3.8.10

mi vida en paro, capítulo 1

Esto del paro es un no parar, valga la, bueno, eso.

Primero: es extenuante la cantidad de ex-compañeros que me han llamado para interesarse por mi despido y para clamar ¡injusticia! y ¡ya les vale! y cosas peores porque, bueno, igual al ex-jefe le da por seguir leyéndome (hola, Marcial, ¿qué tal? Yo estupendamente. Otro día te cuento, que tengo que contar aquí bien mi despido y sus razones. Las de verdad, claro, no las gilipolleces que me soltaste el otro día), así que no reproduzco. A todos les contesto lo mismo, que no se preocupen, si a mí me dieron una alegría, mucho mejor esto que irme sin cobrar un duro.

Segundo: el INEM. El INEM ya ni siquiera se llama así (hay dos páginas webs con nombres raros, para empezar). De hecho nada se llama como yo pensaba que se llamaba. Por ejemplo "cobrar el paro" no se dice así, se dice "recibir la retribución compensatoria". George Orwell estaría aterrado, si 1. no estuviese muerto y 2. no le diesen tantísimas otras razones para sentirse profeta.

En cualquier caso el INEM me ha dado la oportunidad de darme uno de esos gustos idiotas: recorrer sus pasillos durante horas, silbando y canturreando esto,



Y sigo con mi lista, tercero: cumplió años la Muchacha y no se me ocurrió otra tontería más grande que regalarle una bici, para que vaya pedaleando a trabajar. Y claro, tuve que esconderla lejos, porque la Muchacha, cuando viene época de regalo, hace rastreos por sorpresa aquí en Palacio. Y claro, tuve que traerla. Y claro, si uno está llevando una bici de un lado para otro no lo hace caminando con la bici a cuestas, no: lo hace pedaleando. Sirvió para que aparezca en una foto de ciclista bucólico paseando por delante del Palacio Real, y también para que al bajarme del aparato infernal me temblase todo y tuviese que darme dos duchas seguidas, porque no había forma de dejar de sudar. Todo olvidado, porque soy un despiste con patas y porque en cualquier caso a la Muchacha le encantó el regalo.

Y cuarto: como estoy en paro, ahora soy de profesión mis labores, y cuando no estoy recorriendo el INEM silbando a los Reincidentes, que es la mayor parte del tiempo, pues voy a hacer la compra y limpio cuartos de baño (de manera alterna: limpio uno, me da por sudar, menos que con la bici pero en fin, es que limpio con entusiasmo, total, que uso otro baño para ducharme, y luego lo limpio, y luego debo usar otro baño para darme otra ducha, y así) y cosas por el estilo.

Así que ya comparto recetas de cocina con el frutero, confidencias con el tendero del que adquirimos pan bimbo, charlas sobre cine de kung-fu con el chino de aquí al lado, y consejos sobre cómo distribuir productos en bolsas de la compra con la cajera del supermercado (además de alegrarles las mañanas con esas cosas tan mías de equivocarme de bolsa de la compra y llevarme la de un vecino, o pagar con un billete de cinco y recordarlo como de veinte, o usar siempre para entrar la salida y para salir la entrada). Ya los veo y los conozco y los reconozco. Ya me ven y me ponen esa sonrisa cortés y compasiva que se pone con quienes parecen sufrir algún tipo de lesión cerebral grave.

El barrio y yo, ya, somos uña y carne.

Menos mal que están cerrando todas las tiendas para irse de vacaciones. Si no, en una semana, se juntan todos y me apalean.

Y menos mal que la semana que viene nos vamos nosotros de vacaciones, a invadir un islote. Si no, el paro acaba conmigo.

4 comentarios:

  1. Pues parece todo muy guay. Da casi envidia :)

    Que lo pases y paséis bien.

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  2. Coincido por Portorosa, le estás sacando mucho partido.

    Ya nos dirás si a La Muchacha además de gustarle el regalo lo monta.

    Saludicos!

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  3. Ganarse al frutero es una ardua y necesaria labor! Ánimo. Llegará el descanso. Bersooooooo.

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  4. es que el paro es muy duro, qué se creen...
    lo primero es que el día se reduce de horas...tal vez sea porque se duerme más, o porque no se hace todo como si tuviéramos un petardo en el culo, pero no me digas, las mañanas se pasan volando...

    luego la oficina del Inem, que es agotadora. En la mía, para más inri, está todo forrado de carteles horribles de democracia nacional. ¿A quién crees que atenderán primero? preguntan y digo yo que será al que llegue antes, pero no, ellos empeñados a que será a un negro...pero yo no veo ningún negro en la cola...es rarísimo...pobre ciudad mía, si Azaña levantara la cabeza...

    total, que es agotador, coincido contigo.
    y te mando un beso, compañero parado...(y bicicletil...)

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.