13.11.09

la devaluación del cielo

¿Y qué coño hago yo ahora, me pongo otra vez a hablar de la Conferencia Episcopal y sus cosillas?

¡Uuuh, no votes a favor de la ley del aborto, uuuh, que te excomulgo!

Pues eso, que yo sepa, es delito. ¿Cómo se llama, prevaricación, cohecho, alguna de esas cosas que se oyen tanto ahora alrededor del apellido Camps, el que teme amanecer muerto en una zanja probablemente sucia, horreur por el traje? En fin, que sí, claro, yo aquí sin tener ni puñetera idea de cómo apostatar, ¿y los políticos tienen así de fácil ser excomulgados? Que ya, ya sé que no es lo mismo, pero eh, es más de lo que tengo yo, y eso que me hincho a mencionar el nombre de Dios en vano y a mirar a las mujeres de los vecinos, por ejemplo anoche me crucé con Teresa, la vecina de debajo del Palacete, y claro que la miré, no te jode, si le parece al redactor bíblico me comporto como un autista.

Es que ya me siento muy plasta hablando de estas cosas, la verdad.

Pero claro, que más plastas son ellos.

Y francamente, sospecho que algo se me escapa. Que yo sepa, cuando se discutió esa cosa del libre albedrío frente a la todopoderosidad de Dios, se concluyó, para disculpar a Dios por ejemplo de las hazañas de los asesinos, que Dios nos daba libre albedrío para que fuéramos libres de actuar bien o mal (entendiendo “bien” y “mal” desde el paradigma cristiano), y así cada cual se ganara por sus própios méritos o faltas el cielo o el infierno. ¿Entonces qué gracia tiene que se intente prohibir lo que resta puntos? Es como si la Conferencia Episcocal se pusiese a manifestarse por la existencia del 0 en las ruletas de los casinos, es una forma la mar de extraña de adulterar la salvación. Porque si lo que pretenden es la salvación masiva, o que todos nos portemos “bien”, ¿tendrá el mismo mérito que alguien no aborte porque opina que una nuez es un roble que quien no lo haga porque sea ilegal y no quiera ir a la cárcel?

En fin. Propone Vero una lista de peticiones suyas para la Iglesia Católica, pese a que ya le he dicho yo que la forma de pedirle cosas a la Iglesia no es esa (el canal designado, un tanto rocambolesco, será, supongo, rezar, y que ya Dios se ocupe de la mensajería, hablando con Ratzinger, por ejemplo), como por ejemplo que la registren como hereje oficial y como tal aparezca en las listas de gente que maneja la Iglesia, y que se arrejunten los herejes. Yo no, porque no me considero hereje, porque siendo ateo supongo que infiel y blasfemo serían términos más adecuado, pero de todas formas, como es gratis, propongo también una serie de medidas al respecto:

1.       Entrar en una Iglesia y escupir en la pila del agua bendita.

2.       Entrar en un confesionario y confesar. A la hora de escuchar la respuesta del cura, evaluarla y si no nos convence, expresarlo y anunciar la renuncia al club.

3.       Quemar una biblia. No puede ser comprada; no queremos que ningún mercader gane pasta con la religión, no sea que luego el pobre vaya al infierno.

4.       Predicar con el ejemplo e ignorar a esa gente que, a fin de cuentas, no tiene la culpa de decir tonterías, pues como ya conté hace siglos partiendo de una hipótesis falsa se puede llegar a decir toda clase de estupideces.

Personalmente me atendré a la 4ª porque me da pereza ir a una Iglesia y porque no tengo ninguna biblia. Pero si alguien hace alguna de las tres primeras, que sepa que desde aquí tiene mi blasfemo aplauso.

17 comentarios:

  1. Robar una casulla, con todo el resto del atrezzo y utilizarla en el próximo desfile de carnaval (literalmente cierto) con un gorro en cono y báculo fabricados ex-profeso.

    Si no, tu última propuesta

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  2. Simples precisiones conceptuales:

    Apostatar y ser excomulgado son fenómenos netamente distintos, de consecuencias totalmente diferentes.

