23.12.09

vida inteligente extraterrestre

¡Os lo advertí!
Mucha gente se pregunta alguna vez si existirá vida extraterreste por ahí fuera, o estaremos solos en el mundo. Y casi todo el mundo suele responder que claro, que seguramente, que cómo no.
Y yo la verdad es que no creo que la haya.
Pero déjame que me explique.

Cuando todo el mundo argumenta a favor de la vida extraterreste lo hace en base a dos cosas. La primera, que el universo es un lugar inmenso. Hay billones de planetas girando alrededor de incontables estrellas, ahí fuera, luego existen muchos marcos donde puede darse la vida. La segunda, consecuencia directa del legado de Galileo, que sacó a la Tierra del centro del universo, y de Darwin, que nos bajó del podio de seres creados a la imagen y semejanza de un teórico jefazo del cotarro, consiste en presuponer que la Tierra no es un lugar ni excepcional ni privilegiado y que igual que aquí hay vida, pues siendo normalitos, como somos, la habrá en muchos otros de esa cantidad bárbara de planetas que dan vueltas por los cielos, alrededor de sus respectivas estrellitas. Que los habrá mejores, sí, y peores, que conocemos unos cuantos (suelta unas liebres en Venus o en Júpiter, por ejemplo, a ver qué les pasa), pero entre que no tenemos por qué pensar que somos privilegiados y que hay tantos, pues alguno habrá donde se den las condiciones para la vida y esta surja y evolucione lo necesario, etc.

Pero no me convence ninguno de los dos argumentos, porque los dos me chirrían, ligeramente, por las razones que, en desorden, les dedico en sendas réplicas. Tenía razón Galileo en que la Tierra no es el centro del universo, y la tenía Darwin a la hora de decirnos, a su manera, que vale, podremos escribir y hacer fuego, pero que como bicho vivo no tenemos más mérito ni privilegio que el ratón de campo o las bacterias que fermentan los yogures, sí, pero no hay razón para extrapolar esa línea argumental hasta su extremo: la Tierra sí es un lugar excepcional, porque conocemos su historia. En primer lugar, pensemos en el oxígeno: si no hubiera oxígeno nosotros no estaríamos aquí, así que qué bien que lo haya, pero no es que lo tuviera por las buenas, es que hace miles de millones de años unas bacterias muy cucas se dedicaron a producirlo durante eones, como residuo de sus procesos vitales, lo que acabó con casi todo bicho viviente de aquella era porque, en realidad, el oxígeno era venenoso para ellas. Y en segundo, en la serie de accidentes cósmicos, como choques de asteroides inmensos o glaciaciones o inundaciones o terremotos que han acabado con unos seres y, accidentalmente, nos han abierto a nosotros el camino, y eso hablando sólo de nuestro pedrusco, afortunado de no tener supernovas cerca, o de ser bien atinado por una fuente poderosa de rayos Gamma, o de haber estado demasiado cerca de un agujero negro, etc etc. Que exista vida, como la nuestra, inteligente, tecnológica, culta (deja de pensar en Belén Esteban y piensa en Richard Feynman, leñe), es algo jodido de cojones, fruto de muchas casualidades y bastante, bastante improbable, y nosotros, pese a esa improbabilidad, aquí estamos, pero no podemos asumir que por haber tenido suerte otros tienen por qué tenerla, por allá arriba. Sería como si al que le haya tocado hoy el Gordo (por cierto, sea quien sea, felicidades, capullo) dijese "si yo soy una persona normal, seguro que le ha tocado a todo el mundo", y no, el número del Gordo sólo sale una vez.

Resumiendo, que es jodido de narices. Pero por baja que sea la probabilidad, me dirás, si hay tanto sitio donde puede darse, es casi seguro que se dará no una, una cantidad inmensa de veces.
Pues sí, el bar es enorme, pero lo acaban de abrir, como quien dice: el universo es descomunalmente grande, pero tiene sólo unos 13.000.000.000 años, que leído así parece una barbaridad, pero que en términos cósmicos la verdad es que no es tantísimo, y plantea una asimetría que a mí me llama mucho la atención: pese a que en él quepan trillones de estrellas y aún así esté mayormente vacío, nuestro amable Sol, que ayer celebraba su solsticio (¡felicidades, bola de hidrógeno!), es sólo una estrella de tercera generación: lo han precedido sólo otras dos hornadas de estrellas.

