Me hace mucha ilusión tenerte por mi blog. Hacía siglos que no tenía yo un troll al que darle unos cuantos estacazos, y se echaba en falta algo de ejercicio. En fin, tanta ilusión me hace que si no te importa y como el blog es mío, vamos a jugar la partida aquí, en la pista central.
Todo esto, para quien no sea el troll, es para responder a cierto anónimo que, en el post anterior, hizo su entrada, metió la pata en cuanto charco vio ¡y se puso a hablar de diseño inteligente!
Y como yo con fanáticos de teorías estúpidas tengo poco trato pues no podía dejar pasar la oportunidad.
Así que, ¡alegría!, y por partes:
- Teoría de la Evolución de Darwin vs
Teoría del Diseño Inteligente.
(por abreviar los voy a llamar DI y TE a partir de ahora) Permíteme que tache, pero es que cometes un error. A posteriori y a vuelapluma te llamé ignorante por usar, más tarde, la palabra teoría entre comillas y tras un “todavía”, referida a la Evolución, como evidente forma de descrédito. Es típico eso de combatir la TE diciendo cosas como esa; al fin y al cabo aún es sólo una Teoría. Como dudo mucho que hayas hecho tus deberes y te hayas informado de qué coño significa Teoría en el lenguaje científico, te cuento: Una Teoría, en ciencia, es algo que a) es consistente explicando una serie de hechos naturales, b) permite ser puesta a prueba de forma experimental, c) permite hacer predicciones comprobables y d) puede someterse a pruebas que podrían demostrarla como falsa (en cuyo caso, claro, dejaría de ser teoría). El DI falla en todos y cada uno de esos puntos.
- Segundo asalto, Opinión vs Definición
También dices que tú no ves contradicciones entre el DI y la TE. Pues qué bien y qué pena que no haya un Nobel de Pseudociencia, lo tendrías ganado al probar como equivocados a los mismísimos creadores del DI, que precisamente lo proponen por considerar que la TE está mal, porque por lo visto no les gusta venir del mono, y lo definen como una teoría que niega la TE. Así pues debo preguntarte ¿hablamos del mismo DI? ¿Tú crees o no que el mono y nosotros venimos de un bicho común? Si tu respuesta es “sí”, no crees en el DI. Si tu respuesta es “no”, no crees en la TE. ¿Cómo puede ser que sean compatibles las dos teorías? ¿Tal vez el ancestro común fuese un gato de Schrödinger?
- Pruebas contundentes del Diseño Inteligente.
Decía yo en el punto 1 que el DI no aporta prueba alguna. Tú dices que sí. Espero ansioso esas pruebas para poder discutirlas aquí. Por lo pronto, más que pruebas hay contraejemplos: Que nuestro ADN y el del mono se parezcan tanto, que las ballenas sean mamíferos, la presencia de fósiles, el Carbono 14 y el hecho de que el mundo tiene no 4.000 años como dice la Biblia sino unos 4.500.000.000… Ya puestos, me gustaría ver cómo estos hechos resultan ser falsos.
- It’s written in the sky…
No veo en qué viene a cuento pero tengo buenas noticias para ti. En el cielo ya pone “hola soy Dios”. Simplemente mira y busca estrellas en el sitio preciso. Lo que pasa es que encontrar el mensaje no probará gran cosa sobre la existencia de un diseñador inteligente, a no ser que estemos dispuestos a considerar las constelaciones como prueba de que existen dioses griegos y bichos zodiacales en algún lugar, por ahí.
- Entender el infinito sin irse de cañas con él.
Me encantan los argumentos ad hominem: Tienes la premisa de que no, claro, no comprendemos el infinito, yo te digo que yo sí y tú te pones a decir bobadas sobre irse de cañas con un concepto matemático (!?), planes de estudio y demás.
No sé: A mí los mecánicos me inspiran un cierto respeto en cuestión de motores, los médicos en cuestión de salud, los biólogos en cuestión de, ¡caramba!, teorías evolutivas, y no es que pretenda caer en una falacia ad autoritas, pero es un hecho que como matemático uno se acostumbra a trabajar con un concepto que, quieras que no, es doméstico, por ser un concepto matemático, y que nos sale unas cuantas veces.