    La diferencia fundamental es que la apostasía hace que dejes de ser cristiano, es, de hecho, el único método que existe para lograr ese resultado. Y es sencillísimo, puedes hacerlo en solitario, en el salón de tu casa y ya está, ya ha surtido efecto. No eres cristiano. Si, además, quieres que quede constancia pública, el proceso es más complicado, pero existe. Si realmente te interesa trataré de informarme, pero, sinceramente, no veo qué interés puede tener nadie en que su apostasía le conste oficialmente a la Iglesia Católica, cuando la propia Iglesia Católica no presenta para él ningún interés.

    La excomunión, en cambio, lo único que hace es privarte de la participación en el Sacramento de la Eucaristía -como los curas no piden credenciales a la hora de dar la hostia en realidad sigues pudiendo comulgar, pero lo harás de modo blasfemo e irreverente, cosa que, evidentemente, solo puede preocupar a quien sigue siendo cristiano.- Porque la excomunión NO hace que dejes de ser cristiano. Eso, insisto, solo puede lograrlo de sí mismo cada interesado mediante la apostasía, pública o no.

    Si, por algún motivo que no se me alcanza, tienes algún interés en ser excomulgado, lamento informarte de que no es posible ya. Porque imagino que, si no lo habías hecho antes, ante mis noticias te habrás apresurado a apostatar y, por tanto, no serás ya cristiano ni podrás por ello ser excomulgado.

    Pero si, por algún perverso motivo incognoscible, no has apostatado aún, sigues siendo cristiano y deseas ser excomulgado, creo que hay varios "pecados públicos" que conllevan la excomunión. El público concubinato creo que es uno de ellos, el aborto me consta que lo es y debe de haber algún otro, ya me informaré. El asesinato, supongo, y cosas así. Si envidias la facilidad que se les ofrece a los políticos de lograr la excomunión mediante un simple voto, sugiero que exijas del Gobierno que someta a referéndum la ley esta: así la podremos votar todos los ciudadanos, políticos o no, y estaremos en igualdad de circunstancias también respecto de tu deseada excomunión.

    Por último, no soy autoridad en la materia y nada más lejos, por otra parte, de mi intención que iniciar una de esas interminables discusiones nuestras, en las que evidentemente ninguno convence de nada al otro -bueno, una vez pareció que sí, pero al final era que no- pero nos lo pasamos tan ricamente. Pero -estabas esperando el pero, no lo niegues, lo pedía la frase, tu certero instinto lingüístico seguro que no ha fallado- no me parece que haya delito alguno en el anuncio, que no amenaza, de que la excomunión espera a quien vote por la ley de marras (que no de marrás). Aún si se tratara de una amenaza, una asociación privada, y la Iglesia lo es, es perfectamente libre de amenazar con sanciones internas a aquellos de sus miembros que no observen la conducta que la asociación espera de ellos. Pero, además, no se trata de una amenaza, es un simple recordatorio de algo previamente establecido desde hace mucho tiempo, no porque lo diga ahora no sé qué obispo: el que participe de cualquier modo que lo haga en la comisión de un aborto, aunque solo sea facilitándolo legalmente, como es el caso de los políticos que voten esta ley, será excomulgado. Tanto delito hay en ello como en que yo le diga a mi vecino que le negaré el saludo si llego a enterarme de que vota al PP. Ni un poquito más, oiga.

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  3. Lansky: buena sugerencia esa. Me la apunto como número 5.

    Vanbrugh, ya sé que apostatar y ser excomulgado no son la misma cosa, ya, y espero no haber dado a entender que pienso que sean la misma cosa. Lo que pasa es que mi meta es la apostasía, pero la excomunión, pese a ser, digamos, menos, ya la tienen gratis los políticos con votar en contra de lo que les dice la Iglesia que voten.

