2.8.06

8:31... p.m.

¡La siesta produce taquicardias!

Ya sabes los problemas de sueño que tengo yo habitualmente, y que desde hace una eternidad de estas pegasosas e inconmensurables que sufrimos los insomes no duermo como mandan los cánones. Pues bien, estando como estaba hecho polvo por esto de no dormir, y no teniendo hoy nada que hacer más que esperar a que sonase el móvil tranquilizándome un poco con alguna voz a la que en estos momentos estoy echando muchísimo de menos, pues cuando he llegado a casa de trabajar he comido, me he pegado una ducha, me he afeitado y me he ido a la cama a echarme una siesta. Y he caído como un tronco. Y he dormido... ah, ¡cómo he dormido!, he navegado por rincones de los reinos de Sandman que ya ni recordaba, tan feliz por el puro acto de dormir...

Y me ha despertado un ruido, el ruido de alguien que tendía la ropa. ¿Alguien tendiendo la ropa? Mi vecina, me he dicho, mientras me incorporaba, pensando que cómo podía mi vecina estar tendiendo la ropa tan pronto, y he mirado la hora, y el reloj marcaba las 8:31. Así que he pegado un brinco mientras gritaba algo así como "MIERDAMIERDAMIERDAMIERDA", y he salido corriendo de la habitación camino del baño, móvil en ristre para llamar al trabajo y avisar que me he dormido, que ni he oído el despertador y que iba a llegar una hora tarde... y al abrirlo me he encontrado con esas dos benditas letras detrás de la hora: "p.m.", y sólo entonces me he dado cuenta de que no era por la mañana, sino por la tarde, y que esta actividad no era un sueño nocturno, sino una siesta. Buf, buf, buf, qué susto que me he pegado.

En fin. Sigo mi guardia junto al teléfono móvil, a ver si pidiéndoselo por favor suena, mientras no paro de repetirme qué bobo soy y que ya me vale la desorientación. Siempre me estoy perdiendo, ya lo sabes, pero caray, ¡suele pasarme en el espacio, no en el tiempo!

1 comentario:

  1. Jústamente me ha pasado eso esta tarde. Eso mismito.

    Estaba yo hecho papilla, cuando me he dormido allá a las 5, y de repente me he despertado, o mejor dicho, mi padre me ha despertado. Me ha dicho, despierta, que ya son las 8, y yo he mirado a un lado, y a otro, las 8, las 8, mierda, no me he drogado! Las drogas, las drogas... miro al reloj, demasiados números para ser las ocho, algo falla. Mi padre que me dice que vaya al balcón a que me de el fresco. Pero a las ocho? a que me de el fresco a las ocho? Me pongo las gafas y coño, no eran las ocho, sino las 20!

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.