25.7.06

Dormir

Empiezo a estar un poco desesperado al respecto. Ya, ya sé que todo es cosa de ceder y de tomarme una pastillita de la felicidad, pero ¡no me da la gana! Aparte de que no me da ninguna confianza tener que recurrir a la química para hacer algo que debería hacer de forma natural no quiero pasarme luego todo el día más empanado (como de hecho ya lo paso) y no quiero recurrir a algo que, con el tiempo y la costumbre, va a dejar de hacerme efecto de todas maneras, y eso de pan pa hoy y hambre pa mañana nunca es una buena estrategia. Así que mi política al respecto es: Si no duermo, me aguanto y a tirar millas.

Anoche... ¡ah, anoche! Anoche pensé que tenía la batalla ganada. Me pasé la tarde renqueante, medio inconsciente; era de esperar que en cuanto mi cabeza tocase la almohada me tocase ese premio de la ausencia y el olvido y, por fin, el descanso, así que entre que tampoco podía hacer otra cosa porque estaba demasiado cansado y que me moría de impaciencia por cobrarme mi premio me fui a la cama a eso de las once de la noche (record histórico: Puede hacer años que no me voy a la cama a esta hora) y cambié la hora de los despertadores para que no sonasen antes de las siete. Todo pensado para disfrutar, bien a gusto, de esas horas de sueño que, según la leyenda, son el Sagrado Grial de la felicidad y el descanso. Y todo fue muy bien al principio, con la almohada dándome su cálido beso, la sábana en ese punto justo en el que no daba calor pero sí consuelo, y yo, lentamente, me dormí, disfrutándolo con mis últimos pensamientos conscientes, consiguiendo olvidar por un rato todo lo demás, y jugando con esos primeros instantes del sueño en los que uno no sabe si recuerda o inventa, si intuye o redescubre... Y luego ya no hubo nada.

Hasta las cinco menos cuarto, cuando me desperté, hecho polvo, entre lágrimas, exiliado de ese descanso que, por lo visto, algo en mí opina que no merezco. Y aquí estoy otra vez, en el mundo, muerto de sueño, con el cerebro recalentado y asumiendo todas y cada una de las circunstancias de mi vida como causas, consecuencias o ambas cosas de este estado que me trae frito y que, sospecho, está empezando a tener una influencia bastante significativa en mi vida de tipo supuestamente despierto.

Así que abrochensé los cinturones, porque por un lado sospecho que vienen turbulencias, y por el otro hay un riesgo cada vez más considerable de que el piloto se quede dormido al timón (pero tranquilos que ocho horas no dormirá más que en sus sueños... que tendrá que tener despierto, claro).

18 comentarios:

  1. Ahhh dormir... que placer tan tan tan inefable. Yo tengo tanto vicio al dormir que te aseguro que no me da ningún pudor reconocer que en caso de emergencia insonieril he tirado de "dormidina" hummm dormir tal vez soñarrrr. Lo siento por ti :(

    PD: veo que has cambiado de look al blog. le has quitado esas franjas rojas que decían ¡Peligropeligropeligro! jijiijiu.

    PD2: Me quedo con unas ganas locas de leer eso de ahí abajo que dice algo de chanclas... pero tengo quiero visitar a otros blogeros antes de perderme en mis labores.

    ResponderEliminar
  2. Es que no había ningún peligropeligropeligro. Lo más dañino que puedo hacer es pincharte la cara cuando te vea y te de dos besos y vaya para variar sin afeitar.

    Y no leas, para qué, si es todo tristísimo v_v

    ResponderEliminar
  3. Voy a incordiar un poco.

    ¿Duermes solo?
    Hazte una, dos, tres pajas y quedarás extasiado, dormirás a pierna suelta.
    Rocía el almohadón del perfume favorito de alguna de tus novias o de otra mujer que te guste, o de un hombre si así fuera. Y te abrazas a él. Le pasas por lo alto la pierna, pero la pierna de andar, no la otra que ya has trabajado mucho con ella y tiene que reposar. Prueba, lo mismo duermes 8 horas seguidas.

    ¿Duermes en compañía? ¡Pues inventa una fantasía!

    ResponderEliminar
  4. Bueno, muchas gracias por el consejo, y gracias sobre todo porque viendo lo que la gente anda buscando cuando aterriza en este blog seguro que a más de uno le resuelves un problema. Pero yo no puedo seguir tu consejo.

    Por preocupante que suene (y sea), la verdad es que no me apetece tocarme la cola. Símbolo de algo chungo a la que nos pongamos psicoanalíticos, supongo, da igual. Y lo de poner perfume de mujer en mi almohada me parece que iba a traerme más complicaciones de las que podría llevarse.

    Y si durmiese en compañía no tendría problemas para dormir, ay.

    ResponderEliminar
  5. Este método milenario no sirve para todo el mundo, pero conmigo es eficacia probada.

    El truco es aguantar el sueño todo lo posible, cenar tardecito, acompañando la cena con una litrona. Mis clásicos básicos son el bocata jamón con tomate y cruzcampo.

    En cuanto el sopor etílico asome, a la cama.