    Y te agradezco la oferta y te agradeceré más todavía si me encuentras una forma factible de hacerlo si se puede sin perderse en el laberinto burocrático que tiene la Iglesia como método para hacer desistir a quienes quieren borrarse de ella.

    No he apostatado sencillamente porque no sé cómo hacerlo. Cuando, es otro decir, se abrieron los cielos con la ley de protección de datos y pudo hacerse así, pensé que por fin podría, pero creo que alguna alegre sentencia de algún juez influido por esas creencias religiosas que, según tú, nunca influyen en nada, echó por tierra esa vía.

    Y discúlpame pero la apostasía privada no me vale. No mientras la Iglesia tenga, como tiene, mi nombre en su lista de practicantes, esa que esgrime cuando va a pedirle dinero a este gobierno nuestro, tan laico, constitución en mano.

    Por los pecados que impliquen la excomunión no te preocupes, que no creo que tenga que matar a nadie. No creer en Dios ya hace que me salte los tres primeros mandamientos, y mis sanas costumbres sexuales el sexto y el noveno.

    Y como no podría ser de otra forma discrepo totalmente con tu último párrafo; cuando la sanción interna se usa como forma de chantaje para que los señores políticos, ojo, no cometan el delito de abortar, que no es eso, sino que aprueben una ley, pues a mí sí que me toca bastante las narices, otra vez, y van no sé cuántas, este año. Porque los señores políticos no van a incumplir ningún mandamiento, y si lo hacen, también lo estarás haciendo tú al hablarme de los métodos y formas de ser excomulgado o de apostatar, porque no sé si tú pretenderás hacerlo, que supongo que no, pero me estás ayudando a mí, y a quien te lea, para que lo haga.

    Así que ala, otro excomulgado al club. ¿Queda alguien sin excomulgar en el mundo?

    Al final no vamos a caber en el infierno, verás.

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  4. Por supuesto que SÍ pretendo ayudarte, a ti y a todo el que tenga, como tú, esa tonta manía de querer ser excomulgado. No sé por qué supones otra cosa. ¿Por qué iba a negaros un capricho tan inofensivo y que parece haceros tanta ilusión?

    Pero lo que me acarrearía a mí la excomunión sería cooperar necesariamente en un aborto, no en un pecado cualquiera. De modo que yo no estoy excomulgado, lo siento, o no por esto, al menos.

    Y en cualquier caso, la conexión automática entre estar excomulgado e ir al infierno es de tu exclusiva invención.

    El caso es que te inventas demasiadas conexiones automáticas de fundamento más bien precario en cuanto asoma el tema de la Iglesia, David. Parece afectar de algún modo tu habitualmente impecable facultad de razonar...

    En fin, como bien dice tu amigo el calígrafo temblón de ahí abajo, sipswep...

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  5. Vanbrugh, votando a favor de una ley que lo que hace es "despenalizar" el aborto, ¿se está contribuyendo a la comisión del mismo? Me parece pasarse un poco. Deberían responder los obispos qué se debe hacer con una mujer que aborta, ¿encarcelarla?

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  6. De esa analogía pretendía tirar yo y me temo que no ha quedado claro; si despenalizar el aborto, que probablemente sea facilitárselo a quien lo pretenda, es motivo de excomunión en atención al mandamiento aquel de "no matarás", facilitar la apostasía, o pretenderlo, tiene que serlo, en base al de "amarás a Dios por encima de todas las cosas", ¿no?

    Claro que esto es razonar, espero que ahora sí con claridad (y leñe, voy a tener que comprarme una biblia para no asumir en modo automático, buf), y la razón y la religión son un coctel que por lo visto es fácil que se corte, como la mayonesa.

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  7. Tu primera pregunta tiene una fácil respuesta, Miroslav: si con la aprobación de la ley se produce un solo aborto más que sin ella, entonces la ley ha contribuido a la realización de ese aborto, y lo mismo puede decirse de todos los que han contribuido a promulgarla. Si, en cambio, la aprobación de la ley no hace que se produzca ni un solo aborto más que los que se hubieran producido sin ella, entonces la ley es perfectamente inútil. Como no creo que nadie vote una ley con el propósito de que sea inútil, en la intención, al menos -y eso es lo que cuenta a efectos morales- todo el que vote la ley está contribuyendo necesariamente a la realización de abortos que sin su voto no tendrían lugar.

