30.1.08

to be or not to be (escritor)

Otro episodio incómodo fue cuando lo detuvieron los bobbies en Londres en las inmediaciones de la casa de Martin Amis, porque éste lo vio merodeando por allí durante varios días (con sus noches) y pensó que podía tratarse de un terrorista islamista. Al parecer, Vila-Matas sólo intentaba forzar un breve encuentro en la calle con él para poder utilizar esa escena como comienzo de una nueva novela.

(Conde-Duque, a propósito de nuestro escritor más mejor)

 

Era inevitable, después de apuntarme a un taller literario, que tarde o temprano volviese a rondarme la cabeza la idea de ser escritor, que ya consideraba yo felizmente archivada en el cuarto oscuro de las cosas que no pudieron ser (junto a: ser futbolista, ser Michael Douglas –en Black Rain–, ser director de cine, ser piloto de pruebas, ser piloto del París-Dakar –esa si que se jodió del todo–, ser guapo, tener los abdominales de Daniel Craigh y ser asquerosamente millonario). Inevitable porque hay que escribir y, sobre todo, porque se produce un intercambio de información entre gente de la extrema letra y gente de la extrema ciencia del que no puede salir nada bueno. Se intuía ya antes, y se confirmó el primer día, cuando en las cervezas post-taller esta conversación se repitió varias veces:

–¿Tienes algo publicado? –me interpelaba alguien.

–Ji ji ji –respondía yo.

Porque yo no me había apuntado ahí para convertirme en escritor. O para pulirme como escritor. De las metas que yo sospecho habituales por las que uno se apunta a un taller literario yo sólo compartía una de las habituales, la de ir por si conocía a alguna muchacha maja (y en fin, no fue precisamente alguna muchacha sino La Muchacha, así que me doy con un canto en los dientes). No soy capaz de encontrar más motivaciones excepto la mía habitual de ir a los sitios a los que no sé por qué voy para ver si descubro, al ir, qué pinto allí, o la de ir a darle guerra a gente tan remota como gente que se dedica a las letras y defender de alguna manera el honor de la ciencia integrista y, claro, la de ir por si resultase ser divertido.

Pero pasan los días, a uno le dan una beca, otro publica un libro, todos escribimos y uno termina pensando ¿y si cojo al idea aquella estúpida que tuve yo una vez fumadísimo en una playa gris y voy y la escribo, a ver qué pasa?, y la inmediata autorrespuesta “David, cállate, que no eres escritor”. Y ya me enzarzo, claro.

¿Qué coño es ser escritor?

Una forma de verlo es que escritor, llamémosla la opción “generosa”, es quien escribe. Pero claro, eso convierte a todos y cada uno de mis compañeros de la secta (y a medio mundo) en escritores: Todos escriben correos electrónicos hablando de partidos de fútbol amateur de fin de semana, tarjetas de felicitaciones, peticiones de formularios, mensajes a móviles y listas de la compra. Demasiado general, la definición, y por tanto rotundamente inútil. Por mucho que sea la primera que viene en la RAE.

Otra, la “opción restrictiva”, que escritor es aquel que tiene obras publicadas. Pero claro, una definición que deja fuera a Kafka es evidentemente una mierda de definición. Por mucho que sea la segunda que viene en la RAE.

Así que como ninguna me vale yo me invento la mía propia:

Definición: Escritor. Dícese de aquel que ha escrito al menos algo que él considera una obra literaria satisfactoria. O algo que él considera una obra literaria satisfactoria. Que igual luego el resto del universo la considera simplemente papel para reciclar, pero hey, Paulo Coelho es un escritor, al margen de los adjetivos que haya que ponerle.

Vale. Y ahora, frente a la definición, y con libros afortunadamente abandonados a medias y con un puñado de cuentos malamente terminados, puedo ya preguntarme; entonces y por fin ¿soy yo un escritor?

Y la respuesta es que no.

Pero no sé cuánto voy a poder resistir sin intentar serlo, aviso.

La Muchacha, por si las moscas, me ha regalado un pack de búsqueda de la inspiración: una caja blanca de interior forrado en rojo que contenía un libro sobre barcos, dos copas, una botella de vino blanco, un mechero, un paquete de Fortuna, velas, un bolígrafo y un cuaderno. Estuvimos probando las copas, el vino y una vela mientras confirmábamos que el SS Bremen aparece en el libro, y puedo certificar que el pack funciona perfectamente: justo antes de dormirme, veía yo en cinemascope el principio de mi estúpida idea.

Y claro, entre unas cosas y otras luego anda uno como anda.

10 comentarios:

  1. Pues por si quieres aparcar definitivamente la idea, ahí van unas sugerencias:
    Escribir y publicar por SuperSantiEgo.
    Y por aquí también cuenta algo al respecto.

    Tranquilo, siempre podrás ser ingeniero, que para eso hay menos requisitos :-)
    O, ya puestos, hazte creata: solo tienes que tirar tu cerebro a una escombrera y ponerte en su lugar una casette con consignas (o un ipod nano cargado de podcasts de la COPE, que hoy en día están muy techies).

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  2. Lo primero: no te des con un canto en los dientes. No te lo recomiendo.

    Sobre definiciones, añadaría otra, la externa e inevitable: escritor también es alguien que ha escrito algo que LOS DEMÁS consideran una obra literaria.

    Porque el mundo está lleno de insatisfechos y no por eso dejan de ser escritores, creo yo.

    O, ¿por qué no lo dejamos en una definición tipo Forrest Gump: "tonto es el que hace tonterías"? A lo mejor escribir es una cuestión de hacer más que de ser y punto. Salvo que hablemos de estética, pero creo que a los dos la estética de escritor nos repatea, ¿no?

