8.4.09

hace 15'0082198082 años

Hace esos años, decía, que Kurt Cobain se pegó un tiro.

Lo leo en el blog de Guille, que dio la noticia en hora, cuando tocaba, hace tres días, y lo hacía diciendo que todo el mundo estaría hablando de ello. Y como yo no lo estaba pero me gusta darle la razón, más vale tarde que nunca.

Así que nada, a hablar de Kurt Cobain. Pero no pasa nada, me lo ventilo en un plis plas:

Yo creo que a Kurt Cobain, como a tantos y tantos músicos, hay que agradecerle que dejase de hacer música en cierto momento, no fuese a pasarle como a tantos músicos más que son más que los tantos y tantos que decía antes, y estuviese ahora dando pena sobre los escenarios, o haciendo vomitar de herejía y asco a sus fieles de antaño. Lo digo pensando en bastantes grupos, pero sobre todo, por tocarle los cojonzuelos a Xavie, lo diré por Metallica, que estoy convencido de que mataría de asco a Cliff Burton si este resucitase y pudiese escuchar lo que han perpetrado desde el 92. A no ser que pudiese, el señor Burton, digo, escuchar, qué sé yo, a Gojira o a Nevermore o a Mastodon o a Burst o a unos cuantos más. Entonces quizá se pusiese científico y enunciase la Ley de Conservación del Talento: que éste no se aparece ni se pudre, sólo se muda de barrio.

En fin, que estuvo bien que dejase de hacer música en sus tiempos, aunque fuese tan cafre con las formas. No es eso, hombre. Tampoco nadie pensó en pasar a cuchillo a Ronaldinho cuando dejó de ser Ronadinho para ser lo que sea que fuese luego. Se podría haber mudado a Canadá a pescar truchas y tener peripecias con osos  y guardias montados (a caballo, supongo), por ejemplo.

En cualquier caso, y considerando ya su trágico final, hay que agradecerle al señor Cobain haber sido el pater intelectualis, digamos, suponiendo que eso tenga sentido (que di latín hace dos millones de años, y sólo recuerdo decir television (corrector ortográfico estúpido, ¡va sin tilde porque es latín!) y aquello de habeo vacam lactosam, non est cualiscumque vacam, o algo así, y que las clases nos la daba mi profesora preferida del instituto, que ya me hacía sospechar esto que luego ha confirmado la Muchacha sobradamente de que a mí eso del pelo rubio me parece cosa magnífica)… ya me he enrollado con el paréntesis y me he perdido, otra vez, hay que ver. A lo que iba: que hay que agradecerle a Kurco la paternidad intelectual de Caraculo, aquel personaje tan, ejem, enternecedor de Predicador.

En otro orden de cosas, me he apuntado a un concurso de fotos. Se puede votar la foto favorita, aunque, sospecho y espero, eso importa un pimiento, porque hay jurado y digo yo que algo harán que no sea contar los 30 votos de colegas que le han dado a las 3 fotos lamentables de cierto tipo (otro tipo que no soy yo, quiero decir. David todavía no habla mucho de sí mismo en tercera persona. Queda tanto por aprender de los futbolistas…). Pero como me da vergüenza y además esto ya sólo lo lees tú y tres personas más, no pongo el link, que queda elegante, desinteresado y tal. Así cuando no gane ni poner una foto en una exposición podré hacerme el digno y decir “ya ves lo que me importaba, ni mencioné aquello en el blog”.

Y en otro orden de cosas diferente, hoy he dedicado el día, entre otras cosas, a estimar correctamente que en Central Park hay unas 10.000 ardillas en un test que dice que estimo bien la mitad de las veces, y a redactar, mentalmente, una página que pienso colgar de mi hogarcito en internet, que se llamará “respuesta”, a la que remitiré, desde el momento en el que la plasme en pixels y bits, a todos aquellos comerciales de compañías telefónicas y de internet (o de ambas cosas) que me llamen para darme la lata con sus tarifas, sus ofertas y la idiotez intrínseca mía en mi empeño por seguir despilfarrando dinero con otra compañía que, por lo general, no suele ser la misma en nombre de la que llaman excepto en alguna que otra divertida ocasión.

Y a ello vuelvo mientras hago acopio de ánimo para ver esta noche al Barça con una horda bárbara genuina, que evidentemente irá con el Bayern, y de hambre para acometer, mañana, la comida familiar.

Ni idea de cuándo volveré, pero hasta entonces, a pasarlo bien, y a arrearse poco con cilicios y demás masoquismos.

3 comentarios:

  1. No está bien hablar tan mal de Metallica, ahora que están teniendo una segunda juventud. Y no lo digo por el disco nuevo, sino por las versiones que hace la peña usando el songsmith:

    http://www.youtube.com/watch?v=Jm2bRcNueu0

    Y hoy la Palabra es: nowleasl

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  2. Pobre Kurt, no dices nada de él, pasó por tu vida sin pena ni gloria... Sólo dices que te recuerda a un tal Caraculo.

    Al menos pudiste disfrutar de un excelente partido de fútbol :-P

    Si vas a estar por Madrid estos días pégame un toque y hacemos un Ladrón de Tinta, hace?

    Abrazos,

    Guille

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  3. Caramba: ¡deben de andar estresadísimos los abogados de Metallica, con tanta tarea y tan poco sentido del humor!

    Guille, no es que me recuerde a Caraculo, es que el personaje de Caraculo se construye a partir de la muerte de Kurt Cobain.

    Sin pena ni gloria por mi vida no, eh, Lithium me parece una canción gloriosa. Y otras, claro.

    Lo del partido, fue una risa continua, pero en fin, tan aburrido como cualquier partido del Barça. Que si un gol aquí, otro allá, y ninguna intriga. Menos mal que al menos a Messi le hicieron aquel penalty que al árbitro inglés no le dio la gana pitar y que a Guardiola lo expulsaron, y todo eso le dio algo de vidilla al tema. En cualquier caso vaya Bayern pelele... y qué pena que el Chelsea golease al Liverpool. Con la ilusión que me hacía a mí una final Liverpool Barcelona, leñe.

    Lo del Ladrón, complicado: están aprovechando la semana santa para hacerle propaganda al blog de mi agente, cerrando por reforma. Y yo acabo de volver y tengo jet lag, que me lo ha pegado mi compi de piso.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.