    En cuanto a lo que los obispos quieren que se haga con las mujeres que abortan, pregúntaselo a ellos. Su postura no es la mía, ni pensamos lo mismo sobre el tema. Hay pocas cosas, de hecho, en las que yo esté de acuerdo con los obispos y, de estas pocas, menos aún que tengan que ver con política, sociedad y costumbres. Pero, al contrario de lo que parece pasaros a David, a ti y a alguna otra, numerosa, gente, no estar de acuerdo con ellos no me lleva a razonar sistematicamente mal en todo cuanto a ellos se refiera, y a forzar alegremente los argumentos, sin problemas siempre que hacerlo lleve a la conclusión de que son más malos todavía de lo que son. Así, por ejemplo, no me parece bien que excomulguen a quienes participen en un aborto, y hasta puede parecerme peor que recuerden la inminencia de esa excomunión justo cuando va a votarse la ley. Pero por mal que me parezca no puedo admitir que se diga, como hace David, que al hacerlo están cometiendo un delito, porque es evidente que no es así. Esa, por cierto, es la única cuestión que discutí yo a David, así que tu intempestiva pregunta sobre lo que los obispos quieren que se haga con las mujeres que abortan no parece venir aquí muy a cuento. Para hacérmela a mí, quiero decir.

    Luego han surgido cuestiones laterales, como suele pasar. David insiste en no enterarse de que la excomunión no está prevista por el derecho canónico para quien cometa o coopere en cualquier pecado, sinio solo para los autores y cómplices de unos pocos, muy tasados pecados, entre los cuales el aborto. Lo he explicado dos veces, pero parece encontrar que sus argumentos perderían brillo si accediera a enterarse, por fin, de lo que explico, y prefiere por tanto insistir en que se me excomulgue a mí junto con los políticos, ya que ambos ayudamos a cometer un pecado, ellos el de abortar y yo el de apostatar. No insisto más en la explicación, puesto que no parece interesar mucho al destinatario, pero sí rehúso formalmente ser excomulgado, menos aún por el simple capricho de un pagano relapso. Mi excomunión me la trabajaré yo solito cuando lo encuentre conveniente, tras negociarla directamente con mi obispo.

    (El pendolista con Parkinson que te guarda la puerta, David, esta vez ha escrito "logra")

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  8. Vanbrugh, empiezo a estar un poco mosca con tu modo habitual de despacharme en estos temas; que si de pronto yo, con lo bien que -según tú mismo- se me da habitualmente empiezo a razonar cual cabra triscando, que si yo me pongo a sacar cuestiones laterales que no vienen al caso y que si pese a que te explicas y te explicas a mí no me da la gana enterarme.

    Pues qué quieres que te diga, si coger TU argumento y usarlo tal cual en otra situación para llegar a una conclusión no es una forma de analizar un argumento, si piensas que hacer eso es desvariar lateralmente, pues apañados estamos. Yo lo que me he limitado a hacer es coger tu explicación de las excomuniones y probar que, en base a ella, tú mismo estarías ya excomulgado. Pero me dices que ah, no, eso es para pecados especiales, como el aborto. Insisto en pensar que algo que implica el mandamiento number one del decálogo debería ser más grave porque, digo yo, para algo lo pondrían el primero de la lista.

    Por otra parte, respecto a esa cuestión lateral que tú sí te sacas de la manga, yo no tengo ningún interés en que tú seas excomulgado o no, francamente me importa un bledo la etiqueta que te ponga esa organización basada en una fantasía de cabreros de hace milenios en base a esos razonamientos suyos que, por partir de premisas falsas y por ser insostenibles de base, serán absurdas sí o sí.

