2.12.07

la modelo

La Modelo, acabo de caer, tiene la mala suerte de compartir designación con la cárcel que en tiempos se alzaba donde ahora está el Cuartel General del Ejército del Aire aquí en Madrid, y que para los fanáticos de las coincidencias, las conexiones que hacen asentir diciendo "cómo no" y los buscadores de las recurrencias de la realidad, estaba construida de acuerdo al modelo del panopticón.

Vamos, que el mundo es un pañuelo y la Modelo la mujer que aceptó mi oferta de empleo y por tres cafés, uno de los cuales encima pagó ella, aceptó posar para mí, muerta de vergüenza la pobre al principio y luego ya simplemente muerta de frío cuando la vergüenza fue anestesiada por la rutina del click-click-click-click de la cámara, mi aburridísima conversación y la evidencia cada vez más patente de que efectivamente yo no soy ningún psicópata ni ningún enfermo mental (conseguí engañarla en esto último, espero) (y conste que exagero. Nerviosismo había, aunque no tantísimo, espero, y fresquito hacía para estar sin ropa, pero frío frío lo que se dice frío espero que no. Aunque quedo pendiente de seguir su estado de salud y de sentirme afligidísimo y autoinfringirme heridas si la pobre mujer se resfría esta semana).

Supongo que para los profesionales del tema esas situaciones deben ser algo para nada surrealista, pero aquí estábamos los dos, virginales totalmente en estas vainas fotográficas, apelando a un instinto que, me duele en el alma darme cuenta, va a servir más para aprender que para hacer las cosas bien. Y me duele especialemente porque, aunque sea evidente que uno tiene que aprender a hacer las cosas y que nadie puede esperar tener la suerte o la inmensa fortuna de bordar las cosas a la primera, la Modelo, tengo clarísimo desde ayer, no merece menos que la perfección, si uno la quiere hacer justicia.

De cualquier manera, hicimos nuestra sesión fotográfica, y luego nos pusimos a hablar. Otra cosa que habla fatal de mis cualidades como fotógrafo era que, durante la semana, me había pasado horas y horas muerto de ganas de que llegase el día de ayer no ya por cumplir un sueño y experimentar con algo nuevo sino por conocer a la mujer que un día tuvo la inmensa valentía y los santos cojones de decir "vale, yo me apunto", y de dar los argumentos que dio. Uno de esos argumentos era que la idea le apetecía y que el hecho de que fuésemos dos absolutos desconocidos lo hacía más fácil, porque al fin y al cabo la vergüenza, ante desconocidos, puede ser más llevadera que la vergüenza ante quienes tenemos cerca. Eso, claro, planteó un problema a la hora de establecer el contacto necesario para ponernos de acuerdo en el sitio, la hora y la logística, porque al fin y al cabo quien más y quien menos tiene su lado cronopio y se muere de curiosidad y de ganas de saber, pero satisfacer esa necesidad podía abolir ese desconocimiento que hacía todo el negocio posible, así que pasamos los días, hasta ayer, evitando, con un rango de fortuna que iba de poca a muy poca, conocernos gran cosa, pero que de todas formas consiguió que ayer los dos estuviésemos muertos de curiosidad respecto al otro.

Y así pasó que el día se convirtió en una sesión de desnucedes en toda su extensión, que al final fue bastante, y que cuando terminaron las literales empezaron las contadas, y la Modelo me contó la parte de su vida que un día y mis interrupciones para excusar mis habilidades culinarias o darle la lata con Porcupine Tree le dejaron contar, confirmando así la raíz de toda esa impaciencia, la impaciencia de los días previos y la necesidad, mientras la esperaba aparecer, de fumar los cigarros de quince en quince (incluso, a día de hoy, estoy pensando en aprovechar la saturación y dejarlo, en fin).

Así que recapitulando y mirando atrás, yo pedí una mujer que se desnudase delante de mi cámara, y ha aparecido en mi vida una mujer valiente (y, todo hay que decirlo, tremendísima) que además tuvo la gentileza de decirme que le gustó lo que preparé de comer, de emocionarse escuchando Porcupine Tree, de pasear conmigo por Madrid convirtiéndome en un turista mareado, de tomarse una copita conmigo (soportando mis constantes esfuerzos por desatarle la vergüenza, pero qué voy a hacer yo si alguien tiene una forma tan genial de enterrar la cabeza sobre el brazo acodado en la barra) y de certificar, los dos a coro, el nacimiento de una amistad cuyas circunstancias de origen, por su surrealismo y por todo, promete ser una de esas cosas que hacen de este valle de espinas (como las que, no recuerdo por qué, la Nikon y yo tuvimos que certificar que no tenía) al que llamamos vida se recorra con una sonrisa XXL y con estos saltitos estupidos que le hace a uno dar el contento (que, además de lo obvio, dice la RAE, que a veces se lo curra para adaptarse a la vida de uno como un guante genial, significa "agasajo o regalo con que se satisfacen los deseos de alguien").