En fin, infinitos numerables, À0, À1, el Axioma de Elección, la no numerabilidad de los números reales, fractales, integrales de rango infinito… el infinito ni es un concepto tan raro como puede parecerle a un profano (hola, profano) ni es justo por parte de uno asumir que como él no lo pilla nadie más puede. Lo damos por todas partes, y no muerde, ni nadie se tira al suelo y se tapa los oídos con las manos y reza cuando alguien lo nombra. Su uso es más cotidiano. Te voy a poner un ejemplo y todo, mira:
- Un día de trabajo con el infinito:
Hola. Hoy vamos a calcular cuántos números primos hay. Pero como no es cosa de ir contándolos, y por ir adelantando trabajo, vamos a ver si son infinitos. A lo elegante, con una reducción al absurdo:
Supongamos que no lo son, esto es, que hay sólo un número finito de ellos, digamos m, y que los colocamos en orden de menor a mayor y los nombramos p(n), es decir,
p(1) = 2
p(2) = 3
p(3) = 5
p(4) = 7
… (y así hasta el último)
P(m) = (el que sea, su valor no importa: El mayor primo existente)
Entonces, si no hay más primos, cualquier número o es primo y está en la lista o no lo es, y se puede dividir por números de la lista. Pero ¿qué pasa si nos ponemos brutos y los multiplicamos todos? Nos sale un número que es divisible por todos y cada uno de ellos, qué aburrimiento. ¿Y si luego le sumamos uno? Pues que nos sale un número K,
K = [p(1) x p(2) x p(3) x … x p(m)] + 1
Ahora bien, es fácil ver que ese número no es divisible por 2, pues es un múltiplo suyo + 1, que no es divisor de 2, ni de 3, pues es un múltiplo suyo + 1, que tampoco lo es, ni de ningún primo de la lista. Lo que nos lleva a una contradicción, que significa que la única suposición que hemos hecho, es decir, que hay un número finito de primos, es falsa.
¿Ves qué bien? Hemos contado infinitos números en un momentín.
- Negar la vida eterna en un universo infinito: el fascinante problema del paseante borracho.
Me ha sorprendido mucho tu estúpida teoría (y estoy usando la palabra teoría de modo coloquial) de que un universo finito en el espacio y en el tiempo implicaría, “con probabilidad 100%” (uau), la cuestión de la resurrección y la vida eterna como una cuestión de que “tus átomos” se reorganizasen de cuando en cuando.
Perdona que la llame estúpida y no lo tomes como insulto a tu persona: Es sólo que la idea es francamente absurda.
Amén de imposible. Partes de una serie de premisas, como que el espacio sea infinito y el tiempo también, o que la reencarnación o la vida eterna se consiguen agrupando los átomos que ahora mismo te componen, que no sólo no te harían falta (al menos la del espacio infinito) sino que, matemáticamente, ya que tanto te gusta esa palabra, convertirían tu pequeña fantasía en algo de lo más improbable. Existe un modelo matemático que se llama el del paseante borracho, que en más de una dimensión te garantizaría que los átomos, moviéndose con libertad, no volverían a agruparse tal cuál están ahora. Además, ignoras cuestiones como la gravedad, que condiciona los movimientos de los átomos y a largo plazo los condenan a terminar disueltos en un agujero negro (¿y qué pasa si un átomo tuyo termina en uno y otro en otro?). Además, tú no eres una configuración específica de átomos, pues constantemente los que te están formando salen de ti y son reemplazados por otros (se estima que, en ocho años, TODOS nuestros átomos se han renovado). Además, aunque pudiese ocurrir que tus átomos se reuniesen y plop, apareciese de nuevo tu consciencia con tu memoria y tu forma de ser, teniendo en cuenta lo grande que es el Cosmos y la de sitio que tiene algunas de tus futuras reencarnaciones serían de lo más pintorescas, fugaces y tal vez dolorosas: Te imagino “reencarándote” en el corazón de una estrella, en el vacío sideral o cerca de un agujero negro, pudiendo sentir en tus carnes la asfixia del espacio exterior a la vez que el efecto spaghetti de la atracción del agujero negro. Sería la mar de interesante, sin duda. Pero la verdad, prefiero pensar que ese no va a ser mi futuro.
Y en cualquier caso asumir un tiempo infinito no te garantiza ningún suceso seguro: Ocurre que estás formado por protones, electrones y neutrones, y que estos tienen una vida media que es grande, pero no infinita. Llegará un día en el que por azar, como propones, tus particulillas no podrán arrejuntarse otra vez simplemente porque se habrán disuelto y deshecho. Lástima: Hasta tu inmortalidad tendría fecha de caducidad.
Y una última pregunta sobre esto; si se sucediesen infinitas reencarnaciones mediante ese método ¿por qué esta es la primera, y no recordamos otras?
- La cuestión “APASIONANTE”.