Esto representa un problema para la vida. Por ejemplo hace 10.000.000.000 años sería muy improbable que hubiera, porque los átomos pesados, los que nos forman, los que permiten moléculas complicadas que sirvan para guardar y configurar información, es decir, los que sirven como ladrillos para la vida, se forman en las estrellas, o en la combustión de las mismas, cuando por fusión se unen átomos sencillos en átomos más pesados, liberando la energía que desprenden las estrellas (así nuestro sol genera luz y calor, pegando juntos átomos de hidrógeno, generando helio, que es algo más ligero, y desprendiendo la energía sobrante), camino este que se termina en el hierro (porque, creo recordar vagamente, ya es demasiado denso como para que pueda fundirse en algo más pesado ya que la presión necesaria haría explotar la estrella como supernova, o quizá porque quizá ya no salgan las cuentas de la fisión, no lo recuerdo bien), o bien mediante las sacudidas que produce la explosión de una supernova, que con la presión brutal que genera pueden mezclar más fusiones de elementos entre sí y generar lo que nos constituye y lo que forma nuestro planeta, oxígeno, carbono, hierro, calcio, etcétera, todos : cada uno de nuestros átomos está aquí porque estrellas cercanas de la generación anterior explotaron y lanzaron estos átomos complejos que nos forman desde sus entrañas al espacio, apretujando de paso una nube de gas que luego cuajó en nuestro sistema solar. Y casi todos estos átomos se terminaron de generar en la segunda generación de estrellas. Esto significa que sólo estrellas de nuestra generación disponen en sus sistemas de estos átomos que luego la vida usa de ingredientes.

Y el caso es que estos datos son necesarios para generar moléculas complicadas, y estas son necesarias para la vida. ¿Por qué?, puede preguntar alguien, ¿por qué no puede existir un ser de, no sé, hidrógeno?

Pues porque el hidrógeno es un átomo muy simple, abundantísimo (la mayoría de la materia es hidrógeno) y muy poco útil: con lo único que se combina cuando está solo es consigo mismo, forma H2, que es una molécula de sólo 2 átomos. Es imposible codificar en ella la información que un ser vivo necesita para realizar tareas a base de moléculas de hidrógeno.

Así que tenemos un universo enorme, pero donde sólo desde un tiempo astronómicamente reciente se ha dispuesto de las herramientas para formar vida. Y eso me hace pensar que aunque la vida pueda surgir en múltiples lugares, si ha requerido un tiempo considerable disponer de ellas y, además, sobre todo los primeros estadios de la vida orgánica parecen de evolución muy lenta (durante la mayor parte de la vida en la Tierra esto ha sido un zoo de amebas), quizá nosotros estemos en la franja mínima del tiempo imprescindible para andar rastreando el cielo con radiotelescopios.

Lo que sugiere que nos preguntemos ¿y qué pasa si somos los primeros? Porque a fin de cuentas, sabiendo que existen al menos N civilizaciones en el universo con N mayor que cero gracias a nosotros, alguna de esas N civilizaciones ha debido ser la primera.

Y con los datos que tenemos, la estimación más plausible hasta que el SETI no colapse las portadas del mundo detectando alguna señal alienígena es que nosotros somos, de hecho, esa primera civilización en romper el cascarón y mirar hacia arriba.

Y por eso no creo que haya más: por lo mismo que cuando uno queda con unos colegas en un bar sobre las 9 y llega a las 9:10 y no ve a nadie asume que puede ser el primero, en lugar de pensar que ya han llegado varios pero que todos a la vez han ido al baño.

Y como esto está quedando largo lo dejo aquí, aunque me dejo en la manga, si este post no mata a nadie, hablar otro día sobre las implicaciones filosóficas (mías, o sea, filosóficas de baratillo) de estar solos, porque es una idea que, no entiendo por qué, incomoda mucho a la gente, por lo general, y les hace decir esas cosas tan proyectivamente inquietantes sobre que qué desperdicio, tanto espacio desaprovechado, y les hace pensar en el cosmos como un lugar frío e inhóspito (como por lo general, por lo que sabemos, es exactamente).

8 comentarios:

  1. Podría estar de acuerdo contigo si no fuera porque creo que la pregunta está mal planteada y ya sabes que la ciencia es más el arte/técnica/sistema de hacerse las preguntas adecuadas/correctas que el de responderlas, que ya viene solo (siempre que dimiota la ministra del ramo, la muy hija de puta traidora).

    La pregunta adecuada sería pues: "¿existe vida inteligente terrestre?" Hablo estadísticamente significativa, no excepciones ni mayorías con habilidades más precarias.

    feliz sólsticio

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  2. Me han convencido bastante tus argumentos que, toscamente, resumo así: "vale, espacio para que pase lo que aquí hay a mogollón, pero tiempo, muy poquito". Es bastante atendible, pero siempre se puede argumentar que si a nosotros nos ha dado tiempo, en todos esos años-luz cúbicos, que aunque casi vacíos tienen unos cuantos miles de millones de planetas, puede habérselo dado a alguien más. Tu ejemplo de la cita en el bar es ilustrativo, pero lo sería más si hicieras la cita un poco más imprecisa: hemos quedado de nueve a diez en el barrio de Salamanca, y llegamos a las nueve y cinco. Eso se parece un poco más a nuestra situación en el Universo, y así empieza a ser un poco más difícil estar seguro de que se es el primero y de que si no se encuentra a nadie es porque no ha venido.

