11.8.06

Chan cha chan chaaan, chan cha chaaa...

Es la música de Indiana Jones, para quien sea corto de entendederas y no lo haya pillado a la primera, que supongo que no será nadie porque eres una persona inteligente y cultivada. Y el día se merece música de Indiana Jones, o se lo merecía, porque ya toca ir cambiando por música apropiada para Jack Sparrow (¡Capitán Jack Sparrow...!). Empezó la mañana bien. O sea, tarde, para variar, y con esa decepción diaria de salir de la cama viendo que las mil cosas que uno dejó por hacer al rendirse a la cama no se han hecho solas (puta pasividad del mundo inanimado. ¿No se aburrirán las camisas, tiradas sobre los respaldos de las sillas? ¿No se decidirán nunca irse a la lavadora, con lo diver que tiene que ser, y después jugar al parapente de pinzas en el tendedero y al masaje al vapor de la plancha?), correteando con el cochecillo camino de un lugar estratégico desde el que robarle unos minutos a la noche cuando salgamos del cine y salgamos corriendo, mis pasajeros y yo, hacia los montes, las copas, las noches fresquitas y la fauna salvaje que puebla ciertos bares y que se disfraza con nuestras caras cuando uno comete el pecado capital de mirar un espejo. Y trabajar, descubriendo que de pronto la gente ha descubierto que en mi empresa hay un encantador chaval que da soporte y resulta simpático y para agonía del tal chaval (servidor. Me consideran así porque no me conocen y porque caen rendidos a mi prosa, que tendríais que leerme qué correos me curro para responder dudas y proponer soluciones. Porque la gente me escribe buscando que una base de datos deje de hacerles cortes de manga pero yo aprovecho para darles consejos espirituales que los hagan dar pasitos hacia delante en el camino del Nirvana) (el del budismo, o lo que fuese, no el del Kurt Kobain, aunque también hay gente a la que fijo le hago dar pasitos en la dirección de terminar mordiendo una escopeta y apretando el gatillo con el dedo gordo del pie, las cosas como son). Y así pasa la mañana, sin tiempo para que uno venga a avisar de que se va de vacaciones, y no hay forma de venir aquí a saludarte y decirte adiós y que me voy de vacaciones hasta, ya ves, ¿qué hora es?, las seis y veinte ya, uf.

Pues eso. Que me voy de vacaciones, como quien dice, aunque en realidad no me voy, porque el lunes trabajo y el lunes sí que robaré tiempo a la empresa para decirte cuatro tonterías más, te lo prometo, pero yo ya considero que estoy en modo vacacional. Hoy nos vamos a ver Pirattes of the Caribbean II: Bla bla bla, y a la que vuelva dedicaré el domingo a la lucha libre con el equipaje y esas cosas que hay que llevarse a los sitios, como por ejemplo la cámara de fotos, el casco de explorador y los abalorios para cambiárselos por tartas a los nativos, y luego dormiré dando saltitos en la cama y con una sonrisa de felicidad e impaciencia que no me cabrá en la habitación, e iré a currar, y saldré escopetado para el aeropuerto de donde al segundo bote llegaremos a... hmmm... Budapest (se me había olvidado dónde íbamos, je). Espera, que me distraen con la música y se me va, y así pasa, que por ejemplo se me ha olvidado a cuento de qué venía lo de la música de Indy, que era por la odisea de pasar la mañana sin recibir a ningún mensajero con los billetes de avión y salir histérico perdido para descubrir, en boca de un resacoso capullo que acababa de levantarse y que está en la playa que no, que los billetes están en su buzón del correo y que deje de pensar que al final en vez de Budapest nos vamos a ir al Alcampo una mañana.

Recapitulando: Que me voy a Budapest el lunes con cuatro impresentables a los que por alguna tara mental quiero como si fuesen música (aunque en realidad, pensándolo bien, lo son), que vuelvo el 20, y que después supongo que me iré a los montes a hacer el cabra, o mejor el gato, que se pasan las noches de verano danzando y los días sesteando. Así que hasta el 28 no te asustes si no me ves poner nada por aquí: Será que estoy cargando baterías y llenándome la vida de esas estupideces que luego quedan tan bonitas cuando te las cuento aquí. Así que besos, besos, y si te aburres mira las fotos, que van a ir subiendo una al día aunque yo esté allí donde los húngaros. Comiendo tartas como un salvaje.

Besos, besos. ¡Y escucha Estradasphere!

6 comentarios:

  1. Mientras no hagamos guerras de ídem... porque te recuerdo que vamos con Rebe, que ya te declaró una :D

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  2. Que envidia me dais cabrones!!!. disfrutarlo y no os olvideís de aquí un pobre agnorante de la vida que se queda en Madrid, contando los días que faltan para volver a veros.

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  3. Pues yo eso de contar los días que faltan para vernos me lo hacía mirar, ¿eh?

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  4. Hombre, es más que nada por que así os podré restregar por el jerón, que me voy a Amsterdam!!!!.

    :P

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  5. Ah, pero es que a mí eso no me da ninguna envidia, caballero. Que te vayas y te lo pases pipa y le des recuerdos a la rubia del Susie's Saloon me parece estupendo, pero ¿envidia? Nooo.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.