13 comentarios:

  1. Aquí una muerta de curiosidad por ver esas fotos... ¿será posible?

    Joder, otra vez con el morbo a vueltas... No, en serio, me alegro mucho de que consiguieses tu objetivo. También me alegro por ella. ¡Olé!

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  2. la Modelo se merece un nombre mejor, opino yo... por eso de la perfección.

    Parece que todo salió bien y yo me alegro por los dos: por la modelo y por el fotógrafo!!

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  3. Virginia, pues estamos negociando los permisos, pero algo subirá al fotoblog (de hecho según escribo esto ya hay una foto colgada, para mí la mejor de todas).

    Pero morbo poco, son fotos bonitas (mérito de la Modelo, naturalmente) pero yo no creo que sean nada morbosas.

    Y Vega, eh, que la Modelo tiene un nombre mejor, naturalmente, pero están las cuestiones del anonimato y todo eso, compréndeme.

    Y salir todo bien... bueno, sí, salió sorprendentemente bien teniendo en cuenta que la cámara está jodida, que se ha comido como 40 fotos, que el objetivo se ha roto y se desenfoca a placer... la verdad es que se juntaron una serie de calamidades de la cámara por primera vez y en el peor día que podían juntarse.

    Pero aún así, tremendísima experiencia. Por las fotos, y por conocer a esta mujer. Cualquiera de las dos cosas, por separado, habrían bastado para firmar un buen día. Juntas, hacen un día para recordar de viejecillo con alegría.

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  4. La foto es bien chula y la modelo, parece bien guapa, con lo poco que se ve... felicidades a los dos :)

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  5. Es cojonudo esto de conectarse, entrar sin llamar en la casa de alguien (a estas alturas, ya ni veo el timbre) y, como por arte de magia, leer algo y darte cuenta de que esa lectura te lleva a otro instante, uno muy lejano, uno de esos del pasado que, pese a todo lo que sucedió después, todavía consigues recordar con una sonrisa ....

    Es cojonudo, de verdad. Hace mil años, esta que teclea también sirvió de Modelo para otro alguien deseoso de hacer lo mismo que tú, finalmente, has hecho. Esta que teclea necesitó emborracharse para conseguirlo (salí algo cara, exigí un buen cava, no me vendo por menos), pero, lo conseguí, o, debería decir, lo conseguimos. La velada resultó mágica, tanto que, todavía hoy, pasados los años, la recuerdo.

    Espero que la tuya, que la vuestra, os dure también mañana en el recuerdo.

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  6. Qué fuerte! yo soy una de esas cazadoras de coincidencias!! ¿cómo es posible explicarse que nombres a los popc... esa vaina el mismo día que yo? a ver si los suspicaces van a imaginarse otras cosas, y van a pensar que estamos compinchados!
    (el próximo post lo voy a hacer sobre...sjdhufhiufhvjhu, que lo sepas, pero shhhhh). Qué guay!
    Por cierto, preciosa foto.

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  7. ¡¡¡Joder que cuerpazo, joder qué modelazo, joder qué fotazo!!!

    ¡Bravo! ¡Sí, señor!

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  8. Pues nada nada, a quien le gusten que se plantee lo guapa que saldría ella y que recuerde que la factoría del hdr sigue abierta, ja ja.

    Ahora con experiencia y todo.

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  9. Fantasticos, ambos.
    Tu, cómo fotografo, ya sabes...y la mayor de mis ovaciones por conseguir, con crisis de objetivo incluida, plasmar tan estupendamente a una mujer.
    Y a ella, mi ovación por la decisión, los motivos que seguro que fueron coherentes si los has alabado y, por supuesto, por dejarse plasmar tan estupendamente como mujer.
    Mi aplauso a los dos, y las fotos son de envidia (de la sana!)

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  10. Un hombre que fuma sin parar mientra espera. Una mujer nerviosa con ganas de saber pero fuerza para no saber. Un codo en la barra. Una foto preciosa que imagino ya como portada de un buen libro de cuentos. Bravo por ti y por ella.

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  11. Vero, gracias, gracias. Luego el pelota soy yo, ejem.

    Y Semana, pues sí pues sí, sería una portada estupenda. Digo yo, vamos, ahora que la modestia parece ya dormida, claro.

    Bienvenido a este mi blog, en cualquier caso.

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  12. Vero, gracias, gracias. Luego el pelota soy yo, ejem.

    Y Semana, pues sí pues sí, sería una portada estupenda. Digo yo, vamos, ahora que la modestia parece ya dormida, claro.

    Bienvenido a este mi blog, en cualquier caso.

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  13. No te pongas nervioso sólo porque pase más de una vez por aquí a ver cómo me has visto. No me veo yo, veo unas fotos preciosas. Que las cosas queden bonitas cuando las fotografiamos, ya lo hablamos una vez, no depende de que aciertes o no a la hora de hacer click. Depende del ojo que mira, eso es lo que queda, lo demás, añadidura. Me gusta cómo me has mirado.Y el gotelé el toque vintage que me encanta. Gracias por los piropos hacia la Modelo, la que escribe esto, no será para tanto.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.