-Querido, necesito que me hagas una foto de la calle San Bernardo, para un artículo de Entre Líneas.
-Claro: y como no tengo ninguna de la calle San Bernardo... -acoto mi gruñido entre dos sorbos de café.
-¿Eh? -dice sorprendida por mi tono.
-Tengo miles. Vale, son un poco viejas... pero tengo esa de la esquina, con el Bar Noviciado y el tipo corriendo, sales tú y todo.
-Ya, pero necesito una más de la calle, como desde arriba.
-Ah, perfecto. Con el sol de cara. Va a quedar magnífica.
-¿Perdona?
-¡Ya estoy harto, en esta empresa el departamento de fotografía es la última mierda! ¡Estamos al final de la cadena! Mira: la línea va de Redacción en todo lo alto -y la señalo al otro lado de la mesa- y yo al final -y me señalo el pecho-, ¡sin nada por debajo!
-Bueno, tampoco hay nada en medio.
Es lo que tiene trabajar en proyectos minimalistas, supongo. Pero me va a tocar salir a la ventisca y al frío a hacer una foto de la calle San Bernardo, verás.
22.1.11
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Hola, me llamo David, tengo un blog, me gusta la música que no le gusta a nadie y las películas de Clint Eastwood, aborrezco las fotos de anocheceres y cada vez más libros. Escribo bobadas, sin pensarlas mucho, y cuentos del oeste que, que no cunda el pánico, no cuelgo aquí.
Pero ten en cuenta que tu resultado es más agradecido: al final la gente sólo mira las fotos, pasan de leer los textos ;P
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