14.7.08

¿chino o japonés?

Nos pusimos a hablar de fútbol mi abuela y yo durante la publicidad. Es un tema espinoso, pero era mejor que la alternativa, que tenía toda la pinta de ser el explicarle a mi abuela que no es ninguna afrenta que la Muchacha no haya ido a verla y que el cumpleaños de una abuela suya es un buen motivo para no ir corriendo a cenar doscientos kilos de sus sublimes croquetas. Refunfuñaba ella, nada dispuesta ni a admitir que había disfrutado del fútbol de la Selección, ni a reconocer que, precisamente, se había pasado las tres semanas de Eurocopa gruñendo y negándole todo mérito a los malabaristas bajitos.

–Menos mal que por fin se ha terminado, qué lata –dijo, dando el tema por zanjado–. ¿Qué viene ahora, así de deportes?

–Pues las olimpiadas, ya mismo –contesté.

–¡Uy, no!, con lo que le gustan a tu tío, otra vez todo el día la tele puesta, ¿y dónde las hacen este año?

–En China.

Ella arruga el gesto, porque mi abuela es capaz de conjugar sin problemas el socialismo radical, el catolicismo y la xenofobia rampante.

–Ya. China. ¿No hicieron ahí un Mundial hace nada?

–No abuela, eso fue en Corea.

–¿Y no hacen ya ahí eso de correr y darse tortazos y pringarse de barro, lo que pones tú a veces en Cuatro?

–No abuela, eso es en Japón.

–Bah –sentencia ella–. Viene a ser lo mismo.

Como mi abuela es un ser humano ejemplar, sé, a partir de sus palabras, que una gran cantidad de gente verá de igual manera a chinos y japoneses, cosa que ellos encuentran bastante ofensiva, como suele pasar entre las naciones que han estado en bandos opuestos durante una Guerra Mundial. Así que yo le solté una clase magistral sobre las diferencias apreciables entre chinos y japoneses, primero, que fue más o menos esta,

  • Si el sujeto en cuestión tiene una tienda de alimentación barroca y misteriosa, tras cuyo mostrador ve telefilmes orientales, es chino.
  • Si el sujeto viste vermudas, sandalias, camiseta y alguna misteriosa prenda tipo chaleco con gran profusión de colores reflectantes y sangrantes a la vista mientras acarrea material fotográfico o cinematográfico por el valor de un puñado de tiendas de las del punto anterior, es japonés.
  • Si el sujeto en cuestión le está vendiendo bocadillos y cervezas en la calle a altas horas de la madrugada, es chino.
  • Si el sujeto coge taxis para desplazarse por Madrid sabiendo que le estafan y pagando propinas con meticulosidad neurótica, es japonés.
  • Si el sujeto en cuestión conduce una Nissan Vanette blanca y abollada y la aparca en doble fila delante de las tiendas mencionadas en el primer punto, es chino.
  • Si el sujeto está en un museo, es japonés.
  • Si el sujeto entra a restaurantes chinos y le sirven una comida misteriosa que no sólo no consiste en lollitos de plimavela sino que encima tiene una pinta riquísima, es chino.
  • Si el sujeto come pescado crudo, es japonés.
  • Si el sujeto mira a los japoneses con un recelo histórico, es chino.
  • Si el sujeto ni ve a los chinos cuando los mira, es japonés.

Y luego y al mismo precio y ya que estaba, la iluminé también sobre la forma de distinguir el cine chino del japonés, así,

  • Si hay muchos colorines, fantasía, musiquita épico-étnica y saltos de cincuenta metros, la peli es china.
  • Si habla de mafias y de policías corruptos, no hay música, o si la hay es imposible recordarla, es japonesa.
  • Si los guerreros son tipos estupendos que se pegan como quien baila y vuelan y detienen flechas atrapándolas entre dos uñas y manejan doce mil clases de espadas de aspecto ridículo, es china.
  • Si salen guerreros que no hacen más que mirar al suelo, deprimirse y, eventualmente, destriparse, es japonesa.
  • Si los personajes visten como drag queens, es china.
  • Si los personajes visten como mendigos, es japonesa.
  • Si no salen barquitos, es china.
  • Si salen coches, es japonesa.
  • Si hay planos inmensos de llanuras, es china.
  • Si sale Godzilla, es japonesa.
  • Si se puede apreciar el colorido de cada hojita de cada bosque como una pequeña explosión de fotoshop en nuestras retinas, es china.
  • Si todo parece una mierda y/o sale Takeshi Kitano, es japonesa.

Terminé, jadeante. Mi abuela me dedicó un suspiro se volvió hacia la tele.

–Será por las ganas que tengo yo de ver cine chino o japonés –gruñó.

Y se acabaron los anuncios, y seguimos viendo los dos, tan felices de la vida, Toy Story II.

7 comentarios:

  1. ¡Glacias!

    Tirorirorin tin tin tin tin,
    tirorirorin tin tin tin tin.

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  2. Me apunto al comentario de Lui, diálogo digno de un guión de Azcona.

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  3. hmmm culiosoculioso.

    Esperaré pacientemente las diferencias entre cine vietnamita y cine coreano.

    la lara lalaaa.

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  4. Me explicas ahora la diferencia entre un andaluz y un madrileño, razas diferentes donde las haya? En, en?

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  5. pues que te la explique Legendaria porque últimamente está todo el rato diciendo: "claro, es andaluz" , "es que es andaluza", "de andalucía tenía que ser"

    jiji

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  6. No sé qué decir .... Creo que lo voy a imprimir y se lo voy a pasar a mi maestro de Iaido. Posiblemente antes de que la hoja caiga al suelo, desenfunde su shinken y me corte en dos .... No subestimes nunca a un japo con una katana .....

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  7. Pip: Es sencillo, el cine coreano es la mitad del cine que yo he llamado chino, y el cine vietnamita es el que no existe :)

    A no ser que Rambo IV y Desaparecido en combate cuenten, que espero que no.

    Carmen, nada más facil: El sevillano es el que habla gracioso, y el madrileño es el que, tirado sin hacer nada, dice que el sevillano es un vago de mierda y que encima ahora van de listos por la vida porque el Sevilla hizo un año de Uefa decente, ¡ah, provincianos!

    Aroa: yo es que me meto tanto en los papeles de cerril que a veces me cuesta salir. En fin, que te voy a contar.

    Genzo, jamás. Tengo muy presente aquel diálogo del Criptonomicón en el que el mejor Sargento de toda la literatura reciente aconsejaba a los jóvenes reclutas que en combate con los japos disparasen al de la katana. Y su entrevistador, un joven y apuesto Ronald Reagan, lo meditaba y decía "muy listo, ¿es porque son los oficiales?", y respondía el sargento "¡no joder, es porque lleva una puta katana! ¿Tu has visto alguna vez a alguien cargar hacia ti blandiendo un trasto de esos, eh?"

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.