6.4.06

Y el suelo es un espejo

Supongo que es de esperar que el día después de un concierto uno hable de él en su blog. Sobre todo si el concierto fue estupendo, si uno se dejó la garganta de gritar, apenas puede mover las piernas 24 horas después y ha pasado el día medio en coma por el esfuerzo y el poco sueño. Aaah, hacía siglos que no lo pasaba tan bien en un concierto, que no salía sabiendo que iba a tener agujetas durante días. La culpa, de In Flames, estos traidores a los que es imposible culpar de nada, cuando se los tiene encima del escenario. Así que no lo contaré, y dejo sólo estas imágenes (contadas: hoy no hay fotos de esto),

.1 un muro de luz azul rajada de arriba abajo por un pie de micrófono en un escenario desierto,

.2 un mar de brazos saltando, sobre el que rebotaban luz y sonido desplegando, respectivamente, ecos y destellos,

.3 un roadie gordo y rubio que arrancaba ovaciones del público cada vez que cruzaba el escenario, muerto de risa por la acogida,

.4 el agradecimiento de Anders Friden, que termina sonando sincero incluso para un paranoico radical como yo.

.5 la maravilla de la música, cómo de un precipicio de distorsión y confusión puede nacer la belleza, y cómo así la música se convierte en mundo, y el mundo en música.

Podría hablar más de todo eso, y en realidad es de esperar que lo haga, así que hablaré de la lluvia. ¡Llueve! O no. Es primavera, y las nubes y el suelo, que renacen cada primavera, se hacen el amor miles de veces al día, y luego las nubes bailan con el sol para celebrarlo, mientras el suelo esboza sus sonrisas satisfechas en los tallos de los miles de millones de briznas de hierba que nacen desesperados por que el viento los meza y puedan así cantar. He salido de trabajar y el cielo actuaba: Estaba gris, granítico, serio, homérico. Una forma como otra cualquiera de despertar interés, en cualquier caso eficaz. Pero no hay forma de contener las hormonas de las nubes, y al poco las primeras gotas audaces han empezado a caer, borrando la basura del mundo con sus lametones, dándonos besos al asfalto y a mí. Así que he decidido ejercer de voyeur de ese polvo tan público, y a cambio la lluvia ha venido jugando al escondite conmigo durante todo el camino a casa. Yo doblaba una esquina, me encogía debajo de un pino, corría junto a un autobús, y las nubes me buscaban revoloteando, hinchadas de viento y de agua. Y me encontraban, y yo me dejaba llover, y paraban, y contaban unas veces hasta diez y otras hasta cien, y volvíamos a empezar.

Y yo, que para algo soy coleccionista de tornillos, tenía que venir a contarlo, y dejarlo escrito, y si te soy sincero no sólo para compartirlo contigo, sino para fijarlo en algún lugar, para dejar un recuerdo de mi silueta, dibujada en el suelo seco por la lluvia. Contarlo para que también fuera de la realidad exista, para que la imagen prenda en ti, para que suceda, y para que no ahora, en este instante plegado que es a la vez cuando yo lo escribo y cuando tú lo lees, sino más tarde, cuando estos vientos y estas nubes lleven tiempo muertas y olvidados, vuelvan a la vida dentro de ti, dentro de mí.

3 comentarios:

  1. Como me gusta... Es primavera, y las nubes y el suelo..
    Jamás había oído a nadie describir una tarde de lluvia como tú lo has hecho, me encanta. No sé si serás un buen escritor o no, porque yo no soy crítica literaria pero lo que sí sé es que tu alma es grande, grande y buena.
    Como no vas a estar abatido siendo capaz de describir y sentir lo que aquí cuentas, claro que estas abatido pero tiene que ser de felicidad.
    Gracias por dejarnos leer tus sentimientos.

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  2. ¡Hola!
    Buceando por el mar internautico he llegado a tu pequeña isla bloguera. Me ha encantado, de verdad, no suelo leer las entradas de los blogs, pero no se que tienen las tuya que enganchan. Escribes muy bien.
    Y las fotos muy chulas, si me lo permites te he cogido algunas para mi colección, espero no importunarte (claro ejemplo de palabra cursi, esta, como pájaro, creo que sería una golondrina).
    Un saludo de un naufrago de las nuevas tecnologías!!

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  3. ¡Cómo no permitirlo! Un placer, un placer. Sólo recordar que este blog y aquellas de sus imágenes que son mías tienen una licencia de Copyleft de Creative Commons, así que mientras no las cambies, no ganes dinero con ellas y si alguien pregunte digas que son mías, todo estupendo.

    Y eso. Que no escribas cosas así, hombre, que me voy a poner colorao.

    Un saludo.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.