28.1.08

¿alguien sabe para qué sirve el espidifrén?



Yo, desde luego, no. Pero acabo de tomarme uno, por ver qué pasa y sumamente decepcionado con el gelocatil que me tomé la semana pasada (el miércoles, creo recordar. Aunque pudo ser el martes. El jueves, definitivamente, no). Creo que ya comenté, hace nada, que no es que sea una persona muy ducha en esto del doping.

Yo, que siempre le he tenido un respeto bárbaro a los constipados. Yo los dejaba en paz, ellos me atosigaban cuatro días y luego adiós y hasta más ver. Hasta dos días me han llegado a durar. ¡Dos! Y este acaba de cumplir su primera semana de vida. Como le comentaba hoy a un transeunte al que he abordado al azar por la calle (aunque exagerada, esta afirmación es casi literal, y tengo testigos. Aunque no me inspiran ninguna confianza, la verdad, y hablan todo el rato de penes, qué obsesión), tal vez mi problema sea que haya tenido dos constipados consecutivos, en cuyo caso debería curarme mañana. Veremos.

Yo, por si acaso, espero, y ya que los remedios conocidos fallan (no ha servido el alcohol, no ha servido la indiferencia y no ha servido ¡un gelocatil!) recurro al azar y el espidifrén ese, a ver qué hace mezclado con un vasito de leche con miel, único recurso de mi tierna infancia que, en mi ignorancia doméstica, no había probado por no haber descubierto el bote hasta hoy, en el rastreo que he hecho de medicamentos domésticos que ingerir al azar (y qué mierda de búsqueda. Sólo tenemos gelocatiles... y espidifrén. Si es que...).

Yo, en cualquier caso, me muestro indiferente ante la enfermedad. Toso, sí, y toso muchísimo, y con una tos tremebunda, pero como si la cosa no fuese conmigo, haciéndome el distraído. No me importa. Y mis razones tengo, cuestión de prioridades: Esta que empieza ahora, mírala pasar, contempla sus primeros minutos, tan negros como buena noche de domingo, tan fríos y tan fluidos, esta, decía, es Una Semana Importante, incluso Una Semana Significativa. Para gente que uno tiene cerca, una semana para recordar. Y hay ansia por ver brillar ojillos y ver sonrisas de esas que, perdóname oh Dios que estás en los cielos, que voy a pecar de franqueza, le provocan a uno aglutinamientos sanguineos en partes de la anatomía que no siempre son los mofletes, con su gracioso sonrojo. Y ha ganado el Madrid, ha empatado el Barça y ha perdido el Atleti, estupendo todo menos lo del Atleti porque los equipos así pequeñitos siempre despiertan la simpatía de uno. E iré al cine, y aunque el Bremen esta semana no hace travesía hay textos que comentar, léase textos en los que apuntar las gilipolleces que siempre apunto yo en los textos y qué le voy a hacer, qué coño va a saber un matemático de crítica literaria, y hay algo que pensar e incluso escribir, y tengo que buscar un regalo para mi abuela y limpiar la casa y pasear al perro y cortar el césped, en fin, tanta actividad que ya ves, me invento que tengo perro y cesped para luego tener cosas de descartar por falta de tiempo sin quedarme sin hacer algo imprescindible, como el nudo de alguna corbata o afeitarme un lado de la cara. O toser. Podría ser toser, sí, mira. Qué pedazo de ideas que tengo a veces.

Yo soy así. En fin. Que no sé qué coño hago despierto, con las ganas que tengo de que empiece la semana. Que esperemos, traiga salud. No para mí, o no sólo para mí. Sobre todo para la pobre Muchacha, a la que sospecho que he pegado estos mis virus en mi esfuerzo romántico y burrísimo de compartirlo todo. Ya, ya, lo sé, y nadie se siente peor que yo al respecto. Pero bueno, supongo que tendrá manos más hábiles que las mías que la cuiden, botiquines surtidos que la provean y gente culta alrededor que sepa distinguir una aspirina de un termómetro.

Hablando de eso, ¿el espidifrén tiene trocitos de cristal con numeritos marcados y metales pesados fluyendo por su interior?

