13.6.08

the untergrundkommando strikes back

Pasamos nuestros cuchillos sobre el humo de una hoguera, para matar el brillo del metal. Nos pintamos la cara de negro. Estudiamos mapas, planos, distribuciones, recorridos de instalaciones eléctricas, de agua y de luz. Redoblamos los castigos que infringimos a nuestros cuerpos (las marchas de cincuenta kilómetros por terrenos embarrados de alta montaña, cargados con ametralladoras y cantidades ingentes de munición). Apretamos los dientes y nos empleamos a conciencia, porque el deber nos llama, otra vez.

Dado el éxito de la primera misión del Untergrundkommando, hoy se prepara un nuevo raid del grupo infiltrado hasta las profundidades más íntimas de las entrañas de la literatura. Hoy, con un par, el plan es colarnos en la fiesta de Planeta, y desde dentro sabotearla. Arramblaremos con los canapés, derramaremos la bebida en las corbatas de la gente, romperemos los vidrios que tengan más aspecto de caros, hablaremos con acento rural y cometiendo toda tropelía lingüistica que seamos capaces de imaginar. Si tenemos suerte acorralaremos a los escritores famosetes que encontremos y los confundiremos sistemáticamente con aquellos otros a los que más odien. ¡Oh, Ana Rosa, me encantó tu novela!, ¡oh, Ruiz Zafón, bellísima tu antología de poesía barroca!, etcétera. Y cuando por fin caigan al suelo llorando, rendidos, aferrándose la cabeza con las manos sobre un charco de champagne de baratillo y saliva de aduladores previos, nos preguntarán

–¡Quiénes sois!

Así, con mucha urgencia, con admiraciones en vez de interrogantes. A lo que nosotros responderemos

–Somos el fin de tu sueño. Somos el comienzo de la pesadilla.

Porque lo somos.

Y luego nos reiremos maquiaveliquísimos. Llevamos meses entrenando las risas maquiavélicas y las fieras expresiones faciales. Son más complicadas de lo que parecen. Sobre todo teniendo en cuenta las máscaras mexicanas.

Lo de hoy es simplemente por echarnos unas risas y porque conviene tener vigilada a la vieja bestia moribunda, léase la industria editorial. Pero los tiempos cambian, e igual que Gutenberg acabó con el gremio de los copistas y el monopolio de las bibliotecas eclesiásticas, Internet ya le ha dado zarpazos de muerte al enquistamiento de las industrias musicales, cinematográficas y televisivas, y sospecho que sólo la ausencia de posibilidades de encuadernamientos decentes y baratos en plan doméstico salva, por ahora, al mundo editorial.

Por ahora. Pero en estos tiempos en los que todo cristo escribe, en los que publicar es más una cuestión de referencias que de habilidades, nosotros, los sin voz...

Pero bueno, eso lo cuento otro día, mejor.

Hoy, esta noche, la segunda infiltración. Luego, los que sobrevivan a la infiltración, se citarán por ahí en cualquier bar improvisado para, en fin, la terapia post-traumática que estas misiones de infiltración producen. Nada mejor para alejar el miedo a la muerte y el gusto agrio de la adrenalina que media docena de copas.

9 comentarios:

  1. Tengo un título que te he robado: "Panda de escritorzuelos"
    Ando en busca de contenido.
    Si se te ocurre algo, sílbame.






    Abrazo

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  2. Puedes empezar con que, de tanto leer, tenemos los ojos enfermos y llenos de orzuelos.

    A propósito de haber escrito "con que", tengo una especie de "Gramática recreativa" para que los traductores cuyo calidad he de controlar aprendan de una vez ciertas normas.

    Para saber cuándo "con que" va junto o separado he preparado algo que no se les olvida: "conque" va junto cuando el que lo pronuncia pone los brazos en jarras. Ejemplo, la mujer recibe al marido a las 12 de la noche y, poniendo los brazos en jarras, le dice "¡¿Conque bajabas por tabaco y subías en un momento?!".

    ¿A que está la mar de bien?

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  3. la mar la mar Nán

    tienes algo para saber cuándo se separan las´sílabas de hiatos y diptonos, me lío...

    pd: como partícipe del kommando diré que abusamos de la hospitalidad planetaria y nos zampamos varias bandejas de canapieses y yo, por mi parte, no dejé de probar todos los formatos de bebida
    mi cabeza se acordó hoy
    ah y espido freire es bajita
    y la extebarría es desmedida toda ella
    no vimos de lejos a nadie más
    eso sí, las vistas sobre Cibeles y los fantasmas de la Casa de América, estupendas

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  4. Amigo Nán,
    le saluda un traductor que nunca ha ejercido como tal.

    Ánimos con los conques.

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  5. No sabe usted, Martín, el bien que ha hecho a su alma y a su bolsillo. Pero seguimos siendo del mismo grupo de elite. Por suete, çultimamnte me dicen pocos "conques".

    Aroa, esa casilla la tengo vacía.

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  6. Nán. No preocuparse.

    Si tengo que fumarme un cigarro de cuando en cuando, me lo fumo. Todo sea por conspirar y por el morbo de lo prohibido.

    ¿Y cómo se les llama entonces a los naturales de Cuenca, conquenses o con quenses?

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  7. jajajja...no fue así, pero estuvo cerca.

    Espero con impaciencia la próxima misión,jijiji

    pd.- Yo opino como Lui Lu, lo de los puntos en las fechas es que queda fatal y además, por si no lo sabes y aunque no te importe, se considera falta de ortografía. Hala, una crítica, que no todo va ser baboseo en los comentarios ;)

    bss

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  8. En ese sentido, son más conquenses los baturros de los chistes.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.