    En todo caso, lo más discutible de tu artículo me parece esta frase: "con lo único que se combina el hidrógeno cuando está solo es consigo mismo". (La negrita, por si no te has dado cuenta, es mía).

    ¡Feliz Navidad!

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  3. Coincido levemente con Vanbrugh: no solo hay "sitio" de sobra en el Universo para que en algún otro sitio se haya dado una casualidad similar a la de aquí, sino que también ha habido "tiempo de sobra", sobre todo como nos pongamos a contar con fenómenos relativistas.
    De hecho, en nuestro planeta hay vida desde hace no recuerdo si 2 o 3 mil millones de años, ya me dirás. Otro cantar es el desarrollo de vida "inteligente" (¿qué es "inteligencia" exactamente?), que en la Tierra ha llevado bastante tiempo, pero no tendría por qué haber sido así. Y luego esa vida inteligente tendría que tener la curiosidad de mirar al cielo y desarrollar la tecnología necesaria para salir de su planeta (nada impide una civilización de solo "artistas", por ejemplo).
    En cualquier caso, nada de esto invalida, obviamente, tu planteamiento de que nosotros bien pudiéramos ser los primeros.

    Ah, otra chorrada: las felicitaciones por el solsticio no se las des al Sol, sino a la Tierra por estar inclinada respecto a su eclíptica, ¿no? :-P

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  4. Te anuncio que los "listos" nos la hemos arreglado bastante bien para estar a punto de despedirnos. ¡Y no pasa ná, que no cunda el pánico, que no se nos echará de menos, al menos no tanto como seguramente se nos ha echado de más!

    Y eso es fruto de la casualidad, como todo.

    Si fuera creyente sería de los que opinan que Dios es un chapuzas que desconoce la ley de la economía del lenguaje. ¡Demasiados disparos para tan pocos pájaros muertos!

    Pero como no soy creyente, te digo, y por este orden:

    1: el post es de puta madre (con los insignificantes "pelillos a la mar" que han citado los acompañeros).

    2: verdaderamente me la suda que haya otros. Es como si llego al bar a las nueve y cinco, pero los amigos están meando, como me ha pasado alguna vez no llevo un euro encima, y como no hay quien me invite salgo a la puta calle, me calzo bien el gorro de lana y me dedico a patearla.

    3: la experiencia me dice que el azar lo carga el diablo, así que es posible que esos amigos rácanos (no les dio por mear, seguro que se escondieron) existan. No es probable, además de no importarme, pero sí es posible.

    CONCLUSIÓN: quiero más, quiero esa filosofía de baratillo, para lanzarme sobre ty yugular sin contemplaciones.

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  5. osea que lo del libro de extraterrestres no fue tan buena idea...
    mira que lo pensé...
    ¿creerán los matemáticos en seres verdes?

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  6. Que una estrella no produzca elementos más pesados que el hierro no tiene nada que ver con la presión ni con la fIsión sino con la energía por nucleón de cada elemento que se une en la fUsión.

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  7. Lansky: tramposo tú. Teniendo como tienes un perro sabes bien que sí que existe vida inteligente en la Tierra.

    Óscar: no tendría por qué haber sido así de largo el desarrollo necesario, dices. Bueno, yo no lo sé, así que asumo que necesitaría el tiempo que nos ha costado a nosotros. Como estimación de algo básicamente desconocido me parece la única realista.

    Aunque me ha mosqueado esa mención al relativismo en lo del tiempo de sobra: teniendo en cuenta que no nos estamos moviendo a velocidades cercanas a la de la luz el tiempo que tiene el universo para nosotros es muy cercano al tiempo máximo que puede tener para cualquier observador. Otra cosa sería que nos moviésemos a 0'99c o algo así, porque entonces sabríamos que alguien habría contado con mucho más tiempo (no sé cuánto, me da pereza ponerme a echar cuentas).

    María: ¡sí, sí que lo fue! De hecho este post es antes de nada un posicionamiento personal propio antes de leerme el libro. Quizá después cambie de opinión, no lo sé. Pero leyendo la contraportada el libro no me dio la impresión de estar sesgado hacia el sí, como temí cuando vi la portada. Promete, en cualquier caso, y seguro que me lo paso pipa leyendo.

    Y los matemáticos en general no sé en qué creeremos o en qué no. Yo personalmente sí que creo en seres verdes, por ejemplo el loro, o un lagarto (verde).

    Manolocabezabolo: empezaba mi intento de explicación del asunto del hierro diciendo "creo recordar vagamente" y terminaba con "no lo recuerdo muy bien". Tu explicación así condensadita sí que me hace escuchar campanas, por alguna parte de mi memoria. En cualquier caso a lo que iba yo no era a explicar por qué (tampoco pretendía exponer un tratado, sino argumentar mi opinión sobre algo), sino al hecho en sí de que lo más pesado que produce una estrella sin reventones de por medio es hierro.

    Es un tema fascinante, ese del cocinado de la materia dentro de las estrellas, pero a mí me pilla un poco lejos.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.