29.6.06

Kuu kuuera

Jueves, 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo, como si eso significase algo. Cielo despejado y azulísimo, temperatura que ya sube dando brincos. Nada de viento, nada de nubes.

Curioso lugar, la memoria. Ayer leí una reflexión casual de un yanqui sobre la Luna, y de ese laberinto turbio saltó, como un salmón a la busca de su oso, el recuerdo de mis ideas al respecto del Sol y la Luna de cuando yo era muy, muy, muy pequeño. Yo es que desde pequeñito era muy cuerdo y le buscaba explicaciones a las cosas, en vez de andar por ahí preguntando, así que tras dedicar un tiempo de observación para nada exclusiva al Sol y la Luna llegué a la conclusión de que eran dos discos brillantes que se movían por el cielo, y como me parecía bien claro que el cielo era una especie de gran pared azul que estaba relativamente lejos de mí supuse que había unos señores o seres encargados de ir moviendo aquellos discos por el cielo, probablemente con unos palos que los enganchaban en un extremo. En principio supuse que esos seres o señores irían subidos en alguna nube, pero un verano como este, sin nubes por ninguna parte, pensé que la pared azul debería tener una especie de raíl por el que deslizar el palo, y que los seres o señores irían por detrás de la pared.

Luego claro, mi tío empezó a dejarme libros de astronomía, y yo empecé a leer sobre el tamaño del sol y la distancia a la que estaba y pensé uau, una explicación mucho más convincente y mucho más genial que la mía, que quieras que no tenía sus lagunas, por ejemplo ¿por qué aquellos tipos o seres movían el Sol y la Luna? ¿Cómo se ponían de acuerdo para ver cuándo iba cada uno y a qué velocidad tenía que ir? ¿Qué había al otro lado de la pared? ¿No estaría muy caliente el palo que sujetase al Sol?

Yo creo que fue entonces cuando empecé a entender que la explicación natural de las cosas suele ser bastante más hermosa, simple y genial que las que nos inventamos, y que por eso siempre me gustó tan poco la religión, que se parecía tanto, a su manera, a mi historia de los señores armados de palos que sujetaban al Sol y a la Luna.

Como los conocimientos casuales siempre pueden valer una sonrisa, ahí te va uno. Aurinko y Kuu son los nombres del Sol y la Luna, respectivamente, en finlandés, cosa que obviamente sé porque hay una canción de Moonsorrow que se llama así, Aurinko ja Kuu, porque casi todo lo que sé de finlandés es por culpa de este grupo excepto para las palabras perkele, suomi y rabintola, que son consecuencia, supongo, de tratar con indeseables fineses de vez en cuando, y a los que nunca es posible tomar en serio, por inmensos que sean, con un lenguaje tan gracioso como el que tienen.

En otro orden de cosas el día se presenta tranquilito. En la oficina estamos solo mi jefe (bueno, uno de ellos) y yo, con dos portátiles a mano, dos teléfonos fijos y dos móviles, pensando si de pronto no me habré convertido en dos personas. Y acaban de llegar unos tipos de Microsoft para reunirse con mi jefe y matan el rato paseando detrás de mí a la espera de que el jefe termine una llamada telefónica. Mientras yo, canturreando por lo bajini, instalo Linux en uno de los portátiles, el otro, a la vez que en este una pestaña del Mozilla (claro, no podía ser el Explorer, ji ji ji), que visito con frecuencia, está llena de imágenes de pingüinos (es que estoy leyendo tutoriales y páginas de ayuda, que el Linux ya sabes, me tiene manía. Y por cierto, que una de las páginas es de un grupo de linuxeros iraquíes, así que de cuando en cuando aparece en mi monitor una bandera iraquí ondeante tras un pingüino sonriente, algo de lo más increíble). Vamos, que los tipos de Microsoft me miran con una cierta desconfianza, y yo me siento maligno, ji ji ji.

En fin, a ver qué tal se portan hoy los hados pingüineros. Oh, Richard Stallman, oh Linus Torvalds, sed buenos conmigo, que a mí me caéis muy bien.

3 comentarios:

  1. Son muy curiosas las teorías que tenemos acerca del mundo de pequeños, yo estaba convencida de que los niños se hacían introduciendo la colita de los chicos en el ombligo de las niñas....(como se nota que no había visto una colita en mi vida al no tener hermanos, me habría dado cuenta de que eran demasiado pequeñas para entrar en el ombligo)...Je, je.....^_*

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  2. No deberías sentirte maligno...eres maligno, lo sabes y te gusta :P
    Y en fin, me cuesta creer que tu en un tiempo remoto hayas tenido fantasia XDDD

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  3. ¡Uy, eso del ombligo lo he hecho yo de mayor! :D No veas qué risa...

    Y srta. V, alguna tuve. Aunque a día de hoy no parecen nada, aquellos sueños, y comparándolos con los de ahora podría decir que yo empecé a soñar cuando te conocí ^___^















    (mayormente porque era tanto el asquito que te tenía, tengo y tendré que no me queda otra que huir del mundo real, ji ji ji)

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.