The Eight of Spades
Para hoy, día que pinta relajado, voy a contarte un chascarrillo que siempre puede servirte para hacer que alguien te mire con cara de loco en algún bar, comunión, boda o bautizo.
Supongo que todo el mundo conoce a Motörhead (que viene a significar algo así como "puesto de anfetas") aunque sólo sea de vista, porque en todas esas películas en las que salían motoristas malotes siempre había alguno que llevaba una camiseta suya (eran algo así como la banda sonora de los Ángeles del Infierno y toda esa gente). Son famosos por culpa de su fundador, bajista y cantante, Lenny Kilminster, que tiene la peor voz del mundo, con diferencia; cascadísima, hecha polvo y alimentada a base de alcohol (el tío se levanta y se desayuna un copazo, por lo visto). Y luego, a un nivel un poco más profundo, porque Lenny siempre ha sido un pionero a la hora de meterle distorsión al bajo (si uno no anda un poco listo puede confundirlo con una guitarra, muchas veces), y entre eso y la música, un rock and roll sucio, ha sido una influencia considerable para una infinidad de grupos (supongo que el hecho de que Cliff Burton, el difunto bajista de Metallica cuando Metallica era lo que fue, y no el deshecho que es ahora, y tipo del que tengo que hablar otro día... en fin, a lo que iba, el hecho de que Cliff tocase usando la distorsión de una guitarra le debe mucho a la influencia de Motörhead).
El caso es que su canción más famosa, de 1980, se llama Ace of Spades (que viene a ser el As de Picas en la baraja de poker; la canción de la cajita que abre este post, vaya), e imagino que la habrán tocado en todos los conciertos que han hecho desde que la sacaron; es un puto himno de toda una época musical (la explosión de la New Wave of British Heavy Metal, que vio nacer a Iron Maiden. Que a pesar de las mallas y tal, sacó dos discos, los dos primeros, que siguen siendo revolucionarios incluso más de 25 años después), cuyo estribillo dice "The only card I need... is the ace of spades! The ace of spades!" ("La única carta que necesito... ¡es el as de picas! ¡El as de picas!"). Total, que al Lenny, en una entrevista, le preguntaron si alguna vez ha estado tan borracho en algún concierto que se haya hecho un lío con la letra, cosa que probablemente la audiencia no hubiese notado porque meten bastante escándalo en directo, a lo que Lenny Kilminste respondió "bueno, me he pasado dos años cantando 'The Eight of Spades' (el ocho de picas) y nadie se ha dado cuenta".
Tiene su gracia. No ya por la torpeza comprensible de la audiencia (es difícil escuchar cantar los clásicos, más que nada porque todo el mundo los está coreando y entre los gritos y el escándalo de la música uno no está para sutilezas), sino porque permite asomarse a la música de un icono musical como Lenny Kilminster y preguntarnos ¿¡y por qué cambió la letra!? ¿Por variar, por hacerla más entretenida, para ver si alguien se daba cuenta?
Da igual. Mi conclusión es que esa es una de esas cosas que le hacen a uno grande, un destello donde veo compartida mi idea de la calidad de vida, que a veces puede manifestarse simplemente pidiendo un ocho en vez de un as.
Pues qué profundidad ganaría la letra, ¿no?
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