23.4.07

porno


No voy a ser un hipócrita, y tampoco voy a vender ficciones de niño bueno; Yo, como tanta otra gente, soy uno de los que utilizan el recurso más común y más esencial de internet, la pornografía. Pero por lo visto dentro de la misma, como por otra parte era de esperar, existen ramas y ramas, estilos y estilos, formas y formas.

Parece ser que a día de hoy no puede concebirse una despedida de soltero como otra cosa que no sea una continua referencia al sexo, aunque no tengo muy claro si eso tiene algo que ver con que al fin y al cabo se está celebrando, en cierta manera, el fin de la época en la que por lo visto somos todos unos depravados y unos eyaculadores compulsivos (la soltería), para pasar a esa otra etapa de la vida en la que por lo visto son todos gente de bien, moderada, comedida, responsable y con tendencias de voto centroderechistas (el matrimonio), o si simplemente ocurre porque estás juntando a catorce tíos en una casa.

Nadie se puso a adornar las paredes con las imágenes de una revista porno; nadie convirtió nuestra casa en una especie de galería expositoria del contorsionismo sexual. En lugar de ello, la televisión se ha pasado unas 20 horas al día emitiendo pornografía. Nos íbamos a dormir y la dejábamos puesta. Nos despertábamos escuchando gemidos y jadeos amplificados y conducidos por pasillos, escaleras y rellanos. Y tan felices de la vida, porque la alternativa, que solía ser el chunda chunda, era bastante más incompatible con el sueño. Aunque yo me despertaba preguntándome qué clase de cosas recordaría haber soñado, con tal banda sonora, si pudiese haber recordado mis sueños.

De cualquier manera, como decía, hay estilos y estilos, y mi estilo, como buen adicto a la fotografía, busca sus pijotadas propias. Que para algo soy un elitista y un snob, digo yo. Cuando yo me pongo a buscar pornografía estoy buscando, básicamente, buenas fotos. En serio. Y cuando no las encuentro a veces tengo la necesidad de crearlas yo. Asumo que después de un fin de semana como este tiene que resultar extrañísimo. Entiendo, también, que la escasa representación de las fotos así en el vasto universo de la fotografía responde a algo más que a la escasez de buenos fotógrafos. Yo voy buscando una mujer guapa, un fondo interesante, un equilibrio de colores, una buena composición, algo original, algo diferente, algo que haga recordar esa foto. Tengo interés cero en las fotos cuyo único objeto de existir es coger a una tía con las tetas cuanto más grandes mejor y ponerla de forma que revele lo máximo posible de su entrepierna, o cómo finge cara de gusto mientras se introduce objetos variopintos por algún orificio. Y me pasa como con todo, con la música o con el cine (aunque con el cine no tanto; puedo ver casi cualquier cosa), que termino aborreciendo lo que por lo visto es más democráticamente apreciado, al menos en mi entorno. Sinceramente, los nombres de Nacho Vidal o Poli Díaz no me llaman a la hora de ver una película. Pero como soy un optimista de mierda, uno termina encontrándole su lado bueno a tanta pornografía, y como soy un niño malcriado uno termina convirtiéndolo todo en un juego, y cuanto más estúpidas sean las reglas mejor.

Por esto último al final podía terminar siendo yo el que dejaba puesta la pornografía en modo repeat cuando me iba el último a dormir, y por lo primero terminamos algún amigo y yo elaborando curiosas teorías que relacionaban la sobredosis de carne a la que nos hemos visto expuestos por vía ocular con la densidad de mujeres guapas que encontrábamos a nuestro paso por Salamanca.

Por lo general, estas teorías sostenían que uno salía tan acostumbrado a la carne desnuda que la imaginaba por cualquier parte, y que cuando uno veía una chavala se la imaginaba convertida en actriz porno.

Pero yo me entretenía pensando que lo que pasaba, simplemente, es que después de tanta parafernalia, tanto montaje, tanta falacia de fricción, percusión y embuchamiento, cualquier mujer normal me parecía un ángel.

7 comentarios:

  1. Yo me quedo con Conrad Son, definitivamente.

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  2. no os satura?? tanto porno digo...

    tu panopticón sigue sin dejarme entrar bien ni comentar ni nada, y me había perdido la increíble foto del templo... en fin, un siglo después... me encanta!

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  3. Pues saturaba o no en función de los gustos y la resistencia natural de cada uno.

    Por ejemplo, había quienes se sentían tan poco saturados que, de hecho, tendían a dormir en los sofás delante de la tele. Anda ahí ahí con ver porno incluso dormidos. Había otros que simplemente se escapaban a la cocina o al patio... Y yo, siempre caso aparte (faltaría más), intento hacer mía cada vez que puedo aquella cosa que decía Cortázar de ser capaz de sacarle metafísica hasta a una lata de tomate, así que meditaba y filosofaba al respecto. Algunos diálogos me parecieron sinceramente geniales... la pena, claro, es que entre diálogo y diálogo, y no contando como tales las frases tipo "chupa chupa", "aaah, aaah, oooh" y "¿te gusta?, ¿te gusta?", pasaban eternidades.

    Pero tenía mi libro por si las moscas.

    Gracias por lo de la foto ^_^

    Había más de por ahí, que están en el ordenador tostado... pero bueno, este finde hice un par de ellas que me han dejado bastante contento. La que subió anoche me gusta, pero la de hoy y la de mañana me encantan. Aunque sean mías. Sobre todo la de mañana.

    A ver si se porta el fotoblog y te deja entrar sin problemas.

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  4. creo q en este tema has bajado un poco el liston nos dejaste con mal sabor de boca asi q por favor escribe algo nuevo q nos vuelva a nganchar a leerte

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  5. Oye, que esto no es una corrida de toros, aquí de avisos nada.

    Se cuenta lo que se puede y se cuenta como se puede. Y si no te gusta, pues mala suerte. No siempre se consigue lo que quiere, ni yo escribir perlas de sabiduría o cosas graciosísimas, ni tú leerlas, supongo.

    Y de todas formas es una cuestión de gustos, a mí me parece un tema interesante, que da que pensar, y lo que es más divertido, que extiende esos pensamientos a temas en principio ajenos al tema original y que hacen que uno se ría mucho pensando en cómo el porno deja mal sabor de boca, ja ja ja :D

    Después de lo visto este fin de semana, entiendo perfectamente que pueda pasar tal cosa, por mucho que la gente tire de lavativas.

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  6. Bueno, bueno corason, que cómo todo en este mundo el porno tendrá sus utilidades: habrá quien lo utilice para excitarse, quien lo utilice para amenizar reuniones sociales ( que por esas cosillas de la "etiqueta" suelen ser reuniones de testosterona)o incluso habrá quien prefiera hacer de él un oscuro objeto de estudio, sabe dios!
    La verdad es que 20 horas cansan, de lo que sea, ya sea porno, futbol, cotilleo o drama.... lo cansado es lo monotemáticos que a algunos les da por ponerse!

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.