12.4.07

capirotes

¿Cómo se llaman los gorritos puntiagudos que llevan los tipos estos que desfilan enmascarados en las procesiones de Semana Santa? Capirotes. ¿Y por qué sé yo eso? Porque lo habré leído en alguna parte. Igual que sé que los del Ku Klux Klan les copiaron las vestimenta porque aparte de enmascararles el gorro puntiagudo ayudaba a confundir sus alturas, lo que siempre complicaba su identificación (da que pensar la manía de la extrema derecha por pasar siempre desapercibida, ya sea en las quemas de iglesias y las palizas a negros en la primera mitad del siglo pasado en EEUU o en los anónimos de los alegres peperos de los foros de internet de hoy día. Pero eso es tema aparte).

El caso es que mi memoria es un coladero, y me cuesta un mundo recordar un nombre, una cara (no las voces, por razones sospecho que obvias: Son parte de la música) o una fecha. A veces sospecho que es porque no miro a la gente lo suficiente a la cara, o no la miraba antes, o no lo he hecho el tiempo suficiente. Otras, que cuando no reconozco a alguien suele ser porque camino por las calles metido en mi mundo, pienso en mis cosas, y la gente son parte del mobiliario urbano cuya única particularidad es que se mueven, lo que hace más entretenido sortearlo, pero que no les hace acreedores de mayor atención. O igual es simplemente que paso demasiado tiempo recordando ciertas caras (yo no tengo la culpa de tener amigas tan guapas, leñe).

Pero hay cosas que se me quedan ahí marcadas. Pueden ser totalmente absurdas, como seguro que aún recuerda cierto personaje muy cansino al que una tarde de juerga universitaria torturé hablándole durante sesenta minutos contados del Hit the Lights de Metallica, o las melodías de canciones que a veces hace quince años que no escucho. O palabras como capirote, que de pronto saltan de la memoria cuando uno lee en el blog de su agente la pregunta que las invoca, y mi primera reacción es de sorpresa, ¿por qué sé qué significa esa palabra, y por qué narices lo que en el curro llamaríamos la query que la invoca da resultados tan rápidos? ¿Qué clase de indexado utiliza la base de datos de mi cerebro? La segunda, absurdamente orgullosa, es decir que claro, por eso se me daba tan de puta madre el Trivial Pursuit. No el de los bares, el de las tres opciones, no: El de tablero, el de escuchar la pregunta y responder tú entre todo el abanico infinito de posibilidades. Porque soy ese tipo de persona que dedica, al menos sin pretenderlo, recursos a recordar qué es un bolardo, el tipo de persona que se siente ligeramente culpable cuando le dicen que si no sabe qué es un picatoste .

A veces me descubro intentando fantasear, reconstruirme un trocito de la infancia, creer que sería porque de pequeño las palabras me atrapaban con su magia y tonterías por el estilo. A mí de pequeño las palabras no me atrapaban, me confundían, imagino que a estas alturas de esta noche eterna de los blogs ya te habré contado mil veces mis dilemas infantiles por culpa de aquel amigo que se apellidaba Rubio cuando no lo era, o de la vecina Mercedes que incomprensiblemente no tenía un Mercedes sino un Seat Málaga cuando, qué absurdo me parecía, ni ella ni el coche habían estado ni tenían nada que ver con Málaga. Así que nada, nada de embellecerse las partes del pasado que no se recuerdan. Es sólo que para lo trivial mi memoria a veces se emplea con contundencia.

Lo que no es fantasía autoembellecedora es lo del Trivial, juego al que puedo ser terriblemente cansino, sobre todo cuando uno se ha pasado más de un verano jugando y se sabe ya de memoria todas las preguntas y todas las respuestas. Que sí, que el sudor del hipopótamo es rosa. Que no, que a Indiana Jones no se le cae el gorro en ninguna escena de En busca del Arca Perdida. Qué adolescencia la nuestra, qué tardes en purgatorios verdes y dorados, con el rumor del agua al fondo tras unas piedras, el cielo brillando con su azul frito salpicado de nubes recocidas, las hormigas recogiendo en procesión las migajas de las patatuelas fritas y las cervezas enfriadas en la fuente más cercana exorcizándonos el calor.

Para mañana te dejo elegir tema, que tengo dos; ¿qué prefieres, política o religión?

7 comentarios:

  1. ¿Yo? ¡¡ Religión!! of course.

