22.11.07

sieg heil su puta madre

Mi consigna del 20N, tarde, claro, es esta: A cada cuál según sus necesidades y de cada cuál según sus posibilidades. Ala. Si toda esa gente cree que por una cuestión de periodicidad puede salir a la calle a hacer el imbécil delante de la tumba de un dictador felizmente muerto y soltar toda su ideología de carcoma y paredón, pues yo suelto la mía. Cómo son las erratas tipográficas, había escrito Moa, con minúscula y con tilde pero Moa, je, je.

En fin. Como de costumbre a la realidad le importa un pito que uno ande ocupadísimo con sus cosas, que si La Planificación Artística, que si la literatura, y van pasando cosas y uno no suelta ni mu al respecto porque, bloguito mío dime quién es el más guapo del reino (y dirás lo que yo te escriba, naturalmente), internet es lo que tiene, que se llega a todas partes y por lo general lo usamos para llegarnos al ombligo en modo de pantalla completa.

Ombligo, ombligo. Ombligo. Qué palabra más curiosa, ombligo. No le hace justicia a lo que representa, definitivamente. El ombligo se merece por lo menos una esdrújula para ser nominado. Y nominar, pobre verbo, la de mierda que le ha caído por culpa de los realitichous. En fin, fuera, disquisiciones, fuera, endoparanoia, que hoy venía a hablar de necropolítica, coño.

Claro que, la palabra coño... en fin.

Sin coñas, entre el fin de la frase anterior me he ido a darme una ducha. Pero es que iba siendo hora, también, eh.

Hoy he quedado con dos amigas. Había quedado con una para que fuese mis ojos para comprar ropa de caricatura (camisas de vestir, corbatas, esa basura. Sí. Al final, corbata. En fin, me resigno a mi destino y me consuelo pensando que a medio plazo, diáfano como buen sueño, hay ya un Plan B), pero se nos ha acoplado la otra y entre eso y mi innata pereza para las tiendas hemos terminado yéndonos a tomar un café, y con eso y con la innata habilidad de una de las amigas por el vicio y la depravación hemos terminado de cañas. Y contaba mi buena amiga, que es muy antifacha, que en su curro son muy fachas, y lo pasa fatal. Gente capaz de decir que lo del chaval que mataron hace dos semanas pues bueno, no era tanto problema porque al fin y al cabo era un rojo. Gente capaz de enseñar con orgullo a la oficina sus fotos vestido de falangista, en fechas como estas, en el Cerro de los Caídos, que tiene guasa el nombre, porque más bien es el Cerro de los Ladridos, y al fin y al cabo hasta rima. Y contaba que ella, en esos momentos, se pone furiosa y no responde. Lo que tiene su mérito, porque para callar la voz de mi amiga uno tiene que ser muy, pero que muy capullo y muy, pero que muy desagradable (piensa que, al fin y al cabo, conmigo no se calla: cómo tendrá el listón de bajo). Yo le contestaba que tengo muy claro qué respondería en un momento así. A bote pronto y a quemarropa, probablemente algo como "pues yo me cago en tu puta madre", para luego, cuando me mirase, vidrioso y procesando aún, decir "perdón, como todos nos estamos poniendo sinceros e insultantes, me tocaba a mí".

Mis amigas, que son unas optimistas porque opinan que la inmensa mayoría de la gente está a favor de la Ley de la Memoria Histórica y, de hecho, estarían a favor de una Ley en serio al respecto, dicen que es imposible discutir de según qué cosas con nadie, aunque, irónicamente, son mis amigas, también, optimistas, porque opinan también que hablando y dialogando se puede sacar algo en claro con la gente. Pese a que yo no me canso de repetirles a mis amigas que el PP nos gobernó ocho años, que vale Vero, se admite que los primeros fueron porque la izquierda, hastiada de las corruptelas y la decadencia del PSOE, votase de castigo... pero sigo sin entender, entonces, por qué las segundas se las llevaron con mayoría absoluta y por que iban camino de ganar las terceras hasta que aquellos moros instigados por Polanco decidieron atentar contra el partido de Aznar volando nuestros (en el sentido popular (y popular, en el sentido literal, no en el cachondeístico del PP)) trenes en el sur de Madrid, y por qué tanta gente les vota llueva, nieve, nos metamos en los negocios petroleros de EEUU como botijeros por unos cuantos petrodólares, que vienen muy bien, y la sangre pues se lava y tan panchos.

