Aires de amotinamiento rondaban ayer la oficina: Hoy empiezan las minivacaciones de Semana Santa, y se preveen como quince mil millones de desplazamientos que atestarĆ”n las carreteras, las harĆ”n rebosar de coches que fluirĆ”n con la rapidez y suavidad del hormigĆ³n armado a medio fraguar, un caos de luces rojas, pitidos y llanto de niƱos que amenizarĆ” la tarde-noche a un montĆ³n de gente, yo incluido si no nos andamos un poco listos.
Y por eso el amotinamiento. Ayer Fernando ya afirmaba con rebeldĆa que hoy por la tarde no curraba. Lo cuĆ”l estĆ” muy bien, porque Ć©l es el que me dice quĆ© tengo que hacer, y si no estĆ”, yo aquĆ no pinto nada. Y por otra parte les llevo a Ć©l, a Marta, a mi agente y a su gata y al pueblo, asĆ que tampoco va a irse para estarme esperando.
Total, que a eso de las dos de la tarde nos iremos, recogeremos a mi agente y a LĆŗa, y a ver si con algo de suerte nos anticipamos a la caravana inmensa que saturarĆ” todas las carreteras durante horas y horas. Si sale bien es un plan estupendo. Salir de aquĆ, coger el coche, y a comer a Talavera.
Crucemos los dedos porque la gente coma antes de la salida, y para que no salgan pronto. Y en fin, como soƱar es gratis, yo sigo. La tarde libre, tal vez para ir al campo, a corretear bajo el sol, a saltar entre las piedras, a ver caer la tarde. Luego a casa, una ducha, cena y al bar de Leo, a tomar unas copas, ver quiƩn aparece, tener conversaciones cuanto mƔs absurdas mejor y, esperemos, echar unos cuantos futbolines. Y luego dormir.
Dormir. Dormir es una actividad que ahora mismo constituye un sueƱo en sĆ misma.
Y despuĆ©s, la resurrecciĆ³n: Despertar sin otra cosa que hacer mĆ”s que comer y pensar quĆ© hacer para pasar el dĆa de la forma mĆ”s tranquila posible.
Como por ejemplo, desterrando las paranoias estas sobre el cambio de interlocutor, o interlocutora de lo que escribo. Claro que no deberĆa mencionar esto asĆ, de pasada, al final de un mensaje tan vacĆo y tan intrascendente como este (que, supongo, sĆ³lo sirve para avisar de que no voy a escribir por aquĆ al menos hasta el domingo o el lunes que viene), deberĆa contarlo de una vez, exorcizarlo o callarme. AsĆ que optarĆ© por callarme, con la excusa de que quieras que no se supone que estoy trabajando (de hecho estoy trabajando, palabra).
Recapitulando: En menos de media hora, vacaciones. Y para canalizar la euforia contenida, te dejo el trocito de canciĆ³n que, por razones existenciales que no termino de intuir, en cuanto tengo un momento de silencio, me viene a la mente esta maƱana:
sing destruction, sing of unfullfillment
search abandoned, let the blood be fevered
ridden of the self provided things get easier
ignite our minds and let's burn brighter, NOW!
12.4.06
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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la mĆŗsica que no le gusta a nadie y las pelĆculas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez mĆ”s libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pĆ”nico, no cuelgo aquĆ.
gran semana santa :D
ResponderEliminar(aunque los maullidos del camnino casi acaban con nuestros nervios.....no conocĆa esa faceta paciente de Marta!!!!!)
Eso explica la santa paciencia que tĆŗ a veces tienes, que no sĆ© de dĆ³nde la sacas :)
ResponderEliminarY pobre LĆŗa, ¡si ella se limitaba a cantar!
Miau.
Miau.
Miau.
¡¡¡MIAU!!!