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  9. Mi querido David, yo por mi parte también empiezo a estar un poco mosca con tu modo habitual de entender que he dicho lo que no he dicho, y esta cuestión de los mosqueos mutuos me parece que necesita de una urgente aclaración; porque si alguna vez mi mosqueo llega a ser verdaderamente grave, yo lo tengo muy fácil, no tengo más que dejar de asomarme por este tu estupendo blog. Pero si fuera tu mosqueo el que alcanzara dimensiones alarmantes, te agradecería que me lo hicieras saber a tiempo para, igualmente, retirarme en paz, porque nada deseo menos que venir a molestar en su propia casa, en contra de su voluntad, a un tipo que me cae fundamentalmente bien.

    Por ejemplo: en ningún momento te he acusado de sacar cuestiones laterales ni de desviar lateralmente la discusión. He constatado que en esta, como en cualquier otra discusión, surgen inevitablemente cuestiones laterales, no necesariamente suscitadas por tí, ni necesariamente con intenciones aviesas. (De hecho yo soy especialista en suscitar cuestiones laterales, razón por la cual jamás se me ocurriría reprochar a nadie que lo hiciera). Y lo he hecho para situar en su contexto, al explicárselo a Miroslav, el asunto de si mi cooperación en tu pecado de apostasía es o no comparable a la cooperación de los diputados que voten la ley en el pecado de aborto, a los efectos de que uno y otros seamos o no excomulgados.

    La excomunión es una medida "administrativa", que a mí me parece básicamente estúpida e ilógica y que no obedece a ningún otro motivo que al arbitrio del legislador eclesiástico. Estará excomulgado quien los cánones decidan que lo esté, y exclusivamente porque los cánones deciden que lo esté. Sus criterios nos pueden parecer mejores o peores, pero son los que rigen, nos parezcan lo que nos parezcan. El razonamiento no tiene absolutamente nada que ver en ellos. Y según estos cánones, estúpidos y arbitrarios a mi juicio e imagino que al tuyo, pero no, lógicamente, al de los obispos, está excomulgado quien participe en un aborto y en algunos otros pecados que a quien legisló el asunto le parecieron excomulgables, pero no los que participen en otros, por más graves que puedan parecerte a ti, a mí o al Sursum Corda. Eso es bastante fácil de entender, lo he explicado varias veces y tu negativa a aceptar mis explicaciones, lo confieso, me pone casi tan nervioso como, al parecer a tí mi modo de reaccionar ante ella. Con la diferencia, vuelvo a insistir, de que el dueño del blog eres tú y yo, en cambio, quien tiene en su mano venir o no a dar la lata, por lo que tu mosqueo siempre será, por así decirlo, de atención priorotaria sobre el mío.

    Ya imagino que te importa un bledo que yo sea excomulgado o no. Más o menos lo mismo que me importa a mí que tú apostates o te vayas de ejercicios espirituales. Mis comentarios aquí, y en cualquier otro blog, incluido el mío, son ejercicios humorístico-retóricos. Si me salen tan mal que llegan a cabrear a alguien de veras agradeceré muchísimo que se me haga saber, para dedicarme a otra cosa.

    Pero sinceramente, sigo sin entender que si la Iglesia es una organización basada en una fantasía de cabreros de hace milenios, dedicada a razonamientos que se basan en premisas falsas y que son insostenibles de base, tú dediques un post de cada diez a meterte con ella.

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  10. Joder!!! Es más sencillo, en cierto modo (en otro, no, el ético) que todo eso: una cosa es que sea pecado (el aborto) y otra que sea delito, como se consideraba en los añorados tiempos (por la jerarquía episcopal) de la Inquisición.

    Y sí, Vanbrugh, la jerarquía idem tiene mucho interés en que No se figure como apostata, para que sus listados de personas católicas no mengúen, así de sencillo

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  11. Vanbrugh, no llegará la sangre al río. Y si llega ya citaremos a Heráclito o algo, que en tema de ríos siempre se impone como una autoridad máxima.