Dices que la cuestión apasionante, así entre unas comillas y unas mayúsculas cuyo objeto no entiendo, es la comprensión del universo. Estoy de acuerdo excepto en lo de que se esté dilucidando hoy día: Llevamos unos cuantos milenios en ello, y lo que te rondaré morena. Y precisamente por eso yo reacciono como reacciono ante las tonterías pseudocientíficas como el DI: El DI, por mucha ilusión que te haga creer en cuentos de hadas y por mucho que te niegues a considerar sus incoherencias (dos actitudes nada científicas) no es ciencia (obviamente), y como tal es un atentado y un peligro a los milenios que llevamos intentando comprender la realidad. Jode un horror que después de que tanta gente se haya currado lo que se ha currado investigando, comprendiendo, pensando, probando y siendo rigurosos lleguen cuatro beatones y digan que no que no, que todo eso es mentira porque a ellos les hace más ilusión su cuento, que tiene el único mérito de encajar con sus patéticas e improbables creencias.
Y eso me quema. Aunque luego me consuela pensar que al fin y al cabo lo bueno de las estupideces es que suele ser fácil detectarlas, para quien tenga un mínimo interés.
- Infinitos mortales.
Y al final de gran post sobre el CI dices “es que los infinitos ya le costó la vida a algún matemático en el pasado”. Admito que la inmensa mayoría de los matemáticos de la historia están muertos, pero, y a pesar de haber cursado dos veces una divertida asignatura llamada Historia de las Matemáticas, jamás tuve noticia de ninguno de ellos que muriese asesinado por ningún concepto abstracto. ¿Puedes darme nombres?
- Desacuerdo / intolerancia y fallos cerebrales.
Respondes después aludiendo a los “pseudointolerantes”. Primera vez en mi vida que escucho esa palabra, ¿qué significa?
En cualquier caso citas a la Muchacha, con quien definitivamente ha sido muy mala idea meterte porque a mí, porque eso, unido al hecho de que te ocultes detrás de un cobarde anonimato, me hace sentirme justificado y me motiva para insultarte (imbécil. ¿Ves?), das una opinión sobre algo que ella dijo y proclamas que el cerebro le falla a todo aquel que no piense como tú.
Gracias por ese ejemplo tan gráfico de fanatismo puro y duro.
En cualquier caso sospecho que a estas alturas conozco a la Muchacha mejor que tú, y sospecho también de tu comprensión ante textos escritos, porque hablas de una afirmación donde yo no leo más que una palabra larga que alude a gente que no cree algo. ¿Son, tu estupidez, tu incapacidad para entender conceptos y tu tendencia a inventarte argumentos y no pillar coñas razones suficientes para faltarle el respeto a nadie? Supongo que sí. Pero también le dan a tus palabras el valor que tienen.
- Matemáticos: Típicos listillos que no tienen problemas con el infinito.
Gracias por llamarme patético, remitirme a la escuela, apelar a mi poco nivel intelectual (!?), decir que no tengo ni pajolera idea del asunto y que sólo conozco dos teoremas o definiciones que hasta un niño sabe, apelar a mi mediocre sabiduría (!?). Qué bonita basura ad hominem.
¿Todo eso por insultarte, con motivos, y por avisarte de tu propia ignorancia?
Pues bueno. Acepto también tu argumento ad hominem por su valor lógico, que casualmente es el mismo que el del resto de tus palabras.
Pero me quedo con la definición de matemáticos, que me ha encantado. Si supiese tu nombre, justo después de insultarte con propiedad, te incluiría en la lista de personajes ilustres que han definido a su manera a los matemáticos. Donde, así mirando por encima, ya está el bueno de Darwin, autor de la Teoriiía de la Evolución, que esperemos que ya no consideres como idea respecto a algo, que dijo “un matemático es un ciego que busca en una habitación oscura un gato negro que ni siquiera está ahí”. Y junto a Sofia Kovalevskaya, que nos definió, y esta cita va dedicada a la Muchacha, así: “es imposible ser matemático sin tener espíritu de poeta”.
Y cómo evitar poner la mejor definición que jamás se ha hecho de nosotros, de Paul Erdös, “un matemático es una máquina para transformar café en teoremas”.
- Leer menos y pensar más.
Y te despides diciendo eso. No sé qué le verás de malo a la lectura ni a qué vendrá eso (¿una mala interpretación del Quijote, tal vez?), pero te aseguro que lo primero no lo cumpliré, pero lo segundo sí, en la medida en que me sea posible. Yo a mi vez te deseo que leas más, que comprendas algo y, simplemente, que pienses.