    ResponderEliminar
  6. Esta es una soluciòn del tipo de creer o reventar, yo no creìa hasta que probè porque no me quedaba otra.
    Cuando te despiertes y quieras seguir durmiendo pones la almohada para el lado de los pies y te das la vuelta vos tambièn y (si fuera creyente te dirìa) - santo remedio...

    ResponderEliminar
  7. ¡Chico qué guapo estás dormido! porque imagino que el de la foto serás tú.
    Lástima que duermas poco..
    Felices sueños

    ResponderEliminar
  8. ¡Gracias! Joder, todo el mundo habla maravillas de esa foto... voy a empezar que de hecho no es mía v_v

    Gracias, gracias. Al final confío en que el agotamiento y un oportuno brote de narcolepsia normalicen todo esto.

    ResponderEliminar
  9. Y para qué quieres que se hable maravillas de las tuyas... yo si lo hago me arriesgo a que como mínimo me llames pelota. Ö_o

    Oye no sé si estaré paranoica, pero a mi ese "lástima que duermas poco" después de decir lo guapo que estás dormido... hummm me da por pensar mal ;P

    ResponderEliminar
  10. Es verdad mira que estas guapo y tranquilo. Estas para darte varios mordisquitos, ¡si parece que no ha roto nunca un plato el niño!
    A parte de cubrirte el saco, ¿estaba tu cuerpo cubierto por algo más? Es curiosidad nada más. Sólo es por saber la temperatura que podría haber debajo del saco.

    ResponderEliminar
  11. Pipilota, son las malas influencias, que a la que digo algo fermoso me llaman pelota a mí y todo se pega :<

    Pero tú no te reprimas, si yo lo de pelota lo digo por no dejar que la egolatría se me ponga rampante.

    Y lo de que lástima que duerma tan poco a mí no me hizo pensar mal, sólo me hizo sonreír en plan bobo. Y pensar, luego, que el mundo sería un lugar mucho más bonito y tranquilo si, en efecto, yo pasase más tiempo durmiendo. Al menos conozco a unas cuantas personas que estarían de acuerdo con esto.

    Troglodita, eso de los mordiscos, ejem, ejem, que nos leen los niños, por favor.

    Y la curiosidad, bueno, pues qué temperatura habría... imagino que algo más que la del cuerpo humano, por eso del edredón. ¿Satisfecha la curiosidad? :P

    ResponderEliminar
  12. No seas mal pensante, ¿quien dijo nada de morder, al llegar nadando y buscando tu tesoro dentro de ese edredón?
    Tienes un carillo, una oreja, los brazos, manos y parte de la espalda al descubierto, ahí decía yo de dar los mordisquitos.

    Duda aclara, temperatura del cuerpo al natural, sin interrupción de otras telas pegadas a este.

    ResponderEliminar
  13. No puedes decirme que no sea malpensante por lo mismo que no puedes decirle a una trucha que no nade, a un jilguero que no cante o a Naomi Watts que sea fea: Es ir contra mi naturaleza esencial, es pedirme que deje de ser yo, es pedirme lo imposible. Descartes dijo "pienso luego existo", y yo sólo puedo decir "pienso mal luego existo", y si no pensase mal no existiría. O me aburriría mucho, que viene a ser lo mismo.

    Y no sé, los mordiscos en las orejas o son caníbales o son eróticos así que insisto con lo de los niños.

    Ah, y anoche dormí como un lirón. Seis horas, pero como un lirón ^__^

    ResponderEliminar
  14. Chico listo y obediente, seguro que las manos no dejaron de trabajar a buen ritmo.
    ¿O tal vez llevaste a cabo lo de pam o perro lobo?

    Dejemos lo de los mordiscos que se está caldeando el ambiente.

    ResponderEliminar
  15. Lo de listo no lo será mi vanidad quien lo niegue, pero yo de obediente no tengo nada, ¿eh? Pregúntale a quien quieras, yo nací (aparte de para pensar mal) para llevar la contraria.

    Al final ni ronda de pajas ni almohada para el otro lado, ni cena tardía y litrona. Lo que hice fue moverme, salir de casa por la tarde y pasar el rato de un lado para otro. Y cuando me senté en cierto sofá ya notaba yo que esta noche prometía, así que me fui a casa dando brincos, llegué, me pegué una ducha, aproveché para afeitarme, pasé una hora hablando por teléfono y fue colgar y caer redondo.

    ResponderEliminar
  16. ¿El sofá!, fue el sofá y lo que allí paso. ¡Quien tuviera ese sofa!
    ¿O puede ser que después de hacer una foto muy natural de una joven soñando, el sueño acude de inmediato?. Enhorabuena por esas horas de sueño.

    ResponderEliminar
  17. Por poder pueden ser muchas cosas, sobre todo en lo referente a esa foto, y la realidad no está a la altura de lo que te imaginas, así que que la zurzan, a la realidad, ja ja.

    Gracias por la enhorabuena, en cualquier caso. Parece que últimamente no me va muy mal. A ver qué tal se porta la noche de este sábado que viene.

    ResponderEliminar
  18. Tú sabes lo que piensa mi mente ¡Ah, qué bien!. ¿Yo no he dicho lo que pienso, ni tampoco lo que hiciste jajajaja. Eso es cosa tuya y muy bien que haces en emplear tu tiempo en contemplar cosas bonitas. ^ ^
    -

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.

Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.