8.11.07

aquí, hoy, iba a ir un epílogo

Pero la autora del mismo, porque el epílogo ya no era cosa mía, ha dicho que al fin y al cabo todo lo que ella podía decir de la historia ya se ha dicho en los comentarios a los post anteriores; entre réplicas vuestras (me duele, y me chirría la falta de costumbre, pero ese verbo tiene que ir en plural) y contrarreplicas mías suman 30 mensajes que ya han opinado, explorado y finiquitado el tema. Y seguir con el tema, una vez contada la historia, probablemente sería ensañarse ya, y ensañarse, aunque pueda tener su encanto, no es una actitud sana. Así que ea, a tirar p'alante.

Aunque sierto inencia para irme de aquí, de esta tumba, cavada a base de palabras, donde reposa el fantasma de una amistad y, también, para mí, el fantasma de una arpía. Siento que, de alguna forma, aún debería decir unas palabras. Que lo anterior ha sido la crónica de una agonía, pero este es el momento del funeral. Así que sean estas mis últimas palabras: Viva la justicia poética. Alguien así lleva a cuestas su propia maldición y va siempre rumbo a su propio castigo. Lástima, eso sí, de quienes arrastre consigo. Aunque si yo conseguí distinguirla, al final, hay esperanzas para cualquiera, imagino.

Y la moraleja de esta historia es: No te dejes engañar. No pienses que la gente es mejor de lo que es. Ser optimista es bueno, ver la parte buena de la gente es bueno. Inventársela, suplir a gente de carne y hueso por imágenes de fantasía, no.

Y la segunda moraleja es: Pórtate bien con los escritorzuelos blogueros. Si no pueden pasarse una semana poniéndote a caldo.

Y ya está.

Vuelta al mundo real. Y a la que uno vuelve, le entran dudas de que, de verdad, sea esto el mundo real; leo que Aznar está diciendo eso de que lo del 11-M lo planeó algún vecino. Y miro la fecha de la noticia, pensando que me he metido en el archivo y no, no; El tío cabezón ¡está inssitiendo! Los hay que sin su mundo de rencor no existen. O los hay que, fuera de su mundo de rencor, ya no pueden vivir, imagino. La realidad tiene demasiadas aristas reales que van fatal con ciertas teorías construidas a base de globos hinchables.

Y me acuerdo de esa canción de Mamá Ladilla que dice "el mundo no es como es, el mundo es como yo digo que es" cuando leo a un lector de un blog de El Mundo afirmando, rotundísimo él, que le importa un pito la sentencia, que él sabía que había sido ETA y que nadie le va a engañar. Me pregunto en qué habrá consistido su investigación y hasta donde la fe, esa capacidad de creer en algo no ya sin evidencias sino incluso a pesar de las evidencias en contra, es venenosa en política.

Claro que ¿dónde no es venenoso eso de creer en cosas incluso a pensar de tener evidencias en contra? Y miro por la ventana la acera de enfrente, siempre un desfile de monjas y de curas.

De las últimas veces que voy a mirar por esa ventana, en cualquier caso, porque hoy es mi último día aquí. Acaba de decirme David Lee que siendo me último día no de ni palo. El bueno de David Lee, que anda haciendo su tesis sobre cosas de nombre rarísimo y aún así no es capaz de pensar que eso es, precisamente, lo que vengo haciendo desde hace bastante. Y no por mí, conste (ejem), sino por la empresa: Para que no noten mi partida y esta sea lo menos traumática posible, he reducido gradualmente mi ritmo de trabajo de un tiempo a esta parte. Así no hay bache el último día, o sea hoy, sólo una dulce cuesta descendiente que terminará conmigo saliendo del ascensor y corriendo, libre y salvaje, hacia la puesta de sol, a lomos de un caballo pinto y disparando al aire. Espera, que acabo de sintonizar un western, por lo visto. Es el mono de cine. Echándole un vistazo rápido a la cartelera, hay ya cuatro películas que quiero ver: La Zona, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (que cuando lo leo deprisa siempre entiendo Robert Redford y pienso en Sundance Kid y me monto unos líos monumentales), Shoot Em Up y Stardust. Esas cuatro, sin haber mirado aún la cartelera en profundidad, que seguro que luego sale alguna otra. Y ahora que miro, cagüenlaleche, con tanto tardar en ir al cine y con tan poca promoción, incomprensiblemente, que reciben algunas películas ya hay al menos dos de la lista que me quedo sin poder ver en versión original, con lo inmenso que es Clive Owen en versión original.

Excepto cuando le dirige Ang Lee, claro, en cuyo caso da absolutamente igual que se le doble o no,

5 comentarios:

  1. Siento no tener tiempo para más, pero, aunque quede muy escueto: suerte. Eso de irse del curro me produce una envidia que ... algún día lo cuento, ya verás.

    Pues eso, que se trataba sólo de un mimo, aunque no escriba tan a menudo como antes, te continuo la pista (por si te tenía preocupado el hecho, más que nada).

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  2. Qué buena pinta tiene el trailer que has puesto. Además, me he enterado de todo estando en V.O. sin subtitular ni nada. ;P

    Sí, Persépolis te falta en la lista.

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  3. "Así no hay bache el último día, o sea hoy, sólo una dulce cuesta descendiente"

    Eso eso, ¡vivan las curvas C-infinito!

    Y tu a disfrutar del paro hasta... cuando dijiste que volvías a currar? :P

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  4. Suerte con el nuevo rumbo, tanto cambio anunciado para bien...bueno está todo dicho ya, asi que felicidades, que motivos para celebrar no te faltan.

    Ya me tomaré una cervecita a tu salud.

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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.