    Y no veo por qué el origen del cristianismo tiene por qué disculpar las barbaridades que dicen en sus medios y a sus, digamos, manipulados, para obtener y preservar su poder y tocarle las narices a quienes no comulgamos con la charada.

    Lansky: como decía aquel pirata tan simpático de Piratas del Caribe (eso sí que eran piratas, y no los del Alakrana ese), agreed.

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  12. Lo que te digo, David, más tranquilo ahora que sé que la sangre no llegará al río -o, al menos, no dos veces al mismo- no es que debas disculpar las barbaridades que dice el cristianismo en atención a sus humildes orígenes, sino, básicamente, lo mismo que digo siempre: si las barbaridades del cristianismo las dirige exclusivamente a sus manipulados, únicos sobre los que tiene algún poder y este solo en la medida en que ellos (nosotros) se lo quieran (queramos) seguir dando libremente; y si sobre los demás no tiene, como es la realidad, poder alguno, ya que, conscientes como sois de que sus fundadores eran pastores analfabetos, sus premisas falsas y sus razonamientos insostenibles, os importa un carajo lo que diga y no solo no os asusta la amenaza de excomunión sino que os apetece que la cumpla, ¿por qué os tocan las narices? ¿Por qué les dedicáis tanto tiempo y tantas energías -negativas, por cierto-? ¿Me preocupo yo por las fatwas de los mullahs que amenazan a los infieles con las penas del infierno? ¿Dedico largos posts a escandalizarme de las burradas que sueltan los imanes? Muchos más motivos tendría para hacerlo, porque los castigos con que amenazan las jerarquías islámicas no se refieren solo a la ultratumba, sino que, en ocasiones, tienden a precipitarla. En cambio los obispos no matan a nadie, no encarcelan a nadie, -porque no pueden, muy probablemente, te lo concedo, pero el hecho es que no lo hacen- no hacen más que gemir y, según vuestro punto de vista -y en ocasiones hasta según el mío- disparatar. ¿A quién rayos debería importarle esto más que a los que esperamos otra cosa de ellos? ¿QUÉ MÁS OS DA? Te aseguro que sigue siendo para mí un misterio insondable.

    Lansky, el caso es que yo estoy seguro de no figurar en ninguna lista de ningún obispado. Y estoy bautizado y no he apostatado. Esas listas de las que queréis ser borrados, sencillamente, no existen. Probablemente esa es la principal dificultad para que os borren de ellas, y me parece bastante insalvable.

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  13. Vanbrugh, estoy totalmente de acuerdo contigo; si sólo influyesen y manipulasen a los suyos, todo sería estupendo. El problema es que no es así, por mucho que te enroques en ese punto de vista, tan sorprendente, de que la Iglesia no tiene ninguna influencia "real".

    El problema no es que me excomulguen, o que trinen, sino que hacen presión para que se aprueben leyes que obligen a Todo El Mundo a seguir sus normas.

    Si eso es afectar exclusivamente a sus socios, si las manifestaciones contra el aborto, la homosexualidad o la educación laica son sólo relativas a sus feligreses, no sé qué hará falta para que consideres que pretenden influirnos a los demás. ¿Que vuelvan a quemar herejes?

    Respecto a tu último párrafo, aunque vaya para Lansky, debo decirte que eres la primera persona que me encuentro que niega la existencia de los libros bautismales, que es la lista de la que al menos yo pretendo ser borrado.

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  14. Tienes razón, David.

    Cuando los sindicatos convocan manifestaciones en contra de la flexibilización del despido, están ejerciendo un derecho democrático y legítimo en defensa de lo que juzgan conveniente. Cuando los obispos convocan manifestaciones en contra de la despenalización del aborto, están presionando y manipulando. No me había dado cuenta. Ahora ya sí, aunque sigo sin entender muy bien la diferencia. Tendré que seguir profundizando.

