14.2.06

Dándole lustre a una fecha maldita

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

El problema de fechas como la de hoy, San Valentín, es que yo, obviamente, odio San Valentín y todo lo que representa: El consumismo desaforado, la ñoñería, la caspa, la horterada a diestro y siniestro. ¿Consecuencias de años de soltería envidiosa? ¿Reacción alérgica a la publicidad? ¿Rechazo al modelo social que fija fechas para proclamar el amor? Probablemente las tres cosas y sobre todo la primera. El caso es que Benedetti me ha sacado del trance sin tener que hacer trámites con envoltorios plagados de cintas y corazoncitos.

Gracias, Mario, de corazón, aunque una dedicatoria así suene fatal un día como este.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.