Me he despertado esta mañana como me despierto todos los días: Como debió hacerlo el londinense medio en Shawn of the Dead, cuando amaneció Londres poblado de zombies. El teléfono sonaba, la radio sonaba, y en mi ventaba trinaban unos pajarillos. Suena muy bucólico, sí, pero cada primavera/verano es una tortura, porque los muy urbanitas tienen su nido a cosa de metro y medio de mi ventana que, claro, se abre a principios de mayo y no se cierra, salvo caso de diluvio o desastre climático, hasta bien entrado septiembre, y porque los muy musicales tienen la, si pilla de lejos, hermosa costumbre de saludar al amanecer con sus trinos y sus gorjeos... y luego ir saludando a la mañana, al mediodía... de forma que da igual a qué hora te despiertes, siempre están ahí, y son, de todo el bloque de diez plantas, los vecinos más ruidosos con diferencia.
Total, que esta mañana me he despertado, y entre el ruido, la alegría despreocupada con que lo perpetran y mi inconsciencia dolorosa, y teniendo también en cuenta que mientras su agenda del día debía ser algo así como: "de 7 a 22 horas: Cantar" la mía era algo bastante mucho infinitamente peor (canto menos, yo), les he odiado. A la pareja de gorrioncillos, que pronto me proveerá de una prole de aún-más-ruidosos vecinitos, les he odiado. He pensado en traerme la escopeta de perdigones del pueblo, en ponerles ballestas (así llamamos en mi pueblecillo a los cepos para pájaros), en lanzarles cóckteles molotov, en saltar al vacío esgrimiendo un bate de beisbol, todo esto mientras reptaba fuera de la cama camino del cuarto de baño, desde cuya ventana, naturalmente, también se les escucha. Y ahí he visto mis ojos hundidos, mi cara de muerto en vida, mis legañas megalíticas y mis cuatro pelos transgrediendo la naturaleza euclídea de esta escala del universo, y me he dicho "pero si los pájaros no me han despertado, y si quien me ha despertado ha sido el despertador, ¿por qué odio a los pájaros?"
Ante lo cuál he alzado las cejas, he encogido los hombros, he sumergido mi cara en el agua más fría que el grifo se ha dignado a darme y, qué cosa rara esto de la lógica, se me ha pasado la mala leche.
Ahí siguen, dale que te pego, se les oye desde aquí (fíjate que he quitado Moonsorrow y todo para confirmarlo) y por culpa de esta reflexión tan tonta yo me he pasado el día pensando que en el fondo no debo de ser tan mal bicho como medio mundo dice. No sólo por no odiarles por descubrir que en realidad no tengo razones para ello, o por darme cuenta, sino porque por lo menos yo, cuando me vaya a dormir, no les despertaré poniéndoles música a todo volumen.
Al vecino de abajo, en cambio...
22.6.06
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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.
pajaritos, pajaritos... oooodio a los pajaritos!!!especialmente en estas épocas en las que se ponen tan cantarines sabe dios por qué!!!
ResponderEliminarAsí que si, para mi en este sentido eres muy buena persona por ignorar lo desagradables que resultan ^_^
:)
ResponderEliminarTengo buena maestra, pobrecita, todo el año soportando gente desagradable, y encima sin contrato ni nada (porque a mí no me la das con lo de tu contrato imaginario)
Cantan para aparearse. Casi todo lo que hacen los animales tiene el mismo objetivo, humanos incluídos. ¿No te resultan más odiosos ahora? Yo personalmente los odio. Y eso que hasta ahora han tenido la delicadeza de no cagárseme encima. Pero bueno, el hecho de que posean esa capacidad los convierte ya de por sí en seres odiosos.
ResponderEliminar¿Que si me resultan odiosos por cantar para aparearse? Pues no sé por qué. Me parece un fin muy noble, ese de aparearse. Anda que no he hecho yo el idiota, intentando aparearme con alguna señorita (y anda que no lo haré).
ResponderEliminar¿Solo has hecho el idiota para aparearte? mira que me extraña.
ResponderEliminarA mi patio ha caído un poyuelo de gorrión, y es tan tierno ver como bajan sus papaítos a darle de comer... espero que no terminen los tres en la panza de uno que yo me sé, pero creo que no, creo que si le miran directamente a los ojos se rajará, de hecho ya llevan una semana de ocupas y no ha habido bajas por la parte plumífera.
PD: por cierto un tal diedne tiene por algún sitio una Urraca con H y es sin ella, mira a ver si recuerdas donde hablaste de Hurracas... jejeje
Yo he dicho que he hecho mucho el idiota intentando aparearme, que es muy distinto a hacerlo sólo para aparearme, o para intentarlo v_v
ResponderEliminar¡Y esa hurraca lleva hache cortazariana!
Además las urracas deberían llevar hache, les queda muy bien.