21.7.06

Insertar grito de Tarzán aquí

1. Hoy toca huida campestre. Así que me he levantado y me he puesto a dar saltos por la casa para intentar obviar y olvidar que estoy muerto de sueño, he conseguido robarle un par de minutos al día para trivialidades como desayunar (si a cualquier cosa le llamamos desayuno) y lavarme la cara (esto sí con mucho empeño), he intentado no olvidar nada y me he lanzado a la calle con una mochila (un vistazo dentro: toalla, cremita para no quemarme, bañador y pantalon corto para combatir el clima), un par de camisas y un par de camisetas. Y cuando iba camino del atasco me he acordado de algo que había olvidado y me he sentido bastante estúpido, pero he vuelto a olvidar qué era, así que todo va bien.

Así que tengo el coche aparcado al lado de la casa de mi agente y cuento los minutos que faltan para salir de aquí corriendo, recogerla, comer, cargar el coche de toda la tecnología y fauna que planea meter dentro y salir corriendo a por el siguiente atasco. Y a la que nos zafemos del mismo, tarde de piscina y solete. La noche se presenta más trágica: Va bastante gente, va mucha gente, y hoy tal vez me falten un par de los que me aportan cordura. Yo es que en las aglomeraciones me pierdo, la gente con la que me siento cómodo tiene cosas que contarle a la otra gente, y yo arrugo los morros y me concentro en la aniquilación de mi hígado. Pero hay que ser positivo, hay que ser optimista, ya saldrá el sol mañana, alumbrando las resacas y los montes, y tocará otra vez piscina, y todo estará bien. Además me quejo porque soy idiota, luego seguro que quien sea me saca cualquier tema de conversación y yo me descubro feliz y polémico.

Lo que viene a significar que hasta el domingo como mínimo nada de ordenador, y nada de blog. Se siente. Siempre puedes entretenerte mirando fotos, que se van a seguir subiendo.

2. En el descanso de media mañana un compi del trabajo y yo nos hemos bajado a la calle. Todo muy trivial, muy cotidiano, pero no sé en qué momento la conversación se ha apartado del cauce habitual (si el Madrid ficha a Kaká o no, si el Madrid vende a Roberto Carlos o no. Esperamos un sí y un no respectivamente o nos haremos ateos en esto también), y me he descubierto confiándole a mi compañero una vieja perversión mía que siempre amenazo con hacer pero que moriré sin cumplir porque luego uno siempre se pone serio: Una vez antes de morir, le he dicho, votaré a la Falange. A lo qué el me ha respondido "mira, algo que yo ya no tengo que hacer". Y yo he pensado "Jur". Y hábilmente, he disparado la siguiente pregunta, "¿viste la etapa de ayer del Tour?"

3. Me resigno: Dormir es imposible. Yo antes tenía una estrategia que consistía en descansar entre semana, y afrontar los fines de semana como se merecen, con las pilas puestas. Así los lunes yo estaba fatal, los martes algo mejor, los miércoles casi bien, los jueves descansado y el viernes con la servilleta al cuello para no mancharme al comerme el mundo a mordiscos. Pero yo no sé qué es lo que pasa últimamente que no hay manera de dormir, y me paso el lunes fatal, el martes peor y luego voy iterando. Aunque no me quejo, sólo lo cuento, porque sí sé lo que pasa. Que por las mañanas trabajo y por las tardes estoy de vacaciones. Así algunas tardes las dedico a luchar contra el consumismo sin sentido (porque aunque sea literario puede ser consumismo, que sí, que sí), otras para apañar gazpachos, ser invitado a comer y terminar contando mi vida y escuchando unas mil, y claro, se van batiendo records a la hora de volver a casa y el despertador no entiende de piedad. Qué le vamos a hacer. Ya dormiré mañana por la mañana, si tengo tiempo. O pasado. O ya me caeré redondo y me hospitalizarán o lo que sea. ¿Pueden hospitalizar a alguien por déficit de sueño? ¿Y qué le hacen, le dejan que se hinche a dormir? Suena seductor. Aunque conociéndome en vez de ponerme a dormir me escondería bajo una sábana para leer.

4. Sigo sin recordar lo que esta mañana recordé haber olvidado. Y unas cuantas neuronas no paran de darle vueltas y preguntarse ¿qué coño sería?

Qué cruz. Si lo recuerdo, me sentiré idiota otra vez. Si no lo recuerdo y recuerdo haberlo olvidado, me sentiré curioso. Y si olvido haberlo recordado me sentiré normal, pero me habré perdido todo esto. Hmmm. Casi estoy en el mejor estado posible, pensándolo bien.

5. Me dice la reportera más dicharachera de los blogmundos que alguien ha venido aquí poniendo en su buscador "acer el amor gritando". No sé si la falta de ortografía será suya, todo puede ser. Ni por qué se ha puesto ella a cotillear esas cosas. Debe dedicarse a la prensa de colores vivos, ya sabes. En cualquier caso creo que me reclama unas líneas al respecto, o que continúe con mi tarea evangelizadora a la carta, dando a posteriori las cosas que la gente viene buscando a priori. Pero no hay mucho que decir, aparte de reivindicar el grito de Tarzán para algo más que para algo más que para anunciar mi llegada al monte. Pero no sé, ¿qué hay que explicar de los gritos y los ruidos mientras uno hace el amor? Cada uno que le haga lo que la prudencia y el cuerpo le pidan, no por ese orden.

¿No?

5 comentarios:

  1. Tengo todo colocadito a la espera de que termines de trabajar!!! yuju!!!
    Sal ya, sal ya, sal ya,.....

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  2. No, no me dedico a la prensa de colores, es sólo que me aburría. Y la falta no es mía, obviamente v_v

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  3. ¿Cómo puedes ser tan canalla? Piensas votar a La Falange antes de morir, y si por culpa de ese voto gana, ¿qué hacemos los que pensamos seguir viviendo después de tí?
    Deja esa perversión y dedicate a "los escotazos" que eso no nos dañará a los demás..
    Diviertete pero duerme algo hombre, que vas a caer rendido y no podrás escribir, piensa en tus lectores o por lo menos hazlo por tu agente.. si no escribes no cobra..

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  4. Sólo comentar que en la lista de blogs de la derecha hay unos cuantos con distinta tipografía o tamaño de fuente. Al principio he pensado que sería por hacerlos destacar de la miasma nausebunda del resto, pero al ver que el mío es uno de los elegidos, siendo el epítome de lo lamentable, ha cobrado fuerza la teoría del error.

    Así que en vez de perder tiempo haciendote la linea del bikini, podrías actualizar la plantilla. O no.

    Eso era todo, a sus pies señora.

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  5. Es que mi plantilla se comporta de una forma muy quisquillosa... se supone que todos deberían salir con el mismo tamaño y salen así. No sé, ya probaré a cambiarlo a ver qué pasa.

    Pero el otro día intentaba darle la vuelta a los colores de la página y que el fondo fuese claro y las letras oscuras, y chico, cambiando sólo eso los recuadritos de los nombres de los posts me salían con rayitas discontinuas, algo rarísimo.

    Sonia, no te preocupes, eso de la Falange fue una idea estúpida que ahora ya sólo es un sueño recurrente, y desde luego no sería para que ganasen sino para que se preocupasen, extrañados, cómo era que de pronto en unas elecciones tenían 42 votos en vez de 41... o sobre todo para sacar de quicio a la gente cuando se lo cuento.

    Pero cuando lo pienso en serio siempre me digo que ni de coña, que imagina lo sucísimo que me iba a sentir después, blerg.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.