Ha suscitado muchos comentarios mi referencia –bastante tangencial, por cierto– del lunes a la guardia siempre constante de la estabilidad del espaciotiempo. Concretamente creo que un comentario o dos, es decir, muchísimos, si tenemos en cuenta que el número habitual de comentarios recibidos para cada una de las paridas que he dicho desde que abrí este blog el ya remoto día del 18 de octubre de 2005 (¡coño, ahora que lo veo, que le faltan 9 días a esto para cumplir su Año 4!) es de cero.
Así que quizá deba profundizar en el tema: como sabe cualquiera que haya jugado demasiado al rol durante la adolescencia o que haya hecho demasiado caso a cualquier autor de literatura fantástica o que haga caso al filósofo griego aquel, el universo es una especie de balancín que se tambalea, apoyado en su punto medio y zarandeado por los extremos. Y si en uno de los extremos hay mucha actividad (en el ejemplo del balancín porque, por ejemplo, un niño aficionado a la crema y la bollería industrial se ha encaramado en uno de los lados mientras que al otro un niño escuálido y renqueante se ha caído al suelo por no haberse tomado la medicación) entonces todo se desploma, se cae, se hunde, llega el apocalipsis, hay que llamar a un soldador industrial para que arregle el columpio, a un Monstruo de Espagueti Volador para que venga con aguja e hilo cosmológicos y le haga un remiendo al Universo.
Aterrado ante esa posibilidad yo vigilo, atento, porque antes del colapso siempre se dan señales que nosotros, los tipos que no tenemos nada que hacer excepto mirar las musarañas, nos dedicamos a eso para no aburrirnos, a vigilar la estabilidad del espaciotiempo y los signos de su deterioro.
Es un estrés, en realidad. Por ejemplo el otro día subíamos Que Sí y yo en el ascensor gracioso de la Secta (creo que hablé ya un día de él, aunque Google se encoge de hombros cuando le pregunto) y el indicador del mismo, que anda un poco turulato (sí que lo conté, ¿no? Espero que sí, era muy divertido, jo jo) terminó dejándonos, según decía él, en la planta 15, en lugar de en la 5ª, que además es la última del edificio (volviendo a lo que no sé si conté o no del ascensor, olvídalo. No era tan divertido). Así que él se rio pensando “está roto, qué gilipollez”, pero yo, vigilante, le dejé salir primero cuando se abrieron las puertas, porque podía suceder que hubiéramos atravesado el techo y estuviésemos suspendidos 10 plantas por encima de la azotea o que nos hubiese pasado algo parecido a lo del final de la primera temporada de Fringe (no digo más por si no la has visto, que ya te vale). Pero resultó que no, que simplemente la pantallita que dice las plantas estaba a lo suyo, pero el resto del espaciotiempo parecía todo lo normal que puede parecer en estos tiempos de Gürtel.
Pero hoy si que sucede un acto que pone en serio peligro el Calancín Cósmico: hoy toca un tal Paco Cifuentes en Utopía 8, un cantautor, horreur, y cierta gente que conozco va a ir a verlo. Todos sabemos cómo son los cantautores de nefastos para el espaciotiempo, cualquiera puede imaginar lo mal que lo tienen que pasar las supercuerdas, por ejemplo, sometidas al vibratto becerril de Ismael Serrano, por ejemplo. Así que mientras la Muchacha y un grupo de simpáticos secuaces van a ver el peligroso acto yo me quedaré en casa escuchando death metal melódico progresivo sueco a todo volumen, para contrarrestar.
Y mañana nos despertaremos y, si mi plan funciona, todos tendremos nuestros protones ligados a nuestros neutrones, nuestros electrones corriendo como locos alrededor, y el universo seguirá en su sitio.
Y si protestan los vecinos les explicaré que lo hago por sus protones y por las costuras del espaciotiempo, y digo yo que si les digo que es por eso no serán tan cabestros de llamar a la policía, ¿verdad?
Coda: edito esto para poner la "foto" de cabecera. Está sacada de artfromcode.com. Y diría algo de ella pero es que he descubierto el sitio por casualidad, y en fin, que no me he traído los calcetines de pontificar, esta tarde.
Como yo sou uno de quienes te comenté acerca de la estabilidad del espaciotiempo, he de agradecerte ahora que abundes (magistralmente, por cierto) en el asunto. Y es que el tema me preocupa, no te quepa duda, pero nunca he sabido qué hacer y, claro, eso frustra. A veces he creído intuir señales de posibles amenazas de quiebro espaciotemporales, pero la verdad nunca me he quedado muy seguro y, lo que es pero, mucho menos he sabido cómo actuar para contribuir a su estabilización. Así que, oh maestro, deberías explicar cómo se entrena uno para poder ejercer esa vigilancia tan necesaria y, sobre todo, aportar algunas recetas más de intervecnión compensatoria ante las amenazas que podamos detectar. Por ejemplo, creo entender el riesgo para el espaciotiempo de los cantautores (especialmente los de vibrato becerril), pero no termina de convencerme que el otro lado del balancín sea el death metalico progresivo sueco (quizá porque se me antoja evidente en exceso). En todo caso, no estaría de más que desarrollaras más ejemplos.
ResponderEliminarPor cierto, los inquietantes "palabros" de verificación que exige tu blog para comentar a neces me han parecido signos de convulsiones espaciotemporales; ¿ando muy equivocado?
Verdad!
ResponderEliminarAh, y gracias de mi parte por lo de esta tarde, sé que para tí será un trabajo hercúleo mantener el orden niaunque sea cósmico.
Ah, y también tendrás que hacer después un post coñazo que te cagas, porque con este me lo he pasado bomba.
Ah, y me apunto la serie para visionarla.
Ahdios
Querido Miroslav:
ResponderEliminarEl procedimiento de excelencia para el captado de Señales de Peligro en el Espaciotiempo era el que detallaba yo con bastante vaguedad en el párrafo 3 de mi post este; mirar mucho a las musarañas y pasar el rato sin hacer nada. Pero nada, ¿eh?, no vale estar sentado pensando en facturas ni en los atributos de alguna vecina.
Lo de la evidencia, hombre, como dijo una vez un tipo muy listo, todo, si se lo mira bien, es evidente.
Y lo de los ejemplos, buf, es que ahora mismo no puedo ponértelos, porque estoy en medio de un intento de intoxicación por bollo de chocolate, pero pensaré en ello, pensaré.
Pip: al final no hubo tarea, a la Muchacha le dio pereza ir, y no hizo falta recurrir al death metal, bastó con un poquito de rock progresivo.
Y hey, que no se trata de que yo salte de un extremo al otro del balancín, sólo de que mire qué pasa y me dedique a equilibrar eso.
En cualquier caso lo del post aburrido de narices tranquila, que probablemente me salga algún día asín de natural.
Bárbaro (como elogio).
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