estar malito
En realidad cuando años atrás, siendo yo un pelín más bobo (todavía) de lo que soy ahora y estando un poco hecho polvo decidí que de todas formas no me iba a matar, la decisión no fue tan absoluta, tan rotunda como un puro, simple y efectivo "no". Nada de eso, con lo que a mí me va simultanear sies y noes, recorrer una y mil veces los mil matices del gris (y si no al fotoblog me remito esta noche; hoy toca blanco y negro medio conceptual) la decisión "no" fue para los métodos eficaces a corto plazo. Pero empecé a beber como un salvaje, lo que produjo algún que otro susto y mucha cara de preocupación en alguna amiga que llegó a decirme una frase que aún recuerdo perfectamente (y esto es rarísimo en mí): "David, creo que tienes un serio problema con el alcóhol". Yo probablemente le dijese que sí y me fuese a pedir otra copa, eso ya no lo recuerdo. Y así pasé un tiempo, lo cuál me dejó el estómago un poco maltratado. Uno es joven (pero joven joven), viene de la adolescencia, donde cada vez que se te jode algo esperas unos meses y ya estás tan pancho, y va descubriendo poco a poco que no, que hay piezas que no se regeneran y que quedan tocadas de por vida. Una de esas piezas es mi buen estómago, fiel amigo de comilonas, al que todo aquel alcohol no sentó muy bien, y con el que me ha costado llegar a un acuerdo, aunque al final está firmado que yo puedo beber lo que bebo y él no se pone a hacer de las suyas.
Pero aunque el pobre lo intenta, hay veces que no puede hacer nada, y tiene una serie de puntos débiles con los que yo me voy tropezando de cuando en cuando con el entusiasmo y la torpeza del bruto distraído que soy, y anoche, en una de esas, debí saltarme alguna cláusula de las del final del acuerdo de paz (esas de la letra diminuta) y coger frío en la tripa o beber demasiada agua fría. Así que para una noche que consigo irme a la cama antes de las dos (técnicamente eran antes de las dos, estoy casi convencido de ello) me despierto a la hora y media y me dedico a pasar la noche entrenando para los 20 metros puertas desde la cama al baño y desde el baño a la cama.
Lo malo del asunto es que estaba extenuado, y correr extenuado es bastante molesto, sobre todo porque yo estaba siendo muy feliz metido en la cama y tener que salir de ella a cada momento era una tortura que el cansancio enfocaba como si de una tragedia griega se tratase, hay a quien un águila le picotea el hígado toda la eternidad, hay quien se la pasa subiendo por una montaña una roca inmensa que siempre se le cae, y ahí estaba yo corriendo de un lado para otro. Pero como soy tonto, o sea optimista, el asunto también tenía su lado bueno, y es que esta mañana era del todo imposible venir a trabajar, así que me he quedado un rato durmiendo y luego, mientras vigilaba mis entrañas y les decía con voz acaramelada que no tuviesen miedo, que no pasaba nada, a ver si las convencía, me he entretenido leyendo, lavando, fregando, cambiando el coche de sitio para tenerlo más cerquita y haciendo esas tareas que hay que hacer y que habitualmente hubiesen hecho esta tarde un poco más corta de lo que en principio le toque ser. Lo genial del asunto es que ha dado tiempo a que se bajasen un par de discos cuya existencia yo anoche ignoraba, y que me han alegrado la mañana, Sol Niger Within Version 3.33 de Fredrik Thordendal, Undoing Ruin de Darkest Hour y Ziltoid the Omniscient mi Dios, Devin Townsend. El tal Fredrik es el guitarrista principal de Messhugah, así que uno ya sabe a qué atenerse; unas guitarras fracturadas y contundentes que siempre te pillan por donde menos te lo esperas, una cosa totalmente desconcertante y refrescante, aunque la voz no termine de convencerme mucho. A los Darkest Hour no los había oído ni nombrar en mi vida, pero cuando ayer noche me enteré de que Devin Townsend tenía un disco nuevo circulando por el bendito éter descubrí también que entre los últimos grupos a los que le ha dado por producir está esa gente, así que como yo confío mucho en Hevy Devy, tanto en lo que refiere al gusto como a sus dotes como músico, productor o lo que le de la gana hacer, pues aquí están sonando ahora mismo. Metalcore, de ese que llaman, y que tanta gente sataniza. Y Ziltoid the Omniscient es, bueno, la última ida de pinza del genio. Hay que tener cuidado cuando se venera a un tipo así porque incluso el nombre al que se le atribuyen los discos influye en ellos; Este no lo ha sacado como The Devin Townsend Band ni como Strapping Young Lad, sino como Devin Townsend a secas (existen las tres variantes, así que el amigo tiene en realidad tres discografías, podría decirse), supongo que porque se lo ha hecho él solito, incluyendo las baterías, que (el mundo es un pañuelo y todo encaja, a veces) no son otras que las del Drumkit from Hell, una idea de Tomas Haake, batería de Messhugah, que consiste en tener toda su batería sampleada para que quien sea, sin ser batería, pueda componerse una batería en condiciones, y que Messhugah ya utilizó en su último disco, Catch-33, que es un caos rítmico de principio a fin, y que el grupo no toca en directo porque aún no han podido aprendérselo. Volviendo a Ziltoid, el disco de Devin Townsend va de un extraterrestre, Ziltoid, que es omnisciente, y que viene a la Tierra a darnos un ultimatum; o alguien le sirve nuestro mejor café en menos de cinco minutos, o se carga el planeta.
