27.7.07

programa para la semana que viene

Ya, lo sé, lo sé, esta semana he estado de lo más distraído. Apenas sin tiempo para escribir casi nada, con un día en blanco y corriendo todo lo que puedo. Pero es que entre la súbita adicción a las series (la tercera temporada de Lost me está volviendo loco. Gratísimamente loco), que en el trabajo ya no me da por malgastar media hora escribiendo aquí y que día sí día también termina surgiendo algo que hacer (esta semana la única tarde libre fue la del lunes, y los lunes, días de reconstrucción y convalecencia, nunca cuentan) pues como que anda complicado todo.

Y llega el fin de semana y con él la imprescindible escapada al monte. Que dicen que viene la ola de calor, y allí las cosas son como 10ºC más felices por las noches (aún no he quitado la colcha de la cama. Colcha, qué palabra más curiosa).

Pero para la que viene tengo un propósito de enmienda: Va a ser una semana monotemática, y va de exorcismos, o es una especie de versión de un museo de los horrores (con un horror fijo, que soy yo, y otros artistas invitados). La idea es retratar, entre el lunes y el viernes, a cinco personajes que, a lo largo de mi vida, me han odiado con saña. Y que me han llamado cosas tan divertidas como nazi o blasfemo.

Así que nada. Paciencia, y ves cogiendo sitio, que luego esto se nos llena y con los precios populares...

Y feliz fin de semana. Voyme. No pases demasiado calor.

4 comentarios:

  1. Y gilipolla. Acuerdate :D

    Yo te llamaré cerdo que es la palabra que no se me va de la mente hoy cada vez que alguien menta algún remedio infalible y poco asequible para la mua

    ufff qué caló

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  2. Y yo a ti canalla que es la que me viene a la mente cada vez que sé de alguien que vive a tres pasos de la playa. En parte, supongo, porque rima, algo irresistible para aquí este poeta frustrado.

    En cualquier caso no me importa, los cerdos son unos animales entrañables. Y salen taaantas cosas riquísimas de ellos, yum...

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  3. ¡Uy, Pip, perdona, pensé que ese mensaje de odio y envidia me lo había escrito Atlántida! A ti no te llamo nada, que odio poco, tan sólo me despiertas una lástima inmensa por estar aquí condenada a cocerte en el asfalto. Ji, ji, ji :D

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  4. No sé si llegaría a llamarte cerdo en tu propio blog, aun no me has dado motivos para ello, ahora a Pipilota ... algo le habrás hecho (jeje)
    Vivir cerca de la playa no está mal cuando una ola de calor asola el pais aunque tiene sus inconvenientes, muchos creeme, cuando llegan las vacaciones de la mayoría del país y esto se pone hasta arriba de gente.Ponen toallas sobre tu sombrilla, neveras cargadas de cerveza sobre el libro que te estás intentando leer entre paseo y paseo del "Cerveza, cola, beer, lemon, aguaa!!", así que es un problema abandonar tu posición porque será tomada y terminas pasando un calor horrible porque no puedes ir a bañarte o vendrá una familia y te comerá (el terrenito que has conseguido a fuerza de madrugar). Eso por no hablar del aparcamiento, que ya lo he comentado en alguna que otra ocasión, Dios, porqué costará tanto un piso con parking!!!!?
    Pero bueno, algo bueno tiene, entre otras cosas que suena idílico y la gente se muere de envidia al soñar cómo sería (jaja).

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.