¡Dime que sí, por Gauss, dime que sí!

Ah, y el fotoblog esta semana trae actualizaciones todos los días. Escandalizada por mi falta de tenacidad para nada que no sea darle la lata, la Muchacha al fin ha seguido mi consejo y se ha comprado un palo con un pincho. Pero en vez de usarlo para mantenerme lejos cuando me pongo cansino (que viene a ser todo el tiempo), lo saca cuando no hago fotos. Y me saca de paseo para que las haga y todo. Si es que luego uno está como está.

8 comentarios:

  1. Pues yo me lo tomo, normalmente, para combatir los dolores menstruales...así que espero que para eso te funcione....
    Pero bueno, no te preocupes, probablemente te quite algun que otro dolor porque si con la regla es mano de santo se podrá utilziar para todo lo demás!

    ResponderEliminar
  2. La miel es muy buena para esas cosas que dicen que es un antibiótico natural ¿sabías que la utilizan para untarla en las heridas de los tiburones? por lo visto es lo único que se mantiene en la herida después de devolverlos al agua.

    Creo que otro remedio casero es sudar pero no me hagas mucho caso no sea que empeores. Sea como sea, espero que te mejores.

    ResponderEliminar
  3. Vero, pues sí que es eficaz el espidifrén, sí: No siento ningún dolor menstrual.

    Konrad, gracias, sudaré a ver, sudaré. Y si luego apesto que se joda el mundo, que yo me estoy curando.

    Pero ay, ¿y la Muchacha? Que uno no puede ir apestando sin más. ¿Qué culpa tiene su pobre nariz? En fin, indgaré a ver si el catarro la tiene sin olfato...

    ResponderEliminar
  4. El espidifren creo que es ibuprofeno y es sobre todo para el dolor de cabeza, menstrual... y además es antinflamatorio.

    Yo estuve empalmando catarrazos todo el mes de noviembre y cuando fui al médico me dio antibióticos y se me paso en un día. ¿Has ido al médico?
    De todas maneras prueba a tomar muchas naranjas y mandarinas, y zumitos y mucha mucha miel. Eso te cura casi siempre.

    ResponderEliminar
  5. Y el Rácing empató en el minuto 93!!! Que podía haber sido mejor, claro, pero un puntito es un puntito. El año que viene te invito al Sardinero a ver el partido de ida de la Supercopa contra el Madrid...

    ResponderEliminar
  6. sirve para sudar
    para relajar las contracciones
    oler su polvillo ya te quita el dolor de cabeza
    es una fórmula mágica
    pero no mata al bicho...

    habrá que ir al médico...! Joooooo

    ¿vamos?

    un beso
    aroa (en un momento pasajero de lucidez y a 37ºC nada más)

    ResponderEliminar
  7. Blanca, tengo dos plátanos (de los de fruta). Si eso cuenta...

    E ir al médico no, ¿por quién me tomas?

    Que yo soy de pueblo y no soy jubilado, oiga.

    Chico-que-quiere-ser-Sharapova, acepto. Soy un hombre fácil. Y si para entonces te has convertido en Sharapova que se venga la Muchacha con el palo y el pincho o no respondo.

    Aroa, ¡hola!, hmmm, hmmm.

    Yo es que polvillos y nariz... ya escribí por ahí abajo que siempre he sido muy cobardica al respecto.

    Y si dices que vayamos al médico pues vamos. Seré toledano pero un plan es un plan.

    Y luce, luce.

    ResponderEliminar
  8. Como dicen por ahi el espidifen es ibuprofeno, va cojonudo para las resacas cabezonas, pero hay que tomarselo despues de comer algo que si no es una bomba para el estomago.

    El gelocatil me parece que es paracetamol, o sea, un analgésico.

    Yo cuando estoy resfriado me tomo desenfriol o couldina instant. Antibioticos solo si tienes infección de garganta o algo así y te los manda el dostó.

    De todas formas, como nos gusta automedicarnos a los epañoleh... jeje

    Si no funciona nada, puedes intentar un remedio que me enseñó mi primo: te tomas un buen chuetón y una copa de orujo, y si no te curas te va a dar igual

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.

Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.