    Cuando el Congreso de los Diputados aprueba una Ley cualquiera está cumpliendo el mandato de los electores, ejerciendo la soberanía nacional y legislando las normas de convivencia del modo que la mayoría ha decidido que se haga. Excepto si esta Ley coincidiera con alguna preferencia expresada previamente por la Conferencia Episcopal, en cuyo caso se estaría malvadamente obligando a Todo El Mundo (las leyes que no les gustan a los obispos deben de obligar Solo A Unos Poquitos) a seguir sus normas. No había caído. Ahora ya sí, si bien no acabo todavía de coger el matiz. Perseveraré en ello.

    Los libros bautismales son registros de un suceso que ocurrió. Fuiste bautizado. Tu apostasía no borrará el registro, porque no dejarás de haber sido bautizado.

    No son listas de cristianos, nadie las usa así. Los propios obispos, cuando quieren aludir al número de sus fieles, recurren a los asistentes a las misas dominicales o a los que se declaran practicantes en las encuestas. Nunca al número de bautizados, cifra que no tiene el menor valor, porque hasta hace poco todos los españoles eran bautizados, sin que eso prejuzgara nada sobre sus creencias posteriores, y aún ahora mismo sigue habiendo no creyentes que bautizan por mera costumbre social de hacerlo.

    No hay "listas de personas católicas" que vayan a mengüar con vuestra apostasía. Es de estas listas, aludidas por Lansky, de las que niego la existencia, no de los libros bautismales.

    Por lo demás, yo también estoy totalmente de acuerdo contigo.

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  15. Vanbrugh, no veo muy legítimo que te esté discutiendo que la Iglesia sólo pretende influir sobre los suyos haciendo presión sobre leyes que se aplicarían a cristianos y a ateos por igual (¿puedo asumir que, como no dices nada al respecto en toda tu respuesta, por fin lo aceptas?) y me saltes con que si las manifestaciones en democracia, pero en cualquier caso tu intento de equipararlo al derecho a manifestarte me parece sesgado; los sindicatos no proponen chantajes más o menos que puedan producir que algún político vote no según de sus principios políticos sino condicionados por una amenaza que, yo no, pero algunos de ellos sí puedan considerar real.

    Tu ejemplo sería correcto si, por ejemplo, los sindicatos se manifestasen contra la flexibilización del despido amenazando con lapidar a todos los políticos que voten a favor de la misma. Y estaremos de acuerdo en que eso sí sería delito, ¿verdad?

    Y tu ejemplo sería correcto, también, si alguien estuviese argumentando en contra de las familias del Opus salgan a manifestarse en contra de la ley del aborto, y no de las amenazas de la Iglesia sobre excomuniones de quienes no voten lo que ellos dicen, como es el caso.

    En términos de falacias lógicas, le estás dando mucho al hombre de paja.

    Y respecto a la apostasía, sorpresa: ayer lo estuve pensando, mientras leía al respecto y te doy la razón.

    Leí la historia de un tipo que logró que lo borrasen del libro bautismal a costa de mandar mil cartas, llamar a mil curas que lo trataron de manera bastante poco cristiana y hasta ser echado a empujones de una iglesia a la que le habían pedido que fuese, por no hablar de las mil chapas que le dieron con el rollo "Cristo es amor, abre la cabeza de una puta vez".

    Y la leía yo pensando: valiente basura que te has tragado por que borren tu nombre de un papel.

    Y pensé después en esto que te leo en esta última respuesta tuya; el libro bautismal reflejará, donde sale mi nombre, que yo fui bautizado, lo cuál es rigurosamente cierto.

    Y pensé también: a cualquiera que tenga la más mínima curiosidad por saber qué pienso yo sobre religiones le bastaría con preguntarme para hacerse una buena idea, y eso es suficiente.

    Y si nos ponemos, que mi nombre, en relación al cristianismo, sale bastantes menos veces que mi nombre en relación al ateísmo en este blog.