    ¿No se le cae el sombrero a Indiana Jones en "En busca el arca perdida" o en "El templo mardito"? y esa imagen que tengo yo de intentar recuperarlo con peligro de perdida de miembro superior derecho por aplastamiento de una especie puerta de garaje de piedra... ¿de donde me sale? ¿era tal vez el látigo lo que pierde? ¿he perdido yo la memoria y estoy confundiendo películas?

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  2. Ahí estaba el truco, todo el mundo recuerda que se le cae... pero no en la primera :P

    Lo que tiene su mérito, viendo lo que tiene que pasar el muchacho.

    Y dos votos para la religión por ahora. Aunque a ti no te va a hacer gracia porque ya sabes de qué va v_v

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  3. Yo me sumo al tema religión, que aun tengo regusto de Semana Santa!!

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  4. Rostros, palabras, voces ..... En mi caso, el problema se da con los nombres.

    Soy capaz de recordar un rostro que hace años que no veo (otra cosa es que lo situe, pero, recordarlo, lo recuerdo. Luego me paso horas y horas divagando hasta que lo localizo en su tiempo y espacio concreto).

    Con las voces se me da mucho mejor, es casi imposible que se me pase una, con independencia de la frecuencia con la que me susurarra al oido.

    No has mencionado los olores .... en eso soy especial. No sólo estoy convencida de que cada ser humano tiene un olor único que le identifica, además, tengo el honor de proceder a tal identificación.

    En cuanto a las palabras .... a mí sí me han atrapado siempre, pero, eso, sería ya cuestión de otra divagación más extensa.

    Lo que casi nunca recuerdo son los nombres, se me olvidan con una facilidad pasmosa. Puede que recuerde todo lo demás de un ser humano, pero, su nombre, es ya otro cantar.

    ¿Religión? ¿Política? No sé, no sé .... quizás lo segundo, aunque, dependiendo de por dónde vayan los tiros, la primera opción tampoco estaría mal ....

    PD: ¿Se nota lo espesa que estoy? Pues eso, que mil perdones.

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  5. No estoy segura si te refieres a mi cuando dices qué ya sé de que va a ir el tema religioso contra el que vas a arremeter... creo que no, porque no tengo ni la más remota idea.

    A mi me gusta mucho el recuerdo del tacto, porque el tacto también tiene memoria y el recuerdo de los olores agradables, qué oye no siempre tienen que ser buenos... cuando llego a Bayuela y me invade esa peste a caca de vaca hmmm, tal vez debería ir más al pueblo ^^

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  6. vaya!! me ha borrado el comentario!!
    decía que hubo una época en la que yo trabajaba algunos fines de semana de 7 de la mañana a 3 de la tarde y que era una putada madrugar pero luego llegabas allí y no había casi nada que hacer, entonces jugábamos al trivial y me encantaba que mi equipo SIEMPRE ganase al del listillo, pero él no era bueno, sólo creía serlo...

    Respecto a las palabras yo creo que las almacenamos en cajones de mesillas de noche: en un orden desordenado que solo entiende el propietario del cajón. A veces las juntamos por sonidos, otras por recuerdos... En fin, muy bueno lo del Seat Málaga de Mercedes...

    Y tb decía que yo iba a votar por política pero como veo que gana religión pues me uno a la mayoría y así parece que gano y todo!!

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  7. Hmmm, eh, que yo no soy listillo, ¿eh?, lo que pasa es que a veces me dan ramalazos de memoria casual :)

    He venido pensando a lo largo de la tarde/noche que hay temas en los que mi memoria es aún más extraña: Los personales. Puedo pasar del olvido al rencor en fracciones de segundo.

    Y yo no entiendo mis cajones. Aunque los musicales van bien. O iban. En estos tiempos de internet, teniendo en cuenta que al margen de la música que he escuchado en el coche, en el ipod, por ahí, en dvds o en otros lugares donde no llegaban las garras de last.fm he escuchado unas 60.000 canciones en dos años y medio de no sé cuántos grupos (pero que haya escuchado más de 6 pone que hay 500, así que unos cuantos) ya hay veces que escucho algo y conozco la canción y sé cómo suena, pero no sé ni cómo se llama ni dónde la tengo :S

    Aunque con algunas aún me pasa que soy capaz de reconocer la canción a la fracción de segundo para pasmo de algún alma cándida.

    Y lo del voto, ays, haberte mantenido, al final se me coló el tema político... me llegó tu respuesta mientras lo escribía. Y ahora podéis acusarme de pucherazo. Qué horror, ¡soy como Bush en algo más que en los problemillas con el alcohol en el pasado!

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.