Yo le estoy muy agradecido a Devin Townsend por unas cuantas razones, pero tras enterarme de cosas como esa creo que la mayor es esa capacidad para la tontería, para coger una estupidez como esa y montarse una mezcla entre broma detallista y cosa seria en lo formal (la producción es increíble, y la música tan currada como siempre) y terminar dándole forma de disco. Lo hizo hace siglos con Punky Brüster, aquel cachondeo de disco que contaba la historia y metamorfosis de un grupo de black metal que descubrió que lo que vendía era el punk facilón (resultado: un disco punk-antipunk), lo hizo con el videoclip del disco anterior, y lo ha vuelto a hacer ahora.
El puto amo. Alguien que tiene toda la pinta de disfrutar, mayormente, de su locura, y de convertirla en algo genial y que, al menos a mí, puede materle a uno de risa.
Empiezas hablando de Lluvia y terminas hablando de condones y ahora... empiezas hablando de gastroenteritis para terminar con Devin Townsend..... empiezo a plantearme seriamente lo de seguir siendo tu agente así que planteate dormir cómo opción alternativa de ocio!!!
ResponderEliminar;P
Estaría gracioso que después de media vida intentando despedirte sin motivo ahora fueses tú y dejases de ser mi agente v_v
ResponderEliminar¿Y qué tiene de malo empezar hablando de una cosa y terminar con otra? Mis posts fluyen, como la vida misma, como el fluir del flujo fluyente, como la fluctuación fluctuante del flu, flu, flu, a ver, alguien, ¿más palabras que empiecen por flu?
¡Flunicular!
¡Flutelo! (el vendedol de fluta)
¡Fluscuamperfecto!
¡Flumígero!
Y ya no me sé más.
Ah, ¿ves?, me noto yo acorde con el cosmos. Se mueven las estrellitas, van los fotones de aquí para allá, todo cambia, todo vive, y yo, pececillo en la corriente, comienzo una cosa y alehop, termino otra.
Disculpe usted mi veletismo argumental. Disculpe que se me lleve el viento. Disculpe que siempre me equivoque en el primer cruce que veo (ya sabes lo bien que se me da eso). Y disculpe que la descubra pero sé que lo dice por tocar las narices y que a usted no le importa que yo vaya cambiando de tema entre plato y plato. ¡Gañana! :P
Flusta!
ResponderEliminarjajajaja...estoy absolutamente autorizada a realizarte cualquier tipo de critica (por las que tengo que soportar de tu parte, majo ;P) queridisimo fluctuoso!
ResponderEliminarespero que te mejores con lo de tu estomago.por lo de la musica no opino porque lo mas heavy q e escuchado es evanescence...
ResponderEliminarMuchas, digo buchas, digo fluchas gracias, Hero. Creo que el asunto ya va bien, aunque lo confirmaré mañana, con la resaca, el estómago taladrado por el alcohol y un montón de horas sentado en un coche, je je. ¡Terapia de choque! (espero que no literal, que en un coche choques = malooo).
ResponderEliminarRespecto a la música, bueno, hay tanta que no es difícil pasarse la vida escuchando cosas que otros no conocen ni de pasada.
MoMe, gracias, estoy por montar el fluccionario y recoger todas las palabras que empiezan por flu, hmmm. Luego podríamos montar la Flual Academnia de la Lengua, y constituir la oligarquía con sólo tres cargos, la F, la L y la U.
Ah, cada vez que tengo una idea así siento la dominación del mundo un pasito más cerca.
¡Qué coño dominación del mundo! ¡LA DEL FLUNIVERSO!
Y Vero, corazón, eso no era una crítica, era... era... era... bueno vale, era una crítica, pero no sé qué tiene de malo fluctuar, y me apuesto (espera) setenta y tres céntimos (es todo el dinero que llevo encima ahora mismo) a que tú tampoco, ñañaña.
Pero no compares mis críticas con las tuyas, las mías tienen sentido :)
Yo pensaré en un mito griego que te vaya al pelo y aunque me lo has fluesto chungo, pero el fluente es laaargo y yo tengo mucho tieeempo.
ResponderEliminar¡Te vas a cagar! Uy, perdón
Respecto al video, me encanta, pero la música hoy no es lo mío, como todos los viernes a estas horas me duele terriblemente la cabezota, así que si quieres seguir adoctrinándome tendrás que fluctuarme algo de Ziltoid, el Omnisciente para mis paseos dantescos que es cuando realmente mis orejas reaccionan positivamente a tus sabias lecciones v_v