    Abrazos,

    G.

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  3. no te resistas!!!


    no te resistas, daviiiiid

    hace falta más vino?

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  4. Como siempre, tus digresiones son harto interesantes, y la gran pregunta que te haces aquí, uf, si uno es, qué es, dónde es, para qué es, o sea: paso.

    Yo me lo paso genial con lo que haces.

    Y la muchacha dice que no te resistas (y creo yo que cuando la muchacha dice eso habrá que hacerle caso, sea en el precipicio que sea).

    De todos modos, el taller o el Bremen o la Cueva, no fue concebido como ninguna "academia" de nada, sino más bien como otra cosa que ya sabrás bien lo que es, pues has faltado menos veces que yo.

    UN BESO MUY GRANDE.

    (¿estuviste en El Escorial???!!!)

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  5. Ingeniero, no se invente usted hipótesis: Yo de pretender, pretendería escribir, no editar ni publicar.

    Tener algo escrito, para que un día lo lean los nietecitos y se les venga abajo la visión bucólica del abuelito David, y puedan pensar, con toda la razón del mundo, que su abuelo era un enfermo mental y un perdido de la vida.

    Pero gracias por los links: Como yo lo sé todo ya lo sabía todo (ya lo había leído, mayormente), pero para almas cándidas está bien que ese link repose aquí.

    G., tranquilo, soy toledano, el contacto con las rocas supone caricias para mí. Y de acuerdo con tu definición. Escritor es un término subjetivo total, al fin.

    Y lo de la estética del escritor, me declaro en franco (arj) desacuerdo. Trágate la primera temporada, y única aún, de Californication, y luego igual coincidimos en querer ser alguien: Hank Moody. Dios en la tierra.

    Muchacha, más que vino me falta pairtenaire, o como se diga, para bebérmelo, que me gusta tu voz cuando te tomas un par de copas de vino. Convénceme, convénceme.

    Lara, resumiendo mucho y leyendo mal, cosa divertidísima, me quedo con que te harto, ja ja.

    No, en serio, sí, la gracia de esto es que se pasa genial. Supongo que es la razón para hacerlo. Y habrá que hacerlo, si la muchacha lo dice y con esas mañas que tiene ella para anular mi férrea voluntad... (quede esto entre tú y yo y que no lo lea, que no lo lea, a ver si intenta convencerme, que es divertidísimo, por poca falta que haga).

    Y en rigor, que uno ante todo es matemático, no he faltado menos veces que tú, he faltado las mismas, ¿recuerdas el primer día que no fui?

    Y nooo, no estuve en el Escorial, fue mi cámara sola.

    Claro mujer. Secuestrado por la muchacha, que me utiliza para colaborar con medios monárquico-conservadores.

    Y yo me dejo, claro, de mil amores.

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  6. (el primer día, en realidad, sí fuiste, ¿no?... pero no te vimos, ni tú, ni yo.)

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  7. Ya van tres o cuatro ocasiones en que leo decir "en rigor", y eso, rey, es muy muy Pauls.

    Ser escrito. Yo ya desistí. Estoy pensando en escribir un post con el título Fe de Erratas, es decir, creo en las erratas, y pido perdón a estos pobres lectores profesionales que leena esta pobre "escritora", más bien exhibicionista de las letras, de las perras negras, que no suele corregir, duda de toda la ortografía, se obsesiona con sus frases copulativas, abusa de la copulación (qué guay a la vez que ambigua expresión), se considera tremendamente pobre de vocabulario y encima, encima, no es capaz de escribir largo.
    Me salva el blog. Pobres incautos los que se atreven a leerme, pero me hace feliz, ya no quiero más.

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  8. ¿necesitas una definición para lo que eres a estas alturas?
    Eres escritor porque Escribes (y no me refiero a que escribas por necesidad ni de forma mecánica),porque tienes los recursos para darle forma a la idea y además los vas perfeccionando.
    Ahora planteate si quieres que los demás lean lo que escribes o que se universalice o, tirando de Narciso, que tu foto termine apareciendo en los libros de literatura!...(no,por dios! XD)
    Pero aunque eso no ocurriera seguirias siendo escritor.
    Puff...en cualquier caso no debería estar soltándote ninguna paja mental porque me has despedido V_V

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  9. Yo no sé si hay casos, pero imagino que es posible que gente haya escrito, considerado su obra una mierda, y posteriormente, quizás tras su muerte otros la encuentren, publiquen y piensen que era un gran escritor. ¿Pero ese según tú no es escritor porque no estaba satisfecho de su obra?

    Yo desarrollaría la definición de forma análoga a, por ejemplo, la definición de músico, o pintor.

    Escritor sería alguien que desea expresarse artísticamente a través de su obra.

    Hmmm... ¿entonces un ensayista o un biografo no es un escritor? creo que esto es mas complejo de lo que pensé en un principio.

    Va a ser que al final escritor es el que le salga de los cojones serlo, como los de Bilbao.

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  10. Lara, pero no estuve, y llegar llegar no llegué :P

    Pi: "En rigor" es ante todo muy matemático. Que somos mucho más rigurosos que cualquier escritor, por muy Pauls que sea.

    Vero, plantearme si quiero que los demás me lean y también si los demás quieren leerme: Lo hago, lo hago. Espero que se note el esfuerzo.

    Jorge, desde el punto de vista del insatisfecho supongo que no. Desde el de los demás, que sí. Pero a mí el punto de vista que me interesa respecto a mí mismo es el mío, que es el más satisfactorio...

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.