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  16. Claro que las leyes que la Iglesia pretende que se aprueben afectan a todo el mundo. No es que lo acepte “por fin”, es que nunca lo he negado. La Iglesia, como cualquier otra persona física o jurídica, tiene perfecto derecho a tener sus opiniones sobre lo que es el bien general, a expresarlas y a intentar, por medios legales y democráticos, que se impongan en forma de ley obligatoria para todo el mundo. Si cree que la vida del nonato es un bien tutelable por el estado, lo cree para todos los nonatos. No va a pretender que se impida abortar solo a los católicos. Igual que cuando los sindicatos pretenden evitar el despido libre, lo pretenden para todos los trabajadores, no solo para sus afiliados. Y no quieren que la prohibición de despido libre obligue solo a los patronos a los que los sindicatos caigan bien, sino a todos los patronos.

    Lo que sí he negado es que, para conseguir que sus ideas se impongan a todos, la Iglesia presione a nadie más que a sus fieles. Los dos únicos medios de presión que has citado son las manifestaciones y la amenaza de excomunión. Sobre las manifestaciones, tú mismo has reconocido que son un medio legítimo que todo el mundo puede utilizar y de hecho utiliza, y que las familias del Opus –y cualquier otro que comparta sus opiniones, imagino- tiene tanto derecho a manifestarse en contra de la despenalización del aborto como los militantes sindicales –y cualquier otro que comparta sus opiniones, claro- a manifestarse en contra de la liberalización del despido.

    En cuanto al aviso de excomunión es un medio de presión sólo para los que consideran que la excomunión es un mal, es decir, los creyentes. (Y no para todos; a mí, por ejemplo, y a otros muchos católicos, nos la suda). Es evidente que a un no creyente NO se le está presionando cuando se le avisa de que va a ser excomulgado, porque no solo no le importa sino que a algunos, como tú, parece apetecerles.

    Si un sindicato amenazara con lapidar a los políticos que no voten lo que él quiere, estaría cometiendo un delito, sí. Y si lo hiciera la Iglesia, también. Porque la lapidación es un daño objetivo, que afecta por igual a todo el mundo, crea en lo que crea y esté afiliado a donde esté afiliado. Y por que lapidar a la gente ES delito. Excomulgarla, no. Por tanto amenazar con lapidar es delito, mientras que recordar que existen normas sobre la excomunión aplicables al caso, no. Lo siento, pero el que ha puesto un ejemplo muy poco adecuado eres tú.

    El equivalente al aviso de excomunión que ha hecho la Iglesia sería que un sindicato recordara, si fuera el caso, que en sus estatutos está prevista la suspensión de sus derechos de militante para cualquiera que vote a favor del despido libre. Y estaría en su perfecto derecho de hacerlo y tampoco estaría cometiendo un delito, sino ejerciendo una legítima presión sobre sus afiliados a favor de lo que considera el bien común, de igual modo que la Iglesia ejerce una legítima presión sobre sus fieles para lograr lo que le parece el bien común.

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  17. Lo del hombre de paja, sinceramente, se me escapa. Quiero decir: que no sé qué quieres decir. Pero no creo haber cometido la menor falacia lógica, sea el hombre de paja quien fuere.


    Nadie ha logrado nunca que le borren del libro bautismal. Como ya te he explicado, los libros bautismales son registros de sucesos que pasaron, a los que no afecta nada que suceda después. Si alguien fue bautizado, lo fue, y ese dato histórico no puede ser cambiado, ni borrado su registro. Si luego apostata, habrá que registrarlo en los libros de apóstatas, si tal cosa existe, o hacer una anotación en su registro de bautismo, pero no borrarlo. Los registros no se borran. De modo que imagino que te refieres a alguien que logró que su apostasía fuera formalmente constatada por la Iglesia, con constancia documental. Y estoy seguro de que es cierto lo que dices, que le pusieron muchas trabas y le trataron de un modo muy poco cristiano. Me parece igual de mal que a ti. Pero tampoco lo he negado nunca. Lo que he negado, y sigo negando, es que existan los “listados de personas católicas” a que se refería Lansky, que “menguan” con las excomuniones. Y, como no dices nada en contra de esta negación mía, asumo que la has aceptado, por fin.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.