20.4.07

la tecnología


Bueno, digo yo que como me voy el finde fuera y estoy solo y aburrido en la oficina no es cosa de seguir trabajando (ja ja ja) y que puedo escribir otro rato por aquí, y así comento lo que me está llamando muchísimo la atención.

Nos vamos de despedida de soltero a una casa rural de Salamanca, o de un pueblecito periférico a, y hay coches que ya van con su sistema GPS y otros, como el nuestro, que vamos con una cantidad de planos, vistas de satélite y demás que para sí hubiesen querido los gobiernos del mundo hace un par de décadas. Con estos recursos, los países se invadían los unos a los otros, se planificaban guerras. Y hoy esta tecnología está al alcance de cuatro o cinco clicks de ratón, y sirve para esto, y para que yo me imprima un mapa de mi barrio para ver si dejo de perderme por las callejuelas, o uno del pueblo simplemente por echarme unas risas.

Guiados por satélites, perfectamente coordinados los unos con los otros mediante teléfonos móviles, bien aprovisionados (básicamente de alcohol, y luego también algo de comida, por lo visto, para los débiles de espíritu), somos una fuerza de élite destinada a intentar emborracharse en plan colegueo testosteronil. No sé, no dejo yo de pensar que me falta algo del entusiasmo de estas cosas, no termino de verle la gracia a una fiesta a la que sólo vamos tíos, hombres, amigos, y ninguna amiga.

Supongo que todo viene de otros tiempos, donde los hombres y las mujeres, supongo, tendrían más distinciones, donde no fuesen habitual entre hombres y mujeres otras relaciones que no fuese o el saludo cordial y hasta luego Lucas o directamente la fiesta de la carne. Si yo me casase (ja ja ja) e hiciese una despedida de soltero, no podría hacerla sólo con mis amigos; ¿cómo podría yo tener una fiesta sin Vero, sin Miriam, sin Rebe, sin Elena? Me pasaría lo que me pasará hoy y mañana, que estaré toda la noche como si me faltase algo, como si las habitaciones tuviesen una quinta esquina que no consigo ver, como si hubiese otro cuarto de baño del que alguien tardase demasiado en salir. Sé que esta gente se lo toma con tantísimo entusiasmo también porque muchos de ellos ya viven sus duras y monótonas vidas en pareja del tipo relación-excluyente que hace que no sean muy habituales para ellos los fines de semana de desparrame, esos fines de semana a los que yo estoy peligrosamente habituado que hacen que uno invierta el esquema y, en realidad, use la semana para descansar del cansancio que se acumula al final de cada una.

Y no deja de ser curioso todo ese descuadre entre tirar de la panoplia tecnológica para seguir unos fines tan clásicos, y sospecho que, al menos para mí, tan obsoletos.

Está bien que le vea contradicciones al asunto. Me dará algo en lo que pensar. Me gusta tener siempre una contradicción a mano. Entre eso, la cámara y la inercia (que me asegura un buen ritmo de ingesta, y un plazo de tiempo razonable hasta caer redondo) supongo que puede sacarse algo positivo de este fin de semana. Así que me despido, y allá vamos. Pásalo bien, y ya te contaré.

3 comentarios:

  1. Yo también soy amiga de los planos tipo "URSS en la guerra fría"... aunque hay un problema: tengo el asiento del copiloto lleeeeenoooo de mapas que sólo me han servido una vez (por suerte tengo buena memoria).

    Comentario: Aun se hacen despedidas de soltero? No es un poco kitch?

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  2. me has recordado un dia que fui a ver a mi padre y andaba emocionado con el google earth llamándome cada 3 minutos para que viese las enormes posibilidades del asunto y al final de la tarde me dice "nada, una mierda esto del google earth te tengo q decir"
    en fin. q lo paséis muy bien tus amigos, tú y vuestros hígados.

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  3. http://maps.google.es/ -> Cómo llegar > De Bilbao a Nueva York -> Instrucción nº25

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Con la tecnología de Blogger.

Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.