26.5.10

priviusli

(aviso: este post sólo contiene un espoiler y está en el último párrafo. Aviso por si alguien visita esto desde el pasado, o desde otro planeta)



Fue nuestro grito de guerra miércoles tras miércoles. Murmurábamos la Muchacha o yo "priviusli" al oído del otro y teníamos que salir pitando y dejar tiradas copas de Europa, sesiones de cañeo o talleres literarios para ir a plantarnos delante de una tele y ver, recién bajadito de internet, el capítulo de cada semana.

Los veranos eran largos y duros, y los sobrevivimos gracias a Dexter, Californication y últimamente True Blood. Pero los veranos eran sequía y hambre.

Y vino el fin y pasó el final. Madrugamos, ¡cómo no! A las seis sonó el despertador. A las seis y media estábamos delante de la tele, duchados, el segundo café en la mano y media tostada masticándose en la boca. La otra única vez que recuerdo que madrugásemos tanto fue porque nos fuimos a París.

Nos reímos muchísimo los dos cuando Sawyer, el tremendo nomenclador oficial, tuvo el par de huevos y la coña y la mala leche de darle por fin un nombre al Monstruo del Humo Negro: "smoky". Luego, división de opiniones. A la Muchacha el final la dejó indignada. A mí, en el último punto de la Escala Casciari.

Y hoy he ido a la página de mi agenda en www.espoilertv.com y, aparte de marcar como lista para ver toda la temporada dos de The Shield, he marcado como vistos los dos capítulos de The End. Tras ellos una casillita corta dice "FINAL". Tras la serie quedan muchos miércoles de gusto, algunos, como negarlo, de pero qué me estáis contando, y otros, muchos, de puro y simple "uau".

Soy seis años más viejo que cuando empecé a ver Lost. Lost fue la primera serie que empecé a seguir por internet, después de un viaje a Ortigueira, cuando me dije a mí mismo "un momento, en realidad no tengo por qué haberme perdido ningún capitulo". Lost tiene tres cuartos de hora de lo más genial que la humanidad ha visto nunca por ese invento reciente, la tele, ya quizá un poco obsoleto: el episodio ¿quinto era? de la cuarta temporada, The Constant. Lost fue la serie que la Muchacha, al poco de estar saliendo juntos, me dijo que si me importaría volver a ver con ella, desde el principio, para saber de qué narices hablaban sus amigos. Lost no tiene ni la trama de Los Soprano ni los personajes de The Wire ni la fantasía de Six Feet Under. Pero pienso que este otoño no volveremos a decir "priviusli" y pienso en el bobo valiente de Hurley y en la sonrisa de Penny y no puedo evitar sentir un poco de pena dulce, y de pensar: qué pedazo de serie que hemos visto, señores.



Y en una nota al pie, a los cenutrios imbéciles que andan diciendo que esto termina como Los Serrano y que todo ha sido un sueño en agonía del mismo Jack que moría sin saberlo recién estrellado el Oceanic 815, que incomprensiblemente los hay, y a patadas: que me expliquen cómo un accidente aéreo puede transmutar el traje de chaqueta y corbata de un médico en camiseta sudada.

3 comentarios:

  1. Me alegro de que te haya gustado. Yo, desde luego, cuanto más rumio el final, más cojonudo me parece. El colofón perfecto para una serie realmente épica.
    Y, como bien dices, es acojonante la cantidad de gente que no ha entendido el final o lo ha entendido al revés. El final ha servido para distinguir entre los que la veían solo por las cosas raras y por si Kate enseñaba las mamellas, y los que la veíamos porque estábamos encantados de que nos contaran todas esas historias.
    Un placer que me prometo revisitar.

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  2. Me ha gustado la serie, no el capítulo. Que tampoco me ha disgustado, pero ¡es que los hay tan buenos, antes, por ahí por medio!...

    Y claro que lo revisitarás, si eres capaz de releerte Juego de Tronos ¡cómo no te vas a volver a ver 112 capítulos de nada!, ja ja.

    ¿Sigues sin hacerle caso a Fringe, Ingeniero? ¿No has leído a Casciari hablar soltando babas sobre la segunda temporada?

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  3. cautiva y desarmada
    me retiro del mundo seril
    cuando creíamos que nos iban a decir las respuestas, ya se sabe, nos cambiaron las preguntas

    y qué se le va a hacer

    pero, alrededor, cuántos grandes momentos. jiji

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.