El caso es que una de estas amigas fue el sábado a la concentración antifascista que hubo aquí, en Madrid, porque de hecho en Madrid, este sábado, hubo una concentración antifascistas, cosa que poca gente sabe porque, y ojo a esto que es importante, todos los medios estaban ocupados hablando de la de Barcelona, que como siempre es una ciudad con mucho más encanto tuvo la decencia, para con los periodistas, de tener disturbios que sacar en el telediario dominical de sobremesa. Pero sí, hubo una manifestación a la que la gente fue acojonadísima, porque acababa de pasar lo del chaval este y porque eran vísperas, como quien dice, del 20N, pero la gente que fue se comió su miedo y fue, acojonada, porque no quieren fascismo en este país, lo cuál a mí me hace hasta recuperar un cierto optimismo humano, y mira que yo con estas cosas soy muy cabezón.

Y sí, es importante que nadie hablase de Madrid, y curioso, porque la manifestación del sábado de Madrid, a la que nadie ha hecho mucho caso que se diga, ha sido histórica: Por primera vez desde que tenemos nuestra flamante democracia urbanistico-marrullera en la manifestación de izquierda del aniversario de la muerte de Franco no ha habido palos, ni heridos, ni carreras, ni botellazos, ni arrestos, ni problemas. Lo que le dio igual al portavoz de la policía de Madrid, claro, cuando al día siguiente salió en primera página de la sección madrileña de El País diciendo que todos los antifascistas son violentos. Y yo sin enterarme de que soy un protonazi de signo cambiado, hay que joderse.

Total, que lo hemos estado comentando. Y mis amigas, optimistas como para creer en el diálogo y en que los que se abstienen son gente de izquierda distraída, como si uno no pudiese abstenerse siendo de derechas, decían que hay a pesar de sus convicciones hay gente con la que no vale la pena discutir. Y yo vale, nunca estoy de acuerdo con ellas, las más de las veces por tocar un rato las narices, que ya me conoce todo el mundo, pero no puedo estar más en desacuerdo que con eso. Porque dialogar no, pero hablar, desde luego que lo merecen. Porque si yo pudiese escuchar, en mi oficina, a alguien decir algo así, le soltaría todo aquello en lo que creo, le diría qué opino de la gente de su partido y de su añorado dictador, y luego le compadecería y le pediría perdón porque, lamentablemente, a día de hoy no puede denunciarme a la secreta para que me pegue dos tiros y me entierre en una cuneta.

Y esa, y no otra, es nuestra victoria, no creo, la verdad, que la de una mayoría de gente, porque la estupidez es grande y mucha (caray, hasta yo tengo mi inmenso pedacito), pero sí la que tenemos, la que debemos aprovechar y la que tenemos que ejercer aunque sólo sea en el nombre de todos aquellos que no pudieron o, peor, que murieron por intentarlo.

Y si les jode lo de la memoria histórica, que les den por el culo: Que no hubiesen sido unos hijos de puta, cuando lo fueron, y ahora no tendrían que estar barriéndose la mierda debajo de sus alfombras.

3 comentarios:

  1. pues mira, sí que está bien que por una vez los antifas madrileños no aparezcan ante los medios como los "malos" de la peli.

    Pero la abstención de derechas no existe. Ellos tienen sus principios (2 ó 3) y lo demás son circunstancias colaterales.

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  2. Bueno, hoy ya he visto algo en la prensa de manifestaciones de antifascistas con disturbios, o sea palos.

    Descansa en paz la prensa, todo sigue en orden.

    En fin.

    Y yo sigo pensando que no deberíamos asumir que no hay abstinentes de derechas.

    En cualquier caso eso me recuerda que hoy le he oído a Rajoy decir que un montón de votantes de izquierdas le van a votar en las próximas elecciones porque están hartos de mirar al pasado. Lo que a mí me hace pensar que según el conceto rajoydeño de las cosas, claro, no tienen los rojos mayor ilusión que olvidarse de tonterías como la Ley de la Memoria Histórica y olvidarse de las fosas anónimas y esas minucias del pasado. Como se descalabren, si nuestra estupidez no lo impide, me voy a estar riendo toda la legislatura siguiente, sin parar ni para dormir (bucear se va a convertir en un asunto peligrosillo).

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  3. amen.

    a casi todo. porque yo creo que los de derechas tienden a abstenerse muy poquito, casos circunstanciales: piernas escayoladas y cosas similares...
    Pero vamos, que se abstengan que se abstengan. POr mi que se queden todos en casa jugando a la brisca.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.