si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
El problema de fechas como la de hoy, San Valentín, es que yo, obviamente, odio San Valentín y todo lo que representa: El consumismo desaforado, la ñoñería, la caspa, la horterada a diestro y siniestro. ¿Consecuencias de años de soltería envidiosa? ¿Reacción alérgica a la publicidad? ¿Rechazo al modelo social que fija fechas para proclamar el amor? Probablemente las tres cosas y sobre todo la primera. El caso es que Benedetti me ha sacado del trance sin tener que hacer trámites con envoltorios plagados de cintas y corazoncitos.
Gracias, Mario, de corazón, aunque una dedicatoria así suene fatal un día como este.
0 réplicas:
Publicar un comentario