estructura ortogonal de forma que las cuenas del activo y del pasivo, por ejemplo, son perpendiculares, de tal modo que una alteración de una cuenta del activo no afecta en nada a ninguna cuenta del pasivo. En serio, ha sido formular ese pensamiento, demostrarlo y zas, asunto zanjado. A la mierda la economía, ¡estoy en el reino conocido de la geometría! Y vale, en estas dos semanas, sudando y apretando tecla, podría haber hecho el trabajo a lo bruto, pero ¿y lo bien que se siente uno después de su idea feliz? ¿De qué estaba yo hablando?

Ah sí, del Señor de los Anillos, versión gif animado.

Bien. En realidad sobran las palabras, así que dejo los links a las imágenes (no las pongo directamente porque son cíclicas y lo suyo es verlas según cargan para no pillar la historia a medias).

Todo comienza en el Concilio de Elrond, donde Boromir, protagonista estelar, absoluto y majara de estas historias, explica lo complicado que es entrar en Mortor, digo Mordor, y filosofa sobre cómo combatir a Saurón: Aquí.

Sigue el brainstorming en la casa de Elrond Smith, y Boromir tiene la idea definitiva: Ésta.

Pasa el tiempo, llega la hora del descanso. Y como en cualquier reunión de empresa, la gente aprovecha para tirar del teléfono.

Y por fin, a falta de nada mejor, Boromir se lleva el gato al agua: Así.

Hubo hasta algún friqui que, entendiendo la magnitud de la adaptación de Peter Jackson y el bello gesto que, para la gente que puede pedirse una semana de vacaciones, significa la existencia de las tres versiones extendidas de las películas, decidió que hacía falta una tercera versión más acorde con la vida moderna, una versión que uno pudiese ver en cuestión de segundos, y sacó la versión ultracorta.

En fin, estos y otros gifs animados están recopilados en ésta página. Y definitivamente alguien debería darle un premio y pagarle unas copas a quien se le ocurriese la idea de Boromir y la catapulta.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.